El resto de la semana transcurrió de manera tranquila, Asier durmió todos los días hasta el medio día y leyó o vio series el resto del día, no estaba interesado en asistir a clases y el propietario original tampoco asistía con frecuencia por lo que nadie le dijo algo, ni lo encontraron fuera de lo normal.
Era viernes cuando recibió a primera hora de la mañana una llamada de la escuela donde le pedían que asistiera de forma inmediata.
Asier lo encontró extraño, pero tampoco se podía negar cuando se lo estaban exigiendo y no sugiriendo, por lo que se vistió con su uniforme escolar y partió a la escuela, ya eran cerca de las diez de la mañana cuando llegó a la oficina administrativa.
Inicialmente había pensado que lo llamaban por inasistencias acumuladas o algo así, sin embargo, cuando entró a la oficina del director se encontró con cinco profesores que lo miraban enojados o decepcionados, hubo uno en especial que si no recordaba mal era el señor Curtis, profesor de matemáticas, quien tenía un toque de burla y odio en su mirada.
Solo podía pensar: ¿Qué clase de situación es esta?
"Siéntate" dijo el director con voz seria y mirada complicada.
"Buenas días" saludó Asier respetuosamente a todos los presentes antes de sentar en la silla ubicada justo en frente del director.
"¿Sabes por qué estás aquí el día de hoy?" cuestionó el director.
Asier: "No realmente".
"¿Este documento no te dice nada?" gritó enojado el director mientras le colocaba frente a él una hoja con sus calificaciones de las pruebas pasadas.
"¿Que soy inteligente?" preguntó Asier tentativamente, mientras se aplaudía internamente.
¡No había perdido su toque!
Estas notas eran brillantes.
No podía evitar pegarse unas palmaditas en la espalda lleno de orgullo.
Eran puntajes completos con excepción de historia e idiomas en las cuales había tenido unos cuantos puntos menos, pero seguían siendo muy buenas.
"¡¿Crees que nos creeremos que de un día para otro te volviste inteligente?! ¿Acaso crees posible pasar del casi último lugar al primero?" gritó enojado el director.
"¿Quedé en el primero?" Asier se asombró, ¡Esto es mucho mejor de lo que había planeado inicialmente!
"¡A base de trampas!" continuó gritando el director.
"¿Tiene alguna prueba? Porque no hice trampa, simplemente estudié" Asier se encogió de hombros con pereza, ¿para esto lo habían llamado? Saben perdía horas de sueño por esta tontería…
"¡¿Nos crees estúpidos?!" continúo vociferando el hombre frente a él.
"El director tiene razón, si aceptas la culpa voluntariamente, el castigo será menor, estamos haciendo esto por tu propio bien, no es bueno ser deshonesto" lo secundó el señor Curtis.
Asier lo quedó mirando fijamente.
¿Por mi bien?
¿Acaso te has mirado al espejo?
¡Tú expresión no muestra en lo más mínimo una persona benevolente!
¡Lo único que veo es odio!
¿Habrá tenido algún roce con el propietario original?
Pero no parece posible, a pesar de que Asier era una persona floja y poco estudiosa, nunca fue irrespetuoso y la verdad ni siquiera venía a clases, por lo que no debería haberse encontrado mucho con sus profesores.
También hay un toque de envidia en su mirada…
Eso tiene más sentido, una trama de celos y envidia unidireccionales hacia un niño.
Mmm… realmente patético.
"Mn, pero no hice trampa" volvió a decir Asier perezosamente mientras bostezaba.
"¡Tú! Serás suspendido hasta nuevo aviso, tus evaluaciones se puntearán con el puntaje mínimo" le gritó le director rojo de furia al ver su postura desinteresada.
"¿Tiene pruebas?" al escuchar esto, Asier se sentó derecho, no por miedo sino más bien enojo.
Lo que muy pocas personas sabían era que, entre más molesto y enojado estaba más astuto y racional se volvía, Asier era la viva imagen de una escala inversa, cuando la mayoría de las personas se volverían irracionales al dejar salir su ira, él era la viva imagen de la tranquilidad y la lógica, su capacidad cerebral se disparaba.
Todas las personas que lo habían conocido en su vida anterior dirían que su mayor talento no era su habilidad con cuchillas ni pistolas, ni siquiera su increíble sigilo que no se compara con ningún otro, sino más bien su capacidad mental.
"Eso es fácil de encontrar" se jacto otro de los profesores, esta vez fue el señor Litberth de ciencias biológicas.
