El proceso de adaptación y evolución había sido exitoso, tras comprender la mecánica estructural y celular del funcionamiento de la invisibilidad del Águila, y tras obtener su sangre y carne, Varasloth había asimilado su línea sanguínea y reproducido las habilidades del águila en sus escamas.
Ahora podía moverse con total discreción y le divertía, era claro que la asimilación carecía de utilidad práctica dado que para el comparativo de seres al nivel de Varasloth, su sigilo normal o técnicas de camuflaje naturales ya de por sí eran casi absolutas, pero el hecho de haber podido obtener un nuevo conocimiento y una nueva habilidad, regocijaban el corazón de Varasloth desde lo más profundo de su ser, esa era su más simple naturaleza.
Debajo de esas escamas, detrás de los mitos e historias sobre sus acciones, antes de su pasado, solo existía una inocente y pura sed de conocimiento. Y el llenar ese pozo sin fondo, aunque sea por un simple segundo, le causaba una inmensa felicidad.
Varasloth avanzó saltando de rama en rama a gran velocidad mientras apreciaba el paisaje, cuando de repente advirtió que tres de las marcas creadas consignadas en los candidatos fueron extinguidas casi simultáneamente.
Con una sonrisa en su rostro, cambio de rumbo rápidamente en dirección al último lugar donde sintió las marcas.
Al cabo de un rato llegó al lugar, pudiendo visualizar una cueva, y dentro de ella, una gran bestia con aspecto de oso tirada en el suelo, más ningún rastro de sus presas.
Varasloth empezó a sentir el maná en el ambiente, dándose cuenta de que todos los rastros de mana habían sido eliminados. El mana en la zona se encontraba distorsionado y caótico, una técnica eficiente para impedir a un mago seguir a otro.
Más Varasloth nunca había dependido completamente de su afinidad mágica, sus agudos ojos rápidamente captaron pistas en el suelo y los árboles, y su nariz captó tres esencias diferentes. El camino que habían seguido era evidente, Varasloth activó su nueva invisibilidad adquirida y empezó a perseguir a sus presas.
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En otra parte del bosque, en un arroyo, un hombre de miraba fijamente con evidente hambre su fogata mientras esperaba que sus alimentos se cocinaran.
Su aspecto era descuidado, llevaba el cabello largo y rizado amarrado con un simple moño, vestía un hakama rosada y tenía torso descubierto, se podían advertir diferentes tatuajes y cicatrices en él y llevaba diferentes anillos brillantes en todos sus dedos. En su cintura, una única espada descansaba en su funda.
Kai se preparaba para almorzar cuando de repente sus instintos le alertaron que algo no andaba bien, su mano rápidamente toco su espada y su cuerpo se preparó para lo inesperado, más al cabo de varios segundos en su rostro una ceja se elevó en evidente confusión.
Por más que lo intentase, no lograba percibir con sus sentidos el motivo de su instintiva angustia. Su campo de visión era claro, había elegido una zona despejada de árboles justamente para evitar emboscadas y poder reaccionar con anticipación a cualquier acción extraña. Sus oídos tampoco detectaban movimiento alguno, ¿Se estaría volviendo loco quizás?
Pero, la experiencia y voluntad de Kai había sido forjada a través de constantes baños de sangre. Sí sus instintos gritaban peligro, algo en verdad estaba sucediendo. Sin mayor análisis o titubeo alguno, desenfundó su katana velozmente y arremetió una elegante pero potente tajada hacía el espació delante suyo, aunque no pudiese advertir presencia alguna.
Para su ingrata sorpresa, su katana golpeó algo extremadamente duro y firme. Al ser confirmada sus sospechas rápidamente saltó hacía atrás adquiriendo un margen de acción ante el inesperado enemigo.
Entonces, de la nada, una forma oscura apareció frente a él. Un ser cuya apariencia resultaba aterradora, Kai lo recordaba claramente. Durante la etapa preliminar a la prueba, el ser que presentaba en su delante había sido el último en llegar, ocupando un lugar en su memoria por su particular aspecto.
