Comenzando nuevamente otra semana de clase.
Había pasado mis días libres usando la venda de los ojos, cuando me la quite al venir a la Academia no note ningún cambio notable, más allá de deslumbrarme por la luz del sol al estar tanto tiempo a oscuras…
Pero como dijo mi abuelo, solo debo darle tiempo. En fin, parece que llego temprano y el resto de mis compañeros de clase aún no habían llegado.
Debería de ordenar las cosas del salón, mientras tanto, una de las cosas de ser presidente de la clase que ya estaba acostumbrado.
Mientras lo hacía, un estudiante que acababa de entrar al aula me saluda.
-Buenos días, Narukami.
-Hola, Collins, buenos días. ¿Hiciste tus deberes?
Más y más personas empezaban a llegar, y una de ellos era mi amigo Collins. Últimamente, hemos hablado con más naturalidad que al principio, casi siempre era yo el que tenía que saludar primero, pero esta vez el tomo la iniciativa. Me sorprendió.
-S-Si… pero aun algunas que se me hicieron difícil entender…
-¿Quieres que te ayude? ¿Podemos estudiar juntos después de la primera clase si quieres?
-¡C-Claro…! Y, perdón por las molestias…
-Descuida, no es molestia.
Aparentemente, aún guarda esa inseguridad incluso conmigo, bueno, así es él.
De pronto, unas chicas se acercaron a nosotros.
-Oye, tú, tenemos que hablar.
Una chica de cabello negro me apunto con su dedo con una expresión fría.
Parecía muy molesta.
-¿Qué necesitas…? Tú eras…
-¡Soy Lucy, la amiga de Sara! ¡Bastardo, ¿qué fue lo que le hiciste?!
-¡¿Ehhh?!
Tanto Collins como yo estábamos anudados por la repentina acusación.
La ira iba dirigida a mí, pero mi compañero aquí al lado parecía tener una sensación de déjà vu.
Si yo fuera él, me alejaría un poco…
-P-Primero calmémonos un poco si…
Miro a los lados y todos nos estaban observando. Lo mejor sería hablar en otro lugar que no sea aquí.
Pero entonces la otra chica a su lado me cierra el paso con agresividad.
-¡No! ¡Responde la pregunta! ¡Fuiste la última persona con la que Sara estuvo, ¿Qué fue lo que ocurrió para que Sara llorara?!
Mostrándome destellos de un comportamiento de desprecio, parece que no van a dejarme ir así como así.
Si recuerdo bien, ellas dos son las que siempre están con Araroza.
La que hablo su nombre era Gabi Lisher, cabello corto, rubio, aparentemente teñido por los varios tonos de degradado hasta sus puntas.
La de cabello negro probablemente teñido también no estoy seguro… su nombre era Lucy Yers.
Lo que si estaba seguro es de que ambas chicas son lindas, tenían una apariencia similar a la de Araroza, me refiero al uso de accesorios que cargaban, incluso viéndolas de cerca, podía notar con mayor claridad su maquillaje y las pestañas postizas.
Pero en este momento parecían querer matarme…
También dijeron algo curioso sobre Araroza.
-¿A qué se refieren con llorar…?
-¡¿Ahora actúas como que no sabes?! ¡Hijo de puta, te voy a matar!
-¡Ah, espera Lucy! ¡Si lo matas no sabremos qué paso, aguanta solo un poco más!
-...
Los murmullos de la clase se hacían más fuerte… es comprensible viendo lo que ocurre.
De toda manera, debo empezar a hablar, alargar más, esto será malo para todos.
-Ese día… Araroza estaba teniendo un problema y yo solamente la ayudé, ella se contactó con ustedes, ¿no?
Preferí no decir que fue atacada por esos tipos para evitar los rumores extraños, y también estoy seguro de que ella se comunicó con ellas cuando estábamos en el bar.
-Ya veo… eso es verdad.
Gabi parecía haberse dado cuenta y comenzaba a calmarse, de las dos parecía la más accesible.
En cuanto a la otra…
-Ummm… ¿Y después que paso?
-Eso…
Con firmeza me lanza una mirada afilada, cruzando sus brazos haciendo resaltar su pecho, parecía que esto no acabara hasta que no escuche todo lo que paso, una respuesta vaga no la complacerá.
Recordé lo que paso, cuando Araroza me contó la verdad sobre lo que hizo.
Lo que sentí en ese momento ahora era una molestia que me hacía sentir mal y cerraba mi garganta.
Hice llorar a Araroza por lo que dije. No esperaba que eso pasaría… ¿o tal vez si?
En serio… ¿Esta es la clase de persona que soy?
-Lo siento… talvez fue mi culpa que ella se sintiera así…
Me disculpé… creo que es lo correcto, no estoy muy seguro.
-Lo sabía…
-¡…!
La chica de cabello negro se acercó y me sujeto de la camisa para darme lo que podía ver, iba a ser una bofetada.
¿Qué debería hacer en esta situación…?
Cuando estaba a punto de ser golpeado. En la entrada apareció otra persona.
-¡Buenos días a todos!
Entrando como un destello de luz que se asoma después de una tormenta. Araroza entro con una expresión animada y orgullosa saludando a todos.
