Roland camino hacia el edificio de reclutamiento, estando a una distancia considerable, pudo divisar a varias personas que estaban ahí, esperando su turno, aun así, cuando estuvo más cerca, pudo ver mejor, dos filas se encontraron en su vista, la primera pertenecía a las personas normales, mientras que en la otra se hallaban los "nobles", aún que a simple vista eran iguales.
En la segunda fila. Perteneciente a los nobles, Roland solo pudo ver dos personas además de él, uno de ellos era una chica de 17 años, pertenecía a la casa Rainel, mientras que el otro era un joven de 16 años, este perteneciendo a la casa Inctrel.
Los 3 jóvenes solo se ignoraron sin prestarse la más mínima atención, el tiempo paso en un parpadeo y cuando Roland se dio cuenta, ya era su turno.
Miro el pasillo, era bastante elegante, pese a ser algo simple, algo como una especie de belleza.
Rápidamente llegó a la habitación de arriba, donde se hallaba el jefe de la aldea, estaba sentado con una mirada muy seria.
En ese momento Roland se paralizó, se estremeció un poco, noto algo, pero no dijo nada y siguió caminando. Cuando se miraron a los ojos, Roland pudo notar claramente el cansancio del hombre.
La habitación se quedó en un silencio, que duro solo unos segundos, pues los ruidos de la calle se podían oír claramente, Finalmente el líder del pueblo decidió romper el silencio, una leve sonrisa de negocios se formó en su rostro. - Bien, ¿Así que tú eres Roland Breito Rainel, eh?. - El chico no se sorprendió por el hecho de que supiera su nombre, ambos ya habían conocido bastantes veces en distintos lugares, sin contar que su hija y él tienen una relación.
Tal vez no oficial, ya que ninguno de los dos había declarado eso, pero tenían una relación, así que es bastante normal que sepa de su nombre.
- Si, ese soy yo. - Roland respondió haciendo una cortes reverencia.
- Ya veo. - Fue la respuesta que le dio el hombre.
-...-
Un silencio incómodo comenzó a formarse lentamente entre ambos.
-...-
Roland no sabía que decir, no esperaba que esto fuera tan incómodo, pensaba que simplemente entraría, un par de presentaciones, e irían al grano, pero al parecer, no era lo que el hombre quería hacer, más bien, ¿Era incluso normal que el hombre lo mirara fijamente? Incluso parecía que no hubiera parpadeado desde hace un buen rato.
Lo que Ronald no veía, era el leve asentimiento que Alter daba de vez en cuando, parecía satisfecho con la apariencia de Roland, pero más que eso, él veía su postura.
'Parece que Tíbet realmente lo ha estado entrenando, interesante, ese viejo no haría nada así, pero Roland no tiene talento, no tiene sentido que lo esté haciendo.' El hombre pensó para sí mismo, y mientras hacia eso, no pareció notar que había agudizado más la mirada hacia Roland, que pareció estremecerse ligeramente, mientras se formaba una tensión en el ambiente.
Roland podía sentir el sudor frío bajar por su frente, para su fortuna, Alter finalmente aparto la mirada del chico, lo que alivio al chico que solo se puso más recto.
Alter parecía estar pensando un poco, por lo cual tomo un sorbo de agua, seguido de eso, se acomodó sobre su asiento y exclamó. - Bien, empecemos, ¿Estás aquí para tomar un lugar en el grupo de voluntarios? - La postura de Roland se relajó un poco al oír esas palabras, sin embargo, él asintió ferozmente.
- Si, así es, vengo por un lugar, así que esperaba que me diera información sobre el puesto, señor Inctrel. - Alter asintió en comprensión.
-bien, Tienes suerte quedan 5 espacios, Ahora lo más importante que debes saber es que una vez aceptes debes trabajar en este grupo por 2 meses, mientras trabajes no habrá excusas, no te pagaremos, pero ganarás punto de contribución.- antes de seguir hablando alter miro a Roland, el chico entendió.
-sí, entiendo, estoy dispuesto a aceptar eso.- con esas palabras en la mesa alter asintió.
-bien, entonces eso sería todo, Puedes irte.-
Roland solo se quedó estupefacto, en serio ¿esto era tan fácil?, no, Roland no creía que fuera así de fácil, pero no dijo nada y salió de la habitación.
Después de unos cuantos minutos desde que Roland salió de la habitación Angélica entró tranquilamente con una sonrisa en la cara.-oh parece que lo hiciste bastante rápido.-
Alter rio ligeramente mientras curvaba su boca en una sonrisa placentera al ser abrazado por su esposa.-si, bueno, supongo que seria así ¿no crees?.-
Angélica puso los ojos en blanco, ser capaz de solo preguntar su nombre y aceptar que entrara así de fácil era una clara muestra de que lo ayudó, pero Angélica no dijo nada de eso, ella cambió el tema con una mirada un poco triste.- pero bueno el chico sigue siendo bastante tonto.-
alter arqueó una ceja en confusión.-¿por qué lo dices?.-
-el niño no se dio cuenta de que era raro que el jefe lo atendiera, así que se nota que es muy ingenuo.-
-No. Para nada, él se dio cuenta al principio cuando entro a la habitación, simplemente no comentó lo raro que eso es.-
- ya veo, bueno, realmente no importa.-
La charla finalizó de esa manera, mientras tanto Roland hace mucho que se había ido de ese edificio, él caminó hacia la casa de Tíbet, tenía la intención de contarle lo raro de la situación.
El chico caminó durante media hora, la razón de esto es que la casa del hombre estaba bastante alejada, no tanto, pero era considerada la distancia.
Al tocar la puerta fue recibido por el hombre, el cual solo estaba acostado, al tocar la puerta lo despertó, Tíbet indicó a Roland que pasará.
Después de un saludo Roland le contó lo sucedido a Tíbet.
-entonces eso fue lo que pasó.-
-ya veo.-
Roland esperó a ver qué opinaba Tíbet.
-entonces que piensas.- Roland hablo suavemente