Trash
El sonido es harto conocido, comienza con una letanía, música heroica de quienes en su tiempo consideraron era impresionante, pero después de escucharla por milésima vez solo dan ganas de estampar mi arma contra el proyector ― Algo estúpido pues está contenido en el muro de carga inalámbrica.
"Una vez viejo, otrora persona triunfadora en el mundo, sin un potencial para trascender a la muerte, pero con un gran deseo de triunfar…"
Mientras eso pasa una mano pequeña y cubierta de heridas se levanta: En sus ojos un display de información aparece, baja su mano y varios niños huyen a lo lejos, una vaharada de jazmines flota ligeramente desde los sintetizadores de aromas, una jovencita de quizás 14 años, vestida con ropas limpias de lana y seda se acerca a la cámara, sus ojos tienen ese brillo que las lágrimas otorgan.
― Lèsè, hermano mío, ¿qué te pasó? la familia Ghuo es nuestra aliada ¿por qué su hijo te atacó?
En la pantalla aparece la opción "Appraise", al momento de seleccionarla su nombre flota a un lado de sus ojos. Mòlìhuā, a un lado del panel que aparece en su mano el nombre Lèsè y su nivel uno, así como el apodo de Desperdicio, pero él no se quedará así.
― Mi padre tuvo un mal acierto con mi nombre, pero con el tuyo hermana, te retrata a la perfección ― Un rubor cubrió sus mejillas, al levantarse sus ojos contemplan un mundo extinto, casas de bambú, cerros cubiertos de árboles en la lejanía, zapatos de tela y a lo lejos los gritos de cientos de artistas marciales.
― Descuida hermana, hoy tuve una epifanía, con fuerza y dedicación haré que el nombre de nuestra familia vuelva a tener la grandeza que una vez tuvo ― Decía con orgullo.
― ¿Hermano estás bien? Te golpearon muy duro en la cabeza. Sabes que desde niño estás limitado y tu poder nunca rebasará el reino de los humanos, ni hablar del espiritual ¿cómo esperas lograrlo? ― le preguntaba.
― Hermana no soy quien fui: No seré más el estorbo y la vergüenza en la familia; sé lo mucho que hiciste por mi y te demostraré que nadie puede detenerme ― mientras dice eso se levanta y cerca de ahí una charca le muestra su rostro, unos ojos claros, cara ligeramente petulante con una mano toca el rostro ajeno a él, se voltea y con una sonrisa maliciosa dice.
― Este mundo no conoce mi determinación, la fuerza de mi ser será reconocida, quien se atraviese caerá bajo mis pies…voy contra los dioses... solo para conseguir tu sonrisa… ― Los gritos de pena y risas de la niña se desvanecen mientras la leyenda de la compañía queda en todo el muro Ouroboros.
― ¡No tengo nada que aventarle! ― Le decía mientras revisaba lo que tenía a su alcance ― En una mano mi bocadillo de proteínas, en la otra una taza de original café de Centroamérica, no la basura que viene en las cápsulas de gel y garantiza un sabor, textura y aroma del auténtico café de Colombia ¡Basura!, sus contenidos de polímeros para dar la textura, su basura encapsulada que estalla en polvo para dar la impresión de que lo mueles ¡nada de eso sirve! no cuando lo único que busca uno es un poco de realidad que se interponga entre mi trabajo y la cordura .
Luego observa lo que tiene en su mano y dice mentalmente:
― El bocadillo me sonríe desde la mano, no en el sentido estricto pero sus piezas de proteína colgando de rebanadas de pan de lata, junto con la cebolla, mi único gasto de verdura fresca parece un pequeño idiota sonriente, con un poco más de furia de la necesaria acabo con él, la luz de mi comunicador lleva un par de minutos funcionando, siempre hay algo que nos molesta en las mañanas, para mí son los avisos del trabajo, de mil amores odiaría una publicidad bancaria, los estados de cuentas de mis hijos, facturas por los procedimientos de mi esposa, una hermosa fiera que me mantiene alejado para no soportar mi mal genio, pero no busca a nadie más y regresa de cuando en cuando (tengo marcas en la espalda que lo confirman) pero estoy solo el resto del tiempo, por conveniencia ― Se dice tristemente y empieza a recordar el dispositivo de antaño que solía utilizar.
