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Chapter 5 - V.- Escalofríos y el sudor de un animal acorralado.

Tras el forcejeo contra las plantas y tras sobrevivir un encuentro directo contra una, el pequeño conejo se ve ahora rodeado por al menos cinco goblin. Criaturas que no solo le doblan la estatura, sino que le superan por mucho en cuanto a fuerza física.

1RA PARTE.

Fue solo entonces que los miré acercarse a mí que me di cuenta, me encontraba completamente aturdido. Tanto mi sentido del oído, olfato e incluso la coordinación de mi cuerpo se habían visto afectados tras haber estado dentro de la planta carnívora. Tantos golpes a sus paredes estomacales y el haber sido arrastrado por sus vainas me afectaron más de lo que pensé, incluso el líquido en el que cubrió me había dejado mal, no solo puedo sentir como la piel me ardía, sino que ahora estoy impregnado de un olor a cítrico tan fuerte que no puedo oler nada más.

Mierda… ¿Por qué tenía que encontrarme en esta situación justo ahora? Claro, no es como que la naturaleza esperaría que me encontrara bien para mandarme tanta mierda junta, pero al menos podría ser un poco menos cruel conmigo.

Mientras me encuentro inerte en mis pensamientos, los cinco goblin alcanzan mi posición, rodeándome.

Mi cuerpo no está reaccionando como quisiera, me pesan las patas y apenas puedo sostenerme

Uno de los goblin se acerca más a mí, al punto de que ahora sí me es posible sentir su asqueroso olor. Una combinación entre tierra, sudor y orines.

Me concentro en mantenerme de pie y no caerme, el goblin que se me acercó levantó su mano derecha, dejando ver que llevaba un garrote de madera. Se estaba preparando para darme el golpe de gracia.

¡Debo huir rápido! ¡No quiero morir, no otra vez!

No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir.

Ése mismo pensamiento corría por mi cabeza una y otra vez, y como si el tiempo comenzara a ir más lento comenzaba a percibir lo que ocurría a mí alrededor mucho más lento de lo que lo percibía. El movimiento de las ramas de los árboles, el revoloteo de las aves que se encontraban a lo lejos, también comenzaba a escucharles. El latir de mi corazón, que a pesar de la condición en la que me encontraba estaba a mil por hora sin exagerar, incluso comencé a percibir cuando esos asquerosos goblin respiraban.

Ahí estaba una vez más, a punto de perder la vida una vez más a manos del ser más feo que haya visto nunca y.

No quiero morir.

Silencio.

.

.

.

¡Kieeh!— Gritó el goblin mientras caía sobre su espalda junto al garrote que soltó de repente.

Se cubría la mejilla izquierda, mientras sangre corre esta.

Delante de él estaba un conejo que en solo un día había sido acorralado y tenido su vida en peligro más veces de las que le gustaría a cualquiera.

No pienso morir.

El conejo que por simple adrenalina era capaz de sostenerse, después de casi ser convertido en abono para plantas y que ahora se encontraba rodeado de criaturas que también lo quieren asesinar, se levantó.

Cuando el goblin del garrote estaba en posición para darle un golpe de gracia, se levantó de un salto, listo para apuñalar con su cuerno a lo que sea que se le pusiera enfrente, y por suerte para "Garrote" que logró moverse a último momento, no había acertado el golpe que iba para su garganta.

¡Ugh! ¡Esta es mi oportunidad para escapar!

Dos segundos, en solamente dos segundos sucedió todo esto, poco más poco menos. El conejo comenzó a correr hacia donde se encontraban todas esas plantas carnívoras pero no iba solo, los goblin comenzaron a darle caza, lo cuál no sería ningún problema sin tan solo uno de ellos no fuera tan rápido como para llevarle el paso.

Sin importarle que hubiese comenzado a correr entre las plantas carnívoras o incluso por encima de ellas, uno de ellos iba a menos de dos metros por detrás de él.

Puedo escuchar cómo una de esas cosas me persigue, está demasiado cerca.

­"¡Aléjate! ¡Incluso puedo escuchar cómo jadeas detrás de mí, asqueroso!"­­­­­­­­­­­— Chillé con furia. —"¡¿Qué no ves que ser veloz es lo único que tengo?!".

No escucho a nadie más cerca, a estas alturas ya debería haberme alejado lo suficiente como para perderlos de- ¡AH! ¡¿Qué fue eso?!

