Hoshino carraspeo mientras Asier se levantaba de su regazo, el primero aun estaba con la respiración agitada y sonrojado, sin embargo, el segundo ya se había recuperado de la vergüenza y caminaba tranquilamente sin ninguna señal de estar agitado hacia el sillón de la oficina.
"¿Para qué me habías llamado?" preguntó Asier suavemente.
Hoshino volvió a carraspear y tomó un vaso de agua para aclarar la garganta seca antes de comenzar a hablar.
"Queríamos hacerte una oferta" dijo Hoshino volviendo a su seriedad habitual para la trata de negocios, esta era una oferta que habían discutido con su padre y el secretario principal, no quería decepcionar a ninguno de los dos al fallar, no era momento de estar pensando en otras cosas.
"¿Qué clase de oferta?" Asier lo miró confundido.
Podrías darme una oferta de matrimonio…
Incluso acepto una noche de pasión…
Asier no pudo evitar sonreír con sus pensamientos +18, realmente ha leído mucho yaoi.
"Queremos que firmes un contrato con la empresa" continuó Hoshino.
"¿No había firmado uno?" preguntó Asier confuso.
Hoshino: "Sí, pero ese es para participar en el programa, este es para que seas parte de la compañía, pasarías a ser uno más de los artistas que nos pertenecen".
Asier: "¿Por qué tan repentino? ¿No sería una pérdida de dinero? Ya sabes, contratar alguien sin ningún antecedente laboral, y que no sabes cómo será recibido ante el público, ni siquiera sabes si tengo alguna habilidad".
Hoshino: "Lo hemos pensado detenidamente, creemos que tendrás buen recibimiento, además vimos algunas habilidades" su voz era demasiado hermosa como para dejarla ir, se había sentido como flotar en agua cristalina, una voz fría, pero al mismos tiempo relajante y fresca, como un trozo afilado y puro de hielo, sabías que podría cortarte y herirte, sin embargo, tan hermoso que no puedes evitar acercarte.
Ahora que lo pensaba la mayoría de las características de esta persona se sentían de esta forma, hermosas pero peligrosas.
"Mn" Asier asintió entendiendo la idea general.
"¿Qué opinas?" Hoshino cuestiono un tanto preocupado de que se negara, sabía que esta persona atraería gran atención, incluso él mismo no podía apartar la mirada, por lo que varias empresas querrían atraerlo a ellas, no podía permitir que esto pasara.
"¿Qué me harían hacer?" cuestionó Asier. ¿Realmente querían a alguien como él? No es como si tuviera algún talento, este cuerpo tenía lindo voz, pero hay un montón de personas allí afuera que pueden cantar igual o incluso mejor, además de eso no tiene nada más, ¿les gustaron sus movimientos? Pero estos son los movimientos de un asesino… no es algo de lo que se sienta orgulloso.
¡¿No querrán meterlo en películas de acción, cierto?!
¡No puede actuar!
Si hay algo en lo que sea malo en esta vida, es actuar, no porque no pueda cambiar sus expresiones o emociones, en eso es un experto, sino más bien, su capacidad para memorizar palabras es nula, no pienses en que pueda recordar una frase completa.
Si no es algo de mega importancia, o de vida/muerte jamás lo recordará.
Hoshino: "Eso se puede ver en el momento, no serás obligado a hacer nada que no quieras".
Uf, eso está mucho mejor…
Asier asintió "Mn, leeré ese contrato primero y lo pensaré".
Hoshino: "Está bien, puedes comunicarte con nosotros cuando tomes una decisión"
Asier asintió, Hoshino llamó a la secretaria de vuelta a la oficina para que trajera el contrato luego de recuperar totalmente su compostura.
Leyó atentamente el papel en sus manos, no le había problema alguno, sin embargo, tampoco tenía mucho conocimiento sobre estas cosas y menos del ámbito legal, por lo que no firmó, de todas formas, debía tener un tutor legal que le diera el permiso.
Asier: "Vendré con alguien más la próxima vez"
Hoshino asintió sabiendo lo que le preocupaba "Cualquier familiar mayor de dieciocho años servirá para ser su tutor legal"
"Entiendo" dijo Asier.
