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Chapter 51 - 51: Consentirse un poco hace bien.

Volver a aquel instituto se hacía pesado para mí. Después de lo vivido únicamente quería explorar o quitarme la vida. Aunque cuando ese último pensamiento aparecía al instante como por arte de magia algo lo cambiaba a enfocarme en otro objetivo. Podría decir que mi estado actual era culpa de las campeonas, de los idiotas que me invocaron y la profesora que me envió prácticamente a morir. Habían pasado unos días, solo dos, y dejaron que descanse en mi habitación por recomendación de la directora quien tuvo la palabra final después de una pequeña revisión de mi estado. Tuve que reaprender a hablar como una persona normal y utilizar magia para alterar un poco mi mente para que conseguir algo que en otros ámbitos parecería muy difícil. Explicado sencillamente era revivir los recuerdos y de un modo "reorganizar" mi mente para que no me fuese tan difícil recordar el pasado.

Mi rostro puso una sonrisa cuando en mi desayuno del tercer día se me notificó de algo que en mi otra vida simplemente no le daría ni una pizca de importancia. Una fiesta organizada para festejar el despeje de dos portales triple S a cargo de las campeonas. Normalmente los portales de tal fuerza serían de algún modo sellados en unas especies de "dimensiones de bolsillo" para que si los desastres que contienen consiguen salir simplemente tengan otra barrera.

Se me hizo extraño ese método. Pero con algo como anillos espaciales. Imaginaba que metían anillos en anillos y así infinitamente para asegurar protección. Cómo si una estúpida cantidad de papeles fuesen colocados frente al cañón de un tanque. Y que por tal cantidad de papeles consiguieran detener ese disparo. Me era hasta cómico.

Quitando esas comparaciones empecé a buscar ropa en mi armario. Recordando que había crecido unos 5 años en 1 noche solo suspiré. Me ví obligado a utilizar un hechizo de mi propia autoría. Aparecería enfrente mío un papel, una pluma y el mensaje que escribía en aquel papel era enviado directamente a mi madre. El mensaje pedía dinero para comprar ropa. Algo simple

Sí. En todo este tiempo en el vacío había pensado, ideado y mejorado mucho mi conocimiento e inteligencia. Incluso mi nivel mágico llegó a subir para poder ser un mago de nivel 8. Mi clase de mago me permitía aumentar mi nivel mientras mayor era mi conocimiento con la magia. Eso me hizo poder intentar descifrar la magia utilizando el lenguaje más aburrido que describe al mundo. Matemáticas. Aunque aplicarlo a la magia fue tan tedioso que me llevó hasta 3 años antes de terminar. Pude hacer las equivalencias. Todo estaba en mi mente. El entendimiento de la magia fue un paso muy grande. Y aunque otras personas intentaría aumentar su poder al instante cuando uno tiene ya la posibilidad de usar magia yo por mi parte como un buen adolescente necesitaba un descanso de pensar.

El dinero llegó para mí casi al instante, y con una sonrisa saldría de mi habitación, utilizando unos pantalones para pasearme con el pecho desnudo y mis pies descalzos mientras que el resto de nobles me miraban extrañados. Mi aspecto recordó un poco a un vagabundo. Solo lo suficiente como para que me dieran dinero. Y con ello iría a la ciudad que vivía por estudiantes. Las calles tenían un suelo reforzado con magia que lo hacía cómodo, era para poder recorrer todas las tiendas sin cansarse ni un poquito.

Mi primera parada fue una peluquería. No para cortar mi cabello que me llegaba hasta la cintura y tener un pelo corto y estilizado. Lo dejé a la altura de mis hombros y pedí que le dieran un trato. Recuperando ese color oscuro sin grasa que tanto me agradaba. Quien me atendió era una chica joven, bella como todas. Quien hasta puso un poco de esfuerzo extra cuando pedí una limpieza "profunda". Seguimos hablando de pelo.

Mi sonrisa fue muy calmada. Todavía mi cuerpo era escuálido, no tenía músculos, siquiera los músculos por delgadez que uno puede tener cuando tiene poca grasa corporal. Después de dar una considerable propina caminé hacia una tienda de ropa. Trajes de todo tipo, más extravagantes y casi me niegan la entrada. Lo bueno de ser un mago es poder aplicar presión mágica. Aunque me pasé un poco, porque se desmayaron algunos de los chicos ricos que caminaban a mis costados.

Pero no me preocupé cuando entré y allí mis ojos encontraron... Él traje.