En el otro extremo del teléfono, Asier lo devolvió a su bolsillo y continuó con su comida.
Ya era la hora del postre y podía sentir como su libertad estaba cada vez más cerca, cuando el hombre desconocido, que había identificado como un socio comercial del abuelo gracias a lo que había escuchado de su charla, se dio vuelta a mirarlo y le sonrió amablemente mientras intentaba hablarle.
"Señor, señora, los niños son muy tranquilos, se nota que los han criado bien, tal excelencia no se ve todos los días" dijo el hombre mientras sonreía.
"Oh señor Hugo, estoy feliz de escuchar sus palabras, ellos han crecido espléndidamente, aunque aún les falta para llegar al nivel de su hermano mayor" se regocijó la señora Bianca, mientras pensaba que por fin estos hijos no planeados estaban haciendo algo productivo, por lo menos eran un buen jarrón.
"Pero el Joven maestro Ryu es increíble, no hay muchos que puedan llegar a su nivel" continuó el hombre mirando esta vez en dirección a Ryu que comía con rostro indiferente, solo pudo suspirar, es tan difícil acercarse a este joven maestro.
"Así es, este joven es nuestro orgullo" el abuelo palmeo el rostro de su nieto con ojos orgullosos, a la vez que miraba con indiferencia hacia los mellizos.
Ryu asintió de manera educada sin dar mayor palabra.
"¿Ustedes que hacen muchachos? ¿Cuántos años tienen? Se ven muy jóvenes" Hugo continuo.
"Somos estudiantes aún, tenemos quince" Biel contestó con una sonrisa incomoda y forzada, estaba molesto que siempre lo compararan con su hermano, sabía que él era increíble, pero no por eso deberías mirarnos en menos a nosotros, es como si solo tuvieran un hijo y nieto, nunca había entendido porque los despreciaban tanto a él y a Asier, ¿En qué momento hicimos algo mal?
"¿Ambos?" el hombre los miró sorprendido.
"Mellizos" dijo Asier de manera indiferente y tranquila sin levantar la mirada en tanto que continuaba comiendo de su plato.
"Oh… veo" contestó el hombre con un sentimiento de incomodidad, incluso sintió que un escalofrío le recorrió la espalda, pero ¿por qué? Es solo un niño y no dijo nada extraño, pero ¿por qué algo se siente tan tenebroso?
Asier lo miró por unos segundos, vio su incomodidad y ansiedad, y no pudo evitar sonreír levemente, aunque la ocultó al segundo después.
Eres un hombre bastante perspicaz, una persona común no sentiría la intención asesina.
Finalmente, el hombre se tranquilizó, aunque unas gotas de sudor se podían ver en su frente "tengo una nieta y un nieto de la misma edad, sería bueno que se conocieran, las personas de nuestra clase deberíamos ser más cercanas entre nosotros".
"Esa es una idea interesante" dijo Asier mirándolo fijamente, pero esta vez sin levantar sus alarmas, no quería dejar traumatizado al hombre.
"¿Es así?" el hombre sonrió incómodamente moviéndose ansioso en su asiento.
"Sería un placer para nosotros tenerlos de visita, la casa siempre estará abierta para ellos" la señora Bianca ajena contestó de manera alegre, solo podía pensar que mientras sus inútiles hijos se casaron o hicieran contactos con personas importantes valdría de algo el haberlos tenido en vez de dejarlos morir cuando nacieron.
"Me alegro, les diré, apuesto a que estarán encantados, en especial mi nieta, los vio en la fiesta de ayer, no paraba de hablar de ustedes" dijo Hugo sonriéndole a Bianca.
"Oh, oh" Bianca se puso aún más brillante, supongo que el hecho de que sean guapos es un alivio, mientras sonrían y se queden quietes podemos conseguir algún provecho.
Las cuatro personas continuaron la conversación y ya eran cerca de las diez de la noche cuando el invitado se marchó y todos volvieron a hacer sus actividades.