― Recuerdo ese dispositivo de comunicación de la vieja escuela, nada de implantes en los ojos, una pulsera que proyecta en mi brazo la información, aun así extraño el viejo modelo de mica resistente que podía sacar de la pulsera y me permitía tocar algo que existe no un haz de luz, el mensaje me asalta, es prioridad máxima, para mí eso no significa gran cosa, mi departamento no tiene algo como urgencia, sin embargo lo abro ― Al poco rato mis piernas maldicen la edad mientras bajo de a tres los escalones, el sudor corre por mi espalda, el ascensor de repulsión podía bajarme en varios segundos, pero no quiero perder el tiempo, la mente me pide velocidad y por eso le doy con todas mis fuerzas: Hay un reclamo de garantía, al fin mi oficina tiene un caso.
"Cliente 2003031
La información de su espíritu... ALMACENANDO
Se envía a la matriz Ouroboros…. TERMINANDO
Candidato varón… ENCONTRANDO
Integración con el nuevo cuerpo… TERMINANDO
Deceso del cuerpo viejo… ERROR
Nota: Sujeto recupera funciones; habla lenguaje ajeno; se recomienda el uso del equipo de recuperación.
En el camino mi cabeza no deja de dar vueltas, "lenguaje extraño" para que la computadora determine que es un lenguaje desconocido para ella implica que en ninguna de las bases que maneja hay algún diálogo que emplee la sintaxis del idioma. Mi trasporte conduce sin problemas en las calles; es horario de media mañana y nadie está fuera, ninguno de los usuarios de carro sale a esta hora, las comidas están ubicadas fuera de sus centros de trabajo, los jóvenes y niños permanecen en sitios no muy lejanos a las escuelas y eso permite reducir un viaje de 30 km a 15 minutos, saltándome un par de semáforos, pero en la puerta del carro las palabras de la compañía para la que trabajo y el icono en el capó me garantizan que nadie de las fuerzas públicas me detendrá: Soy representante de la mayor economía del planeta.
La casa que tiene marcado el lugar es elegante, imponentes vallas que permiten ocultar la miseria que los rodea, los tubos de carretera llegan hasta su entrada donde sensores activan la plataforma que despedaza cualquier transporte no autorizado por la familia, mientras llego me puedo dar el lujo de admirar los complejos fotogramas que dan forma a espectaculares paisajes salpicados de anuncios, todo a una altura que solo permite ver los campos eólicos y paneles solares en los techos de las unidades habitacionales, no sus interiores, por eso no tienen autorizadas las ventanas a la calle, ahí la gente sin un sistema de refrigeración se calcina ante las incesantes olas de calor ocasionado por la pobre vegetación de la zona, la mayoría de los afectados se sientan afuera de los edificios, sillas en mano, a la sombra de las moles que los tienen confinados, pagando con tasas de interés baja, a cambio renunciaron a los contratos de trabajo, medida desesperada por tener siempre líderes que no defendían los derechos de nadie, pero nunca consideraron tener más de una elección… ahora solo tendría que levantarme un poco de mi asiento para ver sus expresiones de vanidad y miseria, pudriéndose en su propia incapacidad de pensar fuera de los límites sociales.
Quien me recibe es un mayordomo, quizás un matón, su expresión no es de odio. Yo pertenecía a una compañía a la cual sus patrones le pagaban una suma considerable, bien podría romper mis brazos y columna, si yo lo dejaba claro, pero él solo conocía a los que le indicaban podían pasar, al resto, una pistola en su cinto le daba muestras de qué ocurría con ellos, las leyes de protección a la propiedad privada dio nacimiento a muchos jardines de flores entrelazadas con los huesos de ladrones, curiosos y algunos incidentes desafortunados que comenzaban con "... nos tiene muy decepcionados su desempeño." Indicación de que su función pasaría a la de invasor de propiedad por unos segundos para después ser abono.
― Vengo a visitar al señor Vlsady ― Vine todo el camino practicando la maldita pronunciación.
