Chapter 6 - Capítulo 6

Al ver como aquel hostil y poderoso demonio ahora está en la palma de mi mano sonrío muy agusto contemplado su intimidante apariencia e imaginándome a mi nuevo esbirro masacrando a mis futuros enemigos.

Entonces me le acerco y pregunto, "Antes que nada me gustaría saber algunas cosas sumamente importantes. Que son; en primer lugar tu nombre, porque no me gustaría estarte llamando demonio para que todos sepan lo que eres, y eso me pudiera traer más problemas de los que nesecito, ya que tu raza no tiene muy buena fama en este mundo. Después dime el rango que poseías en el ejército del señor oscuro. ¿Qué es lo que estabas esperando aquí?, y por último, si hay más como tú en alguna parte de Helment."

Comienza a responder mis preguntas con absoluta sinceridad, "Me llamo Fiamont, era uno de los ocho generales al servicio del emisario del caos Kairon para reducir este mundo a cenizas."

Le interrumpo con un breve comentario, "Pero no fue así. Los arcángeles se lo impidieron."

"En efecto, si no fuera por ellos este mundo ya formaría parte de los dominios infernales. Ya prácticamente teníamos a los humanos al borde de su extinción."

Añado a modo de broma, "Por suerte que les derrotaron, porque sino yo no hubiera tenido a quien gobernar en un mundo donde solo hay cadáveres y mucho menos haber podido reencarnar por no haber una mujer que me diera a luz." Río un poco en su cara y le digo desilusionado al ver que mi clara intención de molestarle no le surte efecto en este sujeto sin emociones, "Haberte matado y después revivir ese cuerpo sin alma de verdad que en ocasiones como esta me resulta ser bastante aburrido. Por eso quería que me sirvieras por voluntad propia, no esclavizado por mi manipulación de sangre."

Me responde con la inexistente expresividad que poseen todos los que someto de este modo, "Solo puedo decir, que ese yo de antes era un completo idiota al no querer servirle a alguien con tan fuerte como lo es usted."

"No puedo negar por muy engreído que parezca de mi parte que estás en lo cierto. Servir a alguien que va a poner a este mundo de rodillas sería lo más lógico. Pero te advierto, no me gusta que me estén adulando tanto, eso para mí es algo despreciable. Prefiero mil veces que me hables con normalidad."

"Entendido mi señor. Me limitaré a actuar como desea."

"De acuerdo.... Por favor continúa con lo que estábamos."

"A sus órdenes... Mi objetivo manteniéndome oculto en este sitio era esperar a que las fuerzas del señor oscuro vuelvan a atacar a este mundo por medio de un portal dimensional que solo se puede activar una vez a cada 3000 años, cuando ocurre un eclipse solar que dura diez días llamado comúnmente la noche de los demonios que es cuando otros dos planetas de los que conforman esta galaxia se interponen perfectamente delante del Sol y la energía mágica de este mundo aumenta considerablemente en esos días, haciendo posible la creación de una brecha dimensional para llegar a este mundo."

Me causa bastante asombro lo que me revela y entonces le digo, "Ya me preguntaba yo el porqué de que ustedes no habían retornado nuevamente después de tanto tiempo. Yo pensaba que les hacía falta algún tipo de sacrificio o artefactos mágicos que se activaran desde aquí para que pudieran venir. Me imagino que después de esos diez días el portal que los trajo se cerró y no pudieron recibir más refuerzos, factor que de seguro les influyó drásticamente en su derrota hace 2000 años."

"Fue como usted dice. Comenzamos a perder cada vez más de nuestros guerreros en cada batalla contra los humanos que a pesar de haber ganado la mayoría finalmente acabamos perdiendo en la gran batalla final de las planicies de Shestion, un terreno fangoso que jugó a favor de los humanos para que no nos pudiéramos desplazar lo suficientemente rápido como para escapar de la trampa que nos tendieron al hacer colapsar las cavernas que hay por debajo y hacernos caer en la corriente de lava que había por debajo. Mucho más de la mitad de nuestro ejército murió por ello y después atacaron por todas direcciones a los pocos que quedamos. Solo unos pocos logramos escapar, entre ellos cuatro comandantes y otros dos generales igual que yo. Después de eso me oculté aquí y no he sabido más nada de ninguno de ellos. Así que por lo tanto no te puedo asegurar que estén algunos vivos o hayan muerto a manos de los humanos y arcángeles que nos buscaban en todas partes."

Menciono con espectativa, "Yo estoy seguro que si todos eran así de fuertes como tú deben quedar más a parte de tí en algún lugar, porque no creo que ninguno de ellos se haya dejado matar tan fácilmente."

"Tienes razón mi señor. Dudo mucho que al menos los dos generales, Wulltan y Zarina les puedan haber derrotado."

"Entonces está decidido Fiamont. Después de ocupar este reino iremos a buscar a tus amigos para que se unan a nuestra causa donde quiera que estén escondidos. Que dudo mucho que con lo sanguinarios que son ustedes alguno se haya comportado de forma discreta después de tanto tiempo. Porque teniéndolos a ellos junto a mí, ni todos los reinos de Helment juntos serán capaces de hacerme frente."