-No estás ni remotamente listo para tomar el entrenamiento- dijo el tecolote, mientras Teo, aún podía sentir la sensación de estar ahogándose, a pesar de que ya no dolía su cuello pudo notar como aún sentía mentalmente aquella sensación de ardor y molestia en la zona.
- ¿Por qué hiciste eso? sentí que me moría- respondió Teo con el aliento extremadamente agitado. A lo que el tecolote con cara de burla le respondió -solo te demostraba como es imposible para ti morir, si estuvieras en el mundo real, solo habrías notado como tu conciencia se volvía más débil mientras caía tu cabeza y un momento después de tocar el suelo estarías muerto.
Es por eso que te digo que no estás listo para tomar el entrenamiento, es necesario que puedas estar dentro de este mundo por al menos 1 año seguido sin que tu mente se perturbe y puedas realizar tus ordenes al sistema con un pensamiento, e incluso así tus probabilidades de sobrevivir son menores al 5%, a partir del primer año, cada año aumentará tus probabilidades de sobrevivir ya que tu mente madurará y se acostumbrará a vivir en este tipo de entorno. Aunque no te recomiendo pasar más de cinco años seguidos por noche o podrías empezar a desarrollar tu mente mucho más rápido de lo que tu cuerpo real crecerá y eso podría traer algunos problemas en la realidad, pero si quieres intentarlo eres libre, si quieres tener el 100% de probabilidad de sobrevivir deberás pasar cerca de 350 años en total aquí adentro-
Cada palabra que dijo el tecolote sonaba tan increíble como la anterior -¡350 años!, ¿cómo voy a lograr todo ese tiempo?, apenas tengo 15 años de vida, y creo que es bastante tiempo, ni pensar en tantos años, me volveré loco- el tecolote miró a Teo y con desdén le dijo -es cierto, había olvidado deliberadamente explicarte un pequeño detalle con esta habilidad, sólo tienes seis meses para completar el entrenamiento o el poder que te he dado lo obtendrás en el mundo real, aún sin mi ayuda, y será sin ninguna restricción por lo que seguramente perderás tu mente en el proceso; cosa que sería muy peligroso, incluso para mí y como no lo puedo permitir tendría que matarte antes de que eso suceda-.
Una cara de terror apareció en el pálido rostro de Teo, haciendo que el tecolote esbozara una sonrisa de gozo -aceptaste esto por lo que tienes dos alternativas; completas tu entrenamiento antes de que se cumplan los seis meses o morirás, tú elige, antes de eso eres libre de hacer lo que te plazca con la habilidad, lo único de lo que debo advertirte es que nunca hables a nadie acerca de este poder o ellos compartirán el mismo destino-
Teo, no pudo creer lo que escuchaban sus oídos, en ese momento pensó en su amigo Leo, a quien ya le había dicho sobre lo que sucedió, solo hace menos de una hora antes de dormir -pero señor tecolote eso no es justo, yo... ya no quiero esta habilidad, solo regréseme a como estaba todo antes, por favor, se lo suplico, no quiero nada de esto, no le diré a nadie sobre lo que pasó- Teo comenzó a suplicar llorando al tecolote, lo que lo enfureció bastante.