Chapter 9 - Capítulo 9

Entonces me viene a la mente un muy mal presentimiento... «Algo me dice que esto va a estar bien difícil»

Él que respondió correctamente viene a recoger su recompensa tras recibir la señal del maestro para que se acerque, el que luego al darle la reluciente armadura le menciona sonriendo con optimismo. —Bien hecho chico. Eres muy atento. Cuento con que llegarás hasta el final—Luther continúa hablando. —La prueba se va a dar lugar dentro de una gran caverna infestada de criaturas demoníacas donde surgirán en un extremo del lugar y tendrán que llegar a otro si quieren salir de ahí con vida y por supuesto completando este desafío. Pero preparense que el camino les aguarda algunas sorpresas— Finaliza con una tenebrosa sonrisa.

Alfred junto a mí me comenta con desagrado. —Estos desgraciados son todos iguales. Es verdad lo que dijiste antes; este juego solo es un medio para su diversión. Pero lo más frustrante es que no tenemos de otra que seguir siendo sus monos de circo. Espero que al menos lo de poder reencarnar sea cierto.

Yo le respondo con optimismo y seriedad a la vez. —La verdad yo esto lo veo como un entrenamiento extremo para hacernos fuertes y aprender a controlar las habilidades que se nos otorgó de manera rápida, además de valorar nuestra aptitud. Pero hay algo de lo que estoy seguro... No está entre sus planes de que muchos lo consigan.

A lo lejos puedo escuchar al chico pandillero que habla en un tono expectante mientras saca de una vaina en su cintura una espada corta con forma de cuchilla. —Veremos cuantos lo conseguimos esta vez.

Ahora el instructor se expresa muy emocionado alzando los brazos. —¡Que comience la prueba!

Termina la frase, comienzan a surgir los portales de teletransporte y se puede percibir el aura de tensión y nervios que emana de todos que les corren gotas de sudor por la frente, y todos sostienen con firmeza sus armas bien listos para el combate que se avecina.

Aparecemos en medio de una gigantesca caverna tal y como dijo el instructor Luther. Hacia todas direcciones hay agujeros en las paredes, muchos llenos de telarañas y huesos humanos con sus armaduras puestas envueltos en ellas que también hay desperdigados por todo el suelo. Una brisa fría y húmeda corre por el lugar que apesta terriblemente a muerte, tanto que es incómodo aspirar el aire.

Al vernos en aquel sitio y ver la cantidad de cuerpos me dice mi compañero con mucha certeza. —Por lo visto no somos los primeros en participar de este juego— Mientras toca con su pie la mitad superior de un cadáver disecado. —Por la antigüedad de éste, de aquel y de aquellos de allá— Señala los cuerpos con la cabeza. —Puedo deducir que al menos esta prueba se ha efectuado tres veces.

—No— Interviene Elizabeth que aparece con una mano clavada en la punta de su lanza que arroja frente a nosotros, y aunque está bastante podrida aparenta ser muchos más reciente que los demás cuerpos de aquí. —Esto es solo de hace poco más de una semana. Lo sé porque todavía conserva algo de líquido dentro.

Entonces Alfred habla muy sorprendido al verla. —¡Vaya, pero miren quién apareció! ¡Si es la princesa Elizabeth! Ya me estaba preguntando donde te habías metido que no te ví antes de que empezara la prueba.

Elizabeth responde con su habitual carácter fuerte y desconfiado. —Estaba del otro lado del grupo con las demás chicas. Que peleemos en equipo no significa que siempre deba estar con ustedes de un lado a otro. Solo les acompaño en las pruebas más nada.

De nuevo sin saber su origen se escucha la voz entusiasmada del Administrador. —¡Bienvenidos a la segunda prueba mis candidatos a héroes! Espero que se hayan preparado lo suficiente como para poder cumplir este nuevo desafío, porque de lo contrario este será su final.

Pocos segundos después de escucharse las primeras palabras de nuestro anfitrión comienza a temblar la tierra ligeramente y se va haciendo cada vez más fuerte al punto que se pueden ver las pequeñas piedras en el suelo como se comienzan a mover por ser elevadas unos milímetros una y otra vez por las constantes vibraciones, suceso que en verdad hace que se me ponga la piel de gallina, sentimiento que estoy seguro que comparto con los demás que puedo ver claramente en sus miradas de preocupación.

Ante tal suceso el Administrador no se muestra demasiado sorprendido, evidencia clara de que no es la primera vez que lo ve ocurrir. —Bueno... eso fue un poco pronto, parece que esta vez sí tienen mucha hambre. Retomando en lo que estábamos y les recomiendo que en lo que hablo comiencen a correr si quieren llegar al final—Cosa que nadie duda en hacer nada más oírlo. —Pues como les dijo anteriormente el instructor Luther tienen que llegar al otro extremo de este sitio, pero yo les voy a añadir algo más— Realiza una pausa y alrededor de cien metros tras de nosotros podemos ver entre la oscuridad las siluetas deformes y grotescas de criaturas tan horribles como espeluznantes que solo se pueden haber visto en las más terroríficas pesadillas, que acompañan su acelerado paso con agudos y ensordecedores gritos que hacen que se nos hiele la sangre y corramos con todas nuestras fuerzas sabiendo perfectamente que un solo tropiezo y será el final.

El anfitrión prosigue con voz seria y precisa. —Como perfectamente deben saber su grupo actual es de 37 miembros y yo les digo que para completar esta prueba, al final tienen que haber no menos de 30, porque de lo contrario nadie va a salir de este lugar. Así que les recomiendo que traten de no separarse para que garanticen la menor cantidad de perdidas posibles- Después retoma su habitual entusiasmo. —¡Eso es todo, les deseo la mejor de las suertes!