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Chapter 5 - Dos Estrellas

Tan pronto atravesó el portal se encontró con un panorama completamente diferente. ¿Acaso las Runas de Teletransporte fueron creadas con magia similar a esta?

Ambos aparecieron, tal y como Kuro había experimentado hace unas horas, en medio de un gran coliseo. Esta vez, sin embargo, los asientos estaban llenos por completo, con gente emocionada gritando por doquier.

-Espero con ansias ver un buen desempeño por tu parte Kuro. Bienvenido al Gremio, querido aventurero de Dos Estrellas.

Una vez el hombre finalizó de hablar, un portal apareció frente a Kuro, y sin este poder decir nada, el portal se movió hacia él, teletransportándolo en contra de su voluntad.

Esta vez apareció en una de las sillas de dicho coliseo, quedando en una de las sillas de más atrás.

"¿Dos estrellas?" se preguntaba.

Mientras veía como aquél hombre se preparaba para hablar, el chico aprovechó y le preguntó a una de las personas que tenía al lado...

-Perdone mi interrupción pero, ¿de qué iba esto?

El joven al que le preguntó lo miró como "¿En serio viniste sin saber?" pero luego de un suspiro le contestó.

-Es un evento donde los nuevos aventureros luchan contra ellos mismos, e intentan subir su nivel. Además, es una buena manera de ganar reconocimiento y misiones privadas. Todos los grandes han participado aquí, así que mucha gente viene a observar a quienes tienen potencial.

A pesar de que parecía que tenía más que decir, el joven fue interrumpido por el hombre que había traído a Kuro hasta acá.

-Buenas tardes, les habla Aureus, el actual Gran Maestro del Gremio. Me complace anunciar que tenemos varias personas importantes en nuestra audiencia, por lo que, al mencionar su nombre, espero que se anuncien y levanten.

El hombre, a pesar de estar hablando normalmente, parecía estar aumentando el volumen de su voz. Fuera con alguna Runa o con un hechizo, era como si estuviera hablando con un micrófono.

-Vamos al grano entonces. Su alteza, Lucas Arisoki, actual rey de nuestro imperio.

El hombre hizo una leve reverencia, lo que provocó murmuros entre la audiencia. ¿Realmente estaba ahí?

Kuro por alguna razón sintió un poco de disgusto, aunque este provenía principalmente debido a lo que había pasado hace un poco.

-Buenas tardes. -respondió aquella voz de la que Kuro solo había escuchado una palabra.

Al ver de donde vino, allí estaba el rey, levantado y saludando a todos aquellos que estaban ahí. A lo lejos no se veía como alguien malo, aunque Kuro no conocía nada de él como para tener una opinión, puesto que solo conocía sobre la situación con el príncipe.

-Alan Quintash, General del Ejército, y los Tres Héroes Imperiales. -habló el hombre tras el rey sentarse.

Luego de escuchar esto, Kuro buscaba con su mirada donde se encontraba aquella persona. Realmente estaba molesto, aunque como siempre tenía en mente, no podía hacerle algo debido a su poco poder.

-Buenas tardes, como nuestro Gran Maestro acaba de indicar, soy el General del Ejército Imperial, y me acompañan los tres héroes que nos traerán numerosas victorias en el futuro...

-¡Buenas tardes! Kenta Ichikawa, ¡espero llevarme bien con todos! -exclamó Kenta, mientras saludaba con gran emoción.

-Kumiko Takada... gracias por tenerme. -susurró la tímida chica.

-Yui Sakurai, agradezco su atención. -dijo la peliverde, tras una leve reverencia.

Unos aplausos continuaron tras esto, aunque el hombre aún no terminaba.

-Y por último pero no menos importante, nuestro gran Emperador Paladín, un honor contar con su presencia.

Entonces esta persona se levantó de su asiento. No se veía como alguien de gran poder, pues tenía una altura bastante promedio y no se veía super musculoso. Además, llevaba ropajes casuales, por lo que tampoco se veía como una persona con autoridad.

Muchos murmullos comenzaron a resurgir en la audiencia.

-¿Un Emperador?

-¿Él? Pfff, que broma más pesada.

-¿Acaso el Emperador Paladín no estaba en guerra? ¿Por qué nos intentan mentir?

Sin embargo, una fuerte ráfaga de aire sacudió todo el coliseo, y de un momento a otro una gran presión acogió a todos los que estaban presentes. Su poder era tanto que se sentía como si una gran mano te tomara del cuello y apretara hasta que no pudieras respirar. Kuro era incapaz de moverse frente a aquél poder inmensurable...

