Un silbido se escuchó cuando de repente la lanza de Élis salió disparada desde sus manos mientras era impulsada por varios propulsores a lo largo de su mango y en su base. Pronto llegó al frente de Siena cortando el chorro de agua a presión justo por el centro, dividiéndola en dos mitades iguales que pasaron por ambos lados de Siena.
Para entonces, Aren ya había llegado al lado de la cabeza del Kraken y con un movimiento de su espada dividió su cabeza en dos mitades.
En ese mismo instante, una pequeña luz se trasladó desde el Kraken hasta Aren sin que nadie se diera cuenta.
La bestia se desplomó en el instante siguiente, salpicando sangre y mucosidades por todos lados.
Mientras tanto Élis, había llegado al costado de Liam, el cual estaba consciente y luego de ayudarlo a bajar del árbol le dijo —Gracias Élis, el Capitán es verdaderamente sabio al ordenarnos usar el exotraje de nivel 5. Si ese ataque me hubiera alcanzado con otra armadura aunque hubiera sido la de nivel 4, yo estaría con un pie en la tumba — Dijo Liam con un poco de miedo en su voz.
—¿Cómo esta exactamente tu condición, Liam? —preguntó el capitán con preocupación.
—Me las arreglé para utilizar la habilidad especial de mi exotraje, por lo que no tengo más que algunos rasguños, pero sufrió un poco de daño, los nano-robots del traje requerirán por lo menos 2 horas para repararlo — dijo Liam con voz calmada.
El exotraje de Liam estaba especializado en el control de viento, por lo que podía controlar de cierta manera este elemento. Liam era especialmente bueno para usarlo para la defensa, creando burbujas de aire comprimidas que podían amortiguar en gran medida los impactos contundentes, tal como lo haría un colchón.
Esta habilidad le había salvado de sufrir heridas de gravedad en varias ocasiones, por lo cual en sus anteriores equipos le habían puesto el apodo de "Ellios", que en idioma Hume significaba amado por el viento.
—Es bueno saberlo, supongo que no tengo que decirte que esto sucedió por la negligencia en tu entrenamiento, cuando regresemos te someterás a un entrenamiento intensivo junto con Siena— dijo Einar con firmeza.
—Lo siento mucho capitán —respondió Liam con arrepentimiento, bajando la cabeza.
Siena empezó a abrir la boca para replicar, pero recordando como se quedó paralizada en medio de la batalla, cambió de opinión y permaneció callada.
—Élis, nunca había escuchado que un Kraken tuviera la habilidad de lanzar chorros de agua a presión, ¿tienes algún registro de algo parecido? —preguntó Einar.
Élis, que ya estaba examinando el cadáver con un escáner, dijo—No, no existe ningún registro de algo parecido, pero siempre han existido casos de mutaciones entre los individuos de una misma raza, pero eso no es lo más importante —hizo una pausa mientras tragaba saliva y con voz preocupada dijo —mi análisis sugiere que este espécimen cuya fuerza esta casi en el nivel "S", ni siquiera ha alcanzado la mitad de su desarrollo.
Todos guardaron silencio, mientras procesaban sus palabras.
—¿Quieres decir que es apenas un espécimen joven, pero entonces los padres de esa cosa deberían ser bestias de clase "S"? —dijo Siena, estremeciéndose.
—Exacto, esto es malo capitán, según varios estudios, las criaturas de un ecosistema tienden a tener una fuerza similar, lo cual indicaría que este planeta está repleto de criaturas de nivel "S", incluso podría haber alguna con nivel "SS". Seguir la exploración es muy peligroso. Lo mejor es regresar a la nave de inmediato —Explicó Élis, abandonando por primera vez su actitud despreocupada.
Aunque ninguno había visto a una criatura de clase "SS", todos habían leído los registros de las únicas dos que su especie había conocido.
El primer individuo, era un legendario dragón, una criatura ancestral que se decía que tenía el poder suficiente para destruir un planeta. Sin embargo, este dragón en particular era conocido por ser pacífico, y no había atacado a ninguno de los equipos de exploración que se habían encontrado con él. Aunque imponente y poderoso, no había mostrado hostilidad hacia otras especies.
