-El experimento funciona, amigas.
Le dice Soledad a Adelina y a Leticia, sin que las muchachas estuvieran presentes ya que hablaban en privado en el estudio, porque las chicas estaban en clase en la misma casa, algunas maestras de la Villa Rica impartían sus clases en la amplia sala a las alumnas de la pensión y a otras, formando un grupo de más de 20.
-Ya es viernes 28 y René y Pamela se han mantenido tranquilos.
-Tranquilos sí, pero yo veo a mi René muy triste, como que ya le está haciendo falta verla. –dice Adelina.
-Lo sé, y eso que no has visto a Pamela, que ya me dijo que o se acaba hoy el experimento o de todas maneras viene a verlo. –dice Leticia.
-También el pequeño de Emma y su novia presentan los mismos síntomas, y si los dejamos así un par de días más; Pamela estallará en furia y René en lágrimas. -Ese es el punto, he descubierto que a los hombres les da el síndrome de los muertos vivientes y a las mujeres les da el síndrome de las mujeres asesinas. –dice Soledad.
-No había pensado en eso, pero tienes razón, se han visto casos de violencia familiar en familias donde el esposo está ausente, porque la señora tiene ataques de histeria. –dice Leticia. –De alguna manera tenemos que avisarle al público en general de los descubrimientos que hemos hecho, allá afuera aun nadie sabe nada y tan solo se especula.
-Pues ya es tiempo de que hagas tu reportaje. –dice Adelina. –Ya ayer que fuimos al mandado nos encontramos con escases de víveres, y si esto sigue así, en un par de semanas ya no habrá comida, ni agua, no quiero aseverar que nos hace falta el pecado que se llevó la Condesa, pero ya la crisis es a nivel internacional, los bares, cantinas y restaurantes están a punto de cerrar sus puertas por falta de clientela, por lo menos en todo el puerto, tal vez lo único bueno es que ha disminuido la delincuencia al grado de que las detenciones se han reducido a más del 70%, y ya no hay prostitución, al menos en las calles.
- ¡Obvio Leticia! Si ya no hay hombres infieles y si las prostitutas también tienen sus novios pues tampoco pueden ser infieles. -interrumpe Soledad. - ¡Pues tampoco habrá prostitución!
- ¡Ya no hay jugadores en los deportes en las ligas profesionales! Los torneos de futbol de la primera división están suspendidos, porque los jugadores prefieren quedarse en sus casas; ¿Quién sabe a dónde nos llevará todo esto amigas? Pero lo mejor es que haga el reportaje, que ya no será un reportaje, más bien un documental, a ver si en algo podemos ayudar a esa pobre gente que está sufriendo allá afuera por la falta de un pecado; ¡De hecho así le llamaré al reportaje! La falta de un pecado, ahora me tengo que ir porque ya son las 1 de la tarde y me hago poco menos de media hora en la bicicleta, hablaré con mi jefe de noticieros en la ciudad de México para explicarle largo y tendido el tema, y yo creo que para el noticiero de las 8, ya lo estaré transmitiendo.
- ¡Perfecto Leticia! Espero que no empeoremos las cosas con tu reportaje, pero es lo único que podemos hacer, yo iré a hablarle por teléfono a Pamela para que venga a ver a René. –dice Adelina.