"¿Qué son los goblin?" —Desde que tengo uso de memoria no me he dejado de hacer esa pregunta.
¿Bestias rastreras de una moral dudosa? ¿Simples animales que darían lo que fueran por sobrevivir? Tal vez no debería pensar de esa manera…
Después de todo yo soy una de esas bestias.
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Ah… ¿Qué es esa luz?...
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Después de haber conciliado lo que se sintieron como tres horas de sueño, me vi bañado por la luz del segador sol.
"¡Maldita sea!"—Gruñó un viejo goblin que a regañadientes se levanta del duro suelo de tierra donde terminó durmiendo.
Se acercó a lo que una vez fue una intensa hoguera y que ahora solamente quedaban unas tristes brazas que luchaban por vivir, y simplemente pateó un poco de tierra sobre éstas para terminar de extinguirlas. Procedió a tomar unos guijarros del suelo y los lanzó a los árboles cercanos.
Lo guijarros se adentraron por las copas de los árboles.
*TUD*—"¡GAAH!".— *TUD*
Hubo un primer impacto seguido por unos quejidos agudos, un goblin había caído de entre las copas de los árboles al suelo, provocando un segundo impacto.
Después de unas carcajadas que el viejo goblin intentó ahogar, tomó una postura firme inflando su esquelético pecho y gritó: —"¡Todos arriba mierdecillas! ¡Tenemos que estar de vuelta antes de que el sol esté en su posición más alta!"— El viejo tomó las cosas que estaban posadas justo donde estaba durmiendo: un viejo cuchillo de caza, un bolso de cuero y dos criaturas muertas con una coraza de púas por todo el cuerpo estaban atadas por las patas, se las echó al hombro y comenzó a adentrarse en el bosque.
Poco después de comenzar a caminar se comenzaron a escuchar varias pisadas detrás de él, que poco a poco se acercaban más a él.
Pisadas pesadas pero a un paso firme, además de todo ese escándalo… —Pensó el viejo goblin antes de voltear hacia atrás. —"¿Quieres parar con ese escándalo, Clay? Si por tu culpa algo viene a nosotros no me quedaré a ver cómo te devoran". —Ahí estaba un goblin que le sacaba casi dos cabezas a la estatura del viejo bebiendo de su odre, lleno de cicatrices que exhibía con orgullo. Cargando más de lo que su cuerpo debería aguantar, con dos bolsos rebosando de botín a sus costados, una espada que colgando a su espalda y una masa innecesariamente grande donde llevaba colgando por lo menos seis criaturas muertas, cuatro de estas eran de la misma especie que las bestias con coraza de púas que lleva el viejo, en cuanto a las otras se trataba de dos aves muy parecidas a unas gallinas.
En cuanto a términos de equipamiento, iba más preparado que sus compañeros, ya que llevaba una armadura que le cubría gran parte del cuerpo.
Clay dejó de beber por un momento. —"¡Wahaha! ¡No tengo duda que harías eso! ¡Pero sabes bien que me las arreglaría de alguna manera si llegara a pasar! ¡Haha!." — Después de aturdirlo con su estruendosa voz, el viejo pudo detectar unas pisadas más. —Un caminar simple… ¿un tercer golpe en el suelo? …. No, hay más. Entre los árboles.
"Ya era hora de que aparecieras, Marvel". — A la distancia venía caminando un goblin de la misma estatura que el viejo, escondido bajo una túnica de parches hecha de diferentes pieles de animales, esta túnica había sido quemada con algo previamente y las quemaduras daban forma a distintos símbolos que se ver por toda la túnica, bajo esta se podía notar un tono de piel más pálido que el del resto. A diferencia de los otros éste llevaba un bolso que solo podía llevar la mitad de la capacidad de los demás, además de esto llevaba consigo una vara de madera condecorada con diversos huesos de animales, que también llevaba símbolos pintados en negro. —"Te quiero atento si es que algo viene a nosotros, lo mismo de siempre". —Marvel asintió seguido por un breve Entendido y procedió a seguir en la retaguardia. —"Y ahora…" —El viejo se agachó a juntar un par de piedrecillas del suelo y las lanzó a las ramas de un árbol a un par de metros de distancia sin previo aviso, seguidos por el sonido hueco de los árboles y un golpe seco junto a un quejido de dolor.