No obstante, la percepción que Kai tenía de Varasloth no influyó en su reacción. Sí bien el oscuro ser delante suyo no le había proferido ataque alguno durante varios segundos de indectabilidad, Kai sabía que esté no era un lugar para hacer amigos. Todos eran candidatos y pese a las posibles alianzas que se pudiese generar, al final solo habría un ganador.
Ferozmente una poderosa aura explotó del cuerpo de Kai, formando un aura azul que envolvió su cuerpo. Rápidamente diferentes cambios físicos aparecieron en el cuerpo de Kai, dos largos cuernos plateados brotaron de su frente y un par de alas draconianas emergieron de su espalda.
Con una fuerza impresionante e impulsado con sus alas se abalanzó contra Varasloth atacándolo con gran precisión en el rostro, era claro que apuntaba a los ojos.
Varasloth sonrió y exclamó complacido, —¿Un dragón? Qué oportuno. —
Con un movimiento imposible de realizar para una estructura ósea ordinaria, Varasloth movió rápidamente hacia atrás su cuello evitando el golpe mientras con sus manos bloqueaba el segundo ataque que iba dirigido a su estómago.
Para su sorpresa, si bien la espada no logró atravesar completamente sus escamas y piel, si generó una leve herida, de la cual brotó sangre.
—¿Un híbrido? —, exclamó Kai sorprendido a su vez al reconocer la similitud en el aspecto de Varasloth con el suyo y al sentir una ligera resonancia con su sangre.
No era la primera vez que Kai veía uno, sin embargo, normalmente un híbrido con sangre draconiana no significaría competencia alguna para un dragón real, pero los sucesos ocurridos lo alertaban indicando que el híbrido frente a él no era común.
Kai cambió su postura y levantando su mano izquierda empezó a recitar un código, como consecuencia de ello cada uno de los cinco anillos floto resplandeciendo para convertirse en cinco espadas de diferente forma, tamaño y material.
Cada una de ellas salió volando en diferentes direcciones para clavarse en el suelo y empezar a emanar un aura peligrosa. Varasloth podía ver que empezaban a sincronizarse y a afectar el ambiente.
—"Una formación!"—, se dijo, asimismo.
Una vez activada la formación, el poder de Kai aumentó de forma veloz, su velocidad, fuerza y tiempo de reacción se vieron potenciados.
Varasloth se vio obligado a retroceder ante la nueva fuerza adquirida por su adversario, más lograba defenderse efectivamente de todos los ataques realizados por la feroz espada a manos de Kai.
Varasloth podía advertir que Kai intentaba guiar el combate y sus pasos hacia las espadas clavadas en el suelo, al parecer poseían alguna utilidad adicional a la de puntos de anclaje de la formación. Varasloth podría haber interrumpido el momentum que Kai empezaba a construir, pero decidió continuar con el juego para averiguar el funcionamiento de la formación y las curiosas espadas.
Al acercarse finalmente a una de las espadas, Kai lanzó la katana que tenía en sus manos la cual desapareció de la vista de Varasloth, mientras agarraba con sus manos la espada clavada en el suelo para continuar atacando.
Varasloth se sorprendió al ver la espada desaparecer, pero continuó defendiéndose eficientemente, siguiendo nuevamente el ritmo impuesto por Kai con dirección a otra de las espadas.
Al llegar nuevamente a una de la espada incrustadas en el suelo, Kai repitió la acción anterior y la espada desapareció.
Varasloth meditó las acciones de Kai mientras empezaba a recorrer ahora a voluntad la formación creada apreciándola y examinándola. Al parecer, esperar que Kai realice algo con las espadas desaparecidas podría ser inconveniente y tedioso.
Al ver Kai que Varasloth había perdido el interés en pelear pareció sorprendido, llegando a pensar que el híbrido planeaba huir. Pero al advertir, que Varasloth empezaba calmadamente a examinar la formación como si diera un paseo en un parque, no pudo evitar sentirse subestimado y explotar en ira.
