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Chapter 11 - Capítulo 2: Desesperación (Parte 4) - Promesa de salvación

«Tengo miedo»

«tengo miedo»

«tengo miedo»

Siena estaba segura de que si sumaba todo el miedo que había sentido en su vida, no igualaría ni siquiera una fracción del miedo que sentía en este momento.

Sus momentos de miedo normalmente solo irían desde Élis mostrándole un insecto aterrador, hasta un choque en la nave con pequeños meteoritos, pero en todos estos momentos ella sabía con certeza que nada le pasaría, así que nunca había sentido el verdadero miedo a la muerte.

Pero desde que vieron al dragón, la parte pesimista de ella le decía que no había forma de vencerlo y que escapar era su única opción de supervivencia, pero a pesar de que sus instintos le gritaban que escape, ella no podía abandonar a todos e irse.

Desde que comenzó la pelea ella había tratado de ayudar lanzando varios disparos al Dragón, pero la fuerza de sus ataques no era suficiente para causar el más mínimo daño a sus escamas, además cada vez que trataba de atacar a los ojos del Dragón, él simplemente se movería un poco, haciendo que su ataque falle.

«Tengo qué pensar, que puedo hacer para ayudar, ¿Qué hago?, ¿Qué hago?, ¿Qué hago?» sus pensamientos se volvieron cada vez más frenéticos.

«Piensa Siena ¿Cómo puedes ayudar en esta situación? ¿Cuáles son tus fortalezas?»

Ella era muy buena para conducir naves espaciales y tenía la mejor puntería de todas, pero sus armas no eran capaces de penetrar las poderosas defensas de su enemigo.

«Tiene que haber una forma, ¿hay algo que pueda dañarlo?» Luego de eso una idea apareció en su mente.

«¡Eso es!»

Su mente se aclaró de repente y miró en dirección de la nave.

La determinación brilló en sus ojos mientras ordenó —exotraje desactiva modo berseker y activa camuflaje óptico—

El modo berseker desactivaba todas las funciones secundarias, es por esto que Siena tuvo que desactivarlo para usar camuflaje óptico.

Luego de esto su figura desapareció y moviéndose lo más rápido que podía sin hacer ruido, se infiltró en la nave.

Rápidamente se dirigió a su estación de control, y empezó a tocar las teclas como loca.

La IA de la nave empezó a emitir una serie de mensajes.

—Activando generadores de energía a máxima potencia.

—Derivando toda la energía en el arma principal de la nave, tiempo para carga completa en 200 segundos.

—¡Nooo, es demasiado tiempo! — Gritó Siena mientras golpeaba su puño contra el tablero de comando de la nave.

Mientras tanto veía como la pelea de Aren y Einar contra el dragón estaba llegando a un estancamiento.

A ella siempre le gustaba ver los combates de entrenamiento de Aren y Einar, por lo que creía conocer con bastante precisión sus habilidades, pero en este momento se dio cuenta de que apenas había visto la punta del iceberg.

Sus ataques eran perfectos y coordinados sin movimientos innecesarios. Había una armonía perfecta que podía hacer que cualquier espectador se quedará embobado mirando este espectáculo.

Era sin duda el epítome del trabajo en equipo y la eficiencia, hasta el punto que habían logrado poner en jaque a un Dragón que era mucho más fuerte que ellos.

Aren era lo suficientemente rápido y hábil para esquivar los ataques del dragón, mientras que Einar lo apoyaba dando pequeños ataques en momentos cruciales, interrumpiendo los ataques del dragón y rompiendo su equilibrio para luego retirarse rápidamente.

Esto había dado como resultado que el Dragón no pudiera eliminar a ninguno de los dos.

«Eso es, ustedes pueden, por favor aguanten un poco más»

«Por favor aguanten un poco más»

«Por favor aguanten un poco más»

Repetía el pensamiento una y otra vez en su cabeza mientras miraba la batalla, sus puños estaban tan apretados que podrían triturar una roca a polvo.

Cuando faltaban solo 2 segundos para que se complete la carga del arma principal, vio como el ataque de Aren fallaba y el dragón se disponía a lanzar un ataque mortal hacia Einar.

—¡Nooooooo! —mientras gritaba, rápidamente se puso en posición y apuntó lo mejor que pudo hacia la cabeza del dragón.

Originalmente quería disparar cuando el Dragón se quede quieto, ya que incluso para ella le era extremadamente difícil apuntar a un objetivo tan lejano mientras estaba realizando tantos movimientos bruscos, pero en este momento no tuvo otra elección.

En ese momento de tensión extrema, su visión se transformó y vio una especie de luz roja en la cabeza del dragón. Ella no sabía que en ese momento su ojo izquierdo había sufrido una metamorfosis, mientras su iris tomaba la forma de una estrella de cuatro puntas.