"Te faltan diez años de experiencia si es que quieres pasar desapercibido por mí. Sigues siendo un mocozo pero no vas por mal camino, de haber coincidido con las pisadas de alguno de nosotros habrías podido llegar más lejos, Obsidian". — Había un goblin algo más pequeño que el resto, sosteniéndose de la rama de un árbol con un brazo, mientras se frotaba el golpe que le habían propinado con la piedra con su mano libre, al mismo tiempo que hacía esto llevaba una sonrisa de oreja a oreja, que de no ser por lo naturalmente feo que son los goblin habría resultado lindo.
Éste llevaba consigo un arco corto que llevaba cruzado en los hombros, así como su respectivo carcaj con no más de siete flechas en éste.
En ése instante Marvel y Clay se miraron fijamente con una cara de asombro y algo de duda, hasta que uno se atrevió a preguntar. — "Oye, viejo… ¿Acabas de llamarlo-? ¡Wahahahah-!" —"Su nombre, ¿verdad? ¿Ya ha pasado un año?"— Clay comenzó a hablar pero fue interrumpido por él mismo por una explosiva carcajada, Marvel se ocupó de terminar de decir lo que seguramente estaba en la mente de su compañero escandaloso.
El viejo ni siquiera volteó a mirarlos, solamente asintió levemente mientras caminaba y finalmente dijo: —"Tenemos un rezagado, alguien vaya a buscarle. Si ven o huelen algo extraño, regresen rápidamente". —Con un energético ¡Yo voy! Obsidian regresó a las ramas de los árboles y a medida de que avanzaba se podían escuchar sus carcajadas a lo lejos.
Estos idiotas van a hacer que nos maten con tanto escándalo. —Pensó el viejo.
"Y pensar que ya lleva un año con nosotros, si te soy sincero pensé que moriría antes pero ha logrado sobrevivir bastante bien hasta ahora…" —Dijo Marvel pero nadie pareció tomarle importancia.
En menos de tres minutos después de esta interacción, Obisidan los alcanzó de nuevo, tuvieron que pasar un par de minutos más para que el goblin rezagado del grupo se les uniera, ésta vez nadie dijo una palabra.
Se trataba de un goblin joven de aspecto aún inmaduro, no habrían pasado ni dos meses desde que comenzó a salir cazar, para el grupo era "el chico de los mandados" por ponerlo en términos simples.
Llevaba consigo los bolsos repletos de lo que habían conseguido del viaje e iba armado de un simple garrote de madera, en otras palabras, una rama de árbol.
Su nombre. Pebble. Aunque nadie lo llamaba por su nombre, para todos era "niño", "chico" o "cara de mierda", éste último siendo utilizado más por Clay que le encantaba meterse con él.
…
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A medida de que se levantaba más el sol, el grupo de goblin avanzaba a paso firme. No sin ignorar lo que sea que pudieran recoger para sacarle provecho y revisar de paso las trampas que habían dejado con anterioridad, sacando presas que cayeron en una que otra y teniendo que quemar los cuerpos de los que ya se habían levantado después de algún tiempo.
Para hacer esto dejaban que Pebble se encargara de esto mientras le hacían guardia por unos instantes, adquiriría experiencia aprendiendo sobre la marcha.
El sol se encontraba en la parte más alta del cielo y su destino ya era visible. La entrada a una cueva a los pies de una montaña, estaba repleta de otros goblin, solo unos cuantos iban igual de cargados, con animales muertos y otras cosas, como ellos. De diferentes formas y tamaños, unos más cargados que otros y con diferentes equipamientos. Unos que ya se habían asentado a la base de la montaña. Animales vivos por otros lados que eran montados por los goblin desde lobos, hasta jabalís llenos de tatuajes y marcas que se les hicieron desde pequeños.
Decir que el olor era insoportable era poco, estas criaturas podrían estar comiendo carne podrida y no notarlo porque no podrían distinguir un olor de otro.
Las paredes de la cueva y sus túneles estaban llenos de pinturas rupestres, contaban sobre las "hazañas" que se han visto en la comunidad, desde un gran goblin alzándose sobre otros, grandes cazas llevadas de vuelta, batallas contra grupos de otras especies y otros goblin, y un gran etc.