El segundo individuo era mucho más sombrío. Era un Pseudo Dios que había surgido a través de rituales macabros, después de sacrificar millones de vidas. Su aparición había desatado la mayor guerra que los humes habían enfrentado, una batalla que involucró a humanos, elfos y orcos luchando codo a codo para detenerlo. Por suerte triunfaron y después de una amarga lucha con un alto costo de vidas, finalmente lograron matarlo.
Recordar estas historias y comprender la existencia de criaturas de nivel "SS", despertó un sentido de urgencia en todos. La posibilidad de encontrarse con una entidad de ese calibre era una amenaza demasiado grande como para subestimarla.
—¡AAAAAHHHH! —Aren que había estado guardando silencio todo este tiempo, de repente dejó escapar un grito lleno de dolor.
Todos se volvieron para ver qué había pasado, esperando encontrar que era lo que estaba atacando a Aren. Para su sorpresa no había nadie cerca, pero Aren se sostenía la frente mientras se retorcía por el suelo.
—¿Qué te pasa, Aren? —Dijo Drake mientras se acercaba rápidamente.
—¡Mi frente, siento que va a explotar, AAAHHH! — dijo mientras apretaba sus dedos contra su cabeza con tanta fuerza, que una línea de sangre se hizo visible.
—¡Rápido, sosténganlo no dejen que se haga daño! —Gritó Einar.
Todos se apresuraron a sostener a Aren de sus cuatro extremidades mientras él luchaba desesperadamente por liberarse. Después de unos minutos que parecieron años, Aren finalmente pareció calmarse, jadeando fuertemente.
—Ya... pueden... soltarme... ya estoy... mejor —dijo, mientras todos se relajaban y soltaban su agarre con cuidado.
—¿Qué fue lo que pasó? ¿El Kraken te hirió? —preguntó Einar.
—No lo sé. Después de matar a la criatura, sentí que el calor recorría mi cuerpo y luego un dolor insoportable asaltó mi cabeza.
—¿Qué... qué es eso? —tartamudeó Liam, señalando la frente de Aren.
—¿Qué quieres decir? —dijo Aren, acercándose para mirar su reflejo en un charco cercano. Con cierta preocupación, observó una gema de color dorado en forma de rombo que había aparecido justo en medio de sus cejas. «¿Qué diablos es esto?», pensó.
Todos estaban perplejos, nunca habían visto u oído que a alguien de su raza le apareciera una gema en la frente.
—¿Esto podría ser? —dijo de repente Élis, con visible sorpresa en su rostro.
—¿Sabes qué es eso? —preguntó Einar.
—No estoy segura, pero hay muchos estudios de los mejores científicos de nuestra época que predicen cuál es el próximo paso evolutivo de nuestra especie. Entre ellos, una de las teorías más aceptadas dice que en la frente de los "humes" más evolucionados hay indicios de la formación de un nuevo "órgano", por así decirlo. Pero la teoría indica que deberán pasar más de 700 generaciones antes de que se pueda observar un cambio visible —explicó Élis.
—¿Y sabes qué hace este nuevo órgano? —preguntó Drake con curiosidad.
—Es imposible de predecir, pero la teoría especula que podría mejorar la capacidad de los "humes" para controlar las leyes fundamentales, es decir, nos otorgaría algún poder parecido a la magia que comúnmente usan los elfos o los chamanes orcos —dijo Élis, tratando de contener el entusiasmo en su voz.
La evolución de su especie era un tema que siempre la había fascinado, por lo cual ver el próximo escalón evolutivo la llenaba de emoción.
—Aren, ¿sientes algún cambio en tu percepción? Tengo una amiga de la raza de los elfos, Kuri, ella siempre me ha dicho que el primer paso para hacer magia es sentir la existencia de algún elemento —dijo Élis, emocionada.
—No siento nada diferente, pero este no es el momento para indagar sobre el tema. Debemos regresar a la nave lo antes posible —instó Aren, recordándoles el peligro en el que se encontraban.
—Correcto, apresurémonos a regresar. Todos activen el camuflaje óptico. Si hay indicios de cualquier criatura, trataremos de evitar cualquier conflicto —ordenó Einar con expresión seria.