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Chapter 18 - Capítulo 18: Luciérnagas de medianoche

Al escuchar eso Ethan trató de contener su sonrisa y ser menos obvio.

"Aris aceptó"

Pensó Ethan encantado, aun quería pasar más tiempo con él pero no sabía que escusa usar y sólo pudo pensar en esa, pero funcionó, Aris aceptó quedarse un rato más y esperar a que les diera sueño, ahora el problema era ¿Qué harían juntos para pasar el rato?

Eso fue en lo único que no pudo pensar.

—¿Qué tienes en mente Ethan?—preguntó Aris felizmente.

—Ahh...no lo sé—dijo con nerviosismo.

—Mn, si no se te ocurre algo ¿puedo sugerir algo?

—Claro, por mi está bien—respondió Ethan con alivio al escuchar la sugerencia de Aris.

—Veamos...¿Qué tal si me hablas de tus libros?—dijo mirando hacia los estantes.

Aris adoraba leer libros, le mostraban el mundo que tanto anhelaba y sentía que con cada uno de ellos conocía mas del mundo humano. Y le emocionaba más porque eran los libros de Ethan, no podía imaginar cuan fantásticos libros podría tener.

—Claro, es una buena idea.

Ambos caminaron hacia un estante y Ethan tomó uno.

—Este se llama "Luciérnagas de medianoche" de Edam Fabris, es mi autor favorito.

—¿Y de que trata?

—Es un poco triste pero su narrativa y los sentimientos que transmite son hermosos. Trata de una persona que muere en un bosque pero su alma queda atrapada entre este mundo y el más allá, deambula solo en la oscuridad cuando el espíritu del bosque lo ve, él se apiada de su desafortunada existencia así que lo convierte en un guardián sagrado del bosque y le obsequia el don de la luz, volviéndolo el espíritu de las luciérnagas.

— Oh, se escucha maravilloso— exclamó Aris fascinado al oír tan increíble historia.

—Es uno de mis libros favoritos, ¿quieres que te lea alguna parte?—preguntó Ethan emocionado.

—Sería un placer.

—Bien—dijo Ethan aclarándose la garganta— creo que he marcado las partes que mas me han gustado.

Ojeó el libro hasta que encontró una marca en una página y comenzó a leer:

"En esta oscuridad sin fin jamás había estado tan solo y triste...Por favor, que alguien venga y me salve, libérenme de este sufrimiento. Esta existencia mía tan miserable no es vida ni tampoco muerte, ¿Acaso estaré atrapado en esta soledad para siempre?..."

Aris al escuchar esto sintió una inquietud en su corazón, recordó ese sentimiento de soledad y desesperación. Hace mucho pensaba que ese sentimiento nunca abandonaría su corazón, pero ahora ya no había ningún rastro de el, y era reemplazado por un sentimiento cálido, sin embargo aun sentía dolor al recordar...

—Aunque sólo es un fragmento esta parte me dio mucha tristeza, todavía lo recuerdo—dijo Ethan contemplando la página del libro.

—Si, es triste sentirse solo... —dijo Aris tragándose la angustia y preguntó: —¿puedo escuchar más?

—Claro—dijo buscando otra página y reanudó la lectura:

"Haré lo que sea pero por favor sálveme, e intentado destrozar mi alma pero es imposible, se lo ruego..."

"Es una verdadera lástima lo que fue de tu vida joven humano, y por ello mi corazón se ha conmovido— dijo el espíritu del bosque y extendió la mano en un puño—tu alma esta en oscuridad y tinieblas, te daré un regalo para que salgas de ahí, una parte de mi, la luz del bosque— la abrió y salió una pequeña luciérnaga de su mano que flotó hasta el alma del joven—ahora eres el espíritu de las luciérnagas, volviéndote así el guardián del bosque hasta el fin de los tiempos."

Al tocar la luciérnaga el alma del joven se iluminó y un tenue resplandor dorado lo envolvió, sacándolo así de las penumbras...