― El Sr. lo espera en su sala ― Las palabras no venían del guardia, un micrófono hábilmente escondido en el escudo grabado en su chaqueta emitía una voz modulada, de mujer. Un poco sorprendido lo identifiqué como el modelo SSY 003 de última generación para las personas que quieren emprender su cambio de género a neutro o del sexo opuesto, este regula sus cuerdas vocales mientras les ayuda a practicar para que puedan acercarse a su tono ideal.
― Entiendo ¿no me va a guiar? ― Aguanto mi sensación de depresión, la gente usa estos instrumentos para que nadie dude del género que son en su mente, la legislación aún no aprueba que cambien de género hasta que estén conscientes de todos los cambios, este guarura apenas comienza el camino, después vienen los hologramas para verse con la figura de mujer u hombre, las sesiones de manejo del sueño que les permite sentirse en un entorno donde no son lo que aparentan y al final los procesos de hormonas y cirugía.
Al momento de entrar, la sala me invade con su aroma a viejo, no de artículos anticuados, era de verdaderas reliquias de siglos pasados. Podía sentir el aroma a cuero de los muebles.
― Hoy en día tener uno de estos equivale al repudio de las masas veganas, las cuales se explotan alegremente en cualquier sitio donde sus animales sean atacados ― Le explica.
Mapas amarillentos contenidos solo por campos de fuerza que evitan su paso a polvo, al centro la omnipresente pantalla suspendida, obligada en cualquier casa que se preste de ganar más del millón de dólares por año, ― en mi casa un proyector holográfico FHD me saluda al regresar, no es que no pudiera pagar por algo mejor, pero por las noches solo me acompaña mientras me torturo ― Al centro un hombre, sus ropas son de corte, sastres que hicieron un trabajo superior, la mirada es fiera, como los que buscan reclamar, siempre hay quien no está satisfecho con lo que hace mi compañía, pero los que tienen esta mirada son pocos, algunos charlatanes que buscan invocar la cláusula de garantía, pero siempre he podido con todos… casi todos.
― Buenos días, me presento, Haggard Sifuentes, encargado del departamento de control de calidad e investigación de la satisfacción al cliente ― Todo esto lo debo decir primero para quitarles el derecho a disparar ― Deseo hablar con... ― Hago el movimiento de revisar los expedientes, pero los memoricé escuchándolos en el trayecto a este lugar ― ¿Pietro?, perdón con su hijo, el señor Pietro fue quien eligió un nuevo comenzar a nuestro cargo ― Le digo un poco confundido.
― Yo soy su hijo ― La mirada y la voz son imponentes; es obvio que toda su vida ha mandado.
― Mi queja es sobre la mentira que llaman ustedes "envío". ― Me dice.
― Señor, entiendo su preocupación, pero calma ― Respondo.
Es claro que él quería a su familiar, aunque probablemente lo había dejado abandonado los últimos años.
― El proceso es perfectamente seguro, incluso le proveemos a la familia una vista de lo que el cliente debe pasar llegando a su nueva realidad, dependiendo del plan que paguen se les proporcionan varios beneficios… ¿Quién es su vendedor? ¿Les ofreció algo semejante? ― Pregunto con malicia.
Los ojos del familiar esconden algo ¿sarcasmo acaso?
― Él prometió y vendió el paquete Platino con 3 años de supervisión.
El sudor corre por mi espalda, ese maldito paquete solo se puede ofrecer a quien elige comenzar desde infante, de meses o recién nacido, con los tres años pueden ver lo que él observa para que estén consecuentes de las dificultades y beneficios que nuestro paquete proporciona.
― Muy bien señor si usted tiene un minuto configuraré la pantalla con el servidor y nos mostrará lo que su familiar está viviendo.
― ¡Umpf! eso tendrían que haber hecho los del servicio al cliente, pero nadie me hace caso, no puedo ver el progreso que mi padre con tanto añoro esperaba ― La agitación del cliente, aunque esperada siempre me genera una sensación de empatía, las personas desean que a su familia les quede un enorme futuro por delante, donde puedan hacer todo lo que siempre quisieron. Ese es el primero de mis problemas, el segundo se lo diré una vez que resuelva éste.
