Capítulo 2.
En la tarde antes con el presidente Feng.
James Feng estaba molesto en su auto esperando a que llegara el Sr. Takagi hasta que volteo y lo vio hablando con la chica que lo había hecho enojar al darle la patada en su pierna, mientras James esperaba a que entrará el Sr. Takagi para saber qué hacía con la chica, le miraba con una cara que apuñalaría a cualquiera, en cuanto el Sr. Takagi entró al auto, James lo volteo a ver con su mirada.
— ¿Qué hacías con esa chica?
—Es una amiga, ya la conoce es la señorita Yagami de esta mañana.
—Con que es ella... Creé que no le pasara nada por hacerme eso, busca todo lo que traté de ella antes de esta noche. La haré pagar por pegarme y por no aceptar estar conmigo.
— ¡¿Que?! Lo rechazo, es la primera mujer que lo rechaza presidente.
Con Jane en la mañana del día siguiente.
Jane se levantó temprano para poder ir a buscar el trabajo en esa tienda, se dio un baño y se cambió rápido. Se despidió de su madre; tomó camino hacia el lugar sin haber desayunar nada, cuando llegó entró muy confiada de sí misma, mientras que un auto negro la seguía sigilosamente sin que se diera cuenta. En él, se encontraba Iker—"por qué el presidente me hizo seguirla, pensé que nada más quería su información"—.
Cuando Jane se acercó al mostrador de la tienda una chica muy amablemente se acercó y le ofreció su ayuda.
—Mucho gusto, ¿en qué te puedo ayudar?
—Hola, soy Jane Yagami y vine por el puesto de empleado.
—Puedes pasar por ahí—apunta una puerta detrás del mostrador—Soy Kelly Murata, posiblemente tu nueva compañera... Que emoción tener a alguien nueva.
—Gracias. Mucho gusto Kelly.
Jane entró en la puerta que se encontraba atrás del mostrador y se encontró una mujer con uniforme que parecía ser la dueña, ella con nervios se sentó en una silla frente a ella y sin dudarlo la mujer de enfrente empezó hablar.
—Nombre, edad, porque quiere trabajar aquí y currículo.
—Ahh... Mi nombre es Jane Yagami, tengo 24 años, quiero trabajar aquí para poder ayudar a mi madre y este es mi currículo—lo entrega—¿alguna otra cosa?
—Mhm... Bien, señorita Yagami. Su paga será de 125 dólares por mes (2,500 pesos mexicanos aproximadamente), será de 8am a 8pm y puede empezar ahora.
—Gracias...—reverencia—.
Mientras Jane salía, Kelly, quien estaba en el mostrador, sacó unas serpentinas y lo tiro arriba de Jane por felicidad de que consiguiera el trabajo, Jane estaba sorprendida pero no dudo en darle una sonrisa.
— ¡Bienvenida! Bueno, ya sabes que soy Kelly, puedes pedirme lo que quieras.
—Gracias, creo que de ahora en adelante seremos...
— ¡Amigas!
—Iba a decir compañeras, pero amigas suena mejor.
—El uniforme está por ahí, puedes cambiarte por ahí y puedes empezar acomodando algunos productos de por ahí—apunta a varios lugares de la tienda—
—Gracias, Kelly.
Jane se cambió a su nuevo uniforme, un lindo vestido que llegaba a las rodillas y era de un lindo color limón con bonitas decoraciones blancas. Aunque no se sentía familiarizada con usar vestido se le hacía decente con lo largo y lo bonito que era. Cuando Jane salió de la habitación, Kelly se le quedó viendo con unos ojos asombrados.
—Jane, te vez hermosa.
—Lo hermoso es el vestido Kelly.
Jane empezó a ordenar unas latas en los pasillos, cuando alguien entró y Kelly lo saludo, Jane quería dar un vistazo para saber quién era, así que levantó su cabeza por el estante y vio que era Iker así que decidió salir a saludarlo hasta que vio que iba con unos hombres de traje.
Ella se escondió y empezó a escuchar la plática que tenía Kelly con Iker y esos hombres.
— ¿Dónde está Jane?
— ¿Quiénes la buscan?
—Soy su amigo vengo a saludar.
—Oh. Pues hola, Jane esta por esos pasillos—apunta donde se encontraba Jane—.
—Gracias, vayan por ella.