Un rayo multicolor del espesor de un brazo salió disparado del arma principal de la nave. El dragón estaba concentrado totalmente en su ataque, por lo que no pudo reaccionar a tiempo y fue golpeado sin poder levantar ninguna defensa.

—¡Boom! —Se escuchó un fuerte sonido de la explosión mientras un enorme cuerpo fue lanzado hacia atrás derribando varios árboles en el proceso.

—¡Eso es, que te pareció eso maldita lagartija! —celebró con júbilo.

Una nube de polvo se levantó cuando el cuerpo del dragón aterrizó.

—¿Eso debió de haberlo matado verdad? —dijo en voz baja.

Pero justo cuando estaba a punto de bajar de la nave para auxiliar a sus compañeros, escuchó un rugido aterrador que le congeló la sangre.

El dragón salió de la nube de polvo con paso firme, en su frente había una herida que dejaba ver el hueso de su cráneo y sangraba severamente.

«No puede ser..., como pudo resistir eso» pensó Siena mientras derramaba lágrimas de desesperación.

El arma de la nave era lo suficientemente fuerte para destruir una ciudad pequeña en cuestión de segundos, pero según parecía no había podido penetrar completamente el poderoso cráneo del Dragón.

Además, para realizar ese tipo de disparos, la nave había consumido la mayoría de la energía que tenía almacenada en su reserva, sobrecalentando el cañón, por lo que no podría lanzar otro ataque en por lo menos 15 minutos hasta que el arma se enfríe, pero Siena sabía que era demasiado tiempo, para entonces ya se habría acabado el estado berseker del traje y serían presa fácil.

Ella entendía que la única razón por la que este ataque había funcionado contra este Dragón tan inteligente, era por qué lo había atacado de sorpresa. Ahora que sabía de este, es probable que permaneciera alerta contra sus ataques.

Mientras tanto Aren y Einar habían logrado recuperar el aliento.

Aunque ambos estaban exhaustos, en contraposición del pesimismo de Siena, podían ver un rayo de esperanza en esa herida.

«¡Podemos ganar!» pensaron mientras se daban una mirada.

Aunque lastimosamente este dragón no tenia la debilidad de la mayoría de dragones, su hueso había sido seriamente dañado, por lo que solo bastaría unos pocos ataques para poder asestar un golpe directo a su cerebro.

Con determinación renovada ambos se lanzaron contra el dragón, reanudando el combate.

Pero esta vez sus ataques eran más agresivos mientras el Dragón había tomado una actitud defensiva, mirando de reojo a la nave.

«!Esto es malo, si sigue defendiéndose de esta manera, no podremos atravesar sus defensas antes de que se nos agote la energía!» pensó Einar.

Esto era especialmente cierto para Aren, ya que, a diferencia de él, su traje no tenía la capacidad de absorber energía.

Pero esto no significaba que Einar podría pelear eternamente. Solo indicaba que la energía del exotraje de Einar duraría un poco más, pero el cansancio de su cuerpo era muy severo y no tardaría en desmayarse.

Mientras tanto el exotraje de Aren le indicaba una serie de advertencias

—Nivel de energía crítico, tiempo hasta que el exotraje se apague, 19 segundos.

«Maldición, no puedo alargar esto más»

Su respiración era pesada y parecía que en poco tiempo su cuerpo llegaría a su límite.

De hecho, lo asombraba haber aguantado tanto, pero él sabía que aún no podía descansar.

Lamentablemente, aunque lanzaba ataques desde varios ángulos no podía golpear el punto que quería.

El dragón se defendía formidablemente, cada vez que quería atacar su frente, poderosos rayos y sus garras se interpondrían, y aun si pudiera evadirlos, la bestia usaría su cola para interceptar su ataque.

—Niveles de energía en estado crítico, tiempo hasta que el exotraje se apague, 11 segundos.

El tiempo se acababa, mientras su visión se nublaba cada vez más, pero la oportunidad que buscaba no aparecía.

«No, por favor, tengo que atacar con más fuerza» pensó Aren mientras atacaba cómo si se hubiera vuelto loco, descuidando su defensa.

—¿Qué diablos haces?, mantén la calma —le gritó Einar.

Pero Aren estaba tan concentrado en su ataque que no lo escuchaba y cuando saltó para atacar la cabeza del dragón, se encontró cara a cara con la boca abierta del dragón.

En todo lo que llevaba la batalla el Dragón no había atacado ninguna vez con su poderosa mandíbula, esto se debía a que no era tonto, él sabía que, si se llegaba a tragar a estos seres sin matarlos, ellos podrían atacar su carne desde su interior causándole heridas graves.