Confiado abro el enlace, luego reviso las especificaciones del contrato para establecer la matriz que almacena las coordenadas cuánticas que permiten a la computadora central acceder a la "vista" del cliente enviando todo lo que hace. Cuando reviso la firma digital del tal Guǐjì, me asalta una sensación de que el mundo está girando más lento de lo habitual y que encima puedo sentirlo, el bastardo es el director general de ventas en el continente, eso significa que esta familia es todavía más imponente de lo que pensé. Generalmente no importa mucho pero si cometo un error me voy despidiendo del trabajo, al fin sin mucho problema la información comienza a surgir, su código se proyecta en la imagen y lentamente podemos ver lo que el cliente ve.
Una imagen borrosa, que clareo, muestra sin problemas a un menor que está siendo arrullado por su madre, en la parte derecha la información de la persona y a quien encarna, abajo las habilidades que se supone posee y aquellas bendiciones o estatus que su cuerpo carga. A él lo mueven y se encuentra frente la ventana, fuera un hombre practica su espada sin parar; hay belleza en sus acciones pero no me importa, las he visto antes en muchas otras realidades.
― Vea señor, su familiar está en un sitio cómodo y protegido; tiene posibilidades infinitas de crecimiento ― Mi voz suena de modo mecánico, es mejor así, me evita tener que dar opiniones basado en mis emociones ― No puede comunicarse con él como usted sabe, pero está cumpliéndose con las cláusula estipuladas.
―Lo sé, pero no entiende...
La cara del adinerado parece un poco perdida, es claro que no esperaba poder ver nada.
― ¿En serio es él y no una persona que nos quieren vender?
― Le aseguro que todos los conocimientos que él poseía los tiene actualmente; observe la ventana de información… ― Mientras digo esto hago los ajustes necesarios:
Nombre: Gidae (Pietro)
Edad: 12 meses
HP: 1
MP: 12
Espíritu: 12
Descripción: Joven con un conocimiento del pasado y actualmente cuenta con la información de toda una vida.
Stats % equivalente al humano promedio
Fuerza .2
Destreza .1
Agilidad .3
Skills Nivel Descripción
Alma vieja 5 Conocimientos contenidos de otro continente, asimilados tras la intrusión.
Voluntad de hierro Max Al ser atacado su voluntad le permite resistir invasiones de los ataques mentales y hormonales, obtenida tras incidente. (1)
Él me mira con una lágrima en sus ojos. Sabe que ya no hay nada más que pueda añadir y cualquier cosa externa solo lo llevaría a mayor miseria.
― Habiendo satisfecho sus dudas ¿hay algo más que pueda hacer por usted? ― Mi mente vaga ociosa, no fue tan importante el problema, el acto de tener a un pez gordo en el contrato fue la razón principal por la cual me enviaron pero una mirada a la tabla y en mi mente las cosas comienzan a girar tan rápido que siento a mis pies perderse.
― Mmmm espero que sea feliz en su vida, al menos es lo único que deseo ¡Papá cómo te extraño! ― El señor sin mayor apego a su apariencia se suelta a llorar al punto donde se recuesta en el muro más cercano ― ¿Tengo que firmar algo? del dinero no se preocupe si tiene algún costo el estar aquí, ¡nómbrelo!
― ¿Uh? no. ― Mi mente no está aquí ― Señor la firma es biométrica, el proceso fue grabado por su y mi seguridad ― solo repito los manuales no me importa nada pues tengo algo que comprobar.
― Por parte de la empresa, agradecemos su confianza y… ¡Buenos días! ― Nos despedimos.
El aire cuidadosamente temperado del patio poco hace para levantar de mi ser la sensación de irrealidad, la cápsula me espera e incluso recibo un guiño del guardia, creo que eso fue; al subirme lo primero que hago es sacar un par de calmantes, nada fuerte nos permiten consumir por afectar el rendimiento del equipo, pero después de esto debo de consumir la dosis de toda la semana, con manos temblorosas marco a la línea de mi equipo, necesito contactarlos, al menos a mi segundo, Norman, yo sé que vendemos mentiras, pero nunca creí que nos mintieran a nosotros.