1ra Parte.
A la mañana siguiente de la pelea contra el slime saldría a patrullar y cavar nuevas trampas, además de que quería regresar por el arma que me dio la victoria el día de ayer ¡El majestuoso y todo poderoso palo!
Sin duda alguna, de no ser por esa cosa habría muerto ¿será que se endureció tanto por el calor? ¿Qué clase de madera era esa? Aunque no debería sorprenderme, este es otro mundo después de todo y-
"Ah".
Ante mí había lo que antes era una bella pradera, ahora convertida en un campo que fue bombardeado.
Intenté regresar por mis pasos desde donde podía ver los restos del slime, el suelo estaba lleno de surcos.
¿No me digas que estos los causó los ataques del slime?
Por un momento me vino a la mente el golpe que me hizo volar por los aires y sudé frío por un momento.
Seguí mis pasos un poco más y ahora me encontraba en la zona con mayores daños, el prado estaba repleto de agujeros húmedos y llenos de lodo, casi parecían madrigueras de lo profundo que llegaban. De inmediato recordé las explosiones que hacían saltar trozos de tierra, y también mi oreja izquierda, que ahora había sido reducida a la mitad de lo que era gracias a uno de esos proyectiles.
Miré algo extraño al final de la pradera, justo donde comienza el bosque, me acerqué solo un poco más.
A la mierda…
Arboles jóvenes en el suelo, arbustos destrozados, las copas de los árboles fueron atravesadas y lo más impactante de todo, un árbol adulto había sido agujerado de un extremo a otro.
"Tienes que estar de broma ¿no?"
Me acerqué más para investigar y llegué a una conclusión. Tierra fangosa, ramas húmedas. Estaba claro, eran los proyectiles que el slime me lanzó ayer.
"¿Un simple slime puede hacer todo esto?". — ¡¿Qué habría pasado si me daba de lleno?! Bueno, en realidad yo sé lo que me habría pasado, me lo deja claro ahora, siendo que con solo un rose me arrancó una oreja.
Entre escalofríos y todo el lodo del camino, tomé mi camino de regreso con un solo pensamiento la cabeza.
"¡¿A quién se le ocurrió hacer a los conejos tan débiles?! No. Mejor aún. ¡¿A QUIÉN LE PARECIÓ BUENA IDEA QUE FUERA UN CONEJO?!" —Chillé a todo pulmón, haciendo que los conejos que ya me ignoraban me voltearan a ver de golpe o pegaran un brinco por la sorpresa.
Desde que salí de la madriguera la primera vez todo lo que me rodea me ha intentado cazar o devorar, y eso que solo me he enfrentado a dos criaturas directamente ¿No se suponía que los goblin y los slimes eran criaturas débiles? Digo, un goblin por sí solo me supera en fuerza y si tiene la suficiente experiencia puede ser un verdadero dolor de cabeza, ya que se fijan mejor en sus pasos para no caer en trampas como las mías y lo peor de todo es que suelen realizar ataques en grupos numerosos, como mínimo los verás en parejas. Luego vienen los slimes, que no solo no puedo atravesarlos con mi cuerno, ¡sino que en cuanto a fuerza física o mágica hay una enorme diferencia!
¿Cuántos disparos hizo antes de que parara? ¿15? ¡¿20?! Y la velocidad en la que disparaba, no puede ser, yo apenas utilicé algo de magia con lo de las trampas y un par de segundos en la pelea y ya estaba por perder el conocimiento. Además, ayer miré un lobo, por lo menos el cadáver de uno en mis trampas, eso significa que tarde o temprano me llegaré a topar con alguno que también me intente dar caza… o con algo mucho peor
Pánico. Solo eso lograba sentir ahora.
"Bu-bu-bueno, no te-tengo de que p-p-preocuparme mientras lleve conmigo mi arm-"
Lo que por un momento pensé era un símbolo de mí esperanza, se encontraba partido en dos. Una parte se encontraba donde llevó acabo la batalla final, era la base. Y la parte más larga estaba a varios metros de distancia, chamuscada por la pelea y completamente mojada.
"Ah… ahora mismo siento que mi cabeza me está haciendo una mala jugada…". —Chillé tras un suspiro.
Nada de esto me tiene sentido, si la rama en llamas que llevaba no fue lo que me dio la victoria, ¿entonces qué pasó en realidad?
