Chereads / The Prince Secret Wish / Chapter 6 - Capítulo 6: Ayuda

Chapter 6 - Capítulo 6: Ayuda

—Por aquí joven maestro.

Guiados por una sirvienta nos dirigimos a la oficina de mi padre. Recorremos los pasillos de la mansión principal. A diferencia de la marino secundaria donde vivo, esta esta muy bien mantenida y es muy bien decorada.

A pesar de ser el hogar de la familia Silverheart, esta es la primera vez que me adentro tanto en esta mansión. Ni en mi vida pasada, fui más lejos que el salón de eventos. Estar en un entorno desconocido hace que esté aún más ansioso.

—Llegamos.

Mientras estaba perdido en mis pensamientos, llegamos a la oficina del duque. Trague seco y toque la puerta dos veces.

—Entre.

Ante esas palabras la sirvienta abrió la puerta. Adentro estaban cuatro personas, el mayordomo en jefe, el líder de los caballeros del ducado, mi hermano y finalmente mi padre. Aunque no esperaba que el líder de los caballeros estuviera aquí. Aunque esté aterrado mi meta no ha cambiado. Antes actué con bastante dignidad, pero si es para lograr mi objetivo no me importa arrodillarme en el suelo. El orgullo no te sirve de nada si estás muerto. No planeo vivir esa vida desdichada de nuevo.

—Buenas noches su majestad. Estoy muy agradecido que me haya podido brindar algo de su tiempo.

—Para que tu pidas algo debe ser bastante urgente. Habla. Dijo mi padre con tono bastante monótono. Ni siquiera apartó la vista de los documentos que tenía en su escritorio. El mayordomo, el jefe los caballeros y mi hermano están observando sin decir una palabra.

Podrías notar la presión en el aire. Bueno, si quiero llamar la atención tendré que hacer algo bastante arriesgado. Para ser honesto no sé cómo saldrá esto. Es una apuesta de todo o nada. Pero no pienso meterme ahora. Tomó un gran respiro y luego gritó tan fuerte que pude para luego arrodillarme hasta el suelo.

—¡Por favor dame tu ayuda honorable duque!

Las caras de todos estaban sorprendidas. Todos me vieron con sus ojos muy abiertos ante mi repentina suplica. El duque en especial se veía bastante confundido.

—A-Andrew, ¡¿Qué haces?!

—Padre perdona mi descortesía, pero estoy desesperado. Ya no puedo seguir viviendo en esa mansión. Por favor te ruego que tengas misericordia y me dejes quedarme aquí. Te prometo que ni siquiera notarás que estoy aquí. No causaré ningún problema. Me asegurare de no causar ninguna deshonra hacia ti honorable.

—Andrew, levántate, dime ¿Qué es lo que te atormenta tanto que llegues a tales extremos?

—Para ser sincero padre tal vez no creas mis palabras. Pero ya no soporto el trato que recibo en ese lugar.

—…Explicate.

La mirada del duque se volvió fría. Como si estuviera calculando cada movimiento y cada palabra que saliera de mi boca.

—Entonces, antes de empezar quiero que sepas que lo que estoy por decir no es nada más que la verdad. Aunque suene difícil de creer quiero que sepas que estoy dando toda mi honestidad.

—…

La mirada del duque seguía fría como al hielo. Mi hermano también estaba analizándome. El líder de los caballeros y el mayordomo se mantenían expresiones neutrales es sus rostros. Mientras que Elizabeth tenía una clara mueca de terror en su cara. Pero el momento había llegado. Es todo o nada. Si no logro cambiar nada aquí, no se si poder cambiar mi futuro. Pero no pienso rendirme. Se cuando actuar elegante y cuándo actuar como una ave lastimada. Solo espero que todo salga bien.

—Desde que llegue a la mansión secundaria he recibido un trato hostil de parte de la servidumbre hacia mi persona. Desde que era pequeño he sido abusado y golpeado por ellos por la excusa que es parte de mi educación. El más mínimo error resulta en una grave consecuencia hacia mi persona.

—¡¿Qué dijiste?! La cara del duque que era fría como el hielo, ahora irradiaba un fuego de ira, que estaba dirigido hacia Elizabeth que estaba temblando de miedo atrás mío. Pero ella no tardó en tratar de sacar su pellejo.