"Por supuesto, si es que existieran" Asier asintió de acuerdo.
"Seguirás siendo testarudo, si no asumes la culpa en este momento, puedes incluso tener que repetir el año, no aceptamos tramposos en esta institución" el director continúo gritando, Asier estaba seguro de que su voz podía escucharse hasta en el aula de al lado, no pudo evitar suspirar, se transformaría en el chisme de todos, no es que le importara, pero debido a que nunca aparecía en clases, la atención podría verse dirigida a su hermano y eso le molestaba.
Asier estaba cansado de la situación y tampoco quería seguir alargándola por lo que dijo con voz clara y concisa "Mn, esta situación es un tanto delicada, ya que me están haciendo asumir una culpa que no es mía, por lo que tendremos que tomar el camino legal".
Las seis personas presentes lo quedaron mirando con sorpresa, todo enojo esfumándose.
¡Nunca esperaron que este niño tomara el camino legal!
¡Sólo habían querido asustarlo un poco para que aceptara sus culpas!
Si llegaban a irse a juicio, perderían sus licencias y ni pensar en lograr encontrar trabajo en otro lugar, ¡la familia Ricci los despedazaría!
Asier no esperó a que lo detuvieran y marcó rápidamente "Hola hermano".
"¿Qué sucede? ¿Hubo algún problema? Nunca me habías llamado por teléfono" Ryu preguntó sorprendido y preocupado al mismo tiempo.
Asier: "Mn, ¿puedes venir a mi escuela?".
Ryu: "Por supuesto, ¿Qué sucedió? ¿te metiste en algún problema?".
Los presentes al ver a la persona que estaba llamando palidecieron aun más, no esperaban que llamara al primer joven maestro, todos sabían que era la persona con mejor relación en la familia con el viajo Ricci, si el decía que los profesores tenían la culpa no había posibilidades de que el señor Ricci no le creyera, si fuera Asier quien hablara, podrían maniobrar como otras veces, ¡pero con el señor Ryu no!
"Oh, no he hecho nada malo, no te preocupes, es solo que, ¿recuerdas lo que me dijiste, de que no deberíamos permitir que nadie nos falte el respeto?" Asier sonrió traviesamente, aunque parecía más la sonrisa de un diablo a la de un niño haciendo travesuras.
"Claro" Ryu asintió en aprobación.
"Mn, bueno… estoy pasando por esa situación justo ahora, dicen que copié en los exámenes y que me suspenderán y pondrán la nota mínima, pero ya ves, estudié para ellos y no hice trampa, por lo que no tienen pruebas y solo me están calumniando, ¿no crees que es una falta de respeto, no solo hacia mí, sino que hacia nuestra familia?" continuó Asier.
"Sin duda, no podemos permitir que algo así suceda, si me dices que no hiciste trampa te creo, dime ¿Qué necesitas exactamente?" Ryu estuvo de acuerdo, ¡Este es su hermoso hermano pequeño, como se atreven a pensar que hizo trampa!
Asier: "A ti y un abogado, tomaremos el camino legal, claramente no podemos permitir que docentes con tan poca ética laboral trabajen en esta institución".
"Estoy totalmente de acuerdo, voy para allá" Ryu asintió rápidamente y cortó la llamada, en menos de dos minutos ya había llamado a su secretaria para el abogado y salido de la empresa.
Mientras tanto en el otro lado de la línea Asier balanceaba su teléfono celular entre sus dedos de manera ágil mientras miraba con una sonrisa a los presentes.
Asier: "Ya lo escucharon".
El director por fin recuperó la voz y un poco de color en su rostro debido a la ira "¡Tú! ¡¿Estás loco?!" gritó.
Asier: "Creo que los locos aquí son ustedes, obligar, presionar y amenazar a un menor de edad a que asuma una culpa que no es de él, por no decir que calumniarlo y quitarle sus logros académicos, ¿creen que lo tendrían fácil? Además, ¿olvidaron quiénes son los mayores inversionistas de esta institución?".
"Es… eso… ¡Nosotros solo queríamos castigar a los tramposos!" gritó el director, aunque estaba vez había un toque de miedo y ansiedad en su voz.
"Oh… esa es una perspectiva interesante, pueden decirle todo esto al abogado, nos vemos, deberían estar acá dentro de quince minutos" Asier les sonrió y miró a los ojos a cada uno de los presentes, para luego darse media vuelta y salir a paso tranquilo a través de la puerta.
