De tus ojos atormentados, por mis labios ensangrentados,
una lágrima deslizándose.
De mis manos temblorosas, por tus esbeltas piernas,
navegando sin prisa, un suspiro cálido.
Dulce tormento de miel y espinas.
De mi corazón latiente, por tu sonrisa nacarada,
una súplica amorosa, un adiós forzado.
De mi alma trémula, por tus mejillas llorosas,
mi último suspiro vivo,
tu recuerdo en mis pupilas grabado.