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Chapter 52 - La borrachera del fin del mundo.

- ¡Ya nomás falta el Bacacho, mosquetebrias y podemos a empezar la segunda tocada macabra de la historia! –dice Pamela.

- ¡Para eso faltan 10 minutos! –dice Adelina desde la terraza. – ¡Exactamente a las 7 de la noche empieza el show, escuinclas! Pero ya pueden empezar con el escándalo.

-BUENO SIII, PROBANDO EQUIPO, SIII, PROBANDO EQUIPO; ¡JUSTICIAAA, JUSTICIAAA! ¿ASI O LE PONGO ECO?

Se escucha la voz de Romaia probando el micrófono.

-JA, JA, JA, JAAA, JA, JA, JA, JAAA.

Se escucha ahora la risotada diabólica del final de la canción de: "Thriller" de Michael Jackson y con sus primeros acordes se empezaron a servir las bebidas, mientras René y Orlando se encargaban de las mezclas musicales; Hermelindo Herrera de la seguridad y Adelina; sus amigas y Soledad de la vigilancia.

Las 4 mosquetebrias se dedicaban a lo suyo, a ponerse ebrias como parte indispensable del ritual, según ellas, celebrando aquella batalla del fin del mundo que aún no empezaba.

Pasaban de las 9 de la noche y todavía la Condesa no daba señales de vida.

-Reporto movimiento en el perímetro por el lado de la costa.

Le reporta el Ostro a su hermano la Ostra, por medio de walkie talkies de corto alcance, quien a su vez le reportó a Soledad, siendo él, el enlace de las telecomunicaciones entre el perímetro y el área de la tocada.

-Enterada Benjamín, manténgase alerta.

- ¡Contacto, tenemos ataque, un blindado se acerca por el bowlevard!

Se escucha otro aviso radial y una serie de disparos de grueso calibre, que destrozaron las llantas del vehículo impidiendo su avanzada, las legionarias que lo tripulaban terminaron por ser acribilladas, ya que venían fuertemente armadas y no respetaron los disparos de advertencia.

- ¡Eso era un carro bomba! Y esas mujeres eran suicidas. –le dice Timothy Verch, al Ostro.

-Me están reportando ataques en varias partes del perímetro. –dice Leticia.

- ¡Ya va a dar las 12 de la noche y nada de la Condesa! ¿No estaremos haciendo algo mal? –le pregunta Emma Verch a Soledad.

- ¡Con esa misma música, con esos mismos gritos y con las mismas borrachas comenzó todo! Ella tiene que venir. –dice Adelina. - ¡Hasta al Queco trajimos para que nada faltara!

-Pomaia; Èbrika; Pomela y Bebelinda soportaban estoicamente el desarrollo de la batalla, en la que ninguna, aunque ya se miraban ebrias, nada más no se dejaban caer, dieron las 3 de la mañana y el asedio por parte de las legionarias que intentaban traspasar el perímetro no terminaba, hasta que apesadumbrado; Nathan Verch, tuvo que reportar por el radio.

-Las legionarias se están congregando, al parecer se preparan para atacarnos en estampida y se pueden contar por miles, solicito autorización para usar fuerza letal.

Adelina y Soledad lo escucharon, mirándose entristecidas.

- ¡Soporten lo más que puedan Nathan! Y me mantienes informada.

Se escucha la voz de Romaia ante la duda de las líderes de la terraza.

- ¡Demonios! El ataque de las legionarias es inminente y nada de que se aparece la Condesa. –dice Emma. –De perdido para conocerla.

Ya los relojes marcaban las 5 de la mañana y nada de la Condesa.

-BUENO, BUENO, SI, PROBANDO EQUIPO, ¡ÑEEEEEE! BUENO; ¿QUE NO PIENSAS VENIR VIEJA DESGRACIADA? ¡AQUÍ NOS TIENES COMO PENDEJAS CON LA TOCADA A TODO LO QUE DA Y NADA QUE TE APARECES! ¿ACASO LE TIENES MIEDO A SOLEDAD? ¡ANDA MALDITA VIEJA CON CARA DE CABALLO, VEN Y PELEA POR TU MACHO COMO PELEAMOS LAS MUJERES DE VERACRUZ!

