Me siento cálido, nunca antes había sentido algo así. ¿acaso es como se siente el más allá? Bueno no me importa a donde estoy o dónde iré. Ya no me importa nada.
—Andrew
De repente una misteriosa voz empezó a sonar en mi cabeza, llamado mi nombre. Pero en este punto ya no quiero escuchar a nadie solo quiero que me dejen tranquilo.
—Déjame tranquilo, no se quien seas pero por favor déjame en paz.
—Andrew Silverheart, abre los ojos
Ante la insistente voz abrí mis ojos, delante de mí se extendía un espacio infinito lleno de estrellas hasta donde alcanzara la vista.
—¿Dónde estoy? Estoy muerto?
—Si lamentablemente moriste.
La voz sonaba algo triste al decir esas palabras aunque no podría estar seguro, nunca nadie sintió tristeza por mi antes.
—¿Quien eres? y ¿qué quieres de mi? Ya estoy muerto así que dudo que pueda ayudarte en algo"
—Yo soy alguien que trabaja a lo que los humanos llaman dios.
—¿Dios?¿Trabajas para él? Si es así, ¿porque apareces hasta después de mi muerte? Yo le pedí ayuda todos los días de mi vida, ya perdí la cuenta de cuántas veces le pedí que me diera una vida feliz o cuantas veces le pregunte que hice mal pero nunca pasó nada, estuve solo hasta el final.
—…
—Ninguna respuesta eh, bueno ya no me importa, haz lo que desees conmigo, ya no me importa.
—Yo lo único que deseo es tu felicidad. Que te des cuenta que hay personas que te aman.
—¿Felicidad? Creo que es algo tarde para eso. Ya estoy muerto, bueno eso no es que importe nadie me quiso en vida así que dudo mucho que alguien llore mi muerte.
—Estás equivocado.
—¿En qué parte? No importó cuanto me esforcé, no pude crear ningún lazo con nadie. Entonces dime. ¿Quién es aquel que llora por mi muerte? Tal vez tú no lo sepas pero yo fui odiado por todos hasta el final. No importó cuánto lo intente, nunca nadie fue afectuoso conmigo.
—Dicen que algunas personas no son buenas para expresar sus sentimientos o no se dan cuenta de ellos hasta cuando es tarde. Tristemente tanto tu padre como tu hermano son unas cabezas huecas cuando se trata de asuntos así.
—¿Cómo sabes eso? Yo estoy seguro que ellos me despreciaban, solo era una mancha en el historial perfecto de la familia del duque. Toda mi existencia era deshonrosa, un chico sin talento mágico, ni físico, sin ningún otro talento, un bicho raro que no siente nada por las mujeres y asesino de su propia madre.
¿Quién amaría a alguien así?
—Andrew. Escúchame, tú no eres ninguna de esas cosas. Nunca lo fuiste y nunca lo serás. Tal vez sea cierto que las demás personas te ven así, pero puedo asegurarte que ante los ojos de tu familia no eres nada de eso.
—¿Que?
Las palabras dichas por esta misteriosa voz no tenían ningún sentido para mi. Se contradecía a todo el trato que se me había dado hasta ahora solo demostraba frialdad y desprecio hacia mi. ¿Dónde está el afecto del que está hablando?
—Si no me crees a mi, escúchalo de sus propias bocas.
—¿A qué te refieres?
—Regresaras en el tiempo, se te dará otra oportunidad para cambiar las cosas.
—¿Por qué varias eso?
—Yo se cuanto te esforzaste. Yo se cuanto sufriste. Yo se por todo lo que pasaste. Soportaste mucho tu solo.
—... .Aun si vuelvo, ¿En que cambiarían las cosas? Mi familia siempre me seguirá odiando, intente todo lo que pude pero ese hecho nunca cambió.
—Se que fue difícil. Tanto como en esta vida como en la anterior nunca lo tuviste fácil. Tu corazón y tu alma están muy lastimados. Pero yo solo deseo tu felicidad. Quiero que restaures tu relación con tu familia, que crees lazos de amistad y que encuentres el amor verdadero.
Sus palabras hacen que me estremezca, hacen que mi voz empiece a temblar.
—¿P-Pero como hago eso?
—Tranquilo, tranquilo todo estará bien. Esta vez te ayudaremos un poco. Déjaselo todo a mi, ¿de acuerdo?
—¿Que?
—Andrew, cuando vuelvas a ver al duque asegúrate de contarle lo que has vivido en esa mansión, muéstrale todo lo que has tenido que soportar. Ese será la clave para que todo empiece a cambiar.
Antes de reaccionar a las palabras, siento como alguien me da un pequeño beso en la frente. Al cerrar y al abrir mis ojos nuevamente, ya no estaba en ese espacio.
Volví a ver a mi alrededor para notar que estaba en una gran habitación, y yo estaba acostado en una cama.