Agitó sus alas draconianas elevándose y tomando altura, con su otra mano soltó los cinco anillos faltantes que de igual manera se convirtieron en espadas e imitaron a las anteriores clavándose en diferentes lugares de la formación.
Esta vez Varasloth pudo sentir una abrumadora presión sobre sus hombros, como si cuerpo empezara a pesar más y más, avanzando gradualmente y dificultando su movimiento.
Kai se abalanzó nuevamente sobre Varasloth profirieron una estocada letal hacia su cabeza, Varasloth esquivó con dificultad el ataque cuando sintió de repente un profundo dolor en su pantorrilla y costilla.
Al bajar la mirada pudo observar dos espadas clavadas en su cuerpo, y en efecto, eran las espadas que originalmente habían desaparecido.
Estás se retiraron rápidamente del cuerpo de Varasloth y volaron hacia Kai para posarse junto a él, actuando como escudos ante posibles ataques.
Kai no perdió tiempo mientras Varasloth se recomponía y sus heridas sanaban, rápidamente avanzó y alcanzó otras dos espadas, que de igual manera lanzó hacia el cielo y que de manera similar procedieron a desaparecer.
Varasloth pareció entender la mecánica utilizada por Kai, la formación tenía dos funciones, una potenciadora para con Kai y una supresora para con su enemigo. Al parecer Kai mantenía algún tipo de conexión o vínculo con las espadas y aún retirándolas del campo de la formación podía moverlas a voluntad. Aprovechaba el bloqueo de visión de la formación para con el exterior con la finalidad de ocultar la trayectoria de las espadas voladoras y atacar cuando el oponente menos lo esperase.
Si Varasloth permitía que el momentum de Kai creciese llegaría un punto en que todas las once espadas estarían activadas y sería complicado incluso para él evitar ser golpeado por alguna de ellas.
No obstante, su objetivo había sido cumplido, había aprendido una interesante formación y mecánica de combate, Varasloth se sentía satisfecho con sus ganancias preliminares, era hora de acabar con el juego.
Varasloth se agachó y posicionó ambas manos en el suelo tomando una pose bestial, muy diferente a la común pose humanoide que utilizaba.
Rápidamente todos sus músculos empezaron a contraerse y crecer, Kai vio con cautela el cambio que sucedía delante de sus ojos sin dejar de activar las espadas restantes.
Más de un segundo para otro, Varasloth salió disparado contra él con una fuerza descomunal y monstruosa. Siete de las nueve espadas activadas se juntaron intentando inútilmente de contener la fuerza del golpe para terminar saliendo disparadas por la fuerza del choque. Las otras dos intentaron atacar a Varasloth, pero de igual manera fracasaron al no poder traspasar los músculos y escamas reforzados.
Kai salió disparado contra una de las paredes de la formación escupiendo sangre, en su pecho se veía una gran herida y delante de él una terrorífica bestia en cuatro patas lo observaba sonriendo.
—¿Acaso no eres un dragón? ¿Dónde está tu magia? ¿Por qué no puedo sentir maná en tu cuerpo? ¿No tienes escamas y tu transformación es parcial? Explícate si deseas vivir"—, pregunto intrigado Varasloth.
Kai continuó tosiendo sangre mientras intentaba ponerse en pie. Su mente se encontraba en plena confusión. Si bien tenía limitaciones y era consciente de ellas, el poder del híbrido frente a él no era ordinario.
—¿Posees sangre divina? —, pregunto cuidadosamente mientras palidecía por la pérdida de sangre.
—No lo creo—, contesto indiferentemente Varasloth. Estaba siendo sincero, él había sido currado en un plano menor, en donde los dragones ordinarios eran considerados dioses antiguamente. La posibilidad de que sus creadores hayan accedido a lo que se considerase sangre divina era remota, pero valía la pena investigar en un futuro la posibilidad.