Pequeños objetos del tamaño de un clavo iban apareciendo a mis costados, frente a mí y uno que otro revotó contra mi cuerno mientras corría. Me estaban lanzando algo, lo suficientemente fuerte como para que se quedaran clavados entre las raíces de las plantas.

¿Te crees un ninja o algo así? Esa cosa sigue detrás de mí ¿Es que un pequeño conejo como yo vale la pena? ¡Estoy en los huesos! ¡Sólo mírame!

"¡GAH! ¡ALGO ME MORDIÓ!"—Chillé de dolor cuando uno de los objetos que Ninja estaba lanzándome logró darme.

KAHAHAHA. —Mientras que la bestia que me persigue solo se ríe.

Por un momento sentí un dolor agudo en la pata trasera derecha y sentía como lentamente perdía velocidad por esto.

Esto es malo. El bastardo me ganó en la carrera de resistencia con trucos sucios, debo encontrar la forma de terminar con esto.

*¡Tud!* —"¡Agh!". —Mientras pensaba en esto, me distraje demasiado y dejé de prestar atención al camino, provocando que me tropezara y clavándome más lo que tenía en la pata, y ahora el goblin que me perseguía me alcanzó y se quedó parado, solo observándome y también observando su alrededor por un momento.

Ugh. No le tomó ni un segundo desde me caí para alcanzarme ¿Tan cerca estabas? Ni siquiera tuve tiempo para buscar dónde esconderme.

Ya que finalmente le pude ver me di cuenta que era el más pequeño de los goblin, venía armado con un arco corto que cargaba en la espalda junto con un pequeño carcaj que llevaba pegado al muslo izquierdo y en las manos llevaba unos objetos blancos que pude reconocer de inmediato.

Estacas de… ¿hueso? No ¿se suponen que son cuchillos?

Tras darme cuenta de esto pasé a ver mi pata derecha un momento. Mi pelaje blanco ahora estaba teñido de sangre, mi sangre.

2DA PARTE.

"Ninja" y yo nos quedamos mirándonos fijamente por un par de segundos, ambos recuperando un poco el aliento.

D-debo pensar en algo para salir de esta, estoy en un callejón sin salida ¡Literalmente!

Tras reincorporarme me di cuenta que caí a las faldas un risco, dejándome sin más opción que tener que atravesar por donde está el goblin para poder escapar.

Tiempo… ¡Necesito hacer tiempo para pensar en algo!

"¿Heh?... ¿Qué te detiene? ¡Aquí estoy! ¿Insinúas acaso que ya me tienes atrapado?".— Le chillé lo más fuerte que pude.

A esta técnica la llamo "Patadas de ahogado". Si actúo de forma agresiva tal vez lo asuste y me deje escapar.

El goblin solo me miraba mientras yo daba pequeño saltos en mi posición y lo amenazaba con mi cuerno. Como era de esperarse, al final Ninja se hartó de verme hacer el tonto y se saca un cuchillo de hueso más grande que los anteriores.

No funcionó, y esa cosa es por lo menos del largo de mi cuerno, sino es que más.

¡Se me acaba el tiempo! ¡Tengo que hacer algo pero ya! ¿Correr? Imposible, tengo que pasar donde está él ¡¿Y si intento subir por el risco?! ¡No! Soy un blanco fácil, tampoco hay tierra por la que pueda escarbar ¡¿Por qué todo por aquí está cubierto por lianas y raíces?!

¡Necesito hacer algo! ¡Debo hacer algo!... ¿Puedo hacer algo?

*pi…pi…pi…* Por un momento, logré detectar movimiento delante de mí, seguido por un muy débil piar.

¿Eso es?... No parece que lo haya notado, el sonido es muy débil…

Me había llegado, ese momento eureka que tanto necesitaba. El rayo de luz que entre escalofríos logró ponerme firme otra vez para hacerle frente a mi oponente, quien ya había recuperado el aliento por completo.

¡Puede funcionar! Tiene qué.

Cruzamos las miradas una vez más. No pude evitar hacer nada más que tragar saliva y ponerme en posición.

Sería la última pelea de los dos.

.

.

.

En ese instante Ninja cargó contra mí, yo mantuve mi posición. Gracias a su tamaño logra cubrir la distancia entre los dos en un momento y yo mantuve mi posición. Pese a haber podido lanzarme uno de sus cuchillos para acabar con esto a una distancia segura, Ninja decidió venir por mí de frente, acabándome con sus propias manos. Yo mantuve mi posición.