Es por esto que hasta ahora no había tratado de morderlos, pero en este momento él había pensado en un plan y durante los últimos segundos había estado almacenando una gran cantidad de rayos en su boca, concentrándonos hasta que se volvieron de un color rojo carmesí. Estos eran los rayos más fuertes que podía lanzar y eran extremadamente poderosos.

«Mierda estoy muerto» pensó Aren, mientras veía en cámara lenta como se dirigía a la trampa del Dragón.

«¡Nooo, no llegaré a tiempo!» por otro lado Einar también había sido tomado por sorpresa y no se encontraba lo suficientemente cerca para ayudar.

Siena también observaba horrorizada desde la nave.

El modo berseker solo podía ser usado una vez, sumado al hecho de que el arma principal de la nave estaba en enfriamiento, hacía que no tuviera ninguna forma de ayudar.

En ese momento dos figuras malheridas, saltaron por el costado del Dragón mientras gritaban.

—¡Aumenta el peso del martillo al 3000%! —exclamó Drake

—¡Concentra toda la energía en el arma del brazo derecho! —dijo Liam mientras sostenía su brazo derecho con el izquierdo apuntando a un ojo del dragón.

—¡Muere de una vez maldita bestia! —gritaron al mismo tiempo mientras concentraban lo último de sus energías en esos ataques.

—¡Boom! —se escuchó un fuerte ruido cuando el martillo de Drake golpeó con fuerza abrumadora la parte superior de la boca del Dragón, cerrándola abruptamente.

En ese momento los poderosos rayos que el Dragón había planeado lanzar, explotaron, causándole graves heridas.

Su boca empezó a sangrar y todos pudieron ver cómo se escurría la sangre por los costados.

Al mismo tiempo el rayo láser más poderoso que Liam podía lanzar, golpeó su ojo derecho haciéndolo estallar, rociando sangre por todos lados.

—¡ROOOAAAAAARRRR! —la bestia lanzó un rugido lleno de dolor.

Mientras tanto Aren, se encontraba justo delante de la frente del Dragón

—¡Muereeee! —gritó mientras lanzaba un ataque con todas sus fuerzas, pero en ese momento un mensaje apareció.

—Energía del exotraje al 0%, apagando funciones de combate —Este mensaje de la IA acabó con sus últimas esperanzas.

En ese instante sintió todo su cansancio acumulado y comenzó a perder la consciencia.

Mordió su lengua con fuerza para despertarse, pero ya había perdido su oportunidad, mientras caía al suelo, su cuerpo se sentía como si pesara toneladas y no podía moverlo de ninguna forma.

«¡Nooo, perdí la oportunidad de matarlo!» se recriminó con tanta impotencia que las lágrimas salían de sus ojos.

—Energía del exotraje al 0%, apagando funciones de combate.

—Energía del exotraje al 0%, apagando funciones de combate.

Al mismo tiempo el exotraje de Drake y Liam también agotaron sus últimas energías mostrando el mismo mensaje.

«Es nuestro fin, fallé en proteger a este equipo, no merezco ser llamado guardián», se recriminaba internamente Aren mientras lágrimas de frustración salían de sus ojos.

Pero entonces vio a una figura pasar frente a él.

Él reconocería esa figura en cualquier lugar.

Era la persona que tanto admiraba y la que trataba tan desesperadamente de alcanzar.

Su capitán, maestro y guía.

El individuo al que tanto trataba de vencer.

—¡No es momento para rendirse, porque está batalla la ganaremos definitivamente nosotros! —gritó Einar mientras concentraba hasta la última fuerza que le quedaba en su último ataque.

«Exotraje prende impulsor de brazo derecho a máxima potencia» ordenó mientras su brazo derecho golpeaba la herida del Dragón.

Por último, para aumentar más su fuerza, agregó su última carta.

Aunque los Humes no podían utilizar Ki, él era una excepción debido a que no era totalmente Hume. La sangre humana corriendo por sus venas le daba una habilidad que su gente envidiaba. Al reunir toda su energía, Einar empezó a concentrar Ki en su último ataque.

El Ki de Einar se encendió como una llama dorada alrededor de su brazo derecho. El exotraje comenzó a chisporrotear y resplandecer mientras trataba de contener el poder adicional.

Este golpe contenía cada gramo de fuerza restante y voluntad de Einar.

El cuerpo del Dragón fue mandado a volar mientras la herida en su cabeza estallaba en un espectáculo sangriento.

La energía restante de su exotraje llegó a 0% y la fuerza de su cuerpo también llegó a su límite, y si no fuera por qué luchaba con todas sus fuerzas para mantener su conciencia, ya se habría desmayado.

Por un momento todo se quedó en silencio, los Humes miraban con un profundo miedo al cuerpo del Dragón. Ya no les quedaba ni una pizca de energía, si el Dragón se levantaba en este momento, no había duda que su muerte estaría a la vuelta de la esquina.