-¿Uh?
Todos quedaron pegados en ella, yo incluido. Al ver la escena en la que estábamos lanzo una mirada que decía, "¿Qué está ocurriendo?"
Pues hablamos de ti…
-Lucy, Gabi, hola… ¿Qué están haciendo?
-A-Ah verás, Sara… nosotras…
Cuando Araroza me vio siendo sujetado por una de sus amigas, comenzó a preguntar.
Lisher intento responder, pero los nervios parecieron afectarle. Supongo que esto estaba pasando sin que Araroza estuviera enterada.
Aun así, la otra chica no me soltaba, peo rápidamente le dirige la palabra.
-Llegas justo tiempo, Sara. Este tipo admitió que es su culpa por lo que te paso.
-¿Es así…?
Con frialdad dijo esas palabras, al fin me había dejado libre y se aparta para que Araroza hable.
Cielos… debe ser bueno tener amigos que peleen así por ti, ¿no?
Acercándose con una cara expectante, parecía muy normal, y entonces…
-Buenos días, Narukami. Está haciendo un buen día, ¿verdad?
-….. ¿Ah?
-¡¿AH?!
No creo haber escuchado mal, de hecho ninguno lo hizo. La clase pareció llenarse de" ¿Ah?", incluso estaba sonriéndome… ¿Me van a matar después?
-Ummm ¿Qué pasa?
Siguió mirándome mientras me habla.
-Nada… ¿Estás bien?
-¿A qué te refieres? ¿Acaso debería no estarlo? ¿Te ocurre algo malo?
-La verdad ya no estoy tan seguro.
-¡Sara! ¡¿Qué pasa contigo?! ¡¿Solo le dirás eso?!
Yers parecía estar enloqueciendo, al igual que yo. Parece que no esperaba esa reacción por parte de Araroza, al igual que todos…
Pero ella, sin cambiar de ánimos, la mira con simpatía.
-Lucy, te dije que no era nada, ¿verdad?, no hay por qué exagerar las cosas más de lo normal, mira, estamos haciendo una escena ¿Estás enferma?
-¡¿La única enferma aquí eres tú?! ¡Yo…! ¡Aaahhh ya no sé qué pensar ahora!
-Jejeje, eres muy linda cuando te enojas, ¿lo sabías?, venga, te invitaré un jugo más tarde.
-¡Mejor que sean dos!
Parece que Yers ha perdido su calma interior.
Araroza continuo hablando con ellas y la tensión que había empezaba a bajar. Al mismo tiempo sonó la campana y la profesora Davis entro para dar la clase.
La profesora estaba ligeramente confusa al ver tanta gente reunida y parecía querer preguntar qué pasaba, pero ignorando eso solo me echa una mirada como si quisiera que yo explicara.
Si así fuera, ¿cómo debería de explicárselo?
Una vez que las clases avanzaban, los problemas pasados parecían ya no ser importantes.
No lo tome tan en serio si la misma causa (Araroza) dice que no hay por qué seguir con eso. Aunque no es muy seguro bajar la guardia por ahora…
En fin, después de que la clase termino, como había prometido, Collins y yo juntamos nuestras mesas para estudiar. Hasta que ella apareció nuevamente.
-Narukami, ¿tengo que preguntarte algo?
-¿Uh?
Araroza se acercó, y al mismo tiempo la vista de los demás se concentró en nosotros. Quise actuar calmado, pero no pude evitar preocuparme por lo que sea que dirá.
-¿Quería preguntar qué cosa se necesitan hacer al finalizar las clases?
…Parece que no estaba equivocado.
-Tú… ¿Hablas en serio?
-¿Oh? ¿Qué ocurre? Necesitas ayuda, ¿no?, probablemente te cuesta creerme ahora, y lo entiendo… ¡Pero eso no importa ahora, ¿cierto?! ¡Solo dime que hay que hacer!
-...
Sus palabras no eran solamente palabras. Pude notar instantáneamente que se estaba esforzando en decir eso.
Esta chica ha cambiado.
-Hay que limpiar el salón y llevar los materiales de estudio a las oficinas.
-¡S-Si! Ya veo. Entonces eso haremos.
-Si…
Su respuesta fue sencilla y natural, siento que lo que ocurrió parecía aún afectarle de cierta manera. Y en cuanto a que pienso de esto… así como ella mismo dijo, no creo que importe ya.
Eso espero…
Ella se fue a hablar con sus compañeras que no dejaban de fulminarme con la vista. Eso ya es otro problema.
-Oye… Narukami, ¿eres amigo de Araroza ahora?
De pronto, Collins me da esa pregunta con una expresión tímida.
-¿Eso te pareció como una charla entre amigos?
-No lo sé… por eso pregunté.
-Siendo sincero, creo que mi vida escolar será más dura si siguen pasando cosas como estas. Pero no estoy muy seguro de cómo debería actuar ahora… por cierto ¿Alguna vez has hecho llorar a una chica?
-No…
-Eso pensé.
Creo que necesito que alguien me asesore, o me dé su opinión acerca de esto.
A pesar de que alguien diga que las cosas están bien, no necesariamente tenga que creérmelo, ahora lo sé.