*Crack*

¡KAAHK! ¡KAAH!.— Aúlla el goblin por la sorpresa y el repentino dolor.

Con el goblin casi encima de mí, algo desde atrás de él salió entre las sombras y lo tomó de la cabeza, intentando arrastrarlo en su dirección. Eran las lianas de una planta carnívora pero esta era más pequeñas que las demás, sus lianas eran más delgadas y finas que las otras pero tenían, eran varias pero por su tamaño solo le cubrían de la frente al mentón.

Ninja solo pudo responder con pataletas e intentando cortar tantas lianas como podía con su cuchillo.

"¡AHORA TE TENGO DONDE TE QUERÍA!".— Chillé victorioso. —"¿Qué sientes ahora que se han invertido los papeles?"

La escena. Era horrible, la criatura está chillando de desesperación, pataleando y luchando. Se ha olvidado que hace un momento estaba cazando para lograr sobrevivir. Ahora solo le importaba salir vivo de esa situación.

Esta misma escena horrorizó al conejo.

De-debo acabar con esto, es mi responsabilidad. Esta vez no fallaré.

Me posicioné justo delante del goblin que ahora se encontraba más lejos tras los intentos de la planta de arrastrarlo y cargué contra él.

Con la carrerilla que tomé y con el cuerno de frente, impacté la garganta del goblin atravesándole de un extremo a otro. Tras un par de segundos que se sintieron eternos, dejó de luchar contra las lianas de la planta y se dejó llevar por estas.

Ahora debo irme lo antes posi-

Oh no.

Ahora tenía otro problema. Me había atorado entre las lianas y el goblin, y comenzaba a ser arrastrado junto al goblin directo hacia el bulbo de una planta carnívora.

"No, no, no. No puede ser-¡Ya sé! ¡Puedo quemarlas como la última vez, así podré salir más rápido!".—Chillé por simple desesperación y enfado. — ¿Con que así se siente que se te den vuelta a los papeles? Devuélveme el remordimiento de hace un momento, bastardo.

Tras este tonto arrebato, intenté utilizar mi "cuerno mechero" una vez más, para producir chispas o calentar mi cuerno lo suficiente para que ayudara a salir, pero esto se estaba tomando su tiempo.

Esto me está costando más que nunca, no estoy produciendo tanto calor como antes. Después de haber estado abusando de mi cuerpo como lo he hecho hasta ahora, pues normal.

Lo único positivo de todo esto que con tanto peso las lianas no nos pueden arrastrar tan rápido, ¿Verdad, Ninja?

Lento pero con paso firme, todo a mí alrededor comenzaba a calentarse, después de esto el humo y el vapor no se hicieron esperar.

*pad, pad, pad*

¿Heh? ¿Habrá sido algún animal?— A medida de que me encargaba de las lianas logré escuchar algo que caminaba a lo lejos.

*pad. Pad. Pad.*

Comenzaba a escuchar cómo sus pasos eran más claros, seguidos y comenzaban a rondar más cerca de donde estaba.

Un esca- — ¿Cuantas veces tengo que sentirme así hoy? ¡Uno no debería de temblar o sudar frío tan seguido! —"¡Más te vale que no vengas para acá! ¡¿Me escuchaste?!".— Chillé utilizando mi nueva técnica.

*PAD. PAD. PAD*

Las patadas de ahogado volvieron a fallar. Esto solo provocó que los pasos se convirtieran en un trote intimidante que iba arrollando todo lo que se le atravesara.

¡Eeekk! ¡¿Por qué te buscas estos problemas tú solo, idiota?!

Tras tremendo susto, esas ruidosas pisadas fueron opacadas por el ruido de los vapores que salían de la cabeza del conejo, que en cuestión de segundos se convirtió en un apestoso humo negro.

*PAD.PAD.PAD*

Tanta presión encima, tanto que había pasado en tan solo un instante. El cuerno del conejo comenzaba a aflojarse una vez que los pasos que iban por él se encontraban a una de distancia nada segura.

"¡Hah!"— Entre chillidos, el conejo se apartó del cuerpo del goblin de un solo salto. Todo esto seguido de un gran estruendo que aplastaría el cuerpo de Ninja, levantaría todo el polvo de las cercanías y gran variedad de líquidos saldrían disparados de ahí.

A la mierda

El conejo no pudo evitar quedar petrificado tras presenciar tal impacto.