Se escucha la voz de Romaia por medio del micrófono.

-Otra vez estas escuinclas que se están pasando con las burlas. –dice Adelina ya disponiéndose a bajar para quitarles los micrófonos.

- ¡Tranquila señora Román!

Dice Tenpecutli apareciendo por la puerta mágica dibujada en la terraza.

-Que esas burlas hasta a mí me hicieron enojar. –y levitando, bajó de la terraza hacia el escenario.

- ¡AY NANITA, LA LLORONA!

Dice Romaia impresionada por verla acercarse así y sin acordarse de que tenía el micrófono encendido, afortunadamente portaba la elegante diadema que ella le había regalado.

- ¡Tenpecutli para servirte, querida! A ver, préstame ese aparatejo que yo también quiero participar.

Dice la dama de blanco y golpeando el micrófono, dijo, para probar su funcionamiento.

- ¡AAAYYY MIS HIJOOOS! ¿DONDEN ESTÀN?

En un grito amplificado por el equipo de sonido, que lo hizo escucharse verdaderamente lejano y tétrico, tanto, que hasta las legionarias que lo escucharon en la distancia se estremecieron y recuperaron un poco la cordura, cuando estaban preparándose para su ataque suicida.

- ¡AYYY MIS HIJOS! ¿DÒNDE ESTÀAAN?

- ¡Demonios, yo quiero uno de estos! –dice Tenpecutli al escuchar la potencia de los altavoces. - ¡Ahora si Soledad, prepárate porque de que viene, viene, ésta condenada Condesa!

- ¡BLANCA BEATRIZ DEL REAL Y HERRERA, CONDESA DE MALIBRÀN, ACUDE A MI LLAMADO, SOY TU AMIGA, LA BRUJA DEL ARENAL Y AHORA SI YA TENGO LA PÒCIMA QUE NECESITAS PARA EMBARAZARTE DE OTRO PEQUEÑO MONSTRUO COMO EL QUE MAL PARISTE!

- ¡A hija de su madre, que perra tu amiga!

Le dice Adelina a Soledad en voz tan alta, tanto que hasta en el escenario se escuchó.

– ¡Eso hasta a mí me hizo enojar! –dice Adelina.

-Yo creo que no es para tanto, Señora. –le dice Pamela a la Llorona.

- ¡Tranquila hija! Que apenas empiezo.

- ¡Ay nanita, la llorona te dijo hija! –le dice Bebelinda a Pomela entre atemorizada y burlona. - ¡Eso sí que me daría miedo!

Romaia sonrió malévolamente porque al escuchar a Adelina, tuvo una malévola ocurrencia.

- ¡QUE PERRAAA TU AMIGAAA, QUE PERRA TU AMIGAAA!

Dice Romaia por medio del micrófono, ya habiéndoles hecho una señal a Rolando y a René para que ecualizaran su voz y a todo volumen, dio inicio el nuevo ritual.

- ¡QUE PERRAAA TU AMIGAAA, QUE PERRA TU AMIGAAA!

- ¡AYYY QUEEE PERRAAA, AQUÍ ESTA TU HIJOOO!

Y entre los gritos de; ¡Ay que perra, aquí está tu hijo! De la Llorona, y los de; ¡Que perraaa tu amigaaa, que perraaa tu amiga! De Romaia y sus animadoras, gritos que se contagiaron en todos los que escuchaban, con una influencia tal que hasta las legionarias comenzaron a entonarlo.

- ¡QUE PERRA TU AMIGAAA, QUE PERRA TU AMIGAAA!

Se empezó a escuchar el grito poco a poco entre el ejército enemigo, con lo que las legionarias suspendieron su ataque suicida y se unieron al ritual, relajando a los fortificados que quitaron el dedo del gatillo para unificar el grito, hasta por medio de los walkie talkies y altavoces de baterías.

- ¡QUE PERRAAA TU AMIGA, QUE PERRAAA TU AMIGA!

Siguió la burla y siguió la fiesta con la música disco a todo lo que daba.