Al día siguiente, Asier faltó a la escuela, no estaba interesado en escuchar por horas cosas que ya sabía, en cambio, habían cosas mucho más importantes en su mente, las situaciones de los últimos días debían ser investigadas, lo había aplazado el día de ayer luego de su regreso por consideración a su hermano que quería pasar el día con él, sin embargo, con este asistiendo a la escuela era su oportunidad, se disfrazó con una peluca negra y ropa femenina, incluso se echó un poco de rímel y lápiz labial, el cuerpo de Asier no estaba lo suficientemente tonificado y por lo que sus piernas largas y delgadas junto con sus hombros esbeltos solo hicieron que el disfraz pareciera aún más real, sin importar el ángulo por el que lo miraras era una mujer joven y guapa.
Satisfecho con su aspecto se escapó de casa sin que nadie lo notara, tomó un taxi y fue hasta los barrios bajos de la ciudad.
Deambulo por aproximadamente una hora, visitó un puesto de comida en pésimas condiciones y fingió comer por un rato, había sentido hace mucho tiempo que varias personas le habían lanzado miradas de curiosidad o cautela, después de todo en un lugar como este, era raro ver extraños, por lo que continuó comprando chucherías en algunos locales más, fingiendo estar concentrada en su tarea, hasta que finalmente se adaptó al lugar, finalmente ya era mediodía cuando llegó al lugar que quería ir inicialmente.
Un informante.
Lo había investigado lo suficiente para saber que mientras le pagaras el precio suficiente encontraría todo lo que necesitaras, entre mayor fuera el pago, mayor era su fidelidad hacia ti, era una función directa dinero lealtad.
Este tipo de personas era bastante peligroso, después de todo serías totalmente vendido en cualquier segundo, sin embargo, lo que menos le faltaba era dinero, las posibilidades de que fuera traicionado y en especial con la información trivial que iba a pedir eran escasas, aun así, se aseguró de no pedir nada que pudiera levantar sospechas.
Pidió información sobre niños desaparecidos en los últimos cinco años, a decir verdad, era algo que podría encontrar en internet si se tomaba el tiempo suficiente para investigar, pero no tenía la paciencia y dedicación para hacer algo así, y tampoco quería perder tiempo en hacerlo, era mucho más cómodo para él entregar una suma de dinero y que otra persona lo hiciera por él.
El informante fingió estar reacio para conseguir más dinero, Asier sabía que estaba fingiendo después de todo la información que pedía no era nada que alguien como ellos no pudiera conseguir fácilmente, sin embargo, aun así le entregó más dinero, no quería perder el tiempo en cosas molestas y no quería que la otra persona pensara que era una persona con poco poder y que se podía intimidar, mientras antes mostrara su poderío mejor sería para futuras transacciones.
A pesar Asier dobló la cantidad, los ojos del hombre brillaron con avaricia, estaba seguro que si esto fuera un dibujo animado sus ojos tendrían los signos del dólar grabados en ellos.
Entregó un poco más dinero para conseguir una identidad falsa, el hombre al continuar viendo las enormes sumas de dinero no perdió el tiempo y rápidamente la mandó a fabricar, en menos de media hora Asier la tenía en sus manos mientras salía nuevamente a la calle.
El siguiente paso era comprar las cosas necesarias, había aplazado estas comprar debido a la necesidad de otra identidad, por lo que a penas la tuvo en sus manos pasó el resto de la tarde de compras, lo primero que hizo fue cambiar su disfraz sin que nadie lo notara, esta vez fue una mujer embarazada de mediana edad, tenía un enorme vientre de seis meses, junto con ropa holgada y simple, no había rastro del guapo joven que había sido antes, incluso su espalda encorvada y su rostro demacrado hacía que la gente quisiera apartar la vista.
Con la identidad falsa compró una serie de artículos fingiendo que eran para su hijo mayor que quería ingresar al ejercito, conversó animadamente con cada vendedor sobre el amor y el orgullo que tenía por su hijo, por lo que finalmente tuvo en sus manos una moto, pistolas de distintos calibres, junto con varias navajas sin levantar las sospechas de ninguna persona, pidió que las mandaran a su hogar, una casa normal de tres habitaciones en un barrio de clase media que había comprado el día anterior cuando Biel no estaba mirando, sus tarjetas tenían tantos ceros en ellas que nadie notaría cuanto dinero había gastado sin importar cuanto miraran.
Junto con estas cosas, compró otras pequeñas como hilo, cuerda, grabadora de voz, varios teléfonos celulares, tarjetas SIM, pelucas, ropas de todo tipo, maquillaje y computadoras, estas en cambio fueron enviadas a otra dirección, un departamento de lujo en el mejor lugar de la ciudad, también comprado el día anterior.
Finalmente fue hasta cada uno de los lugares cambiándose de disfraz en cada oportunidad, firmó los contratos y cambio las cerraduras por otras de la máxima calidad, la seguridad de la casa tenía tanta protección que si otra persona lo viera pensaría que había entrado a una película de acción de espías.