Ahora a ciegas gracias al polvo que se había levantado, y el olor a viseras que se percibía en todo el lugar no le dejaba percibir nada más.

¿Pero qué fue eso de ahora? ¿Un meteorito? Nah, el estruendo hubiera sido mucho peor, ¿podría haber sido la cosa que se me acercaba hace un momento?

¿Y si aprovecho para huir ahora? No, no, no, no. Hasta lo que pude ver antes de que se levantara la nube de polvo, caí justo donde estaba durante me enfrenté a Ninja, sigo acorralado a las faldas del risco. — El polvo poco a poco comenzaba a hacerse con menos presencia. —Quedarme aquí esperando ver una vía libre o correr entre el polvo como un loco pero sin poder ver nada. Ambas son ideas terribles pero al menos estoy seguro que la primera opción me permitiría vivir un poco más que la otra.

Y así tras un breve momento, la cortina de polvo se volvió clara.

*Plop, plop*

3RA PARTE.

Ante el conejo estaba el segundo goblin más grande del grupo, pero que era por diferencia el que mejor equipo lleva de entre los cinco.

El bastardo imponía, siendo por lo menos tres veces más grande que el conejo. Llevaba consigo una gruesa armadura de cuero que le cubría gran parte del cuerpo, junto con un par de guanteletes con cubierta de hierro. En cuanto a armas, cargaba con dos, una espada corta en su vaina que colgaba de su espalda y como su arma principal llevaba un mazo o al menos un intento de martillo de guerra hecho de piedra. El tamaño de la cabeza del martillo era de por menos del tamaño del cuerpo del conejo o incluso más grande, y pegado a su cintura llevaba un bolsa de cuero.

Semejante monstruo yacía delante del conejo y este le había lanzado un ataque que lo habría dejado muy mal de tan solo rozarlo.

¡Ahh! ¡Llegó el jefe! ¿Ahora qué? ¡Este tipo me tiene acorralado también! De segu-

*¡Splash!*

El goblin jefe había desatado la bolsa de cuero de su cintura, dio tantos tragos como le permitió su cuerpo, dejando la bolsa tan holgada que podrías jurar que estaba vacía, para después escupir toda el agua en mi dirección y alrededores, dejando todo empapado.

"¡Ggah! ¿Pero qué te pasa? Me entró en la b-". —Aprovechando que conversaba conmigo mismo, el Jefe cargó contra mí, alzándolo sin problemas el enorme martillo.

*CRASH*

Gracias a lo distraído que estaba apenas y logré verlo justo cuando lo tenía por encima de la cabeza, pudiendo esquivarlo por simples reflejos.

¿Pero qué me está pasando ahora? No puedo distraerme, debo tener mi vista clavada en é-

Jefe no planeaba darme un momento para pensar, se me lanzó una vez más, golpeando el suelo justo en mi posición, aunque esta vez había sido capaz de verlo venir.

*CRASH*

¿Eh? —Tras los dos golpes del martillo. — ¡Eh! —Logre darme cuenta de algo.

No hay polvo en el aire, ¡ni siquiera una mota!... ¡Bastardo listo!

Las raíces del suelo ahora se encontraban empapadas, el agua que les cayó hace un momento fue suficiente como para que los restos de tierra se filtraran hasta una capa firme de tierra. Pero había algo más aquí, una salida.

"¡Pero no lo suficiente!"—Chillaba mientras me lanzaba donde el martillo había impactado, esperando que este hubiera atravesado las raíces lo suficiente como para llegar al suelo de tierra. Así podría utilizar el "cuerno taladro" y escapar de una vez por todas.

A lo que Jefe responde dándole una patada que lo manda a chocar contra la pared del risco en el que se encuentra acorralado.

Si… eres bastante listo…

Jefe solo dejaba mostrar una asquerosa sonrisa de orgullo, preparándose para atacar con su martillo otra vez.

"¡Estoy listo!"—Chillé mientras comenzaba a correr.

*CRASH*

¡Ahora!

Esta vez corrí al lado de Jefe para huir mientras se reincorporaba, y una vez más me mandaron a volar de una sola patada.

El goblin había utilizado el asta y la cabeza del martillo como contra peso, haciendo algo parecido a una serie de abdominales de bandera, logrando alcanzarme en pleno escape.

El impacto fue tal que casi deja inconsciente al conejo, que ahora estaba aturdido y luchando por recuperar el aire perdido por el golpe.