—"Enserio Kelly es tan ingenua, debo escabullirme"—Jane salió agachada y silenciosamente sin que la vieran hasta salir se dio cuenta que alguien le tomó del hombro y era Iker con una mirada muy sonriente, tanto que daba escalofríos, ella solo sonrió con nervios sin saber qué hacer.
— ¿A dónde crees que vas Jane?
—Ahh... Yo... Yo iba a.... Tomar mi descanso.
—Jane eres mala mintiendo, llévensela.
— ¡Suéltenme, gritare si es necesario!
—Duerme…—dijo uno de los hombres de traje, mientras la hacía dormir—.
Mientras Jane luchaba por soltarse uno de los hombres le puso un pañuelo que la hizo dormir, dentro de un rato se levantó en un sofá muy lujoso que parecía ser una oficina.
Unas horas antes…
James esperaba muy tranquilo a que llegara el Sr. Takagi para poder saber quién era esa chica que le provocaba interés por el simple hecho de ser rechazado por primera vez en su vida. De un momento a otro, el Sr Takagi tocó la puerta y entró con una tableta en la mano.
—Presidente Feng tengo la información que solicitó.
—Adelante.
—Su nombre es Jane Yagami tiene 24 años, estudió hasta mitad de universidad por el fallecimiento de su padre y ayudar a su madre, lleva esos dos años buscando trabajo.
—No entiendo el problema con esta mujer, no es mi edad tengo 26 años y tampoco es su intelectual con su reputación el dinero debe ser necesario.
—Presidente Feng, cuando conocí a la señorita Yagami me di cuenta que no tiene relación con nadie y es muy apartada a la gente, no quedará la posibilidad de que no le guste usted.
—No digas tonterías, secretario Takagi, soy James Feng el joven multimillonario y apuesto de toda la ciudad X y más.
—Disculpe mi ignorancia presidente Feng—reverencia de disculpa—.
—Búscala y síguela, quiero saber qué hace durante un mes y si me interesa tendré que seguir con el siguiente paso.
—Sí, presidente.
James estaba muy atento a su teléfono por cualquier cosa que le dijera el Sr. Takagi de Jane. Cuando se estaba desesperando, recibió una llamada del Sr. Takagi, una sonrisa nerviosa e interesada se dibujó en su cara con solo saber que ya sabría más.
—Presidente Feng, la señorita Yagami empezó a trabajar en una tienda y va a estar ahí un buen tiempo.
—Ve por ella y tráela, sea por las buenas o las malas debes traérmela si es necesario duérmela, pero sin hacerle daño.
—Sí, presidente Feng.
Cuando el Sr. Takagi trajo a Jane, estaba totalmente dormida y en todo el rato James no podía dejar de verla. —"Ese uniforme se le ve muy adorable"—. Mientras James la miraba se sonrojaba hasta que vio que tenía la falda un poco levantada y con cuidado la ayudó, espero a que se levantará sentado frente a ella.
Al despertar, Jane se sentó y miró hacia enfrente, vio al presidente Feng quien la miraba fijamente. Ella se espantó y se puso nerviosa no sabía qué le iba a pasar —"¡¿qué me va hacer?! ¿Sera por lo que le hice la última vez?"—. Jane no dejo salir ni una palabra esperando a que el presidente Feng dijera algo.
—Se mi mujer por 3 meses... Te daré 5,000 dólares por mes. (100,000 aproximadamente)
—No soy ese tipo de mujer presidente Feng, será mejor que me vaya y le pido de favor que no vuelva a meterse en mi vida.
—Te daré el doble, 10,000 dólares.
—"Suena tan tentador, no, que estoy pensando"—
Mientras el presidente Feng veía como Jane se levantaba y estaba decidida a irse, le tomó del brazo bruscamente.
— ¡Es la segunda vez que me rechazas! ¡¿Por qué?!
—Usted no me interesa, presidente Feng, y no entiendo por qué quiere tanto mi aprobación... Tiene a todas las mujeres más hermosas, busque una de ellas y no moleste a la gente a quien no le interesa lo que hagas—firme y lista para marcharse—.
— ¡Escúchame bien Jane Yagami, esta no será la última vez que nos encontraremos!
Jane empujó la mano del presidente Feng y se marchó sin decir una palabra más —"lo hiciste bien Jane, ya no te molestara más y luciste muy dominante"—. Cuando por fin estaba afuera dio un suspiro largo y checo la hora aún estaba a tiempo de ir a su trabajo, las últimas 3 horas, al llegar estaba Kelly con una cara de culpa por no haber entendido nada cuando vinieron por ella.
