Llovizna es un hechizo que necesita dos grandes condiciones para cumplirse: El primero, que haya lluvia, el segundo, que se conjure en un lugar con un alto grado de mana de atributo agua.
Al estar cerca de una cascada la segunda condición se cumplió, sin embargo, tuve que lanzar el hechizo "Lluvia" para cumplir con el primer criterio artificialmente. Luego de preparar el terreno me encontraba a contra reloj, necesitaba manifestar la formula para lanzar llovizna y para ganar ese tiempo, corrí.
- Llovizna - Murmure
El hechizo que cree a base de otro, "Llovizna".
Extendiendo mi brazo hacia serpiente, cerré mi mano en un puño.
Como si fuera un dictador, las gotas de agua que caían se tornaron en pequeñas agujas bajo mis ordenes y se abalanzaron hacia el monstruo.
-¡SSSSSS!- Chillo la serpiente por el dolor
Las pequeñas agujas se clavaron en los ojos, cuerpo, boca e incluso chocaron contra los dientes de la serpiente.
"No será suficiente, con esto no morirá"
Mi mente esta hecha un desastre, el dolor me impedía moverme correctamente y mi brazo me provocaba un dolor intenso con tan solo moverlo.
"¿Qué puedo hacer?" - Pensé desesperadamente
Los hechizos que conocía pasaban por mi cabeza, sin embargo, soy incapaz de dibujarlo antes de caer al lago que se encontraba en mi espalda, además de que la mayoría son inservibles para el combate.
La serpiente caía junto conmigo, estaba a unos metros de distancia sobre mi.
"Si no hago algo, ¡Moriré!"
El cuerpo de la serpiente caería sobre mi y con todas mis heridas sumado a que el monstruo me atacara bajo el agua, estoy 100% seguro de que no seré capaz de salir vivo.
[Hielo]
Un voz que no era la mía interfirió con mis pensamientos, pero no para mal.
Esta voz me dio la respuesta y comencé a prepararme.
Conjure una hoz de viento lanzándolo hacia el monstruo, relanzando la caída de la serpiente y aumentando la mía.
Estire mis extremidades para levantar la mayor cantidad de agua con mi caída.
Rompí la formula del hechizo llovizna y comencé a acumular mana de atributo agua en mi palma para después transformarla en atributo hielo, esto gracias a la gran cantidad de mana acumulado y que cambie su comportamiento a la fuerza. Una ventaja de tener afinidad de grado 9.
"Prepárate para el impacto" - Me dije a mi mismo a la vez que controlaba mi escaso mana para reforzar mi cuerpo.
Golpeé contra el lago y no era pero que caer en la tierra firme.
Una bocanada de sangre fue expulsada por mi boca arrebatando el oxigeno que tenía en mis pulmones, sin embargo, no me distraje. Expulse el atributo hielo que acumule y congelé una gran parte del lago. Apenas soltar la ultima gota de mana que me quedaba, la serpiente impacto contra el hielo.
El hielo que conjure se rompió, sin embargo, una sonrisa se extendió por mis labios.
Dos picos de hielo atravesaban el cuerpo del monstruo.
No tenia fuerza para mover mi cuerpo y solo cerré los ojos ante un cambio que me hizo olvidar mi situación.
Un calor invadió mi pecho, mas precisamente mi corazón, era un calor reconfortante que hizo flaquear mi conciencia, haciendo que me relajara y cayera bajo el cansancio.
***
Punto de vista de Elian Loughty:
Salí de mi escondite para salvar a mi hijo, sin embargo, alguien ya lo había salvado antes de que yo llegara.
Mi maestra, Avadon.
Ella envolvió a mi hijo en una toalla y lo miraba con un toque de alegría, sin embargo, para los que no la conocían, podría confundirse con una mirada de molestia.
-¿Esta bien?- Pregunte aun sabiendo que mi maestra podría curarlo completamente sin un solo rasguño.
-Estará mejor en unos días-
Ya me había acostumbrado a su voz autoritaria.
-Tu hijo es increíble- Dijo sin apartar los ojos de Lezus.
Incline la cabeza desconcertado.
-¿No es eso obvio?- El desconcierto mezclado en mi voz
Lezus es alguien que tiene dos bendiciones, además de desarrollar un hechizo personalizado a la edad de lo 8 años, bajo mi tutela, pero sigue siendo su mérito.
-Se abrió paso a la primera cresta- Dijo con un toque de alegría.
-Eh?...- Me acerque a Lezus, coloque mi mano en su pecho y active el don de mi familia.
Los ojos Aster o los ojos de Slora, para los que no son de la familia.
Mi vista se nubló por un momento y luego todo se volvió extremadamente claro.
Los ojos Aster son diferente para cada miembro de la familia y en mi caso, me permite ver atreves de los seres vivos o la materia con el mana suficiente.
Enfoque mi atención en ver el corazón de mi hijo y…¡Ahí estaba!
-¡Una cresta!- Un grito de incredulidad nació en lo profundo de mi.
Cuando un mago ingresa a la primera cresta se forma un símbolo en su corazón, siendo la cosa que te identifica como mago.
Al inspeccionarlo con mucho mas cuidado, por fin vi una anomalía.
La cresta no es similar a las normales.
-No te preocupes, solo es diferente para adaptarse a su cuerpo- Dijo mi maestra como si notara mi preocupación.
-Entiendo…-Mi inseguridad mezclada con mi voz.
