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Chapter 55 - Un mal día - Parte 2

Las actividades del club habían terminado.

Pase el resto del día siguiendo mi nuevo entrenamiento personal que consistía en cegar mis ojos para que mis otros sentidos se desarrollen.

Al principio le tuve una cierta curiosidad, de hecho pensaba que podría ser divertido, ya que era algo que no había intentado. Sin embargo, luego de varios minutos llego a ser agobiante.

No porque creyera que era ridículo, sino porque pensándolo un poco más.

Si mi vista era mi mayor fortaleza, ¿Por qué no hacer un entrenamiento en el que me ayude hacerla más útil? No lo sé… tal vez lo estoy pensando demasiado y quizás el entrenador ve algo que yo no.

De todas maneras es el primer día, me dijo que entrenara en mi casa y me dio la venda para los ojos.

Supongo que no faltaran las preguntas por caminar con esto en la casa…

Pensando en esas cosas, estaba en los vestíbulos del gimnasio cambiándome para ir a casa, mañana es fin de semana, así que aprovecharé ese tiempo para practicar.

Cuando estaba a punto de irme, la tranquilidad acabo cuando unos estudiantes entraron.

-¿Sabes? ¡Una chica estaba rondando cerca del gimnasio, y no era cualquier chica, era Sara Araroza!

-¡Yo también la vi, ¿crees que está interesado en alguien?! ¡Talvez debería pedirle para salir una vez!

-No seas ridículo. Ella es la hija de la directora, si intentas joderla podrías terminar expulsado.

Una discusión se empezó a extender por toda la habitación.

Era tan ruidoso que hasta yo podía escucharlo. Parece que estaban hablando de mi compañera de clase.

Así que es hija de la directora de la Academia…

Viendo como es y cómo actuaba, no me dio esa impresión, bueno, tampoco hablamos mucho y nunca pregunte.

De igual forma, eso no importa.

Cerré el casillero y salí de allí.

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Al día siguiente.

Era fin de semana, por lo que no había actividades escolares. Aprovechando este tiempo de descanso.

Una belleza que llevaba una ropa casual de una blusa blanca y falda corta de color negro, junto con un bolso en su espalda. Tenía una figura esbelta, además de una linda apariencia, se trataba de Sara Araroza.

Caminaba por la ciudad de Nix. Con una expresión indiferente reviso los mensajes que había en su teléfono.

-Supongo que es por aquí…

Habiendo quedado para verse con sus dos amigas, caminaba por los suburbios cerca de la calle principal, que es donde está repleto de restaurantes y una gran variedad de tiendas.

Llegando a la parte noreste de la calle que es donde se habían acordado el punto de encuentro.

Luego de llegar al lugar, comenzó a caminar por el área. Intentando perder el tiempo hasta que llegaran sus amigas, no pudo evitar fruncir el ceño.

¡Esto en serio es una molestia!

Sara no pudo dejar de suspirar por dentro mientras pensaba en lo que ocurrió el otro día.

¿Por qué no puedo sacarme ese idiota de la cabeza? No es mi culpa que le pasen esas cosas, ¿verdad?, seguramente el mismo se lo buscó, de eso estoy segura… o tal vez no… ¡Maldita sea…!

La cara de Sara estaba pálida mientras recordaba la imagen de Ryuji cubierto de heridas. Heridas que sin duda parecían dolorosas.

Que solo el hecho de recordarlas le hacía revolver el estómago.

Sus pensamientos se amontonaban y la distraía de todo lo demás, ignorando a las personas a su alrededor.

¿Por qué no dijo nada…? ¿Es por aquello que dije? ¿En serio se creyó eso? No puedo creerlo... sí, creo que lo hizo… ¡Mierda! ¿Por qué…? ¿Por qué no me dijo que le estaba pasando eso…?

-Oye, tú-

De hecho, ahora que pienso en esto. Si me lo hubiera dicho, ¿Qué le habría respondido…? Supongo que no haría nada… y entonces él aún seguiría pasando por eso. Solo me estoy preguntando esto porque lo vi por mí misma… así que…

-¡Oye…!

¿Qué debería hacer?

-¡La chica rubia-!

-¡¿QUÉ?!

-¡Whoa! Pero que susto…

Unos chicos habían estado llamando a Sara desde hace un buen rato mientras se paseaba por la calle. Ella estaba tan concentrada en sus pensamientos que la hacía ignorar todo lo demás.

Un pequeño grupo de jóvenes se habían interesado en Sara, por lo que querían hablar con ella, pero al ver que los ignoraba siguieron insistiendo hasta que reaccionara.

