Chapter 5 - Capítulo 5

Empleo mi habilidad para crear una cadena con la sangre de uno de mis aliados que acaba de ser asesinado, la misma que en cuanto brota de su cabeza recién cortada por el medio envuelve a su atacante dejándolo inmóvil y hago que se me aproxime rodando hasta mis pies. Luego me inclino para mirarle con más detalle y pienso tras comprobar que no es un no muerto de los que había eliminado cuando mis aventuras en solitario, llego a la conclusión que es algún tipo de maldición o hechizo que los transformó en lo que son.

Ahora me expreso algo decepcionado a la vez que hago que la cadena triture al hombre maldecido, "Son bastante fuertes pero no lo suficientemente." Concluyo la frase y arrojo mi lanza que dirijo por aire para que en pocos segundos atraviese uno tras otro a los más menos 20 hombres transformados.

Si estas cosas son las terribles criaturas que se ocultan en este tan renombrado lugar entonces puedo decir con absoluta certeza que estoy perdiendo mi tiempo. Pero creo que todavía es muy pronto para estar sacando tales conclusiones. Por ahora mejor revivo a todos estos y avanzo un poco más para estar seguro. Algo bastante poderoso debe haberle hecho eso a estos aventureros.

Cumplo con lo que digo y les devuelvo la vida a todos los que habían muerto incluyendo a los maldecidos que ahora también son mis sirvientes.

Tras caminar un poco más, donde para no perder tiempo, yo mismo me hago cargo desde mi posición en la retaguardia, a varios hombres como los anteriores que no paran de surgir de todas partes.

Ya harto de tanto caminar y de haber matado alrededor de 100 enemigos, estoy a punto de devolverme, cuando percibo una presencia muy fuerte que hace que mi arma sagrada me alerte de ella.

'Vaya, vaya, parece que después de tanto caminar finalmente encuentro lo que viene a buscando. Solo espero que sea al menos diez veces más fuerte que cualquiera de los anteriores.'

De pronto se comienzan a oír como los huesos en el suelo crujen por el peso de algo grande que se va acercando paso a paso, y justo antes de poderle ver se escucha una voz fuerte y grave que nos habla, "Parece que un grupo bastante fuerte de idiotas aventureros ha venido a molestarme. Lo cual es muy curioso, porque desde que creé mis primeros sirvientes hace mucho tiempo cuando me oculté aquí no he tenido que enfrentarme a nadie. Solo comerme la carne de los que matan. Pero bueno, su suerte ya ha terminado. Les voy a hacer pedazos y los queden heridos serán mis nuevos sirvientes, y así después continuar esperando tranquilamente.

En cuanto es descubierta la figura del imponente enemigo se puede apreciar que posee un robusto cuerpo de el doble de la estatura normal de un hombre, dos grandes cuernos negros en su frente, piel llena de cicatrices y vistosa armadura negra muy cuidadosamente elaborada de bordes plateados, así como algunos adornos en el pecho de círculos entrelazados con dagas en en la parte inferior, la que le protege todo su cuerpo a excepción de su cabeza, dientes filosos que sobresalen de su boca y una enorme hacha de hoja larga llena de grabados de figuras espeluznantes de monstruos en el mango.

Al ver la prometedora apariencia de nuestro enemigo la emoción que ya había perdido regresa a mí haciendo que piense con gran expectativa, 'Que bien, este si parece ser muy fuerte. Todo parece indicar que por el tiempo que dice llevar aquí abajo, se trata de nada más y nada menos que de un demonio noble de alto rango de los que se me había precavido antes de yo ser enviado a este mundo. Además de que mi arma sagrada no para de alertarme de su presencia. Esto es sin duda lo mejor que me pueda haber sucedido. Pero de todos modos le voy a poner a prueba.'

Entonces les ordeno a mis sirvientes mostrando mi lanza y pronunciando eufórico, "¡Ataquen todos! ¡No le permitan que de otro paso!"

Instantáneamente todos mis seguidores se dirigen contra el demonio como una avalancha enfurecida, pero en cuanto se logran acercar lo suficiente son hechos pedazos por el filo del arma que el demonio no para de balancear brutalmente.

En el transcurso del breve combate, algunos pedazos de los cuerpos de mis hombres caen a mi alrededor haciendo que yo me sienta cada vez más maravillado.

No pasa ni un minuto y ya todos mi soldados yacen muertos en el suelo con sus vísceras desperdigadas por doquier, suceso que hace que yo me sienta muy conforme con mi afortunado hallazgo sin poder disimular mi gran sonrisa alegre.

El demonio completamente cubierto de sangre, me habla sorprendido, "Por lo que veo eres alguien muy fuerte o muy demente como para no haber intentado escapar después de yo haber masacrado a todos tus esbirros y aún así permanecer sonriendo de esa forma tan enfermiza."

Le comento con suma tranquilidad, "Poderoso demonio, tu fuerza es admirable y antes de que decidas atacarme te voy a hacer una propuesta."

Me responde desinteresado a la vez que se prepara para atacar, "Yo no acepto ningún tipo de propuesta de un ser inferior como tú. Ya puedes comenzar a orarle a tu Dios para que se apiade de tu alma humano."

Mi generosa propuesta para que me sirva voluntariamente es rechazada sin tan siquiera haber sido escuchada.

Luego razono despreocupado a la par que observo al demonio acercarse decidido a rebanarme igual que al resto, 'En verdad que no quería hacer esto a pesar de que ya me imaginaba su respuesta... Pero no hay de otra.'

Extiendo mi mano al frente para usar mi habilidad, a lo que mi rival comenta muy seguro, "No importa el hechizo que me lances, mi armadura es impenetrable contra todo tipo de ataques."

Contesto sin haberme inmutado, "Eso veremos."

Activo mi manipulación de sangre y hago que la que se encuentra encima de él se acumule rápidamente alrededor del cuello creando algo similar a un grillete con cuchillas en su interior, que se le incrustan en este y después las hago girar dejándole desprovisto de su cabeza.

Me quedo a observar su cuerpo un poco decepcionado un momento y después afirmar igual de expresivo, "Al final de cuentas no eras tan fuerte como pretendías aparentar. Pero al menos eres lo suficiente como para calificar."

Uso nuevamente mi poder para hacer que la cabeza del demonio regrese a su sitio, regresando este a la vida con una expresión apagada como todos los que someto de esta manera, el cual me dice nada más abrir los ojos, "Ordene mi señor."