Capitulo 5.
Había pasado media hora en un abrir y cerrar de ojos, durante ese tiempo Roland limpió su espada en un río que se encontraba cerca del área, una vez terminó, aprovechó que nadie lo estaba viendo y fue a guardar su espada en un hueco secreto.
Este último se encuentra en un árbol, exactamente a 5 metros del granero dónde, Roland entrena, con solo quince minutos Roland pudo estar listo para regresar a casa.
Después de haber limpiado su espada, la cual ya estaba guardada en su funda, Roland se dirigió a su hogar, el cual estaba cerca de la casa del jefe.
Camino a casa Roland, vio a su "hermana" pequeña...Aún que ese título solo era de adorno, esto debido a que eran parientes lejanos, por parte de la bisabuela de Roland, a causa de que ella era la hija adoptiva de los Inctrel, pero luego de unos años, ella se independizó, así tomando el apellido de su verdadero padre, Rainel.
Aun así, ella todavía tenía una buena relación con su hermanastro, que tras la muerte de su padre, tomo el liderazgo de la aldea, así que la relación entre las 2 familias se ha mantenido muy buena, esto gracias al que era la actual cabeza de la familia, quien es el primo/tío de Roland, el nombre completo de Roland es; Roland Breito Rainel.
Mientras veía a la pequeña niña, Roland suspiro de agobio, en ocasiones esta chica llegaba de la nada, solo para ver cómo estaba, esto lo consternó, ya que hace solo 8 años que se conocían y la mitad de ese tiempo solo se vieron 4 veces.
La chica al parecer vio a Roland, acercarse, lo que hizo que ella sonriera felizmente, mientras corría hacia él, antes de detenerse con un pequeño brinco a pocos pasos del niño. — ¡Hermano! ¡esta vez llegaste tarde! — Ella exclamó, lo que llevo a qué el otro infante pusiera los ojos en blanco. — Tu querída hermana espero mucho tiempo sola, sin nadie que la protegiera. — la chica sollozo falsamente, mientras sus labios se abrían ligeramente en una sonrisa graciosa.
Roland, llevo su mano hasta la cabeza de la chica, acariciándola ligeramente, esto trajo una sonrisa mayor al rostro de la niña, quien alegre se abalanzó sobre el chico, pero lastimosamente para ella, Roland ya estaba a varios metros lejos de ella.
La joven señorita suspiró, pues no esperaba que Roland la dejara así, sin más, pero eso no la detuvo, aunque sabía que su "hermano" estaba ocupado, así que en un intento de llamar un poco su atención, ella le tiró una bola de nieve, para luego salir corriendo despavorida.
Roland, rio ligeramente por lo que hizo la niña, mientras que al mismo tiempo afilaba la mirada por el golpe frío que recibió en la espalda, aun así, el solo suspiro sin darle mucha importancia.
La chica que Roland conoció era Celia Inctrel, de 14 años, prima lejana del chico, ella era un mes menor que Roland, por lo cual, la chica afirmó que él era su hermano mayor.
Roland agito ligeramente la cabeza a los lados, con el fin de quitar esos pensamientos de su mente, aún que eso cambio cuando cruzó por la ventana de su primo/tío.
— Señor Inctrel... La comida se acaba más rápido de lo esperado, si esto sigue así, no podremos resistir el invierno, pese... — Detuvo su habla un momento, para tragar algo de saliva de manera nerviosa. — Pese a que apenas está empezando el invierno, se está consumiendo el doble de lo esperado... —
La noticia del tema dejo pensando al primo/tío de Roland, que se llamaba Alter, el hombre cansado, solo pudo dar un suspiro pesado y con una mirada de tristeza respondió. — ¿Entonces no hay más opción que abandonar a los niños?... - dijo, luego un poco dudoso continúo. — ¿Verdad? — Alter, miro con seriedad al informante de nombre Croft, el hombre asintió con la misma seriedad.
Alter, pareció sentir un dolor que lo hizo estremecerse un poco sobre su asiento. — Lo entiendo...— Dijo con dolor. — Pero sabes que no puedo hacer eso. — Continúo con el mismo dolor del principio en sus palabras.
A ojos del niño que miraba a escondidas su primo/tío, Alter parecía haber envejecido muchos años más.
— Lamentablemente debe ser así... — El mensajero comenzó. — Tendremos que abandonar a los niños, los bebés no serán necesarios, ya que consumen leche de sus madres, pero los niños...deben ser abandonados... — Finalizó el hombre.
— Entiendo, hazlo... Los que no trabajen, los que tengan enfermedades o los más inútiles, abandonarlos, incluyendo a los miembros de mi familia y los de mis primos...— Ante las palabras de Alter, el mensajero se quedó en shock. — ¡Lo dice en serio! ¿¡Los Rainel y los Inctrel incluidos!?. —
— Si. —
Una vez finalizada la conversación entre los dos adultos, Roland, se alejo temblorosamente, estaba sorprendido, no podía creer que esto pasaría...Tenía miedo, mucho miedo, no quería ser abandonado y mucho menos quería que fuera por su propia familia.