"Ryo Shura y Sonny Mikato, diríjanse al piso 99." Vociferó alguien desde los megáfonos de la Torre de los Ritos.
Ryo y Sonny se miran. "¿Pero esa no es la última planta de todas? Pensé que me tocaba combatir ya." Exclama Ryo.
Al llegar al ascensor una maid muy sexualizada les abre la puerta. "Acompañadme."
La puerta se abre sin hacer ruido alguno. El último piso de todos está cubierto por una cúpula de cristales octogonales que dejan ver toda la Metrópolis Encantada. Justo al frente del ascensor hay un despacho donde espera una mujer mordiendo la pluma de escribir.
Es una mujer alta, tiene el pelo teñido de rojo, lleva gafas y usa un pintalabios extremadamente brillante. "Tomad asiento." Dice con seriedad.
Sonny y Ryo se sientan sin entender demasiado la situación.
"Me llamo Momori Yakuza, soy la presi de la Torre de los Ritos." Da una vuelta sobre sí misma en la silla y prosigue. "No hace falta ser muy inteligente para saber que la Torre de los Ritos es un negocio que estafa a aquellos que se animan a combatir. Tras la victoria de León Azul me tomé la molestia de mirar a detalle vuestras fichas de registro."
Sonny contesta con mirada fría. "Ve al grano."
Momori se coloca bien las gafas y continúa. "Sonny Mikato, eres hijo del difunto gran empresario Henry Mikato y heredero de toda una fortuna que podrá gestionar cuando cumpla los 18. Simplemente pensé, que siendo yo una sabandija que persigue el dinero, me convendría tener cierto trato de favor con usted."
"Hmmm..." Sonny muerde su pulgar pensativo. "Sé más clara con el trato."
"Puede que usted crea que soy una mujer temperamental e intensa, pero no es así. Solo quiero que no se olvide de mi nombre, para eso se lo he dicho." Comenta Momori con usura en cada palabra a la que dan forma sus labios.
Ryo, que hasta ahora había estado callado, habla. "¿Entonces mi combate? Tenía una técnica que quería probar."
"Tu combate será anulado, yo misma os llevaré de vuelta al otro lado." Dice la presi levantándose de la silla. "No se hable más." Momori pulsa un botón que hay sobre la mesa y la cúpula del piso 99 se empieza a abrir.
La presi se levanta y alza los brazos al cielo. "¡Tsukumogami no yobigoe!" Un nubarrón de gas maldito cubre toda la parte alta de la torre. Sonny y Ryo empiezan a toser.
Pocos segundos después, el gas empieza a disiparse. "¿Qué ha sido eso?" Pregunta Ryo.
Todo el piso 99 se había llenado de objetos variopintos.
Sonny coge uno para inspeccionarlo cuando, de golpe, este salta y abofetea la cara de Sonny.
"Són tsukumogami, soy propietaria de una maldición que me permite crearlos e invocarlos." Afirma Momori. "Ahora veréis mi otra maldición." Al frotar con intensidad el brazalete de su mano izquierda, aparece una maldición. Tiene el aspecto de una paloma gigante (1,50 m apx) y parece que la energía maldita de su cuerpo toma forma de electricidad.
"Anda va, no me mires así. Haz lo tuyo." En un periquete, la maldición construye con los tsukumogami una avioneta.
Ryo y Sonny observan incrédulos. '¿Será funcional esta avioneta? ¿No creo, no?'
"Subid. No hace falta casco, soy buena conductora de avionetas."
Una vez suben los tres, la avioneta despega y sobrevuela toda la Metrópolis Encantada. En cierto punto del trayecto cruzan una especie de barrera para volver al Tokio al que los jóvenes están acostumbrados.
"¿Dónde os dejo?" Pregunta la presi.
"Cerca del Parque Shiba ya va bien, ¿verdad Ryo?" Contesta Sonny.