—Lo lamento, Jane.
—Tranquila, ya no sucederá nada. Terminemos de trabajar y vamos por algo de cenar.
— ¡Bien! —sonriendo—.
Jane empezó a limpiar y acomodar los estantes, mientras Kelly ordenaba el otro lado, cuando acabaron se cambiaron ambas su ropa, compraron unas bebidas y comida para luego ir a la casa de Kelly.
Ambas estuvieron platicando un gran rato hasta que llegaron a embriagarse.
—Jane, ¿Quién te gusta?
—Nunca me lo había preguntado... Siempre estoy concentrada en mi madre que nunca me puse a pensar en otra cosa.
—Mhm... Creo que esto solo significa algo.
— ¿Qué?
—Debemos buscarte un enamorado, además, ya tienes trabajo y me tienes a mí.
—Jajá. Eso no es para mí, pero está bien. Sera mejor que me vaya.
—Bien, pero, ¿no crees que estas un poco ebria?
—Estoy bien... —definitivamente no está bien—.
Jane se levantó y tomo su bolso para irse, mientras iba caminando se estaba balanceando de un lado a otro hasta que empezó a perder la consciencia, al estar apuntó de caer al suelo vio la cara de un apuesto hombre, quien la sostuvo.
Al levantarse, Jane vio que estaba en un auto, acostada en las piernas de alguien, al darse cuenta, se levantó rápidamente y miro la cara del hombre que se encontraba con ella, sorprendida al ver que era el presidente Feng.
— ¡¿Qué hago aquí?!
—Al fin despiertas. Eres como un conejo.
—Idiota...
—Me acabas de decir idiota, a la persona que te salvo de quedarte en la calle tirada.
—Bien, gracias, pero quiero salir de aquí—aun ebria—.
—No, iras conmigo. Sigues ebria, no sabes que te sucederá si te dejo salir.
— ¡Déjame salir!
Jane intento jalar la manija del auto con fuerza, pero estaba cerrada, así que solo volteo a ver al presidente Feng con una mirada de odio.
—Deja de mirarme así, no te dejare ir. Tendrás que esperar aquí.
Jane no dijo una sola palabra más, solo volteo su mirada hacia la ventana a esperar para ver a dónde la llevaban, sin embargo, se empezó a quedar dormida y chocó su cabeza en el espejo del auto una y otra vez, el presidente Feng vio que se había dormido, así que tomó su cabeza, recostándola en su hombro.
Se dio la vuelta, dirigiendo a otro lado su mirada que estaba sonrojada. —"Está mujer no es hermosa, pero porque me interesa tanto"—.
Cuando Jane se levantó noto que estaba en una cama grande y cómoda, pero no reconocía el lugar, era muy lujoso y enorme, se acercó a la ventana para notar que estaba en un segundo piso.
Ella tenía planeado irse sin hacer ruido hasta que escucho la puerta abrirse, se escondió en una puerta que había visto, al entrar ella noto que era un baño enorme.
Mientras tanto afuera iba entrando el presidente Feng, llevándose la sorpresa de que Jane ya no estaba así que llamó a uno de sus guardias.
— ¿Dónde está?
—Estaba justo aquí, presidente.
— ¡¿La vez aquí?! ¡No!... ¡Búsquenla...! —"esta mujer es un como un pequeño conejo escurridizo"—.
—Sí, presidente.
Jane al escuchar los gritos del presidente Feng se tapó la boca para que no escuchara la respiración rápida que tenía del miedo. Intentó relajarse y mirar alrededor del baño en el que estaba; se dio cuenta de que era más grande que el departamento donde vivía, le sorprendió todo lo que había ahí.
Después de que ya había pasado un rato, decidió salir lentamente, al ver que el presidente Feng había dejado ropa limpia, Jane se sintió un poco mal, así que se acercó a la puerta de la habitación y escucho si había alguien, pero parecía que no se encontraba alguien; entró al baño para bañarse y cambiarse.
Mientras se bañaba veía la espuma que tenía la tina, lo relajada que se sentía hizo que se quedara quieta durante un momento viendo a su alrededor, al terminar decidió salir para cambiarse.
La ropa que le había dejado el presidente Feng le había quedado bien, una camisa con un conejo al igual que la sudadera, el pantalón, con unos tenis que ajustaban bien a ella, aunque le parecía un poco ofensivo que realmente le diera ropa que tuviera un conejo, se la puso, tomándolo con un chiste.