"Es cálido" - Pensé
Un calor reconfortante, que no había experimentado desde hace tiempo golpeaba mi piel y el dorso de mis manos. Una parte de mi cara esta en contacto con un lugar refrescante, impidiendo sentir la incomodidad del calor.
Quería seguir acostado por unas cuantas horas más, pero estaba en un lugar desconocido. Con dolor y mucho cuidado me senté, sin embargo, el agua que no había expulsado subió por mi garganta haciendo que vomitara por milésima vez.
Limpiando el vomito restante con mi brazo me acosté. Me arrastre hacia un árbol, apoyando mi espalda en su tronco y me acomode en una posición relajada contemplando el cielo azul.
Paso el tiempo y mi mente se quedo en blanco, solo cuando mi estomago gruño desperté de mi estupor. Soportando el dolor y con pequeños movimientos comencé a caminar.
Apoyándome en los arboles continue caminando. En repetidas ocaciones mire a los cielos con la esperanza de encontrar algo de comida. Una fruta o algún insecto estaría bien, no tenia las fuerzas para cazar un animal o monstruo.
Un dolor sordo me atacaba en ráfagas, por unas cuantas horas continue caminando, sin alegarme del lago, era la única fuente de agua que conocía.
-Me muero de hambreee…- Dejaba arrastrar mis pensamiento mientras caminaba.
Mire las ramas de los arboles con al esperanza de encontrar algo de comida y mis ojos se iluminaron cuando por fin lo vi.
-¡Comida!
Un árbol con una gran cantidad de frutas estaba delante de mi.
Me acerque desesperadamente. Arranque y comí las frutas que se parecían a manzanas, sin embargo, ya no confiaba en nada desde que estaba en la cueva.
Un mordida y espere una hora para ver si tenia un efecto o reacción negativa, pero solo abrió mas mi apetito.
Con la esperanza de que no tuviera una reacción negativa días después, comí las manzanas. Mordiscos tras mordiscos hizo que comiera 10 manzanas. Con mi hambre saciada rasgue mi ropa o harapos,usándolo como bolsa para colocar las manzanas, que arranque, y me dirigí nuevamente al lago.
El sol se estaba escondiendo y, en el camino de regreso, inspeccione con más cuidado mi entorno.
Los hojas de los arboles eran verdes, ¡verdes brillantes!
Me sorprendí.
Los arboles con hojas brillantes son poco comunes en el Imperio grote, debido a que requieren entornos ricos en mana natural para poder crecer, aumentando su consumo con cada año que pasan. Entonces para que crezcan a esta altura…
El repentino descubrimiento me dejo balbuceando.
Con desconfianza y miedo, me senté en posición de loto.
-Como aprendiste…-Me dije para recordar la forma de meditación que me enseñaron.
Cierra tu mente, respira y siente. Son los pasos básicos para la meditación.
Mi mente se relajo, concentre toda mi atención en mi respiración.
"Inalar y exalar"
Mi mente se tornaba borrosa por segundos, pero después de un tiempo, por fin lo logre.
¡Pude sentir el mana!
Por obviedad, ya lo había sentido antes, sin embargo, esta vez fue diferente.
En vez de la familiar percepción del mana natural, que se asemeja a un baño caliente, ahora se siente como un abrazo, un calor que no es solo físico sino también…¿emocional?
Continue sumergido en la sensación de calidez por un tiempo que desconozco, pero mi cabeza comenzó a palpitar. Una advertencia que estoy llegando a mi limite físico de almacenamiento e interacción con el mana.
Abrí los ojos con una sensación de embriagues por el descubrimiento de este sentimiento o lo que sea que fuera.
Me recosté en un tronco y mire hacia el cielo.
Mis memorias y pensamientos se reproducían como una obra de teatro, pero solo duro un momento antes de que esa sensación de éxtasis desapareciera en mi cuerpo.
Mi mente dio un vuelco, el cielo era la tierra y la tierra el cielo, mi conciencia flaqueo y casi vomito.
Estire mis manos impidiendo caer cara al suelo.
Con delicadeza puse un lado de mi cara en la tierra y me acosté, estire mi cuerpo y mis extremidades con la esperanza de recuperar mi conciencia.
Cerré mis ojos con fuerza para disminuir el mareo extremo, pero solo ayudo superficialmente. Con mas fuerza agarre la tierra que cabía en mis manos.
De repente, como un rayo de luz, agua cayo en mi cara, al principio eran gotas, pero luego de un tiempo algo áspero raspo mi cara.
Abrí mis ojos ante la sensación incomoda, lo primero que me mire fue una lengua color rosa. Desplazando mi mirada, observe el pelaje de color azul grisáceo, esponjoso, como una nube.
Intente levantarme, pero el mareo volvió y cerré nuevamente mis ojos para disminuir esa sensación molesta. Pasaron las horas y, nuevamente, abrí mis ojos, para mi sorpresa, el animal esponjoso aun estaba aquí…¡Arriba de mi!
Sus patas estaban en mi espalda, tiene 4 patas, levante mi cabeza y el animal agacho la suya. Capte los ojos azules, que son idénticos a los míos, viéndome como si me estuviera analizando…
Con cuidado, sin alarmar al animal, baje mi cabeza disfrutando el refrescante frío del suelo. Como si entendiera mi intención el animal se bajo de mi espalda ayudándome a que me diera la vuelta.
Observe el cielo.
-¿Cuanto tiempo paso?- Me pregunte inconscientemente, aun teniendo la maña que desarrolle en la cueva.
El sol aun estaba en el mismo lugar, pero no confiaba en mi percepción del tiempo, eso ya se había dañado desde que entre en la cueva.
-Uffff…- Suspire liberando mi frustración.
Desplace mi mirada hacia el animal, pero me sorprendió que el extraño animal que imagine era solo…un lindo cachorro.
Sus ojos son de color azul marino, su pelaje azul grisáceo como una nube libre en el cielo, su cola se movía como la niebla y un flequillo de pelo apuntaba al cielo antinaturalmente.
Extendí mi mano y este se acerco para que lo acariciara. Lo hice y se dejo, extendí ambas manos para abrazarlo y…se dejo...
En este momento, me sentó impotente, a pesar de salir de esa cueva, no me siento mejor, solo siento desesperación.
No se donde estoy, no se si voy a poder regresar a mi casa y ver a mi familia…
Abrase con mas fuerza al cachorro y no pude evitar que las lagrimas cayeran de mis ojos.
Viendo mis temblores y percibiendo mis emociones, el cachorro empezó a lamer mi cara, limpiando mis lagrimas sustituyéndola por saliva. No me molesto, lo contrario, me dio la comodidad y confianza suficiente para soltar todo lo que tenia guardado.
Lloré y grite al cielo maldiciendo mi suerte y situación.
Maldije a todo pulmón a quien me puso en este situación, a quien me secuestro en la fiesta del imperio, a quien me puso en este lugar del infierno, a los monstruos que enfrente para salir de ese lugar, las personas que me llamaron incompetente por no saber ocupar mis bendiciones…por no poder ocupar mana.
No saben que tan difícil es controlar el mana con 2 bendiciones, solo pude lograrlo después de 4 años de entrenamiento arduo y ni eso logre hacerlo bien, simplemente puedo hacer hechizos mediocres de nivel 1 y 2.
Me acurruque, abrazando con fuerza al cachorro.
Seguí llorando y maldiciendo a quien sea que me trajo aquí. Cuando dañe mis garganta y mi voz se rompió, por fin pude dormir.