Habría terminado de limpiar las trampas que dejé pendientes el día anterior. Por alguna razón no había caído nada en ellas durante la noche o en el transcurso de la mañana, las horas pasaron sin problemas y me encontraba libre ya pasado el mediodía.
Ahora que lo pienso, no conozco nada de por aquí, ¿cuánto terreno he explorado? ¿Doscientos metros a la redonda? Y esto parece ser un inmenso bosque. Tal vez debería…
No, no, no ¿en qué estoy pensando? Eso sería lo mismo que clavarme un letrero al cuerno que diga "comida gratis", aquí estoy perfecto.
Aunque solo tal vez…
Por alguna razón sentía escalofríos tras hacerme a la idea de ir a explorar pero no era por miedo ni nada, se trataba de nervios, emoción.
"Conozco muy poco de este mundo, me atrevería a decir que no sé nada. Si lo que quiero es sobrevivir, mientras más sepa mejor, ¿no?". —Trataba de convencerme a mí mismo de salir… y estaba funcionando.
2da Parte.
Al final del día me decidí, saldría por primera vez a explorar.
A la mañana siguiente salí más temprano de lo normal de mi madriguera, que ya había sido invadida por una nueva camada de gazapos y su madre, para limpiar las trampas.
Mis trampas estaban repletas de varios goblin, habría por lo menos 2 por cada agujero, solo me dediqué a incinerar los cuerpos y para me di cuenta, el sol ya habría salido.
No pensé que en tan solo una noche se podrían llenar todas las trampas. Sí que fue una buena idea hacer esto, me pregunto lo que habría pasado de no haber puesto las trampas aquí…
Tras un breve momento de pensarlo me dije a mí mismo.
"Instalar más trampas mañana, anotado". —Tras terminar con mis tareas matutinas, comí tanto como pude y bebí tanta agua pude para el camino.
Después de un par de minutos de adentrarme en el bosque ya no lograba ver el claro donde suelo rondar, en su lugar había un denso bosque. El sonido del viento golpeando las copas de los árboles reinaba el lugar, unos animales muy parecidos a ardillas estaban revoloteando en los arbustos cercanos, podía escucharlos chillando armoniosamente.
Aww. Ese par parece que juega, qué lindas que son… creo.
Curiosamente lo único que las pueda diferenciar con una ardilla de mi antiguo mundo eran sus enormes garras y su cola larga y fina, parecida a un látigo.
Tras un rato más de observarles, los chillidos comenzaban a convertirse en gruñidos.
¿S-será algún ritual de cortejo? Se están volviendo amigos obviamente. Claramente están jugando a jugando a las mordidas, sí, estoy seguro de que es eso. Haha…ha…
En ese mismo momento, las dos ardillas salieron disparadas al árbol más cercano, justo donde me escondía para observarles, y rápidamente treparon por el tronco en lo que fue una persecución corta y comenzaron a pelear una vez más. Los gruñidos se intensificaban cada vez más y más, podía ver cómo caía pelo por todos lados. Los gruñidos fueron rápidamente sustituidos por un largo alarido que fue perdiendo intensidad conforme pasaban los segundos. Mi corazón corre a mil por hora, cuando todo parecía haberse calmado una vez más, decidí salir de mi escondite. Pude haber corrido en ése preciso momento, estoy seguro que de habérmelo propuesto, habría podido desvanecerme de ahí pero tenía que saber qué paso.
Me alejé del árbol lentamente y mientras caminaba, más pelo caía sobre mí pero ésta vez el pelo estaba manchado de rojo. Sentí un escalofrío desde la punta de mi cuerno, hasta el extremo de mi cola. Levanté la cabeza lentamente.
Pude ver cómo una de las ardillas se daba un festín con quien fue su adversario, su sangre manchaba gran parte de la rama donde yacía posada, la ardilla ganadora tenía los colmillos clavados en el pecho de la otra, mientras con sus garras había comenzado a abrirle el abdomen.
*Plop, plop* Me cagué.
¿Eh? ¿Es enserio? Sé que la naturaleza es brutal ¡pero no esperaba ver algo como esto nunca!
Antes de que me diera cuenta había tirados mis orejas para atrás y comencé a golpear el suelo con la patas traseras.
La ardilla finalmente se percató de mi presencia y clavó sus ojos en mí.