Kehehe. —Jefe no hacía nada más que mirarme por encima del hombro, se estaba divirtiendo. —"¿Qué es tan *huff* gracioso, bastardo? *huff* ¿Crees que ya me tienes?— Chillé enfurecido, tratando de recuperar el aliento.

"¿Quién te crees que eres con *huff* tu gran martillo, eh? ¿Será que estamos compensando algo aquí, amigo?" —Chillé tan fuerte como pude a Jefe mientras comenzaba a amenazarlo con el cuerno. Él solo comenzó a alzar el martillo una vez más.

Como si el conejo hubiera perdido cualquier sentido de sentido común que le quedaba, se abalanzó sobre el goblin tan rápido como su cuerpo aún se lo permitió. Esta vez ganando la carrera contra Jefe.

*TUD-CRASH*

El martillo de Jefe había golpeado el suelo, mientras que el conejo logró golpear la armadura del

goblin en el pecho, ésta siendo lo suficientemente gruesa como para poder rechazar los esfuerzos del conejo por apuñalarlo pero logrando empujarlo, haciéndole caer sobre su espalda.

¡Kyyiiii! — Jefe chilló por un momento. — "¡Bastardo *huff* intentaste asesinarme! ¡Tú y los de tu tipo! ¡TODOS LOS DÍAS DESDE QUE HE LLEGADO A ESTE *huff* ASQUEROSO MUNDO! ¡Ya no los soporto!" —Los ruidos de animales y el sonar de las ramas de los árboles habían sido remplazados por los gruñidos de un goblin y los chillidos agudos de un conejo.

Jefe pese a no poder entenderle, podía ver que ahora se enfrentaba a un animal que fue orillado al límite.

Tras su ataque fallido, el conejo comenzó a morder y rasgar la pechera de cuero que llevaba Jefe, arrancándole varias tiras y así dejando gran parte de su torso al descubierto, alcanzando su pecho finalmente. Para el conejo había dejado de ser una batalla por su supervivencia, esta vez quería asesinar a Jefe a lo que este solo podía retenerlo de que le mordiera el cuello, estrangulándole y empujándole.

¡KAAH! — Gruñía el goblin mientras le arrancaban trozos de piel a mordiscos.

Jefe no se quedaría simplemente de brazos cruzados. Tomó al conejo por el cuerno y lo arrojó tan fuerte y lejos como le fue posible, arrancándose un gran trozo de piel que el conejo aún tenía en el hocico.

El conejo al caer recibió una alerta de su cuerpo. Un dolor horrible recorría su pata su pata trasera derecha, el dardo de que Ninja le había lanzado ahora estaba adentro de su cuerpo por completo.

Ghh… Mierda, mierda, mierda. Esto comienza a doler como el carajo, necesito acabar con esto rápido y huir.

Con la intención de acabar con todo comencé a calentar mi cuerno con mi habilidad de mechero pero esta vez, poniendo cada fibra de mi cuerpo para lograr concentrar el calor más rápido.

Jefe logró reincorporarse sin dificultades apenas, estaba usando su mano izquierda para hacer presión en la herida que sangraba más, mientras que con su mano derecha tomaba el mango de la espada que había estado colgando en su espalda. Sangre de goblin cubría a ambas criaturas, ahora ambos se veían como un obstáculo para el otro, una amenaza que debían eliminar para poder estar a salvo.

Las chispas volaban del cuerno del conejo, el cual ya comenzaba irradiar un gran calor y distorsionaba el aire a su alrededor.

"Eso no va a ser suficiente, ¿verdad?" — Sé estado utilizando el mechero demasiado este día ¡pero en verdad lo necesito ahora mismo! Lo que hice cuando me atrapó la mandarina gigante… ¡Incluso cuando tuve que pelear contra el slime! ¡Necesito hacerlo por lo menos una vez más!

Podía sentir como si los ojos quisieran salirse de sus cuencas de tanto esfuerzo y concentración que le ponía mi frente, así fue como el cuerno comenzó a tomar un color rojo vivo.

¡Keeh! — "¡GAAH!"— Gruñeron ambas criaturas mientras cargaban una contra la otra.

El goblin optó por tajar con su espada, realizando un corte vertical desde abajo. Lo cual no fue nada efectivo, su espada se había atorado entre las raíces mientras realizaba el corte desde abajo y el conejo ahora se encontraba a una distancia muy peligrosa de él.