Kai miró con sorpresa a Varasloth y preguntó, —¿Entonces? ¿Qué eres? ¿Como puedes tener tanta fuerza? —
Varasloth no respondió, su nombre continuaba siendo un tema a tratar y preferiría no usarlo con alguien que estaba por morir.
Su filosa cola se dividió en tres secciones, cada una como una daga y se clavaron cruelmente en los hombros y estómago de Kai.
—Responde o muere.—, dijo Varasloth fríamente. Si no le causara intriga el motivo por el cual un dragón no podía usar magia y se encontraba limitado a una forma humanoide parcial, hace rato que la cabeza de Kai habría sido separada de su cuerpo.
Kai frunció el ceño evidentemente en conflicto, más tras evaluar los pros y contras de la información requerida decidió simplemente continuar viviendo, —Son sellos, tanto mi forma original como mi maná se encuentran bloqueadas. Estoy siendo castigado. —
Varasloth lo miró intrigado, actualmente ambos se encontraban en el estómago de anfibio cursando una prueba para ser elegido como el Heraldo de La Noche Eterna.
¿Quien en su sano juicio entraría a una competición donde perder la vida era una posibilidad real sin todas sus habilidades?
¿Acaso era esto lo que llamaban la arrogancia de un dragón?
Kai pareció adivinar los pensamientos de Varasloth y débilmente respondió,—No te confundas, decidí venir después de ser castigado. Descubrí algo interesante de este lugar. ¿Te gustaría cooperar?—
Los ojos de Varasloth se abrieron intrigados, —Habla o muere.—, dijo fríamente, ocultando su intereses, la verdad era que se moría por conocer el secreto digno de ocasionar que un dragón sea sellado y aún así eligiera adentrase en una competencia mortal.
Kai se encontraba pálido, sabía que había perdido mucha sangre y continuaba perdiéndola, sino recibía ayuda pronto perdería la conciencia y luego su vida.
En el momento que no pudiese hablar, el monstruo frente suyo perdería el interés y lo dejaría morir, debía demostrar que su vida significaba algo.
—Habló en serio, aliémoslos... ¿Sabes que estamos en el estómago de La Primera Sombra verdad? Este es un pequeño mundo que la sombra devoró hace incontables siglos, sirve de jardín para pruebas, eventos o prisión dependiendo el ánimo de La Sombra. Pero también tiene otra función muy interesante y difícilmente conocida, pagué un gran precio para adquirir esta información. Aquí también está la bóveda de La Primera Sombra, la bóveda de un Dios...—
Kai pareció desvanecerse sin fuerzas con su último suspiro, pero al escuchar estas palabras por la mirada de Varasloth surco algo nuevo, codicia, hambre y una abismal y primordial curiosidad.
Dichas emociones no pasaron desapercibidas de los agudos ojos de Kai, quien supo en ese momento que Varasloth no lo dejaría morir, al menos por el momento, Kai se había convertido en la llave de un tesoro inimaginable y Varasloth lo necesitaba.
Sabiendo esto, Kai dejo de esforzarse y se desplomó en el suelo, con una sonrisa en su rostro, sabiendo que su vida estaba segura.
Varasloth lo miró desconcertado, —"Esto es en verdad, la arrogancia de un dragón."—
El dragón había apostado su último aliento a la posibilidad de que Varasloth sucumbiera ante la tentación de lejanos tesoros inimaginables e irrealistas, y de esa manera decidiera salvarlo. Era una apuesta muy arriesgada, casi suicida. Si hubiese sido alguno de los otros candidatos, era casi seguro que no le hubiesen creído, probablemente lo considerasen era una trampa o una estafa. Pero lamentablemente, la víctima de tal tentación había sido Varasloth y su propia naturaleza no le permitirá descartar una oportunidad así, incluso si fuese una trampa.
Varasloth miró fastidiado el cuerpo de Kai mientras la fuerza vital del dragón se desvanecía. Sospechaba la venida de una ola de problemas y esfuerzo innecesario.
Pero de repente sonrió y miró la situación desde otra perspectiva,—"Qué interesante dragón, quizás valga la pena conservarlo."—