Con todas sus preparaciones listas, Asier tomó un taxi de regreso a casa, estaba agotado físicamente, solo quería tirarse en la cama y dormir hasta el día siguiente, no solo mires su gran agilidad y capacidad física, a pesar de sus grandes atributos y habilidades, era una persona increíblemente floja, si fuera por él estaría todo el día tirado en la cama leyendo novelas y viendo series en internet, sin embargo, recibió una llamada de su madre, había regresado a la ciudad y quería invitarlo a cenar en el hotel Glow, habría un banquete y debía traer a Biel, hermano mayor también estaría allí.
Dos horas más tarde ambos estaban de pie en la entrada del hotel vestidos con trajes, Asier de blanco plateado y Biel de negro, ambos a juego con el color de su cabello, las personas que pasaban no podían evitar darles una segunda mirada, algunos incluso les tomaron fotos a escondidas pensando que debían ser alguien famoso, ambos se veían increíblemente seductores y hermosos, en especial Asier que tenía una sonrisa despreocupada y traviesa, parecía la clase de demonio con el que aceptarías sin dudar un trato e incluso intentarías llevártelo a la cama, Biel se veía más tímido e introvertido, sin embargo, daba la sensación e querer protegerlo y mimarlo a pesar de su gran altura, en vez de hacer sentir a las personas incomodas.
Asier tenía la costumbre arraigada desde su adolescencia de tomar el brazo de las personas con las que se sintiera cómodo mientras caminaba, en su vida pasada esto había caído en su madre y hermano menor, sin siquiera pensarlo entrelazaría su brazo con los suyos apoyando parte del peso de su cuerpo en el de ellos, por lo que antes de entrar al banquete, mientras caminaban por el largo pasillo Asier tomó inconscientemente el brazo de Biel, esto demostraba lo mucho que lo había tomado como parte de su familia y objeto de su cariño.
Biel solo lo miró sorprendido por unos momentos antes de girar la cabeza hacia otro lado con vergüenza.
¿Su hermano estaba preocupado por la cena?
Mn… eso debe ser, él también estaba increíblemente nervioso, era la primera vez que asistía a un evento formal.
¡Pero uno de ellos debía mantener la calma!
A pesar de que no era el hermano mayor, era el más alto y con más cuerpo, ¡por lo que debía asumir la responsabilidad!
Con estos pensamientos en mente hinchó su pecho con determinación y caminó erguido hacia las grandes puertas.
¡Te cuidaré hermano, no tengas miedo!
Asier quien vio su cambio de actitud, pensó que era un buen cambio, aunque no sabía la razón, era mejor que se viera fuerte y orgulloso, por lo que asintió en su interior con aprobación.
Los niños crecen tan rápido.
Se sentía como una madre dejando volar a su pajarito.
Mientras ambos cruzaban las puertas dobles las personas cercanas no pudieron evitar darse vuelta a observarlos, eran una hermosa vista, dos chicos guapos y esbeltos tomados del brazo perfectamente combinados, uno con una sonrisa orgullosa y ojos maduros, mientras el otro tenía una sonrisa juguetona y postura perezosa que le daba un encanto único, sin importar la persona que mirara no podían dejar de exclamar de admiración en sus corazones.
Más de una persona quiso acercarse en ese mismo instante a hablarles, en especial las mujeres jóvenes, sin embargo, justo apareció su madre con una sonrisa radiante de oreja a oreja, los saludó cariñosamente y comenzó a presentarles a diferentes personas importantes de su círculo social. Se notaba a un kilometro de distancia que solo quería presumir la belleza de sus hijos.
El primer en hablar fue un hombre en sus cuarenta y tantos años, a pesar de que estaba bien mantenido, no podrías decir que era guapo ni ahora ni que lo había sido en su juventud, además de su cuerpo delgado y alto no tenía ningún otro atractivo, es más, la mirada arrogante y provocadora hacía que a Asier le dieran ganas de vomitar, ni decir de Biel que sentía como todo el coraje que había almacenado se le iba de las manos, no podía evitar sentir escalofríos por todo el cuerpo, Asier al ver su reacción frunció el ceño preocupado, con un movimiento suave y natural ocultó lo mejor que pudo con su cuerpo pequeño el cuerpo de su hermano y selló sus emociones, sin importar cuanto lo miraras por fuera, no podrías saber que estaba pensando ni sintiendo.
"Que hijos tan maravillosos, es la primera vez que los veo, Bianca los mantuviste ocultos todo este tiempo, sería increíble que se unieran al nuevo drama que vamos a filmar" comentó el hombre mientras intentaba recorrer con la mirada el cuerpo de ambos jóvenes, sin embargo, solo pudo hacerlo con Asier, ya que el otro joven seguía tapado de manera natural por su hermano.
Asier se mantuvo firme en su posición sin moverse ni pestañar, realmente no le importaba que la otra persona lo mirara de arriba abajo ni se lo comiera con los ojos, incluso su mirada depravada no haría que hubiera una sola fluctuación en su corazón, por supuesto, no era lo mismo si hacía lo mismo con alguien que quisiera, en ese momento se activaría todo su poder de mamá oso, pero como no sucedió gracias a sus acciones, solo grabó en su lista negra mental la cara y nombre del hombre.
