El misterio de la mirada de Alexander dejó ver los deseos oscuros que en su mente se estaban formando- Preparen todo para mi viaje a Paraguay, pero ojo no quiero que nadie sospeche - Solamente aquel que lo conocía perfectamente sabía que el hombre estaba enfurecido y la ira dominaba su cuerpo.
Alexander salió del sitió hasta llegar a su vehículo- Llévame a la Villa luego prepara la base para un entrenamiento duro - Alexander Santoro estaba decidido a hacer pagar de muchas maneras dolorosas a Amara Mendoza su pequeña escapada, sus ojos azules contenían fuego, pero sus manos quería agarrar el cuello de la mujer, Alexander apretó los puños hasta dejar blancos sus nudillos.
Eres muy astuta, pero lastima que no eres lo suficientemente fuerte para soportar lo que se vendrá- La sonrisa que se vislumbró en el encantador rostro del hombre hizo que hasta el chófer se sintiera intimidado.
Una hora después siendo las 23 horas en Italia el avión Privado del Grupo Sacramento de la Familia Santoro había despegado con destino a Paraguay.
Oro, plata, armas y poder todo aquello tenía a su alcance el elegante y peligroso hombre sentado, pero bastó una pequeña y buena jugada para que su vida se desestabilice y la causante no era otra que Amara Mendoza la principal jugadora de aquel misterioso juego que el estaba por comenzar, Alexander no veía la hora de pisar suelo Guarani para hacer de la vida de su mujer ante todas leyes un Infierno.
Mientras tanto la Familia Mendoza estaba destrozada en Italia todas las puertas se les fueron cerradas, con destino a África se encontraba Blas Mendoza, Haiti Lorena Mendoza y con destino a Paraguay Alicia Lynch.
Amara se encontraba recorriendo el sitió el clima cálido de Paraguay podría ser sofocante la mujer recorría los alrededores eran aproximadamente las 13 horas cuándo escuchó el ruido de una avioneta, rápidamente se había metido a la casa sus nervios volvieron a traicionarla con tan solo pensar que Alexander la encontrará.
El silencio podría ser aterradora si era de noche a una distancia prudencial en la aviación privada de la hacienda que comparte perímetro con la hacienda en dónde se encontraba Amara había descendido la aeronave del Mafioso más peligroso de toda Italia por el ya estaba esperando una camioneta Alexander Santoro era caracterizado por su actitud de arrogante los subordinados agachaban la cabeza ante el.
El vehículo avanzó hasta adentrarse en las tierras que marcaban en las coordenadas, Alexander Santoro se encontraba cada vez más cerca de su victima y Amara Mendoza estaba cada vez mas cerca de conocer la crueldad del hombre.
Amara había escuchado que un vehículo se detuvo, pero no quiso arriesgarse a absolutamente nada, pero sus instintos le dejaron en claro que la persona que llegó no venía para tener una charla, ya que para abrir la puerta utilizaron el arma dé Fuego.
Amara se había asustado, desesperada empezó a buscar algo con que defenderse, escuchaba los pasos de varias personas y de un BAM la puerta en dónde se encontraba fue abierta, en ese momento Amara sintió que la muerte hubiera sido mejor al ver al hombre que la miraba con una media sonrisa, pero no era la típica sonrisa que derrochaba tranquilidad, el ambiente era hostil y si las miradas matarán Amara Mendoza ya estaría muerta.
¿Disfrutaste de tus pequeñas vacaciones, Señora Santoro? - Alexander generaba miedo a su alrededor - Contesta y más te vale que la respuesta sea si - Amara se quedo sin rastros de sangre cuándo observó que Alexander se llevó las manos en donde reposaba su pistola.
¿Tienes miedo de esto? - El hombre se acercó a la mujer, Amara retrocedió, pero su espalda ya había tocado la pared - En esto y en otras cosas más debiste haber pensado antes de desafiar mi poder y mi.lado criminal- El cañón de la fría pistola apuntaba directamente a la cabeza de Amara.
No me hagas daño - Amara intentó de contener las lágrimas.
No existen palabras o suplicas que te salven, te lo advertí Amara te he dicho hasta el cansancio que no sobrepasars los límites de mi reducida paciencia ¿Y qué ha hecho? - Amara sentía cómo el arma de Fuego recorría su abdomen - Vamos - Alexander la agarro de las manos y la saco de allí al momento en que las camionetas se alejaron la hacienda se había convertido en cenizas.
Cada cosa que le suceda a tú familia a tus amigos Amara será tu culpa, debiste pensar en todas las consecuencias si te atreviste a desafiarme tenías que asegurar antes a los tuyos - Alex trono los dedos y segundos después en una Tableta la imagen de su padre totalmente golpeado y su hermana atada de manos y pies fue una herida para el corazón de Amara.
¿Estas viendo lo que provocaste? - Amara sintió el dolor en su barbilla al ser agarrada con fuerza por Alexander - Si mueren te llevaras la culpa hasta el último día de tu miserable vida tan miserable como el matrimonio al cual te obligaron.
Ella ya sabía que su vida era complicada antes ahora lo sería aún más no quedaba nada más que aceptar su destino y dejar que el hombre con el rostro encantador, pero más despiadado al cual todos le temen haga lo que quisiera con ella, pero tenía razón si algo le llegará a suceder a su familia ella no se lo perdonaría jamaz.
Los vehículos se habían detenido en el mismo lugar de hace minutos nuevamente para emprender vuelo hasta Italia.
El miedo se apoderaba de ella de una manera inexplicable sus manos estaban sudadas y temblorosas.
¿Ahora me tienes miedo? Su voz se escuchaba baja y la única razón era por estar sufriendo su cercanía, pero Alexander no se dejaba dominar por sentimientos así que rápidamente endureció sus facciones y su mirada reflejaba el odio guardado de años, aquella mirada le recordaba a Amara el invierno - No debiste desafiarme, no debiste, por que desde ahora vivirás en una cárcel y el dia que salgas será para que te trasladen al cementerio- Con aquellas palabras Alexander dejó de prestarle atención enviando escalofríos al pequeño cuerpo de Amara.
Muy astuta, pero lastima que eres muy débil para soportar lo que se vendrá- El hombre hizo que hasta el propio chófer se sintiera intimidado.