Asier hizo un asentimiento de despedida y se marchó a su habitación, volvió a mirar el teléfono, pero no tenía ningún mensaje nuevo, luego de unos minutos recorriendo las redes sociales recordó que había agregado recientemente a Zeref en sus contactos, pero no se habían comunicado, le envió un mensaje preguntando si le gustaría salir estos días, sin embargo, esperó por unos minutos y la otra persona aun no contestaba, por lo que debido a la falta de sueño finalmente se quedó dormido en la cama.
Al día siguiente despertó a las ocho en punto, miró con los ojos abiertos la hora y corrió rápidamente al baño para ducharse y cambiarse de ropa, para luego salir como un cohete por la puerta delantera y tomar un taxi, eran dos minutos para las nueve cuando finalmente el auto se detuvo frente al enorme edificio de la compañía MoonLight.
Dio sus datos a la recepcionista y subió hasta el lugar indicado.
Cuando llegó hasta la oficina ya eran las nueve y diez.
Había un linda y joven secretaria fuera de la oficina, quien se acercó, lo escoltó hasta las puertas y lo anunció.
En la oficina Hoshino estaba sentado frente al escritorio concentrado en la pila de papeles frente a si, que solo había aumentado en vez de disminuir desde la noche anterior, cada vez que terminaba con un documento, el personal le traía cinco más.
¡Estaba a punto de cerrar las puertas con llave para que nadie entrara!
Asier se quedó sin respiración por unos segundos al mirarlo, estaba usando un traje de color rojo manzana, ¡¿No debería verse extraño al usar un color tan llamativo?! La última vez que había visto a alguien usando un traje de este color había pensado que estaba viendo a un payaso, sin embargo, este hombre se veía demasiado estupendo, incluso se olvidó de pestañar, todos los colores de su cuerpo se veían magnificados debido al rojo, el celeste de sus ojos, los cabellos rubios y la piel blanca, incluso el tatuaje en su cuello parecía brillar.
Hoshino levantó la mirada del papel en sus manos y lo miró, una sonrisa asomándose en sus labios al ver el sonrojo de la otra persona y la mirada atontada, estaba realmente feliz, nunca había visto las emociones de la otra persona tan claras en su rostro.
Asier sintió como su pulso se disparaba luego de ver la sonrisa, sintió todo el cuerpo caliente, estaba sorprendido, sabía que sentía una atracción hacia el Dios masculino, después de todo era demasiado guapo y él tampoco era una persona sin experiencia en el amor, sabía cómo se sentía cuando alguien te gustaba, jamás podría confundirse, había sabido desde el primer momento cuando se había visto el rostro de la persona que había besado, que este era totalmente su tipo, sin embargo, todavía consideraba a la otra persona como un niño, después de todo entre su edad real y la de esta persona habían seis años de diferencia, cada vez que lo veía le recordaba a su hermano menor, jamás se había sentido agitado, ansioso o fuera de sus cabales, pero esta vez su corazón se disparó por primera vez, no podía mantenerse quieto, el acaloramiento lo estaba poniendo ansioso y estaba totalmente petrificado en su lugar, no había forma de que recuperara el sentido común, hace años que no se sentía tan en desventaja y vulnerable, estaba seguro que todas sus emociones estaban reflejadas en todo su rostro, pero no había forma de que lo evitara.
Luego de casi cinco minutos de silencio, donde ninguno se movió, Hoshino finalmente habló.
"¿Te quedaras todo el tiempo ahí parado?"
Asier por fin reaccionó, dejó de mirarlo y caminó en su dirección hasta quedar parado frente al escritorio, cara a cara. Se aclaró la garganta, quería preguntarle al otro porque lo había llamado, pero su mente y cuerpo no estaban en sintonía y otras palabras salieron de su boca en un susurro apenas audible, pero lo suficiente fuerte para que la otra persona lo oyera claramente, sin opción de retroceso.
"¿Puedo besarte?"
Asier abrió ampliamente los ojos al notar lo que había preguntado.
