El baile, era verdaderamente un arte, cada movimiento de las piernas, los brazos, así mismo flexinando cada músculo del cuerpo, la delicadeza al moverse al compás de la música, parecer tan ligero como una pluma, moverse elegantemente, un arte digno de admirar pero difícil de aprender.
— ¡Uno! ¡Dos! ¡Tres! ¡De nuevo! — La voz de Selene resonaba en el gran salón baile de Between.
Las gotas del sudor, el dolor de las piernas y brazos , de las doce personas allí dentro era cada vez más difícil de soportar, Morgan y Viktor al igual que los demás estaban muy agitados, era la primera lección de danza, baile de salón eligió la mayoría pensando que sería lo más fácil de aprender pero era lo contrario, Selene era una maestra muy estricta con ellos, les había mostrado los pasos básicos y puso una melodía de piano, formó las parejas y cada vez que alguno cometía un error todos volvían a iniciar de cero su sencilla coreografía.
Afortunadamente Morgan y Viktor eran una pareja de baile, ambos tenían buena comunicación y coordinación, pero eso no impedía que Selene los presionara igual que los demás. Repitieron tres veces más y por fin terminó su clase, Selene repartió botellas de agua a sus alumnos, dio las indicaciones para la siguiente clase y los dejó irse.
Cuando todos se habían ido, en el amplio salón sólo estaban tía y sobrina, ambas sentadas en el frío suelo, bebiendo agua y teniendo una buena conversación.
— ¿Cómo están tus padres?
— Ambos están bien, ahora tengo hermanos.
— ¡Si! Eso me contó papá, fue a visitar a Masha y Roman.
— ¿Enserio? ¿Tú no fuiste?
— No. Sabes ella pidió verme, no quería que algo malo le sucediera a mi papá de nuevo, así que acepte tatuarme —. La condición familiar de Selene y los padres de Morgan eran similares.
— ¿Puedo verlo? —. Morgan tenía curiosidad sobre el tatuaje, sabía lo que significaba.
Selene se quito su blusa blanca, dejando a la vista su formando abdomen, dejando a la vista su top blanco y en la espalda un gran tatuaje que se expandía por completo por ésta, una silueta de una geisha de varios colores llamativos, era hermoso.
— Tengo que admitir que es bonito, pero ahora significa que soy parte del clan... La yakuza es demasiado peligrosa, ella es peligrosa.
— ¿Cómo se lo tomó el señor Liam? — Morgan sabía que la madre de Selene era una mujer muy peligrosa y que no tenía algún afecto por su hija.
— Se preocupó mucho, tiene miedo, pero si no lo hacía el saldría lastimando de nuevo.
Selene vivía con su padre, un beta que era ex policía, un día se encontró con su madre y tuvieron un encuentro, ella quedó embarazada y tan pronto dio a luz se la entregó a Liam, quien la crió sólo.
— Bueno mejor cambiemos el tema, sabes hay un rumor sobre ti.
— ¿Sobre mi? —. La joven la miró confundida.
— ¿Daniel Dumbre? ¿Es tu novio? —. La mayor observó como la cara de la joven Lucía un poco roja.
— Si, es un dulce chico —. Sus palabras sonaron tan seguras y llenas de amor por él.
La mayor solo sonrió y preguntó un poco más del tema, era su sobrina, quería verla feliz, porque sabía que la soledad que estaba experimentado la consumiría, le alegraba que tuviera una pareja.
***
La pareja se encontraba en la biblioteca como era habitual, pero esta vez era diferente a las demás. La mirada penetrante de Daniel hacia Morgan, reflejaba sus ansias de devorarla en esos instantes, ambos estaban de frente, ella con un libro en su mano, mientras que su novio cada vez se acercaba a ella, la distancia era cada vez más corta, sus rostros estaban peligrososamente cerca, inconscientemente ella relamió sus labios, el castaño no espero más y unió sus labios.
El beso era lento, después la abrazo de la cintura y la atrajo hacia él, cada vez subía más la intensidad, el poco a poco introdujo su lengua, llegando a el primer beso francés de Morgan, torpemente trató de segur el ritmo, por la falta de aire, se separaron, el rostro sonrojado de ella, sus respiraciones entrecortadas, causó que el castaño liberará sus feromonas levemente, el olor llegó a las fosas nasales de la omega, era un agradable olor, que aceleraba su pulso y su corazón.
Daniel obrsevaba la escena ante sus ojos, su pequeña omega excitada por causa de sus feromas de alfa dominate, sus labios rojos por causa del beso, sus pupilas dilatadas, su cabello ligeramente despeniando, su pecho que subía y bajaba rápidamente, su uniforme arrugado, era solo él, quien podría verla de tal manera, en su cabeza se repetía una y orar a vez el pensamiento <
Tomo su rostro, y se fundieron en un beso fogoso, el libero más de sus feromonas, eso la volvió loca, ella se aferraba fuertemente a su novio, su cabeza daba vueltas, su respiración era irregular, al separarse por aire un hilo de saliba los unía, violentamente el la beso de nuevo y libero más de sus feromonas, el cuerpo virgen de la omega no resistió y se desmayó.
En toda su vida jamás había recibido esa cantidad de feromas de alfa, si bien pocas veces detectó la feromonas de sus padres ya que fue a los doce años que aprendió correctamente a controlar sus feromas y detectarlas. Daniel era el primer alfa en dispersar sus fuertes feromonas en ella, y la primera vez que ella sabía el olor real de un alfa.