El disparo de Noah impactó al zombie en el pecho, pero además de un horrible grito, no pareció causar mucho efecto. El zombie regeneró la pared antes de que Marlen pudiera alcanzarle.
Pero Marlen no iba a detenerse; utilizó su impulso para saltar sobre la reja del pasillo, rodear el muro y caer junto al zombie. Este último fue tomado por sorpresa y apenas consiguió evitar ser decapitado por el hacha de Marlen, que, en cambio, golpeó el hombro del monstruo.
Una potente ventisca se desprendió de nuevo de su cuerpo y cubrió por completo a Marlen, que fue empujada contra la reja y sometida a un frío intenso. Entonces, comenzaron a llover sobre ella carámbanos afilados. La mayoría no atravesó su armadura, pero uno de ellos le hirió el muslo y otro le rozó el cuello.
Adam y los demás no tenían idea de lo que ocurría al otro lado, por lo que se concentraron en derribar el muro. La explosión de la ventisca y los gritos de dolor de Marlen les apuraron. Adam, sin cargas en el lanzallamas, intentaba golpear la pared con la parte trasera de su arma en vano. Noah, por su parte, se dirigió a la baranda para repetir el salto de Marlen.
Jane se detuvo y volvió con el grupo. Entonces decidió utilizar [Disparo penetrante]. Se puso de rodillas, sacó una flecha, respiró profundo y activó su nueva habilidad.
La flecha se cargó de energía durante un breve instante antes de salir disparada a gran velocidad. El proyectil atravesó la pared limpiamente y se dirigió hacia la última posición que Jane recordaba donde estaba el zombie. Para su suerte, el zombie no se había movido, por lo que la flecha encontró su blanco.
La criatura perdió el control sobre sus poderes momentáneamente, por lo que la pared perdió consistencia y fue destrozada de un golpe por el lanzallamas de Adam.
La ventisca y los carámbanos pararon, lo que le dio un respiro a Marlen. Noah cayó a su lado unos instantes después y disparó de nuevo, esta vez apuntando a la cabeza.
El zombie tenía una flecha insertada en su estómago y ahora un disparo en su cabeza, pero no murió. El hielo de su cuerpo creció de nuevo, expulsando ambos proyectiles. Adam atacó en ese momento y le golpeó con la boquilla aún caliente del lanzallamas.
Cargó contra el zombie, pegó la boquilla a su estómago y luego lo presionó contra la pared. Su enemigo gritó de dolor y su estómago comenzó a derretirse. Ambos golpearon juntos la pared. Adam esperaba tener otra carga en el lanzallamas para disparar desde esa posición, pero la oportunidad nunca llegó.
El zombie superó su dolor y se concentró para hacer crecer desde el suelo una pared de hielo bajo los pies de Adam. La pared surgió con tanta fuerza que la cabeza de Adam golpeó el techo y le dejó aturdido. Noah disparó de nuevo, pero el zombie, a pesar del dolor, no cedió. Disparó un par de carámbanos de vueltas mientras preparaba la energía necesaria para otra ventisca.
Noah esquivó uno de los carámbanos, pero el otro impactó contra su chaleco antibalas y le empujó contra la reja. Adam, mientras tanto, tenía problemas para levantarse. Estaba aún confundido por el golpe, situación que aprovechó el zombie para intentar matarle con un carámbano.
Adam se salvó porque en ese momento Jane, a través del agujero en la pared de hielo, disparó una flecha que hizo retroceder al zombie. Noah agarró a Marlen, que apenas estaba consciente e intentó alejarla de la pelea.
El zombie liberó una nueva ventisca, mucho más fuerte que la anterior, y cubrió todo el pasillo en una tormenta de hielo. Jane disparó otra flecha, pero la ventisca la desvió y avanzó furiosa hacia ella. Jane se lanzó al suelo y esperó a que lo peor pasara. Miriam, que estaba a su lado, decidió acercarse hasta la pared y utilizó su habilidad [Halo] ante la imposibilidad de acercarse lo suficiente para lanzar [Luz sagrada] sobre el zombie.
El halo era una habilidad de apoyo que necesitaba toda su concentración, por lo que apenas si podía realizar otra cosa mientras la tenía activada. Desde el lugar donde estaba, evitó lo peor de la ventisca mientras la luz de su halo alcanzó a sus compañeros del otro lado y debilitó al zombie.
Adam, que había recibido la peor parte de la ventisca, sintió que todo su cuerpo era cortado por diminutos trozos de hielo filosos que bailaban a su alrededor. Cuando el halo le alcanzó, sintió un gran alivio al sentir cómo la energía en su cuerpo contrarrestaba en cierta parte el horrible frío. Además, los trozos de hielo encontraban más difícil cortar su piel.