Ah…ah… hice demasiado ruido ésta vez ¡Piensa rápido!
"Buenas tardes. Creo que me perdí tras tomar esa curva por Albuquerque…" — ¡AAHH! ¡¿Pero qué estoy diciendo ahora?!
La ardilla se separó de su víctima por un momento y erizó su cuerpo entero, amenazándome, si le damos a eso el toque de la sangre que tiene chorreando en todo el cuerpo sería una imagen digna de cartelera de película de terror. Salí corriendo inmediatamente, no necesitas ser un genio para saber lo que me pasaría si no me iba de ahí.
¡GAAAAAH! ¿Por qué es que todo aquí me quiere matar?
No paré de correr hasta estar seguro que no me seguía esa cosa.
3ra Parte.
"Ah". —Chillé tras recuperar mi aliento y darme cuenta de la situación en la que me encontraba.
¿Dónde estoy? ¿Por cuánto tiempo estuve corriendo exactamente? Es como si estuviera en un lugar completamente distinto a hace un momento.
Antes de que me diera cuenta se había metido el sol, la temperatura había bajado bastante.
Lo mejor sería que improvise una madriguera por aquí, sería un problema si alguna bestia nocturna me encontrara ahora.
Tomé un árbol hueco como entrada y procedí a usar mi cuerno taladro.
Un par de metros bajo tierra debería estar bien, así evito que mi olor salga fácilmente.
Mañana intentaré despertar junto al sol para seguir mis pasos y encontrar el camino de regreso a casa…
…
…
…
Uno pensaría que teniendo dos patas de conejo tendrías el doble de suerte… Yo puedo confirmar que eso es mentira.
Pensaba que había dormido muy poco. Cuando salí de la madriguera estaba igual de obscuro que antes de irme a dormir, por lo que regresé a dormir solo para volver a despertar y darme cuenta de que aún no amanecía.
"Ay no…" —No tardé mucho en darme cuenta de lo que pasaba. Me encontraba en la que parece ser la zona profunda del bosque, los arboles eran más grandes y altos, así como sus hojas estaban más abultadas y dejaban entrar luz del sol apenas.
Quedarme por aquí no es una buena idea, me siento demasiado expuesto y estar solo ahora no me ayuda a sentirme seguro para nada.
Emprendí mi camino de regreso siguiendo mis pisadas.
…
…
…
Pasadas las horas, sentía cómo por más que caminaba no podría salir nunca de la oscuridad, en su lugar la notaba cada vez más la ausencia de luz, incluso de la que lograba pasar por entre las hojas de los árboles.
"Esto no es bueno, nada bueno". —Chillé comenzando a sentirme desesperado.
Después de caminar un par de horas más siguiendo mis pisadas, me di cuenta de que había estado caminando en círculos.
¿En serio estaba tan desesperado? Digo, se trataba de una simple ardilla, aunque era bastante horrible… estoy seguro que de haberle hecho frente habría salido ileso.
Menos mal que los conejos tenemos visión nocturna, sino estaría en graves problemas.
Debía aceptarlo. Estaba más perdido de lo que me imaginaba, seguir mis propios pasos en ése momento solo lograría que me pierda aún más y así bajo esa lógica, me alejé del camino y comencé a caminar con cuidado.
Puede que me tome un tiempo pero tarde o temprano debería encontrar un claro o la salida de este bosque, ¿no?
…
¿No?
Tras caminar un poco más, llegué a un lugar extraño.
El suelo lleno de rocas y hierbas había sido remplazado por un montón de raíces entrelazadas entre sí. De golpe todo el camino después de esto, se encontraba cubierto de estas raíces.
La curiosidad pudo conmigo y me adentré más a investigar.
Esto me recuerda a las raíces de los manglares de mi anterior mundo pero estas son ENORMES, por lo general puedes encontrar el suelo si buscas bien entre unas raíces, pero estas no dejan nada de espacio entre sí. Impresionante.
¿Huh?
No muy lejos de donde estaba, noté varias formas ovaladas pegadas a las raíces. Después de notarlas y esconderme un momento por si acaso, me acerqué más, ya que no parecían ser un peligro.
Tremendo susto que me sacó esta cosa ¿qué se supone que es esto? ¿Una especie de capullo o algo así?