Inicialmente había pensado en regresar a casa, pero ya estaba en el colegio, ¿no sería mejor almorzar en el lugar y dar una vuelta? Podría ir a leer a la biblioteca, apuesto a que tenían buenos libros, incluso podría saludar a Biel un rato.
Todos los estudiantes aún estaban en clases, por lo que cuando llegó a la biblioteca estaba completamente vacía a excepción de el personal encargado, fue hasta la sección de novelas y tomó una historia de terror, casi nunca leía sobre este género, no le desagradaba, pero tampoco era algo que le quitara el sueño, sin embargo, mientras buscaba el título de la historia le había llamado la atención.
Cuando ya iba cerca de la mitad de la historia, alguien le pateo una de sus piernas de forma intencionada, Asier levantó la vista y se encontró con un par de ojos azules, el niño tenía casi la misma estatura que él, sin embargo, su cuerpo era mucho más robusto y musculoso, su tez era morena por estar mucho tiempo bajo el sol, y llevaba un balón de basquetbol entre su brazo izquierda y su cintura.
El niño lo miraba fijamente, con un toque de nerviosismo y anhelo, junto con una boca que se abría y cerraba con la intención de hablar, pero sin saber cómo hacerlo.
Finalmente, Asier se compadeció del otro y habló.
"Hola, mi nombre es Asier" dijo Asier mientras sonreía de la manera más amable e inocente que pudo encontrar.
"Hola" el niño tartamudeo "se quién eres, esto…" pausa "soy Owen, voy en tu misma clase"
"Oh, lamento no haberme dado cuenta" Asier sonrió avergonzado "casi nunca vengo a clases, por lo que no conozco muy bien a mis compañeros de clase".
"Lo sé, no te preocupes" exclamó rápidamente Owen mientras agitaba sus manos ansiosamente para que se detuviera.
"Esta vez no olvidaré tu nombre" Asier le sonrió "dime, ¿me buscas para algo?".
"Oh… eso… yo… solo quería saludarte" sonrió Owen nervioso y un poco sonrojado.
"Entonces hola, un placer conocerte" le devolvió Asier la sonrisa.
Owen: "Esto… me enteré de que sacaste el primer lugar de todo el grado".
Asier: "Con que las noticias vuelan".
"¡Quiero decirte que lo encuentro increíble! Nuestra clase nunca había conseguido un primer lugar, los primeros lugares siempre los tomaba la clase B, por lo que se burlaban de nosotros y nos lo sacaban en cara constantemente, esto… ¡Eres mi ídolo!" gritó Owen fervientemente.
Asier le sonrió un poco avergonzado, no se sentía como la clase de persona que mereciera que un niño tan adorable fuera su fan.
"También escuche que saldrás en el nuevo programa Looking for the treasure, ¡eres realmente increíble! ¡Estoy deseando que llegue! Incluso te comencé a seguir en redes sociales, ¡apenas salga el primer episodio te formaré un grupo de fans!" continuo Owen gritando emocionado hablando sin parar ni siquiera para respirar.
Asier quería alargar la mano y acariciar el cabello de este lindo niño, era demasiado adorable, le recordaba a un pequeño cachorro.
"Entonces ¿Te gustaría almorzar conmigo?" preguntó Asier mientras miraba la hora en su teléfono, solo quedaban cinco minutos para que sonara el timbre.
"¡Sería un honor comer con mi ídolo!" gritó Owen extasiado.
"Entonces vamos".
Ambos caminaron lado a lado hacia el comedor, las personas los miraban por la rara combinación que generaban, mientras uno caminaba de manera perezosa y segura, el otro era un manojo de nervios y torpeza, al mismo tiempo eran dos personas que nunca se podrían haber imaginado que estarían juntas, qué hacía el joven maestro más rico de toda la escuela junto con una clase media que apenas tenía para pagar el almuerzo.
Las personas que los vieron pasar no pudieron evitar sacar fotografías y subirlas al foro de la escuela, donde se llenó de rumores e hipótesis.
Finalmente, la que ganó fue que el joven maestro debía estar secuestrando al otro para intimidarlo con el resto de sus amigos, después de todo era de conocimiento publico que Owen había sido uno de los focos de abuso de sus compañeros de colegio.
Asier no estaba pendiente de las personas a su alrededor y tampoco conocía los rumores que circulaban, por lo que actuó de manera natural y amigable y tuvo un agradable almuerzo junto con Owen, quien estaba tan extasiado y feliz de comer con su ídolo, que no notó nada más a su alrededor.