Ya tenía alguien en mente, sería matar dos pájaros de un tiro, había estado buscando alguna oportunidad para acercarse a su hermano mayor y ver que era lo que le genera tanto conflicto y ansiedad, pero no tenían ningún tema en común, y él otro apenas estaba en casa, siempre trabajaba todo el día en la empresa, por lo que no había encontrado el momento adecuado, ¡esta era una oportunidad de oro!, pediría su ayuda.
"Esto… me iré yendo" Asier se levantó y caminó hacia la puerta "Nos vemos" estaba a punto de girar la manilla cuando un grito lo detuvo.
"¡Espera!" gritó Hoshino nervioso mientras se levantaba de la silla.
"¿Sí?" Asier lo miró confundido, ¿hay algo más? Espera… ¡No me digas que quiere hablar de lo que sucedió!
Hoshino se movió ansiosamente junto al escritorio, lo había detenido en un momento de nerviosismo, no quería que el otro se fuera, pero tampoco tenían nada más que hablar, le había sucedido lo mismo la noche anterior, se sentía cómodo a su lado, pero tampoco tenía razón para retenerlo, finalmente suspiro y se despidió "Esto… no es nada, puedes irte".
Asier vio sus complejas emociones, sin embargo, no podía hacer nada por él, eran cosas en las que debía pensar por sí mismo, por lo que se despidió "Adiós".
"Buen viaje" Hoshino le sonrió de manera amable antes de girar y volver a su suya, mientras el otro salía a través de la puerta doble.
En su viaje de regreso tomó un taxi y se bajó en el centro de la ciudad, tomó un almuerzo ligero y fue hasta un ciber café donde tomó el lugar con mejor panorama del lugar y al mismo tiempo más oculto de las otras personas, no quería que nadie viera lo que estaba leyendo en la pantalla.
Revisó la información que había comprado anteriormente, junto con la encontrada en los teléfonos celulares de los tres hombres hace unos días.
El informante le había entregado información sobre los niños desaparecidos en los últimos años, Asier la leyó detenidamente, el número de desaparecidos en el país mostraba un declive notorio, lo cual eran buenas noticias si lo mirabas desde cierto punto, sin embargo, las características de las personas desaparecidas mostraban un cierto parecido entre ellas, a pesar de que no había relación en la clase social de los niños, habían desde personas pobres hasta hijos de famosos o familias con poder, todas eran personas socialmente abandonadas o que no tenían personas que los amaran lo suficiente para que hicieran un trabajo exhaustivo buscándolos, es más podrían ser niños resentidos con sus familias que no quisieran regresar, o que estuvieran faltos de afecto por lo que eran mentalmente inestables, estas características de secuestro las conocía demasiado bien, incluso luego de tantos años continuaba soñando con ellas de vez en cuando, por lo que apenas habían encontrado indicios como el extraño veneno que había olido hace unos días o la forma de seguimiento de los tres hombres, había querido investigar al respecto, después de todo, este mundo era prácticamente igual al suyo, entonces… ¿no existiría aquí también la organización que tanto trabajo le había costado destruir?
Si sus suposiciones eran ciertas… no podía evitar que se le apretara el corazón.
La organización de asesinos más extensa del mundo, representaban su odio más grande, profundamente grabado en su cuerpo, en cada uno de sus nervios, sin importar en que mundo estuvieran, los perseguiría hasta el infierno, una y otra vez.
Asier suspiró y continuó revisando, ya que lo encontrado iba en cuanto a sus temores, no podía relajarse, cada información era vital.
A continuación, revisó la información grabada en el teléfono celular, no había nada, solo un número de teléfono al que habían marcado ese día durante la tarde, no le sorprendía, los teléfonos debían ser comprados para ser desechados más tarde, ni siquiera intentó marcar el numero en la lista de llamadas, solo alertaría a la otra parte, aunque lo más probable es que la tarjeta de este número haya sido rota. A pesar de que no había nada dentro de los mismos, la ausencia de algo también era información valiosa, si las otras personas tenían tanto cuidado en esconderse y eran tan buenas haciéndolo, no eran simples asesinos.
Luego de una hora en el cibercafé volvió a salir y se dirigió a la compañía de su familia, tomó un taxi y ya eran cerca de las cuatro de la tarde cuando se paró frente a la entrada.
Le preguntó a la recepcionista por la oficina de su hermano y subió hasta el piso indicado para encontrarse con él, sin embargo, se encontraba en una reunión y tuvo que esperarlo por otra hora, en donde comió los bocadillos y té que le trajo la secretaria.
