-Eres un pollu... humano muy confiado, no es tan simple como crees llegar a vivir 350 años aquí adentro mientras que en el mundo real solo pasarán seis meses, pero respondiendo tu pregunta, si ambos lo logran, tendrán la habilidad de controlar todo a voluntad en el mundo real, tal cual lo hago yo y mis compañeros-.
- ¿Compañeros? ¿hay más con esta habilidad?- preguntó Teo con mucha sorpresa al enterarse que no era el único, a lo que el tecolote soltó resoplido de burla y contestó -por supuesto que hay más, este poder se originó desde antes de la creación del universo, siendo sinceros el universo se creó a partir de esta habilidad, el primer portador de la omnipotencia se sintió solo, así que decidió crear todo tipo de criaturas que pudo imaginar, algunas de estas están tan lejos que nunca has escuchado sus nombres o puedes imaginar su apariencia, a eso lo llamaron los humanos universo.
Incluso deseo que su poder fuera transferido a otros y tratando de asegurase de que siempre existiera, sacrificó su propia existencia para compartir este regalo con ciertas criaturas elegidas, los cuales fueron reconocidos como dioses por las diferentes culturas de la antigüedad, incluso yo fui conocido hace siglos por la civilización que controlaba este valle como "Chalchiutecólotl"-.
Teo no podía creer las palabras que salían del tecolote -incluso el universo fue creado con ese poder- dijo en voz baja mientras dejaba volar un poco su imaginación, cuando el tecolote lo escuchó le dijo -claro, pero no sueñes tan alto niño, no es tan simple crear algo tan complejo y grande como el universo, ninguno de mis compañeros ha logrado replicar esa hazaña-.
-Pero se supone que es omnipotencia, es decir el poder de hacer absolutamente todo- dijo Teo con duda en los ojos a lo que el tecolote respondió -claro, la habilidad en sí, no tiene límites, pero tú si, tú eres una criatura formada por la misma habilidad, por lo que exceder ese poder es imposible, el agua por muy agitada que esté nunca podrá romper el jarrón donde está guardada, ¿entiendes? el único límite aquí es tu imaginación, si no lo puedes imaginar no lo puedes crear-.
Entonces Teo calló en cuenta de que sucedía, es por eso que necesita entrenar su mente, porque el poder es tan grande que, si no lo sabe controlar, se volverá literalmente "loco de poder" y podría empezar a destruir cosas que sostienen el mundo real, tales como la gravedad, magnetismo y cosas similares.
-Si logras sobrevivir a estos seis meses te contaré la verdadera razón de porque es que tenemos este poder y todo lo que implica ya te he contado de todo lo que necesitabas saber, así que me voy. Regresaré a verte el día antes de que se cumpla tu periodo de entrenamiento, si quieres que te entrene, tienes que llamarme mientras estés en este mundo, pero te advierto que solo puedo entrenarte a ti, por lo que, si te entreno, tu amigo quedará sólo, el que comparte el poder es el único que puede entrar a los sueños del receptor.
En otras palabras, tú eres mi responsabilidad, pero él es la tuya, tú decide que quieres hacer- sin decir una palabra más el tecolote se giró y se adentró en el bosque hasta que fue imposible de ver. Teo se quedó ahí, aún estaba en el suelo lleno de lodo y sangre que comenzaba a secarse en su ropa y piel. Era mucha información que procesar por lo que Teo se tomó su tiempo para repetir la conversación que tuvo con el tecolote desde que se durmió, la repitió una y otra vez, estaba tratando de encontrar una manera de poder salir de esta y salvar a su amigo, pero por más que pensó no llegaba a nada.
El tiempo transcurrió y lo despertó de su trance el frío, ya era de noche dentro de sus sueños y estaba en el bosque "podría enfermarme si no me tapo rápido" fue lo que pensó, pero en el momento en el que aquel pensamiento termino de recorrer su mente, una ligera risa sarcástica salió de su boca, no podría enfermarme a menos de que lo quisiera, giró su cabeza para ver la luna a lo lejos y dijo -qué hermosa luna, como quisiera verla más de cerca... sistema, quiero volar- entonces la sensación ya familiar de frescura salió en su espalda y aun torpemente emprendió el vuelo hasta salir del bosque para poder contemplar la luna en todo su esplendor.