-¿Hay alguien hablando mal sobre mí? -preguntó el mismo, observando a todas las personas que hablaban mal de él.

Su voz resonó en todo el coliseo, causando una reverberación continua. Por ende, aquella frase se repetía constantemente dentro de la mente de todos los presentes, y junto a su comandante voz, un gran temor fue plantado en cada uno de ellos.

-Eso pensé. Ojalá esto no sea una pérdida de tiempo. -dijo al ver que nadie respondió a su pregunta.

Entonces el mismo se sentó, dejando de emitir aquella presión, por lo que al unísono se pudieron escuchar las cientas o miles de personas presentes respirar pesadamente, intentando recuperar el aliento y la compostura.

-¡Ahem! Como siempre, las batallas se llevarán a cabo en un 1 contra 1, con aventureros de mismo Nivel de Gremio. De encontrarse victorioso recibirá una promoción a la próxima estrella. -explicaba el Gran Maestro nuevamente.

-¿Estrellas? -preguntó Kuro por reflejo.

-¿En serio estás aquí y no sabes ni eso? -preguntó el joven con el que había hablado hace rato.

-No me culpes...

-Cada aventurero es clasificado por su Nivel de Gremio, que consta de diez estrellas. Entre más estrellas tengas, más acceso a misiones peligrosas, pero con buenas recompensas. Además, puede que alguien te encargue una misión personalmente, por lo que podrías hasta negociar el pago. -explicó el joven.

-¿Entonces simplemente con ganarle a alguien subo? -preguntó Kuro.

-Todo depende del Gran Maestro. En este evento, por lo menos, sólo participan aventureros hasta la cuarta estrella. De ahí en adelante no se sube tan fácil, y hay que hacer muchas misiones con tal de ganar el respeto del Gran Maestro. Sólo con su permiso uno puede subir de la quinta estrella en adelante, así que por eso hay tan pocos con diez estrellas. -terminó de explicar.

"Ohh, entonces a eso se refería con dos estrellas. Supongo que no es la gran cosa entonces." pensaría Kuro mientras llevaba su atención nuevamente al centro del coliseo.

-Bueno, ¡sin nada más que agregar, demos inicio con las batallas! Comenzaremos con los aventureros de Una Estrella. Para comenzar, por un lado tenemos al Gigante Gante, miembro del Gremio durante dos años. ¡Démosle un fuerte aplauso! -gritó y comenzó a aplaudir, seguido de la audiencia uniéndose a los mismos.

Entonces apareció un portal al lado del hombre, por donde saldría aquella persona desorientada. Gante, además de ser un nombre raro, poseía una altura descomunal. Medía 2,48m, y junto a su gran cuerpo musculoso era la misma definición de Paladín. Incluso sin armadura parecía tenerla, y daba miedo la mera presencia de aquella persona.

-Por el otro lado tenemos al audaz Tikal. Su apariencia quizás te engañe, pero este miembro lleva con nosotros tres años y medio. ¡Denle la bienvenida!

Tras esta presentación, un portal se abrió al lado contrario de Gante, y de él saldría aquella persona. Tikal era... único. Su complexión delgada y altura baja, y sus definidas curvas te harían pensar que era una chica, pero más arriba de sus hombros estaba el rostro arrugado de un viejo en sus sesenta u ochenta. Aquel contraste era discorde en su totalidad...

Entonces, completamente de la nada, el Gran Maestro comenzó a levitar, alzándose del cielo y subiendo varios metros. Estaba a la altura de las últimas sillas de atrás, pero en el centro del coliseo, y allí extendió sus manos.

Sin amplificar su voz pronunció unas palabras inaudibles, y de un momento a otro, incontables paneles hexagonales color verde comenzaron a salir del suelo. A la redonda del campo en el coliseo, un poco más al frente de las primeras sillas, una barrera de los paneles comenzó a formarse, y aunque estos tenían color, eran bastante transparentes.

Tras unos segundos, la barrera estaría formada, tomando una forma esférica y cerrándose a varios centímetros de las manos del Gran Maestro.

-Con la barrera formada, me complace anunciar que la primera batalla del Combate por las Estrellas inicia... ¡ahora!

Dos acciones ocurrieron tan pronto el inicio fue anunciado. En los puños de Tikal se formaron dos dagas creadas con viento, brillando levemente con un verde. Por otro lado, los puños de Gante fueron cubiertos con una luz marrón, simbolizando que se encontraba usando magia de tierra en ellos. Teniendo dos guanteletes de maná, también cubrió sus pies con botas del mismo elemento.