Los chillidos y el eco por todos lados no se hicieron esperar a medida de que se adentraban a lo profundo de la cueva. Pasaban entre los demás goblin que parecían festejar por alguna razón y otros que trabajaban arduamente tallando maderas, preparando alimentos o simplemente expandiendo las paredes la cueva con diversas herramientas y fuerza bruta. Hasta que llegaron al punto en el que solo se podían ver a otros goblin cargados a más no poder con carne y otras cosas, se dirigieron a los pasillos más profundos de la cueva, donde la luz del sol que hasta hace un poco iluminaba toda la entrada de la cueva desapareció, llegando a una fría y amplia habitación en lo que parecía lo más profundo de la cueva. Ahí estaban siete figuras posadas en la oscuridad, posando contra las paredes de tierra, un par más de sobre rocas cercanas parecían haber estado discutiendo sobre algo antes de la llegada de los goblin que llevaban el botín de caza.
Había uno de ellos que destacaba entre todos los demás que ya se encontraba en la habitación, un goblin que alcanzaba el doble de alto que los demás, sentado en lo que parecía una un trono tallado en madera o un tronco muy grande para para poder sentarte. Se encontraba comiendo, o más bien devorando un trozo de carne crudo, desgarrando la carne de los huesos con sus colmillos como animal.
Susurros y gruñidos se hicieron entre las bestias que se encontraban a la espera de algo.
Entre la oscuridad salió un goblin con las mismas pintas que el viejo posándose con un bastón idéntico al de Marvel a un lado del trono de madera. Éste levantó su brazo dando algún tipo de señal y fue solo entonces que el silencio se hizo en la habitación, con la excepción de los gruñidos y el sonido de la carne siendo desgarrada y huesos crujiendo.
"Los botines de sus expediciones, todos…"— Exclamó el anciano del bastón.
*TUD-TUD-TUD-…*
Los goblin dieron un paso al frente y dejaron caer sus bolsos llenos de animales muertos, hiervas y objetos que podían considerar de valor a los pies de los goblin tenían delante. —"Sin duda…otro gran año…estoy seguro que con esto el evento de hoy será un éxito…" —El viejo del bastón observó con una luz de goce en sus ojos. Dirigiendo ahora su mirada para al otro goblin tan viejo como él. — "…sobre todo ustedes, no dejan de sorprenderme con todo lo que consiguen traer de vuelta".
Después de esto, los goblin detrás del viejo de bastón pasaron a inspeccionar el botín de cada uno de los grupos que estaban atrás. Dejándolos ir cuando cercioraban la calidad y la cantidad de botín con el que habían regresado.
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Una vez salieron de la cueva y viéndose bañados por la luz del sol de nuevo, caminaron ahora siendo guiados por Clay.
"S-se-señor ¿Qué fue e-eso?" —Pebble preguntó titubeante al viejo. —"No nos habían hecho una revisión así nunca, tampoco había visto a tantos grupos juntos aquí, además de que parece que todos fuimos por el mismo tipo de presa ¿Qué está pasando?"— El grupo apenas volteó a mirarlo y siguió su camino por fuera de la cueva, dentro del bosque. Pebble permaneció con una cara de confusión pero no volvió a preguntar. Caminaron un poco más hasta llegar a un pequeño claro donde la mayoría de ellos se sentaron sobre las rocas o en la tierra, mientras que Clay se dirigía a un gran montículo de rocas de dónde sacó un par de aves muertas y uno de los bolsos repleto de las presas que llevaban con ellos, junto a otros suministros. Lanza todo al centro de donde estaban todos reunidos mientras mastica una de las hierbas que sacó del bolso.
Tras unos instantes todos se encontraban comiendo todo lo que se encontraba en la bolsa, mientras que Obsidian se encontraba desplumando el ave de antes y guardando las plumas dentro de su carcaj.
El viejo Dust se encontraba comiendo la pata de un pequeño lechón cuando se levantó de repente y le dirigió una mirada a Pebble de la que todos se dieron cuenta, entonces se hizo el silencio.
"Se trata de la 'selección', niño". — El viejo rompió con el silencio con estas palabras. —"No me sorprende que no supieras de que se trata, te recogimos cuando apenas podías levantar una vara para defenderte. Límpiate los oídos y más te vale que me escuches porque no pienso repetirlo más de una vez…"
Con esto, el viejo explicó lo siguiente.
Quienes llevan a cabo la inspección de los bienes que llegan a la comuna suelen ser unos viejos a quienes llaman "Sabios", quienes han vivido más que nadie en la comunidad y han acumulado tanto conocimiento como le ha sido posible. El enorme goblin que se encontraba en medio de ellos se trataba en realidad de un "Hobgoblin", el actual líder/monarca de la comunidad que rige con mano dura, se erigió como tal tras un ritual primitivo de vencer al anterior líder en un duelo uno a uno.
