Me escapé del mundo por ti (Transmigración rápida BL en español)

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Synopsis

Chapter 1 - Prólogo (I)

He´An desconoce cuándo comenzó; cuando sus ojos contemplaron la verdad; cuando por fin descubrió cómo era el mundo en el que habitaba.

La revelación no le trajo alivio, ni confianza. La revelación lo dejó sumido en la desesperación, la tristeza y la ansiedad, puesto que comprendió que era un simple pájaro dentro de una jaula.

Por años y años, había permanecido encerrado, solo que nunca lo había notado.

En ese momento, He´An comprendió lo realmente doloroso de estar atrapado entre cuatro paredes.

Uno no sufre del encierro, hasta que se vuelve consciente de ello. El ave no lamenta no poder volar, hasta que se percata de que puede hacerlo pero su entorno no se lo permite.

Pisadas resonaban en el mohoso y polvoriento suelo de madera, que crujía como un violín desafinado, erizando la piel de cualquiera que pudiera escucharlo.

He´An ignoró el tétrico sonido, al igual que el entorno lúgubre que lo acompañaba: una mansión de mil habitaciones abandonada, a oscuras y venida a menos.

"¡Ahhhhhh!"

Un gritó resonó entre los pasillos. Desde la distancia se podía percibir la desesperación de esa persona que presionaba sus cuerdas vocales al máximo, para poder emitir un ensordecedor aullido.

He´An enarcó las cejas con desconcierto. ¿No se supone que el que huye debe hacerlo en silencio? ¿Quizás este "intruso" era un verdadero idiota?, pensó.

Haciendo a un lado los mechones de cabello oscuro que obstaculizaban su visión, He´An dobló en una esquina.

La luz de la luna ingresaba por las ventanas destrozadas. Alumbraba levemente el largo pasillo que se cernía por delante. La oscuridad y la luz parecían estar batallando en un enfrentamiento, que ya tenía un claro vencedor.

La luz jamás podía ser la ganadora en este lugar. Es una mansión de muerte, destrucción y pánico. Una mansión donde los vivos ingresan, para ya nunca más poder volver a salir.

He´An caminó hasta la primera puerta. Sujetó el pomo oxidado y lo giró sin siquiera dudar. No tenía que pensarlo demasiado como para saber donde se estaba ocultando la "rata".

Su respiración acelerada lo delataba. He´An podía percibir su calor y el sonido interminable de su corazón. Cuál leopardo, podía ver a su presa en la oscuridad y acecharla con confianza.

Así funcionaban las cosas en este lugar. He´An era el ganador, la oscuridad, mientras que ellos eran la presa, la luz, a la espera de que él los comiera.

"Sal. No compliques más las cosas. Ya estoy aburrido de esto"

Una persona se acurrucaba en una esquina. Su cuerpo temblaba de miedo; un miedo que amenazaba con consumir su interior. El color de su piel era tan pálido, que parecía estar más muerto que He´An.

Las botas negras, avanzaron hacia ese bulto. He´An se acercó lentamente hasta la persona que tiritaba de miedo.

"No, por favor. Yo no quería esto. ¡No es lo que me prometiste sistema!"

He´An sujetó su cuello. Sus dedos se aferraron fuertemente sobre la garganta del hombre. Incluso podía percibir cómo sus pulsaciones aumentaban de intensidad, en la medida en que su mano se aferraba con más firmeza.

"No….no…."

Unos ojos rojos, con pavor y un atisbo de esperanza, yacían enfocados en el rostro de He´An. Anhelaban la simpatía de esa persona que no tenía emociones, o al menos, no estaba seguro de tenerlas.

He´An esta convencido de que todo lo que siente y piensa es producto del maldito mundo en el que se encuentra. Es un simple personaje que "Dios" creó. Sus vivencias, desencuentros, ideas, emociones, son todas prefabricaciones de ese alguien, que lo mira desde una posición mucho más elevada.

Era un ave que estaba replicando los trucos que su "amo" le enseñó. ¿Podía considerar como propias esas características?

Los secos labios se separaron levemente. El rostro frívolo, dio paso a una leve sonrisa.

"Por fin…después de tanto tiempo, puedo llevar adelante mi plan"

Sin dar tiempo a que sus palabras fueran procesadas por el cerebro del hombre, He´An estranguló su cuello. Privó a su cuerpo de oxígeno y permitió que su corazón dejara de latir.