Sara tenía un rostro agrio y respondió con hostilidad, algo que tomo por sorpresa a los chicos. ¿Quién pensaría que un rostro tan lindo se volvería así?

De inmediato, Sara les habla con frialdad.

-¿Qué es lo que quieren? Estoy ocupada.

-No es mucho, solo te vimos caminando sola y quisimos preguntar si querías salir con nosotros, vamos a ir una fiesta cerca de aquí, ¿Qué dices?

Sara frunció el ceño por un breve momento cuando esos chicos aparecieron de repente. Y por lo que dicen, parece que son muy insistentes y molestos.

Con la misma actitud les responde.

-No. Estoy esperando a alguien, así que no.

-Es así. ¿Quiénes son? ¿Es tu novio?, ¿o quizás tu amiga? Si es así, podemos esperar juntos.

Naturalmente, ella era más calmada en estos casos.

No era la primera vez que alguien intenta ligar con ella. Pero en esta ocasión su estado emocional no estaba en su mejor momento.

También se sintió agradecida de haber respondido lo que dijo antes.

Si hubiera mencionado que estaba esperando a sus amigas, las estaría metiendo en ese problema y les daría más razones para seguir acosándola. Sin embargo, estas personas parecían no estar tan convencidos.

Así que eligió salir de ahí lo más rápido. Y se comunicaría con sus amigas para cambiar sus planes para otro momento.

Con eso en mente, de una forma fría les responde.

-Eso no les incube. Adiós.

-Oye, espera un momento…

-¿Uh…? ¿Qué estás haciendo?

Sara se sorprendió al ver que su brazo fue sujetado de repente. Ella miró indignada al darse la vuelta y ver a los sujetos que empezaron a tener miradas maliciosas.

El sujeto que aún la sujetaba del brazo comenzó apretar su agarre más fuerte y acercándola más a él, agarrándola por el torso con su otra mano, casi abrazándola.

Sara intentó oponerse lo más que pudo, pero fue inútil al compararse con su fuerza.

Comenzando a entrar en pánico al ser tocada de esa forma.

-No sé por qué actúas así cuando te vistes de esa manera. En serio ¿Quién te crees que eres?

Fue lo que dijo el sujeto que la sujetaba, mientras que los otros tres chicos que lo acompañaban empezaron a rodearlos como si fueran una pantalla.

Sara lo fulminaba con sus ojos con odio, pero no podía hacer nada. Incluso si pedía ayuda tenía el temor de que algo peor pudiera causar.

El miedo la hacía temblar y nublaba su juicio, mientras que el sujeto acercaba su cara a la de ella poco a poco.

¡Va a besarme!

Su voz gritó en su mente, haciendo que su cuerpo reaccionara.

-¡Noooooo!

-¡AGH!

Sara chocó su frente con la nariz del sujeto haciendo que la soltara y callera al suelo.

La fuerza del golpe hizo que la sangre brotara de la nariz del sujeto. La ira comenzó a brotar en su pecho, dándole una mirada de cólera y odio hacia Sara.

-¡Maldita perra…!

-¡Oigan ustedes, ¿Qué creen que están haciendo?!

La voz de una de las personas cerca de ahí se escuchó.

-Hah ¿quién es?

-Parece que es un camarero…

-¡Pues dile que se vaya a la mierda, estoy ocupado aquí!

El chico rugió de ira y mando a uno de sus compañeros que alejaran a cualquiera que intentara acercarse.

Sasha, con una expresión pálida por el peligro que sentía, en el suelo miro como se acercaba el sujeto.

Pero entonces…

-¡UGH!

-¿Eh?

El sujeto se paralizó por un momento al ver el cómo su compañero estaba volando sobre él, cayendo en el suelo inconsciente.

Sin palabras que decir. Solo caras de confusión y duda fueron enviadas a la persona que se acercaba a ellos con una escoba.

La persona que había mandado a volar a ese sujeto. Vistiendo un atuendo formal de un restaurante, de pelo corto de color negro y unos lentes, junto con pequeñas heridas en su rostro.

-¡Este es un lugar público, no hagan nada que ahuyente a los clientes! Ya de por sí estoy lleno de trabajo.

Hablando en un tono calmado pero irritado.

El chico los miro con una expresión indiferente a las personas que hacían un alboroto.

Las miradas incrédulas se mostraron en las caras de los sujetos, intentando comprender lo que estaba pasando.

En cuanto a Sara, al ver a la persona que había aparecido. A pesar de su apariencia lo había reconocido.

¡¿Narukami?!

-Si entendieron eso, entonces vayan a otro sitio.