En cuanto a la cantidad de grupos que se encuentran reunidos en la comuna y sobre todos los recursos que fueron traídos de regreso a esta, se trataba del "ritual de nacimiento y selección".
Los goblin pueden procrear en cualquier época del año, sin importar apenas las condiciones en las que se encuentren, pero llega esta temporada de "celo" en la especie donde las hembras pueden llegar a tener entre 3 a 5 crías por embarazo. La recolección masiva de alimentos es para llevar a cabo la etapa final de estos embarazos y que las madres tengan suficientes energías para lograr la ardua labor del parto. Tras un par de horas de su nacimiento, las crías son llevadas al centro de la comuna para ser seleccionados por los miembros que están dispuestos a criar cuantos recién nacidos quieran, para que después de pasados los meses puedan ser probados físicamente para poder asignarles un puesto en la comuna. Estos puestos pueden ser desde un simple obrero que dedicaría su vida y cuerpo a la comunidad, un cazador/recolector que cuenta con la tarea de brindar suministros y materiales vitales para la comunidad, o un guerrero que será tratado por todo lo alto, temido y respetado por la fuerza nata que posee…
"…y es básicamente eso lo que pasa, solo buscan asegurarse que la siguiente generación pueda nacer sin inconvenientes, para eso eran las criaturas picudas que nos pidieron traer…"— Pebble no hacía nada más que ver al viejo Dust y asentir levemente a medida de que este avanzaba. —"…solo es cuestión de tiempo para que comience el ritual, probablemente en la noche". —El viejo Dust terminó al igual que como cuando comenzó a hablar, abruptamente.
El joven Pebble parecía satisfecho con su respuesta, por lo que no dijo nada más y se concentró en comer lo que había tomado ya.
Entre gruñidos, peleas por los alimentos y discusiones tontas, la luz de sol comenzaba a hacerse más débil para este grupo de goblin. Junto la desaparición del sol, comenzaba un escándalo proveniente de la cueva de dónde venían.
"Ya está comenzando". — Dijo el viejo Dust entre bostezos mientras intentaba ponerse de pie y comenzó a caminar, encaminándose en dirección a la cueva. Sin darle mucha importancia los demás le siguieron.
Justo en la entrada de la cueva se encontraban cientos de goblin reunidos, rodeando toda la entrada. Cánticos y bailes nada sincronizados se estaban llevando a cabo a la luz de antorchas que se encontraban colocadas ahí.
Pasaron un par de minutos y uno a uno, unos montones de bestias sucias y apestosas a sangre salieron de la cueva hasta ser poco más de tres docenas, estos llevaban consigo un tipo de cesto a sus espaldas de los cuales salían ruidos tan insoportables como el olor que había alrededor.
—Una buena temporada, hacía tiempo que no veía a tantos como ahora…— El viejo Dust pensó para sí mismo a la vez que se acercó con el resto de su grupo.
Por último. Un enorme hobgoblin salió de la cueva, cargando en brazos a tres bebés igual de horribles que él. Hizo un breve gesto en el que se aclaró la garganta, preparándose para algo…
—"HOY. COMENZAMOS UN NUEVO CICLO". — Comenzó a gritar el hobgoblin, los goblin al escuchar a su líder solo aumentaron la intensidad de sus cánticos y bailoteaban eufóricos, provocando que sus pisadas retumbaran por todos lados. —"DONDE LA TIERRA RECLAMARÁ A AQUELLOS QUE NO SEAN CAPACES DE SOPORTAR SUS PRUEBAS. Y ELEVARÁ POR LO ALTO A QUIENES LOGREN SOBRELLEVARLAS". —Sin embargo, este escándalo no lograba opacar a los gruñidos de su líder. — "AHORA…"— El enorme líder de los goblin alzó sobre su cabeza a los bebés que cargaba en brazos.
En ese mismo momento los goblin que cargaban con los cestos los dejaron caer y dieron la vuelta, dando a conocer finalmente lo que llevaban dentro, cientos de bebés horribles que se amontonaban unos sobre los otros, llorando y chillando.
—"¡QUE COMIENCE LA SELECCIÓN!". — El líder hobgoblin dejó escapar este último rugido que dio paso a una avalancha de goblin que iban por los bebés horrendos.