—Esta parte me gusta mucho— dijo Ethan— al fin pudo salir de la oscuridad y ser salvado...

Aris se sintió conmovido por el relato de ese libro y preguntó:

—¿Y que pasa luego?

—Sabes, ¿Por qué no seguimos hablando en la cama?, nos sentamos y conversamos mas cómodos—dijo mientras escogía otros tres libros.

—Me parece bien.

Aris se quitó los zapatos y se sentó con las piernas cruzados sobre la cama, Ethan sonrió y también se los quitó y sentándose frente a él continuó y explicó:

—Esto es sólo el comienzo de la historia. Sabes, las luciérnagas representa la esperanza y la luz que puede guiarte hacia lo que más quieres.

—¿Y que es?

—Amor y felicidad.

—¿Y lo encuentra?

—Ya lo verás.

Luego de que el alma del joven fue salvada sirvió al espíritu del bosque por muchos años, pero se sentía solo, entonces el espíritu le dijo:

"Las luciérnagas pueden guiar a las personas que están en la oscuridad de la noche e iluminar su camino, pero también puedes guiar a alguien con ellas hacia tu corazón y así encontrar a quien amar, y dejarás de sentirte solo. Quien vea las luciérnagas será alguien que pueda amarte y tú amarlo"

El joven se sintió feliz al escuchar eso, pero cuando pensaba que nada podía ser mejor el espíritu le advirtió:

"Pero te aconsejo que no lo hagas, si conoces a esa persona sólo le traerás dolor y tristeza, y al verlo así tu también sufrirás y ese sentimiento será peor que la soledad"

—Esta parte realmente me hizo sentir mal, su alma sufría y obtuvo el don de la luz que puede usar para encontrar a alguien que lo ame, pero si lo hace sufrirán ambos, ¿no te parece injusto?

Los ojos de Aris se humedecieron involuntariamente y se sentía cada vez mas culpable y triste porque esta historia se parecía mucho a la suya.

Ethan miró que la expresión de Aris era muy triste y le dijo:

—Pero no tienes porque sentirte triste, te diré un secreto—le dijo en voz baja—al final no todo es tan malo.

—¿De verdad?—preguntó con tristeza.

—Si, luego de eso el joven reflexionó sobre ello:

"Si con las luciérnagas puedo guiar a alguien hacia mi, alguien a quien amar y que me ame lo haré, amar a alguien no puede traer nada malo, si ambos nos amamos todo estará bien... "

Así que una noche el joven liberó muchas luciérnagas formando diferentes caminos y cada uno lo llevarían hacia él. Esas luciérnagas eran especiales porque sólo serían vistas por aquella persona.

Pero nadie llegó.

Lo hizo una y otra vez, esperó y esperó.

—Me sentí frustrado y ansioso en esta parte—dijo Ethan mirando a Aris a los ojos, los cuales tenían una expresión pesada y preocupada, al verlo así pensó:

"Aris es muy sentimental, en verdad se ve que simpatiza con el personaje..."

—Pero el joven no rindió, aun con el corazón lleno de desesperación hizo lo mismo cada noche, sin importar cuan fría fuera la noche, cuan solitaria y silenciosa estuviera, sin importar que las luciérnagas sólo brillaran hasta medianoche.

—¿Por qué sólo hasta medianoche?—preguntó desconcertado.

—No estoy seguro, nunca explican eso, creo que no hay una razón en concreto, pero si explican que, entre más se acerca la medianoche más hermosas y brillantes se vuelven las luciérnagas. Y cuando es medianoche dejan de brillar lentamente y desaparecen.

—Vamos, sigue contando—exclamó Aris ansioso.

Con una sonrisa Ethan continuó:

—Hasta que, una noche, cuando el joven empezaba a perder la esperanza de encontrar a su persona amada escucha algo—hizo una pausa y observó la mirada de Aris, que brillaba con curiosidad por saber más de la historia. A Ethan le gustaba que Aris estuviera tan absorto en lo que contaba, a nadie le interesaba su libro favorito y cosas como el arte, pero a él si, y eso lo hacía sentir emocionado y cada vez mas fascinado por Aris.