¡Oh… es la primera vez que se siente tan avergonzado!
¿Puedo esconderme bajo el escritorio? Solo quería llorar.
Es un buen momento para transformarse en avestruz y esconder la cabeza en el piso.
Hoshino abrió los ojos como platos al escuchar sus palabras, abrió los labios para hablar, pero no sabía que decir.
¡¿Cómo se supone que conteste a algo así?!
Asier estaba en pánico. ¿Debería reírme y decir que era una broma? ¿Suplicar misericordia?
Oh vamos, Asier desde cuando has sido tímido, ¡solo lánzate encima! ¡Si no puedes escapar de la situación vergonzosa, solo vuélvete aún más desvergonzado! Lanza la timidez al bote de basura, con lo que sirve mejor que no esté…
Asier no esperó a que Hoshino contestara, de todas formas, no parecía que pudiera encontrar palabras, ¿aunque no es un poco raro? Una persona que realmente no quiere que el otro lo bese se habría negado de inmediato, en cambio él se quedó callado, como una persona que quiere decir que sí, pero le da vergüenza.
Mmm… eso tiene más sentido.
Asier lleno de resolución rodeo el escritorio hasta llegar a la silla de Hoshino, camino a paso seguro y con una sonrisa descarada y traviesa.
Oh, amigo, si realmente no lo quieres yo que tu correría.
Es este momento Asier se veía exactamente como un depredador a punto de devorar a su presa.
Hoshino vio su mirada determinada y se congelo, ¿debería detenerlo no es así? Pero su cuerpo no se movía, el latido de su corazón ya se había disparado y había un fuerte sentimiento de anhelo y emoción.
Quería que lo besara.
Quería que fuera más allá.
En este momento, mirando esos ojos estaba seguro de que sin importar lo que hiciera la otra persona no lo detendría.
Asier estaba justo frente a la silla, apoyó sus manos en el reposabrazos encerrando a la otra persona sin posibilidades de correr, tomó su barbilla y la levantó para que sus miradas coincidieran y con una sonrisa juguetona y ojos llenos de deseo acercó lentamente su rostro, quedó a milímetros de sus labios, podía sentir la respiración caliente de la otra persona sumada a la suya, esperó unos segundos dándole la última oportunidad a la otra persona de apartarlo, sin embargo, Hoshino no se movió, no quería moverse, anhelaba tanto el beso como el mismo Asier, incluso cerró los ojos por miedo a romper el ambiente. Finalmente, Asier se inclinó y lo besó, no se fue por las ramas, dio toda su energía en cada movimiento, mordió y lamio ferozmente, sin descanso, a cada segundo que pasaba el beso era aún más profundo dejando a la otra parte sin respirar. Asier empujó su lengua al interior de la cavidad del otro y comenzó una furiosa guerra, llena de deseo y pasión. En algún momento se había subido a la silla y sentado a horcajadas de la otra persona mientras agarraba fuerte los hombros del otro para pegar su cuerpo al de él. Hoshino se sentía mareado y caliente en todos lados, quería calmarse e ir más lento, pero la otra persona solo lo calentaba más y más, agarró con ambas manos la cintura de Asier y lo pegó aún más a él, en algún momento las partes inferiores de ambos se habían endurecido como roca y no sabía quién había comenzado a frotarse contra quien, estaba a punto de perder la razón y tirar a la otra persona sobre el escritorio y hacerlo gemir toda la tarde, cuando la puerta de la oficina se abrió.
La secretaria que había entrado para dejar el contrato que debía ocupar su jefe en la reunión abrió los ojos como platos mirando la escena, sus manos temblaron y sin saber cómo pronuncio tartamudeando una disculpa y se marchó rápidamente a través de la puerta.
Cuando la habitación volvió a estar en silencio, las dos personas con el rostro rojo y labios hinchados, junto con un palo de hierro apuntando al cielo, solo querían esconderse bajo el escritorio y no volver a salir.