*sniff sniff*
¡Esto no me lo esperaba! ¡Huele a mandarina! ¿Será una fruta de este mundo? No resolveré mi duda solo haciéndome preguntas, voy a entrarl-
- "¡Yip-yip yip!".- Antes de que pudiera darle una mordida a esa fruta, unos chillidos a los que a estas alturas ya eran muy familiares para mí.
Tras rodear la mandarina gigante, me encontré un montón más de estas mandarinotas. Nada parecía fuera de lugar, con excepción de que a los pies de una de estas mandarinas gigantes estaba un conejo, un conejo herido, de él venían los chillidos de hace un momento.
"¡Menos mal, otro conejo! Esto significa que no debo estar muy lejos de los vivares de los que vengo pero… estás hecho una mierda ¿estás bien?". —El conejo parecía haber sido atacado de gravedad y dejado a su suerte por alguna razón y ahora se encontraba agonizando.
¿Tas bien?... Ugh, lo siento mucho. Puedo acabar con tu sufrimiento, si tan solo…
Tomé posición, apuntando a las vértebras de su diminuto cuello y lo atravesé.
Descansa en p- Heh ¿Heh?
¡¿Hmmmm?!
Tras atravesarlo me di cuenta de que era más duro de lo que aparentaba y no solo eso, me había quedado atorado. Fue entonces que el conejo que acababa de ayudar se había convertido en un montón de vainas que me estaban sosteniendo del cuerno, levantándome del suelo a unos dos metros de altura. De la mandarina gigante ahora se notaban unas fauces abiertas repleta de colmillos, el interior de esta pude notar el movimiento de un líquido de aspecto viscoso, estaba siendo llevado a las fauces de la planta.
- "¡¿PLANTAS CARNIVORAS?! ¡¿EN SERIO?! ¡Esto es lo último que me faltaba!".- Chillé más enojado que asustado.
Casi por reflejo, comencé a concentrar calor en el cuerno para generar chispas y con suerte, quemar la planta. Humo comenzaba a emanar de las vainas que me sostenían, cada vez más cerca de las fauces de la planta, finalmente logré quemarla, caí libre al suelo y me eché a correr.
¿Cómo es que crecen estas cosas aquí? Ni siquiera hay agua cerca o luz del sol suficiente.
Aunque estaba corriendo, sentí la imperiosa necesidad de mirar atrás. Las vainas de la planta, venían detrás de mí, más rápido de lo que podría correr en ése momento y por más que lo intentara iba a ser atrapado de nuevo. De repente, me di cuenta que las vainas habían dejado de moverse, pero no dejaban de intentar atraparme o sea, seguían estiradas a mi dirección.
¿Es como si se hubieran quedado sin vainas para estirarse?
Y efectivamente, tras acercarme un poco más a observar mejor lo que pasaba pude notar cómo se estaban completamente tensas desde su mandarina gigantes, hasta donde me encontraba yo. Aún más interesante que esto, la planta me seguía perfectamente pese a carecer de vista u oído, por lo que llegué a una idea.
"¿Las raíces?". —Puede que sea una simple corazonada pero ¿podría ser?
Procedí a comprobar esto. Reuní tanta fuerza como pude en mis patas traseras y salté tan lejos como me fue posible. Para antes de aterrizar a unos tres metros de distancia pude notar que las vainas aún se encontraban estirándose en dirección de donde me encontraba hace un momento y rápidamente se volvieron a estirar, ahora donde me encontraba actualmente.
Repetí el experimento varias veces más para confirmar y poder darme un mejor idea de lo que pasaba.
Entonces es como si sintieran el movimiento por medio de sus raíces, ahora tiene todo el sentido del mundo que cubran todo el suelo ¿pero por qué solo me ataca ésta habiendo tantas como ella cerca? ¿Será por el cebo porque activé el cebo de ésa planta en específico?
Me distraje tanto experimentando con los reflejos de la planta que comenzaba a divertirme mientras lo hacía, saltando más lejos, más cerca e incluso entrando al rango de ataque la planta para ver si es que era capaz de escapar, lo cual logré sin problema alguno…las primeras veces.
*¡CRACK!*
Un crujido agresivo, afortunadamente no me había roto nada tras una mala caída.
Mientras jugueteaba con la linda e inocente enorme planta con enormes dientes que me intentaba devorar, terminé cayendo sobre el sebo de otra planta que estaba cerca, quedando atrapado y siendo arrastrado hasta ella.