"Sí." Ryo no dio importancia a la pregunta, sus ojos estaban siendo tragados por la belleza nocturna de la gran ciudad. Las luces, los carteles nocturnos, el gris de los edificios. Por primera vez todo aquello le parecía bello.
A la mañana siguiente, Ryo despierta en casa de Sonny. Ambos tienen el pelo despeinado de la misma manera (algo gracioso teniendo en cuenta el gran parecido de sus caras).
Sonny enciende la cafetera. "Creo que debería presentarme de nuevo... Me llamo Sonny Mikato, soy el vice-capitán de la novena división de la Naicho. Aunque tenga conocimientos decentes sobre maldiciones, ni estos, ni mi nivel de poder corresponden al cargo que ocupo. Dicho en otras palabras, estoy por enchufe."
Ryo bebe de un trago la taza de café. "Está bien. Yo soy Ryo Shura, estudiante de segundo año en la preparatoria Orionboshi. Vivo solo también porque marché de mi isla natal para continuar con los estudios."
"¿Y no trabajas? Me parece raro." Añade Sonny.
"¿Trabajar? Antes atendía en la lavandería de mi familia, pero nunca he ganado dinero, y la verdad no me iría mal." Dice Ryo mientras se viste para marchar.
Sonny lo mira pensativo. "Bueno, la verdad es que en Industrias Mikato tenemos hueco para personal, y por cobrar no te preocupes, te podría pagar bien. De hecho, incluso podrías traerte a algún amigo de confianza. Necesitamos dos becarios para que nos representen y asistan en la bolsa. A cambio, podríais ambos recibir unas becas que pagarán este año de vuestros estudios."
"Vaya, es una oferta que no me esperaba. Tendré que pensarlo con calma; si me das tu teléfono ya te diré algo en unos días." Sugiere Ryo. 'Un amigo de confianza...' Inmediatamente, es Usaga quien le viene a la mente.
Una vez se despiden cordialmente, Ryo pone rumbo hacia Orionboshi. 'Son las 11 ya... bueno, mejor llegar tarde que no ir. Habré estado un día ausente por lo menos.'
Toc toc toc. Ryo llama a la puerta de la clase 2-B. La profesora abre la puerta con mala cara y deja entrar a Ryo.
Con cierta timidez por la incómoda situación, Ryo se sienta en su sitio. Cruza miradas con Usaga. 'Cuánto me alegro de verla en realidad.'
Keanu Hobbes, el chico rubio que se sienta al lado de Ryo, lo saluda. "Ayer no viniste al gimnasio."
Ryo se excusa. "Tuve que cubrir un asunto familiar. Hoy iré sin falta."
Al terminar las clases, Ryo se acerca a Usaga para hablar con ella en la salida. "Han pasado unos días eh." Le da una palmada en la espalda.
Usaga lo abraza. "Bienvenido de nuevo. Ya te daré los apuntes que tomó mi fotocopia. Tu copia se limitó a comportarse como tú para no levantar sospechas y no tomó apunte alguno."
"Jajajaja, sería de esperar de una copia de buena calidad." Ryo mira a Usaga con sus ojos hortensia. "Te quería proponer de venir a trabajar conmigo, de becaria a la bolsa de Tokio, sería por las tardes."
Usaga mira el suelo. "Yo... no creo que pueda. Sería una historia muy larga contarte como llegué hasta aquí, pero estoy haciendo clases de refuerzo maldito con el subdirector Osamu Iino, junto a otros chicos que también tienen dilemas con maldiciones. Lo hago con la intención de poder someter a Lust y tomar todo su poder, unirla permanentemente a mi bajo mi voluntad."
"Hmmm, ya veo. Bueno, no te preocupes, estamos en contacto de todas formas." Ryo se despide y vuelve a casa.
'Un amigo de confianza... ¿Tal vez, él? ¿Aunque no tenga energía espiritual?'
Ryo coge el móvil y escribe a Sonny.
[Aceptaré el trabajo]