Estaba sacudiéndose las migas de las manos cuando parecieron unas largas piernas en traje negro frente a sus ojos, levantó la vista y se encontró con el ceño fruncido de su guapo hermano mayor.
Ryu: "¿Qué haces aquí?"
"Vine a verte, ¿no puedo?" dijo Asier con ojos inocentes, siendo la personificación de bambi.
"No es que no puedas" Ryu tartamudeo al ver sus ojos, suavizando su expresión "pero… ¿desde cuando quieres verme?" cuestiono lleno de confusión.
Asier notó su nerviosismo, por lo que rápidamente contestó con una sonrisa amable y sincera "Oh, tenía que pedirte ayuda".
"¿Te metiste en algún problema?" Ryu volvió a fruncir su ceño, esta vez con los ojos llenos de preocupación, sabía como se comportaba su hermano normalmente ya que recibía informes mensuales de gente que había dejado en el país para que vigilaran a sus hermanos, sabía que últimamente se había calmado y al parecer madurado, pero en cualquier momento podría volver a sus andanzas.
"Por supuesto que no" Asier lo sonrió mientras hacía una pausa "quiero que seas mi tutor legal".
"¿Perdón?" Ryu abrió los ojos como platos llenos de confusión "Pero para eso está nuestra madre".
"Pero te quiero a ti" Asier le lanzó su mejor sonrisa, una que a la que sería imposible no ceder.
Ryu apartó la mirada incomodo, no queriendo caer en la trampa, a pesar de que sus palabras lo habían hecho muy felices "Ven hablemos dentro de la oficina" finalmente contestó.
"Está bien" Asier asintió mientras se ponía de pie y lo seguía hasta la oficina.
"Ahora explícame todo, ¿Quieres café, té, algo de comer?" preguntó Ryu.
"Más té estaría bien" Asier sonrió, ya se había tomado cuatro tazas de té en la hora que había estado esperando, incluso quería ir al baño, pero la sola mención del nombre le generaba antojos de tomarlo.
Ryu marcó a su secretaria para pedirle una taza de té y café para él, cuando las dos llegaron, volvieron a hablar.
Ryu: "Ahora cuéntame".
Asier: "Me ofrecieron un contrato de trabajo, pero necesito que me acompañe un tutor legal, además quiero que revisen el contrato por mí, no soy bueno en estas cosas"
"Puedo hacer eso, pero ¿Qué clase de trabajo es? No te falta dinero, entonces ¿por qué quieres trabajar? ¿O enserio te falta dinero? Puedo transferirte todo lo que quieras, no hay problema, dime si tienes deudas o algún problema" soltó rápidamente Ryu preocupado.
Asier lo tranquilizó "No es nada de eso, es un contrato con una compañía del círculo del entretenimiento".
Ryu frunció el ceño intranquilo "¿Quieres entrar al círculo del entretenimiento como nuestra madre? No es un ambiente que me guste para una persona tan joven, ¿por qué no lo piensas mejor?".
Asier: "Estaré bien, no es que me guste o disguste, solo quiero probar un tiempo y ver si es de mi agrado, si no lo dejaré, no tienes que preocuparte por ello, jamás hare algo que no desee".
Ryu: Eso está bien, mmm… es repentino, llevaré un abogado con nosotros para que revise el contrato, ¿Qué compañía es? Si no es una de fiar, te buscaré otra, si aceptó que ingrese a este ambiente, estaré más tranquilo si eres parte de un lugar confiable".
Asier negó con la cabeza "No tienes que preocuparte, es una compañía confiable, es MoonLight".
"Si son ellos está bien, de todas formas, hablaré con el anciano Moreau, mi hermano no debe tener ningún problema" Ryu asintió un poco más aliviado.
Asier asintió con una sonrisa, ya había esperado que Ryu lo ayudara, después de todo a pesar de su supuesta indiferencia hacia sus dos hermanos menores, el amor que reflejaban sus ojos no podía ocultarse, aunque aún le preocupaba que era lo que estaba ocultando, tarde o temprano lo descubriría, por el momento solo quería lograr que el otro se sintiera relajado y amado a su alrededor, la culpa que veía en mirada hacía que se le apretara el corazón, un niño tan joven y lindo no debería tener emociones tan negativas dentro suyo, no era bueno para la salud.