Adam se dio cuenta de que solo en unos segundos más tendría otra carga del lanzallamas, por lo que se acercó al zombie dispuesto a acabar la pelea.
El zombie, por su parte, fue tomado por sorpresa por el efecto de halo. Su ventisca se debilitó y perdió el equilibrio al sentir la súbita disminución en su habilidad para controlar la energía a su alrededor.
De entre la ventisca apareció Adam y el zombie intentó disparar un carámbano. El resultado fue un pedazo de hielo romo que apenas detuvo el avance de Adam.
El zombie retrocedió y comenzó a acumular energía para un nuevo hechizo, esta vez doblando la cantidad con la esperanza de lograr la misma potencia de antes. El resultado fue exitoso, aunque solo logró disparar uno. El carámbano se clavó en una pierna de Adam con la misma fuerza de antes y le hizo caer al suelo.
Por su parte, Adam había recuperado otra carga y esta vez disparó desde el suelo y mucho más cerca del zombie. La carga no era de la bombona, por lo que la llama fue débil, sin embargo, esta vez alcanzó al zombie en el pecho y el efecto fue devastador. Las débiles llamas consumieron el hielo que conformaba al zombie y dejaron un gigantesco hueco que desprendía vapor de agua.
El hueco comenzó a cerrarse, pero mucho más lentamente que antes. Noah, que había dejado a Marlen dentro de uno de los apartamentos, fuera de los efectos de la ventisca, volvió al combate y, con la ayuda del halo, disparó tres veces su arma.
Los disparos destrozaron parte de la cabeza, uno de los brazos y el pecho, dejando al zombie en un estado aún peor. A partir de allí, la batalla terminó sin muchas sorpresas. Noah esperó a recibir otra bala y volvió a disparar, mientras que Adam se arrastró y usó la boca del lanzallamas para derretir toda una pierna del zombie.
Segundos después, el zombie murió y arrojó un cristal azul, un libro y un trozo de hielo.
[Ventisca (hechizo)].
[Acumula energía para liberar una ventisca helada sobre tus enemigos, su poder depende de la energía que se invierta en el hechizo].
El trozo de hielo resultó ser algo que Adam nunca había visto.
[Pedazo de hielo viviente (material)].
Adam le preguntó al sistema sobre el material.
[Un trozo de hielo con vida. Es resistente a las altas temperaturas, pero se derretirá tarde o temprano si no es guardado en las condiciones adecuadas. Sirve como material para la fabricación de equipos, pociones o en la realización de rituales].
Inmediatamente, después de su muerte, todo el hielo que el zombie había lanzado se derritió; dejando a su paso charcos de agua.
—¿Dónde está mi hermana? —preguntó Miriam, que estaba completamente empapada.
Noah señaló el apartamento donde la había dejado y Miriam salió corriendo hacia el mismo, sin prestar mucha atención a Adam, que también estaba bastante herido.
Su cuerpo estaba repleto de cortes y su pierna no paraba de sangrar. Además, se sentía entumecido por el frío. Por fin, Miriam volvió y le curó sus heridas.
—Marlen está inconsciente, recibió bastante daño cuando el zombie la atacó.
Adam asintió, aliviado. Pero también se dio cuenta de que ya era la segunda vez que las hermanas hacían algo loco cuando una de ellas era herida. Miriam había saltado a la planta baja durante el combate contra el Berserker, abandonando al resto del equipo, mientras que Marlen había saltado el muro de hielo y atacado al zombie completamente sola. Sabía que en algún momento debería hablar con ellas.
Jane, por su parte, no había recibido mucho daño, por lo que se acercó a Adam aliviada.
—Ahora solo quedan tres zombies, no puedo esperar a que esto termine.
Adam evitó mencionar que el siguiente paso era limpiar cada edificio de la urbanización, lo que incluía otro superbloque. Jane ya tenía suficiente con este edificio.
Adam esperaba que hubiera otros grupos limpiando edificios. Tracel probablemente sabía algo sobre ellos, así que se decidió a hablar con él luego de la limpieza del superbloque.
—Deberíamos descansar en otra parte, todo está empapado.
—Esperemos a que mi hermana despierte, no creo que tarde mucho, es sorprendente lo resistentes que son nuestros cuerpos ahora.
El grupo bajó al segundo piso cuando Marlen despertó. Aún se sentía agotada, por lo que no tardó en volver a dormirse. El resto se preparó para descansar.
—Esta vez fue bastante peligroso, estuve a punto de no contarlo —fue lo último que dijo Marlen antes de irse a dormir.
—Pues sí. Espero que ustedes dos aprendan a mantener la calma cuando una de las dos es atacada, eso no puede seguir sucediendo —Adam regañó un poco a ambas hermanas, pero no tocó más el asunto.