-El tiene dos bendiciones Elian. Las crestas son creadas a partir de tu energía, emociones, sentimientos, ideales y pensamientos, en pocas palabras algo único - Continúo explicando – La forma de la cresta también cambia de acuerdo a la raza o algo especial que tenga esa persona- Sus ojos se clavaron en mi – Tu cresta también es diferente de las personas normales-
-Es cierto, pero…aun así no tendría que tener una gran diferencia en la forma. Somos padre e hijo después de todo- Refute.
-Si, tienen la misma sangre, sin embargo, tu no tienes dos bendiciones, dos dones que otorgaron los dioses en la era del Mito o un contrato del alma unido a ti-
Me desconecte de la realidad, hasta que mi mente retomo la cordura.
-¿¡Conexión del alma!?- Mi voz se elevo en varios tonos
-Si, ocurrió justo cuando llegaste a este lugar- Señalo un lugar – Con ella –
Mejore mi físico con mana y en menos de medio segundo agarre una criatura por el cuello.
-¿Un perro o qué es?– Mi curiosidad creció con solo ver a este animal.
-Ella es un zorro de 9 colas- Contento a mi pregunta
Mis ojos se abrieron por la sorpresa…
-Un zorro de 9 colas…¿De que carrera es?- Pregunte aun con duda
Los zorros de 9 colas son muy comunes en el mundo. Lo que los hace especiales son las diferentes carreras que tiene su especia.
-Ella es un zorro de la carrera del alma-
-¿Algo tan común hizo un contrato con mi hijo?- Cuestioné con incredulidad - Lo siento, palabras equivocadas- Me disculpe al captar la elección de mis palabras.
-Baja a ese zorro, y no son tan inservibles los zorros de esta carrera- Me explico a la vez que colocaba el zorro en el suelo y este, enseguida, fue con mi hijo – Simplemente que nadie pude lidiar con sus beneficios-
-¿Beneficios?. No es un compañero hecho para la lucha o el rastreo, ni para la curación. Ellos dañan las almas con quienes firman un contrato-
-Eso es correcto, pero esas son personas que muerden mas de lo que pueden masticar- Recalco mi maestra – Como Lezus tiene dos bendiciones, estas protegen su alma permitiéndole exprimir el potencial de esta carrera-
-Entiendo…-La desconfianza se podía distinguir en mi voz.
Mi maestra soltó un suspiro. Comenzando a alejarse.
Me pare enfrente de ella y hable con la voz mas autoritaria que pude reunir.
-Dame a mi hijo-
Avadon frunció el ceño y me miro a los ojos.
-Quítate- Su voz con molestia
-Lo siento maestra, pero no confió en usted. Mi hijo paso por ese momento de vida o muerte. Ahora necesita descansar – Mi voz se torno mas seria – No confió en usted para esa tarea-
Una aura asesina broto de Avadon.
-Quítate- Su aura aumento junto con su voz.
-Me disculpo maestra, pero no confió en usted- La presión me asfixiaba, a mi, un mago de la cuarta cresta y quinta etapa del guerrero, pero no retrocedí.
-Cumplí con mi parte del trato, ahora déjame desarrollar a este niño como a mi me plazca-
-Me disculpo nuevamente, pero Lezus es mi hijo y no dejare que corra mas peligro o tortura de la que ya paso- Me enfurecí y eleve mi tono unos cuanto niveles más -¡Usted lo dejo en la cueva del abismo, SIN MI PERMISO!-
-Esto no te incumbe Elian, tu deber en el mundo fue dar la semilla para que naciera este niño y eso se cumplió hace tiempo. Ya no tienes voz ni voto sobre él – Avadon extendió su dedo en el que estaba acumulando energía.
-¡SOY SU PADRE!, ¡Tengo mas voz que tu! – Mi frustración y enojo llego al limite, sin embargo, controle mis impulsos.
Mi voz se volvió melancólica y hable entre susurros -No confió en nadie desde lo que le ocurrió a mi esposa- Luego de unos segundo ella continúo caminando, haciendo oídos sordos a mis palabras.
Era tan claro como el agua que me es imposible enfrentarme a Avadon, después de todo ella entro al reino de los dioses desde hace millones de años.
"Mierda, ella incluso participo en la legendaria batalla en la era celestial"
Me calme lo mejor que pude y hable.
-Otórgaselo ahora y aceptare que lo entrenes, sin embargo, solo si elige ese camino- Mi voz carente de emociones retumbo en el lugar.
-Agradece que no te he matado Elian – un minutos después hablo - Estoy de acuerdo- No había ni una pizca de duda en sus palabras.
Avadon coloco mi hijo enfrente de ella y este floto. La espalda de Lezus estaba expuesta y ella se hizo un corte en el dedo.
La sangre brotaba de su dedo, con la sangre como tinta Avadon dibujo lo que parecía una formula mágica, un poco tosca, pero intimidante dado su complejidad, en la espalda de mi hijo.
Cuando termino, ella coloco su mano en el centro de este circulo y un rojo vivo ilumino su sangre. Lo que parecía una formula se fue achicando, hasta que por fin se detuvo cuando alcanzo el tamaño de una palma y se formo un emblema en la espalda de mi hijo, justo en la parte trasera del corazón.
-Ya le otorgué mi bendición- La voz de Avadon seguía siendo intimidante -Si muere, yo también enfrentare las consecuencias-
Cargó a Lezus en su brazos y paso a mi costado caminando.
-Lezus es mi promesa de millones de años…conoce tu lugar Elian…- Con esas palabras de alejo de mi.