¡Kraaakh!— Aulló el goblin, golpeando al conejo con una potente patada frontal, mandando a volar al conejo por encima de su cabeza.

...

¡¿Desde cuándo los conejos vuelan?! Me- ¿Me desmayé? ¡Mi cuerno! Sigue que arde, perfecto.

El conejo que perdió la conciencia brevemente después de recibir esa patada, logró recuperarse cuando se encontraba en lo más alto de su trayectoria en el aire.

Sigues ahí, bastardo.

Jefe estaba en tierra, esperándole en tierra, con espada en mano, preparado para partir al conejo en dos cuando tuviera la oportunidad. Solo dos metros los separaban, después fue solamente uno.

El goblin lanzó su ataque y el conejo también.

El conejo apuntando a la clavícula izquierda, mientras que jefe realizó una vez más un corte vertical desde abajo, esta vez asegurándose de no atorarse con nadie esta vez.

Ni un alma que los viera o que pudiera intervenir a favor de ninguno, solo ellos dos, de quienes pronto quedará solo uno.

*CLANK-CRAG*

Impacto. El choque entre el frío hierro y un cuerno ardiente, ambos peleando por sobrevivir, así como uno de estos dos llegando a su punto de quiebre.

La espada corta del jefe supera al cuerno de conejo sin problemas atravesándolo, o más bien, rompiéndolo y fallando su objetivo.

Con la fuerza de gravedad de su lado, el conejo logra llegar a su objetivo, tal vez su trayectoria cambió gracias al golpe con la espada pero su objetivo aún seguía ahí. Con el resto de su cuerno aun ardiendo, se clavó muy cerca del pecho de Jefe y gracias a la inercia todo su cuerpo fue jalado hacia abajo, realizándole un corte de pecho a abdomen a este.

El olor a carne quemada comenzó a esparcirse, mientras que un segundo después de esto Jefe había muerto. El conejo había salido victorioso una vez más.

La espada corta del jefe supera al cuerno de conejo sin problemas atravesándolo, o más bien, rompiéndolo y fallando su objetivo.

Con la fuerza de gravedad de su lado, el conejo logra llegar a su objetivo, tal vez su trayectoria cambió gracias al golpe con la espada pero su objetivo aún seguía ahí. Con el resto de su cuerno aun ardiendo, se clavó muy cerca del pecho de Jefe y gracias a la inercia todo su cuerpo fue jalado hacia abajo, realizándole un corte de pecho a abdomen.

El olor a carne quemada comenzó a esparcirse, mientras que un segundo después de esto Jefe había muerto. El conejo sobrevivió por los pelos una vez más.

Ugh, la cabeza me está dando vueltas... Creo que fue demasiada magia en un solo día para mí.

El conejo se hizo una rápida revisión para asegurarse de que estaba bien. -"Si es como los cuernos de animal en mi otro mundo entonces debería de volver a la normalidad en un tiempo." -Chilla tras revisar el estado de su cuerno, entonces pega un gran suspiro cuando voltea a ver a su pata. -Esto comienza a doler como el demonio, espero que esto no se vaya a infectar o toda esta pelea habría sido para nada.

Procedió a dar la vuelta sobre su propio eje para salir del callejón sin salida en el que lo habían metido y entrar al bosque de nuevo.

El conejo comenzó a pasar entre las plantas carnívoras, envolviéndose en ése olor a cítrico tan característico una vez más, teniendo cuidado de no pisar el gatillo de alguna planta. Fue entonces que paró en seco, escondiéndose detrás de las raíces que estaban por todos lados.

A un par de metros de donde estaba se encontraban dos de los goblin. Estaba abriendo uno de los bulbos de las plantas y de ahí sacaron a Ninja muerto, su piel se había hecho casi transparente, sus ojos habían desaparecido por completo dejando solamente sus cuencas vacías y al final de sus extremidades les hacía falta un trozo. La planta lo había comenzado a consumir.

Eso me habría pasado a mí de no haber salido rápido, ¿eh?-Me perdí en mi cabeza, pensando en lo que me habría pasado a mí por un momento. Hmm. ¿No eran tres los goblin que hacían falta? —"¡HEY! ¡QUÉ CARA-!"

Algo tomó del cerno al conejo y lo alzó en el aire. Los chillidos y el forcejeo no se hicieron esperar y este alboroto alertó a los demás de su presencia.