Esto me pasa por idiota, si es que me lo busco yo mismo ¿Tenía que salir a explorar? ¡No!
¿Tenía que ser tan descuidado al correr?
"¡Absolutamente no!". —Había comenzado a chillar enojado, mientras la planta me levantaba y me llevaba hacia ella.
-"¿Tenía que hacbrbrbrbrbrbrbrbrbr".- Fui interrumpido mientras la mandarina gigante me metía directamente en su 'estómago´ repleto de un líquido viscoso nada más abrir sus fauces.
-"Perfecto, simplemente perfecto. Solo falta que algún tonto goblin me orine encima para completarme el día". —El líquido del estómago de la planta no era denso, era muy parecido al agua aunque un poco viscosa un olor cítrico inundaba el lugar.
"Espacioso, sencillo y gratis, de no ser por el intenso olor y de no estar a punto de morir me encantaría vivir aquí". — ¿Pero qué estoy diciendo? Si tuviera manos me daría una buena bofetada, debo salir de aquí ya.
Cada segundo que paso dentro de esta cosa podía sentir cómo mi vida peligraba más y más. No podía salir saltando, tras intentarlo un par de veces resultó ser un esfuerzo en vano, como si se hubiera sellado por completo en cuanto entré.
¿Cosquilleo? ¿Hay algo más aquí adentro? No recuerdo haber firmado ningún contrato de cohabitación. Espera ¿se está poniendo caliente aquí dentro?
Para cuando me di cuenta, mi cuerpo se había comenzado a calentar, así como burbujas comenzaban a salir de mi pelaje; el líquido que hasta hace poco me permitía estar sobre mis cuatro patas ahora comenzaba a subir, cubriéndome por completo.
No tengo tiempo para esto.
Con mis garras intentaba las paredes lisas del estómago de la planta pero era más duras de lo que me hubiera imaginado, incluso morderlas resulta inútil.
Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda. Tienes que estar bromeando, debe de haber una manera.
Intentaba concentrar tanta energía como pude en mi cuerpo para generar chispas y calor, pero con tanto líquido a mí alrededor parecía imposible.
Puede que fuera la simple adrenalina del momento o tal vez me ayudara el calor del líquido viscoso, pero mi cuerno dejaba de producir esas débiles chispas y en lugar comenzaba a tomar un tono naranja, parecido a una barra de metal que comienza a ponerse en rojo vivo e irradiaba un calor intenso.
Todo comenzaba a ponerse aún más caliente que antes, el agua a mi alrededor comenzó a hervir, hasta que de un momento a otro, la superficie del líquido comenzaba a arder el llamas.
No podría pensar en otra cosa más que sobrevivir y salir de ahí.
Esto es lo único que me impulsaba, lo que me daría fuerzas. Haciendo presión con mí cuerno en contra de la pared de la planta por fin comenzaba a atravesarla lentamente.
No puedo ver nada, estas burbujas y la falta de aire… no puedo más… no estoy avanzando más…
En un último intento desesperado, impulsé mi cuerpo con la fuerza que me quedaba y logre darle un buen tajo a la planta, dejando un espacio considerable que permitiría que saliera junto a la presión del agua y respirar una vez más, un olor cítrico inundaba el ambiente más fuerte que nunca, incluso lo tenía impregnado en mi cuerpo.
"¡Huff, huff! Nunca me dejes otra vez, aire ¡Te lo imploro!". —Chillé con alivio, reposando mi cuerpo por un momento frente a la planta carnívora que hasta hace un momento intentó devorarme, ahora estaba en llamas y espero que muriendo.
No me acercaré nunca más a estas cosas.
"Aunque recapitulando un poco, no fue tan mal. He logrado sobrevivir hasta ahora, llegando hasta aquí".- Comenzaba a chillar fuerte y orgulloso. —"Empiezo a sentirme capaz de poder superar lo que ssssssssss-".- Me callé en seco. Tras incorporarme un poco, logré darme que no estaba solo.
Frente a mí, a unos tres o cuatro metros de distancia había un "pequeño" grupo de goblins, cinco para ser exactos. Que caminaban directo a donde me encontraba, todos armados con cuernos cuernos similares al mío, pero uno de ellos me resultaba familiar; el más grande con una gran cicatriz en el hombro derecho.
-"ssssssssssea". —Mierda.
FIN DE CAPÍTULO 4.