—Unos pasos se acercaban poco a poco...el crujido de las hojas se hacía cada vez más notorio y el joven podía sentir que alguien se acercaba.

Y en la oscuridad de la noche apareció un joven, de unos dieciséis años, cabello y ojos tan negros como la tinta, en la mano izquierda llevaba un arco y en la derecha una flecha.

La expresión de Aris mostró emoción al escuchar esta parte y Ethan quedó encantado al verlo.

—¿Es él la persona que ya no lo hará sentirse solo?

—Si. Su nombre es Jayden Payne. Esa noche había decidido ir a cazar porque su familia era muy pobre y no tenían nada que comer, y pensó que podría atrapar algo fácilmente ya que en la noche los animales dormía. Pero lastimosamente no había encontrado ninguno, esa noche no había luna y el bosque estaba tan oscuro que apenas miraba en donde pisaba.

Y cuando vio las luciérnagas se alegró al encontrar un poco de luz que lo ayudara a salir de la oscuridad.

—¿Y qué pasó cuándo el espíritu del joven vio a Jayden?

—Se sintió la persona más feliz del mundo.

Ethan ama esta historia, y más porque se trata del amor entre dos chicos, un poco trágico y triste pero hermosa. Ethan la leyó cuando tenía quince años más o menos, a esa edad sabía que no le gustaba el sexo femenino y deseaba poder encontrar un amor tan lindo y destinado como el del libro, claro, omitiendo la parte triste y trágica.

Lastima que las cosas a veces no pasan como las queremos.

Al principio le preocupaba la reacción de Aris cuando supiera que la otra persona también era un hombre, pero sus dudas eran innecesarias, Aris quedó fascinado por la historia, no dijo nada al respecto y lo vio como la cosa más normal del mundo.

También quiso contarle esta historia para saber que opinaba sobre el amor entre dos hombre, y al parecer no le incomodaba. Era una buena señal.

—¿Cuánto falta para que llegues al final?

—La historia es larga pero voy a resumirlo lo más posible.

Esa fue la primera vez que el espíritu vio a Jayden, pero no pudo hablarle, no tenia el valor de mostrarse porque temía que su apariencia asustara a Jayden, no todos los días ves una criatura así en un bosque a media noche, y si era rechazado eso le dolería tanto que jamás se atrevería a hablarle de nuevo...

A Aris le preocupaba un poco ese tema al principio, temía que la persona que llegara a salvarlo le desagradara o le disgustara su apariencia y su raza. Un tritón.

"Mi piel pálida y fría, mi cabello blanco, sin color, y mi verdadera forma...Pero creo que eso...ya no importa"

Porque a Ethan nunca le importo, él...a él jamás le disgustaría eso, él lo amaba tal como era.

—Pero como el niño no pudo encontrar nada que cazar se fue—continuó Ethan— sin embargo no se rindió, y desde ese día todas las noches el niño volvió al bosque a intentarlo de nuevo. Y el espíritu al verlo le ayudaba desde lejos.

Pasaron los años y...

—¿Cómo que los años?—preguntó Aris desconcertado y con las cejas fruncidas.

—Si—le respondió con una triste sonrisa—el espíritu no se atrevía a hablarle, pero durante muchos años le ayudado en la oscuridad de la noche y así su familia tuvo que comer. Jayden ahora era un joven de veinticinco años, y una noche, cuándo volvió a entrar en el bosque vio algo en la oscuridad.

—¿Era el espíritu?

—Si...pensó que si no tomaba coraje nunca podría conocerlo.

El espíritu asomó su rostro desde detrás de un árbol...

Nota:

Este capítulo es muy importante ya que hay detalles que salen mas adelante y contiene algunas similitudes con la historia original "Los ojos más bellos del mar", también recuerden el nombre del autor de "Luciérnagas de medianoche"