Observó cómo, lentamente, los ojos de ese hombre eran tragados por la oscuridad.

He´An dejó caer el cuerpo sin vida. La madera crujió, cuando un elemento pesado impactó contra él.

Enseguida, He´An activó su poder. Un humo grisáceo se expandió a su alrededor, y como una neblina, rodeó la habitación.

"Sal….¿o es que prefieres que te coma directamente?"

Una bola de pelos color rosada, con orejas de gato, apareció junto al cadáver. He´An lo miró con atención, sin bajar la guardia ni siquiera un segundo. Llevaba décadas aguardando por este momento. No iba a permitir que un simple descuido le arrebatara su oportunidad.

Los ojos azulados del extraño ser, contemplaron a He´An. A simple vista, parecía ser un animal inofensivo; una especie de gato sin cola y extremidades.

Sin embargo, He´An podía sentirlo. Era un lobo con piel de cordero. Ese peculiar ser era poderoso, perspicaz y vengativo. Su mirada buscaba leer el corazón de He´An, con el simple objetivo de encontrar la más mínima debilidad para derrotarlo.

He´An sonrió. Le gustaba su actitud. No necesitaba un enemigo oculto, sino uno del que fuera sumamente consciente.

"¿Eres un sistema verdad?"

"¿Cómo conoces a los de nuestro tipo? Atacaste a mi anfitrión como si supieras que no es de este mundo"

He´An se inclinó más cerca de la bola de pelos rosada. Su rostro se acercó lo suficientemente, como para sentir el calor que emana su presencia.

"Llevo décadas esperado por que un "intruso" vuelva a aparecer"

"¿Intruso? Les has dado un nombre interesante a los anfitriones. Sin lugar a dudas, eres una existencia especial e interesante"

Afirmó el sistema, quien no dejaba de recorrer con sus ojos a He´An. Analizaba, evaluaba, intentaba determinar hasta qué punto He´An seguía siendo un "personaje".

El universo está compuesto de miles y millones de mundos. Cada uno con sus peculiaridades y reglas, las cuales lo vuelven "especial". Donde en algunos prevalece la magia, en otros ni siquiera han podido descubrir el fuego todavía. Sin embargo, algo que todos, y cada uno de ellos comparten, es su capacidad de "retroceso".

Los mundos tienen un inicio, desarrollo y final, completamente establecidos. Son una historia que alguien escribió y no pueden ser alteradas de ninguna forma; al menos no por los mismos personajes.

Cuando la historia, o mejor dicho, "mundo", llega a su punto final, no nace una continuación o un volumen parte dos. El mundo retrocede el tiempo y empieza desde cero. Así se repite una y otra vez, hasta que finalmente termina desapareciendo entre las arenas del tiempo.

Lo que He´An define como "intrusos", son aquellas personas que no son un personaje como tal. Quizás pueden estar ocupando el cuerpo de uno de ellos, pero su destino no está determinado por las reglas del mundo. Pueden hacer y deshacer a su antojo.

Y eso es algo que He´An sabía perfectamente. Conoció, tiempo atrás, a un intruso que le cambió la vida. Salvó su trágico final y le dio la posibilidad de vivir con alegría y libertad; al menos una vez.

He´An anhelaba volver a ese rincón de luz y esperanza. He´An ansiaba por volver a ver a esa persona, quien fue un intruso dentro del mundo y de su corazón.

"Dime, ser de este mundo de terror, ¿qué buscas al matar a mi anfitrión e invocarme? ¿Cuál es tu plan? Porque, por lo que puedo ver, tienes una idea en mente"

"Así es Pinky"

Comentó con burla He´An.

El cabello de la bola de pelos se erizó. Su mirada cambió. Lucía claramente enojado ante sus palabras.

"¿Pinky? Hazme el favor y guárdate tus apodos. Mi nombre es más glorioso y grandioso que Pinky"

He´An estiró su mano hacia el sistema. Pese a su resistencia, lo sujetó firmemente. Sus largos y delgados dedos, eran como barrotes de una cárcel, que ahora lo privaban de su libertad.

"Sácame de aquí"

Pronunció He´An con emoción y, quizás, sin percatarse también, un atisbo de desesperación.