Gante comenzó a correr hacia Tikal, demostrando que a pesar de su descomunal tamaño también era bastante rápido.

Sin embargo, de un segundo a otro, Tikal se encontraba detrás del gigante, y sin perder ni un segundo le lanzó una de sus dagas de viento.

-¡Vamos Tikal!

-¡Cuidado Gante!

La audiencia apoyaba a su concursante favorito, aunque no tenían idea de si podían escucharlos.

Sin embargo, tan pronto la daga llegó a la piel de Gante, esta simplemente rebotó, sin siquiera dejándole un rasguño.

-¡HAHAHA! Alguien de nivel uno como tú no puede hacerle nada a un nivel dos. -dijo Gante con una gran sonrisa en su rostro.

Con esa oración, Tikal simplemente deshizo su otra daga, y extendió ambos brazos a ambos lados.

Todos pensaban que estaba preparando un ataque pero...

-¿Aceptaste la derrota? Hah, que mala suerte que te toparas conmigo.

Nuevamente comenzó a correr hacia Tikal, preparando para darle un puño directamente en su cara.

No obstante, centímetros antes de que Gante llegara, Tikal abrió sus ojos, y de golpe un gran tornado apareció en la posición de Gante.

-¡Era una trampa! -gritaban con emoción los fans de Tikal.

"BOOM"

Un fuerte impacto fue escuchado a lo largo de todo el coliseo, y de un momento a otro el tornado se deshizo instantáneamente.

Bajo él se encontraba Gante completamente indemne. Sin embargo, en el suelo se encontraba Tikal, retorciéndose mientras agonizaba y escupía sangre.

-Te lo dije. Alguien como tú no puede hacerme nada...

"Así que esta es la diferencia entre un nivel nada más..." pensó Kuro al ver lo sucedido.

Gante procedió a poner su pie sobre el rostro de Tikal, este aún estando cubierto con magia, y sin esperar ni un segundo, alzó el mismo varios centímetros, y con toda su fuerza aplastó la cabeza del señor, acabando con su vida en ese instante.

La mayor parte de la audiencia desvió la mirada ante aquello, y por un momento Kuro pensó que Gante sería reprimido debido a su acción inhumana pero...

-¡El ganador es Gante! Queda ascendido a un aventurero de Dos Estrellas, así que por favor, le pido que vuelva a su asiento por el momento. -habló el Gran Maestro, y Gante tras una sonrisa condescendiente se dirigió a su asiento.

-Espera... ¿es una batalla hasta la muerte? -preguntó Kuro sorprendido.

-¿Por qué crees que no hay aventureros débiles? -contestó el hombre que servía de exposición.

-Tras unos cinco minutos para limpiar el desastre, seguiremos con la segunda ronda de Una Estrella. ¡Gracias por su tiempo! -habló el Gran Maestro nuevamente.

"Al menos solo estoy aquí para ver..." pensaba Kuro.

- - - -

En otro lugar...

-¿Lo sintieron también, no es así? -preguntó una de las personas atendiendo la reunión.

-Cómo es posible... ustedes vieron que lo había matado. -respondió el más joven.

-La Nueva Generación nunca ha sido de confiar... Dragón, más te vale que te hagas cargo. -demandó otro de los presentes.

-No se preocupe Tiempo, me encargaré de todo. -luego de este comentario, el más joven salió de la reunión.

Hablaban por un cristal esférico, que permitía comunicarse con otras personas como si se tratara de una video llamada.

Enfocándonos en el que apenas acababa de salir, este tomó su cristal con una mano, y apretó el mismo, acabando con romperlo en miles de pedazos pequeños.

-Me las vas a pagar Tinieblas... solo deja que te encuentre. -dijo para sí mismo mientras veía los pedazos en el suelo.

-¡Dragón, mi señor! El ejército ya se acerca, ¡esperamos sus órdenes! -exclamó un soldado que entró a la habitación de golpe.

-Manténganse en espera. Elemental viene con apoyo. -le diría el joven al soldado.

Tras una reverencia el soldado saldría corriendo de la habitación, y tras esto, el joven haría un pequeño silbido.

-¿Nos llamó, su alteza? -aparecieron tres personas frente a él, las tres con una rodilla, y un puño en el suelo en reverencia.

-Investiguen de dónde provino. Eviten confrontación. -ordenó el joven.

-En seguida.

Tras esto, las tres personas desaparecieron del lugar...