Viéndose una vez más en problemas, el conejo recurrió a garras y dientes para liberarse, lo que resultó ser efectivo logrando morderle los dedos al goblin que lo tomó en brazos.

El conejo no perdió el tiempo y se echó a por patas, ignorando por completo su pata lastimada y los gatillos de las plantas carnívoras. El trío de goblins no perdieron el tiempo para perseguirlo.

Mierda, mierda, mierda ¡Otra vez no! ¡Por favor, dame tiempo de hacer eso! —Con una de sus patas en mal estado, el conejo sabía que no lograría ganarles a los goblin en una carrera larga en medio bosque, por lo que inmediatamente regresaba sobre sus pasos al callejón sin salida del que tanto luchó para salir, ahí se encontraba su única oportunidad.

Al regresar a ése lugar, los tres goblin no pudieron evitar pararse un momento al ver el cadáver de Jefe en el suelo, dándole una ventaja importante al pequeño conejo quien siguió de largo, dirigiéndose a uno de los agujeros hechos por el martillo del goblin jefe, donde comenzó a escarbar tan rápido como podía, ayudándose de todo su cuerpo. Intentaba utilizar su "cuerno taladro" pero este no estaba reaccionando bien pues apenas podía aflojar una pequeña cantidad de tierra con este.

El goblin de la cicatriz en el hombre y el más grande del grupo fue el que regreso primero del shock de ver a su jefe muerto. Tomó la espada de Jefe y fue corriendo a donde estaba el conejo que ya se había hundido en la tierra por completo pero aún se encontraba bastante cerca de la superficie.

Tras ver esto, Cicatriz comenzó a utilizar la espada a modo de piqueta y comenzó a escarbar con esta, intentando alcanzar tomar al conejo, lo cual no le tomó demasiado tiempo.

Una vez lo tuvo a su alcance se dio cuenta de un brillo suave que venía de adentro del túnel, el cual solamente ignoró y le lanzó una estocada al conejo con la punta de la espada, el cual fue interceptado por un barricada de tierra que salió de la nada, haciendo que la espada golpeara el techo del túnel, después de esto ya no se lograba escuchar la respiración agitada del conejo o sus intentos desesperados de escarbar solamente con sus patas. Para cuando Cicatriz removió la tierra que apareció de la nada, el conejo ya no estaba ahí, en su lugar estaba un túnel largo y profundo.

"¡NO SÉ QUÉ ACABA DE PASAR *huff*, PERO ESTOY MUY CONTENTO DE QUE ME PASARA A MÍ! *huff*". —Chillaba el conejo de alegría mientras atravesaba la tierra con gran velocidad. Su cuerno taladro había tornado ese brillo leve a un intenso brillo de color marrón.

Ahora que lo pienso ¿a dónde me dirijo? No es cómo si aquí abajo tuviera... el mejor sentido de orientación... —El conejo comenzaba a resentir el esfuerzo físico, además de que no llegaba el aire a donde estaba. —Ugh. Mi cabeza da vueltas otra vez... salir de aquí rápido.

Tan eficiente como su decadente cuerpo se lo permitió, el conejo escarbo y escarbo sin seguir una dirección o sin saber el tiempo que llevaba ahí abajo, y finalmente.

*TUD*

Atravesó la pared de roca, donde fue recibido por aire fresco y la luz de un sol que se estaba por ponerse.

Ah... Finalmente...-El conejo suspiró finalmente con alivio mientras todo el peso de su cuerpo, su estrés y la tensión de un solo día le caía encima. —Hah... ¿Quién lo diría? No puedo moverme, digo ¿quién sería capaz a estas alturas? —Sus intentos de ponerse de pie para buscar refugio fueron en vano, su fatigado cuerpo había dejado de responderle y los párpados le pesaban cada vez más.

A lo lejos, una sombra estaba a lo lejos, se acercaba. No era la sombra de algún goblin pues había una gran diferencia en tamaños, esta era enorme en comparación.

El conejo ni siquiera intentó huir esta vez ya que era inútil, solamente se quedó quieto, mirando a la sobra fijamente y observando como su figura crecía con medida que se acercaba, hasta tenerla justo enfrente, donde se agachó y se puso casi a su nivel.

"Heheh... Buenas *huff* tardes. ¿De casualidad no sabe *huff* si estoy cerca de Albuquerque?" —Tras esto último el conejo cayó noqueado por su propio cuerpo y sus gritos exigiendo reposo.

FIN DE CAPÍTULO 5.