—E-Es un malentendido su majestad. Nunca hemos tratado al joven maestro de esa manera. Los castigos que hemos ejercido han sido como quitarle el postre si se portaba inadecuadamente. Tal vez ese tipo de castigo se vean muy cruel para los ojos de un niño. Nunca me atrevería a poner una mano encima al joven maestro.

—¿Es así? Andrew, ¿Qué tienes que decir a lo que Madame Elizabeth ha dicho?

—Se que puede sonar como el berrinche en un niño consentido que está haciendo un drama de nada. Pero puedo asegurarte que todo lo que he dicho es verdad.

Tratando de sonar lastimado refute las palabras de Elizabeth, quien estaba temblando más de la ira que por el miedo.

—¡No tienes pruebas! ¡Espero que el joven maestro sepa que no puede hacer este tipo de acusaciones sin tener pruebas!

—¿Pruebas?

Elizabeth cuando me golpeaba se aseguraba de estar en lugares difíciles de notar. La mayoría de heridas estaban en la zona de mis pantorrillas hacia mi entrepierna. Ella debió pensar que estaría demasiado avergonzado mostrar mis cicatrices hacia alguien. Pero haré todo lo que esté a mi alcance para llegar a mi objetivo. Aunque el proceso me aterre.

—Padre. Madame Elizabeth aquí ha solicitado que muestre pruebas que respalden mis acusaciones. Pero eso seria mostrar una vista no muy agradable a los ojos de duque. Así que solicito su permiso para solicitar mi evidencia.

—… De acuerdo. Tienes mi permiso. La mirada de el duque se veía intrigada, pero a la vez algo temeroso de lo que va encontrar.

—Entonces.. Les pido disculpas por mi apariencia.

Desabroche mi cinturón y me baje mis pantalones hasta mis pies. Recogí mi ropa interior de manera que solo bloqueara mi entrepierna pero había dejado a la vista claramente todas las cicatrices dejadas, la mayoría por Elizabeth.

—Aquí está la evidencia del trato hacia a mi por la servidumbre de la mansión. Lamento mucho que hayan tenido que ver esto.

Lo había hecho. Expuse todo lo que Elizabeth y los demás que habían hecho. La cara de todos estaba en blanco, la de Elizabeth debido al terror y la de los demás debido al show de ver mis heridas. Aunque se que esto era necesario para lograr mi objetivo, el sentimiento de vergüenza se apodera de mi corazón. Toda mi vida trate de esconder mi heridas. Sentía que mostrarlas era prueba de mi debilidad.

Mi padre era la última persona en el mundo que quería que viera mi incompetencia. Aun ahora ese sentimiento no ha desparecido. Las lágrimas e estado tratando de retener poco a poco se abren paso entre mis ojos dejando caer mis lagrimas al suelo.

El duque se levantó de su escritorio sin decir una palabra. Pensé que iba hacerme algo como los sirvientes así que me preparé para recibir un golpe. Pero no me golpeo, en su lugar pude ver la expresión triste en la cara del duque. Se quito su saco y me lo puso encima. Su traje era lo suficientemente grande como para cubrir mi cuerpo hasta mis tobillos. Antes que pudiera reaccionar mi padre le dio órdenes al capitán de los caballeros.

—¡Arresten a esta mujer y a todos los sirvientes de la mansión secundaria! Llevenlos al calabazo donde esperaran su castigo por sus pecados hacia mi hijo.

—A su orden, su majestad.

A la orden de mi padre los guardias entraron a la habitación y tomaron a Elizabeth como prisionera y se la llevaron mientras ella gritaba desesperadamente. Cuando ella finalmente se fue, el silencio quedó en la habitación. Lo había logrado. Pude convencer al duque que me diera su ayuda.

—Que alivio…

Mis ojos se pusieron cansados, todo mi cuerpo se sintió sin fuerzas. Mientras cerraba mis ojos pude ver como mi padre me sostuvo cuando perdí mi balance.

"¡Andrew!"

Creo que esta es la primera vez que soy sostenido por mi padre. Tengo mucho sueño. Creo que ahora podré dormir tranquilo, aunque sea solo un poco.