Chereads / El Primer Elegido: El Demonio Carmesí / Chapter 11 - Capítulo 11

Chapter 11 - Capítulo 11

Continúo puntualizando las reglas que deben seguir a mis súbditos,"Pero la fabricación de las máquinas de guerra no es la única prioridad en este momento, sino también la de fortificar aún más los muros de esta ciudad, la fabricación de más equipamiento para los soldados y lo último pero no menos importante,garantizar la producción de alimentos. Por el momento esta ciudad está aislada del resto de Urum, y hasta que mis tropas no consigan capturar más territorios tenemos que ir haciendo lo posible por producir la mayor cantidad de comida posible. No obstante el ejército es prioridad y por lo tanto desde ahora lo que se encuentra en los almacenes queda decomisado para asignar correctamente las proporciones de estos."

Un descontento ciudadano grita, "¡Maldito canalla, quieres matarnos a todos de hambre! ¡De ser así prefiero que terminen con mi vida ahora mismo es vez de hacerlo lentamente sin comida!"

'Mmmm, ese sujeto tiene agallas. Si se le permito lo más probable es que en un futuro sea alguien que insite a futuras rebeliones y cosas por el estilo. Pero matarle no es la solución, hay mejores métodos para solucionar los problemas. Como por ejemplo, hacer que trabaje para mí como un agente encubierto tras someterlo.'

Larz actúa impulsivamente y le ordena a un grupo de soldados, "¡Guardias, apresen a ese hombre que le voy a enseñar a respetar a nuestro señor!"

5 soldados se abren paso a empujones entre la multitud hasta capturar al hombre que dice mientras le pegan brutalmente, "Me pueden golpear hasta matarme que no cambiará el hecho de que nadie va a quedarse de brazos cruzados cuando no tengan nada en su plato o por agotarse de trabajar como esclavos para ustedes."

Larz aún más irritado dice al mismo tiempo que saca su espada, "¡Maldito infeliz y aún sigues! ¡Veremos si puedes continuar hablando tanto sin tu cabeza."

Entonces le ordena a los soldados, "Sostenganlo bien que aquí mismo voy ha acabar con su miserable vida."

Me quedo unos segundos a observar las expresiones de las demás personas y lo que puedo notar es que la gran mayoría están muy disgustados, cosa que evidencia que de yo continuar actuando de este modo eventualmente voy a acabar teniendo una ciudad fantasma después de haberlos matado a todos.

En el momento exacto en que Larz alza su espada para decapitar al hombre de rodillas frente a él, yo le pido detenerse, "Alto Larz. Yo sé que yo mismo dije que ante el más mínimo acto de rebeldía se castiga con la muerte, pero hay sus excepciones como esta."

Mis hombres liberan al ciudadano con brusquedad arrojandolo al frente. Donde este luego de sacudirse el polvo de encima me habla directamente, "Por lo visto lord Hartmund no eres tan bárbaro como pretendes demostrar. Al contrario, me das la impresión de que eres alguien muy inteligente."

Larz le pega un fuerte puñetazo mientras le reprende, "¡Maldito insolente! ¡¿Quién rayos te dió permiso para hablarle a nuestro señor?! ¡Te juro que sinó fuera porque mi lord no me lo permite, ahora mismo mi espada estuviera probando el sabor de tu sangre."

Entonces le digo a mi general, "Calma Larz, no vale la pena que te alteres con este hombre, ya después recibirá su merecido. Pero matarle solo nos dará problemas y no quiero llegar a tener la obligación de adoptar medidas drásticas."

Mi servidor responde algo más sereno, "Tienes razón mi señor. No lo merece."

Le hablo al muy maltratado sujeto y a todos en general, "Se que las condiciones que les propongo son muy estrictas y pueden hacerles pensar que quiero que todos trabajen como esclavos para mí."'Cosa que en verdad no me importa, solo deseo que cumplan mis órdenes sin cuestionar. Pero no quiero tener que someter a cada persona en este mundo, así que mejor actuar de forma inteligente para ganarme su lealtad.'"Pero no es así, solo necesito que cumplan por unos días las tareas que les mencioné y nadie saldrá herido. Después les garantizo ofrecerles un reino próspero, sin carencias de ningún tipo como el gran imperio que pretendo y voy a construir."

Una mujer me grita furiosa, "¡Este reino está muy bien tal y como es. Nadie nesecita a un tirano como tú!"

Pierdo los estribos y le arrojo mi lanza que le atraviesa el cráneo. Hago que mi arma retorne a mi mano y me expreso muy irritado, "¡¿Alguien más!?...., Observo a la multitud de un lado a otro durante unos segundos sin recibir respuesta y continúo igual de furioso, "¡He intentado ser lo más comprensivo posible y sin embrago no paran de estarme cuestionando! ¡Quiero que tengan bien en claro que a partir de ahora son ciudadanos del imperio Feuerblut,  'Nombre que creé a partir de funcionar las palabras en alemán feuer, "fuego" y blut, "sangre", el cual estudié un tiempo en el que deseaba ir a Alemania y conocer Berlín.'"y están obligados cumplir mis órdenes como su nuevo rey, quieran o no! ¡Así que comiencen a trabajar si es que valoran sus miserables vidas!"

Me bajo de la tribuna y le digo en voz baja a mi general, "Reúne a todos los niños y jóvenes fuera de la ciudad que voy hacer algo para garantizar que estás personas me sean fieles de un modo u otro."