No mires como algo siempre estar en ella.
Las personas que habían estado allí gritarían de miedo si les preguntaras.
¡Era como estar al borde del acantilado hacia el infierno!
Un solo movimiento extra y caerías para nunca regresar.
"Oh, querido, eso sería increíble, estos chicos tímidos nunca quisieron seguir el camino de su madre, los mandaré para que prueben, apuesto que les gusta".
Biel frunció el ceño molestó, quería refutar con todo su corazón las palabras de su madre.
¡¿Cómo se atrevía a decir semejante mentira?!
Biel no era como Asier, no podía mantener sus emociones y acciones bajo control, seguía siendo un niño, uno que había sido abandonado por toda su familia, que habían preferido su propio prestigio, poder y dinero a su propio hijo, nieto o hermano, y a pesar de que no lo había mostrado, se había sentido profundamente herido y solo, y que luego de todo ese sufrimiento, vinieran y dijeran que él era el que se mantenía alejado era una ofensa a todos sus sentimientos y experiencias, era como patear todo su dolor y decir que no significaba nada.
¡¿Acaso creen que están calificados para mirar en menos el dolor y sufrimientos de otra persona?!
¡Quería gritarles hasta que se quedara sin voz!
Asier al sentir el estado emocional inestable de Biel agarró rápidamente su mano y la apretó, lo miró por unos segundos, trasmitiéndole emociones de tranquilidad, él se encargaría de todo, solo debía aguantar unos minutos más.
Asier sabía que la madre del propietario original siempre los había mantenido ocultos apropósitos, no quería que afectaran su carrera en caso de que tuvieran malas conductas o no fueran lo suficientemente buenos y perfectos, en cambio, había hecho alarde de su genio y perfecto hijo mayor, su abuelo tampoco había dicho nada al respecto por lo que poca gente sabía que la familia Ricci en realidad tenía tres hijos y no uno.
La conversación entre las dos personas había continuado entre sí sin percatarse de las otras dos personas presentes, Asier mantuvo su expresión en blanco cuando el hombre los volvió a mirar y dijo "los estaré esperando".
Cuando Asier notó que Biel ya no podía contener sus frustraciones y enojo, le habló en voz baja para que solo el escuchara.
"¿Qué sientes?" realmente ya sabía lo que el otro sentía, pero quería que lo dijera con sus propias palabras, de esta forma podría aliviar un poco de sus sentimientos y frustraciones.
"Siempre hemos sido una bolsa de dinero para ella" gruñó Biel lo más bajo que pudo, mientras apretaba fuertemente sus puños y sus ojos se ponían rojos de rabia, sin embargo, al ver que una de sus manos seguía sosteniendo la de su hermano la aflojó rápidamente.
"Mn, entonces… ¿nos vamos de aquí?" Asier preguntó.
"Se molestará si nos vamos, así como así" Biel se movió preocupado, realmente quería marcharse, pero sabía que la otra parte lo miraría con odio como si fuera un ser inservible.
¿Acaso no sirves para nada? Solo tenías que pararte y sonreír. Eres un desperdicio de dinero.
Estaba seguro de que su mirada diría algo como eso.
"¿Tienes miedo?" Asier sonrió y pinchó suavemente el abdomen del otro con su dedo índice, quería aligerar el estado de ánimo del otro.
Biel era lo suficientemente infantil para caer ante las provocaciones y Asier lo sabía.
Aún tenía mucho que enseñarle sobre el mundo a este inocente hermano suyo.
"¡Quien tiene miedo! De todas formas, no la volveremos a ver" una triste sonrisa afloró en sus labios, como le gustaría tener una madre cariñosa y amable, o incluso una presente estaría bien.
Asier asintió con la cabeza "entonces vamos, apuesto a que los bocadillos están deliciosos".
Mmm… no había comido nada desde la mañana, en este momento estaba seguro que su estomago había gruñido un par de veces, pero debido a la música nadie lo había escuchado.
Biel se rio de manera sincera, olvidando su estado de ánimo amargado y volátil "¿Solo piensas en comer?".
"Quien sabe" Asier elevó la comisura de sus labios de manera juguetona.
Finalmente se dio medio vuelta hacia Bianca, el hombre depravado y otro que había llegado hace unos momentos junto a él.
"Nosotros nos retiramos madre, vimos a alguien que conocemos iremos a saludar, un placer haberlo conocido señor Ken, señor Jun" Asier les sonrió de manera formal y sin emociones, si un político lo viera, aplaudiría en el acto y querría llevárselo, una la sonrisa más profesional que se pudiera ver en la vida, ningún musculo de su rostro, sus labios y ni siquiera sus movimientos corporales u ojos revelaban nada más que formalidad pura.
"Claro chicos, vayan, vayan, la juventud debe disfrutar" el hombre depravado, llamado señor Ken los sonrió, el otro hombre, el señor Jun, solo asintió con la cabeza, mientras su madre los miraba con furia escondida en sus ojos, sin embargo, no se atrevía a ni siquiera fruncir el ceño por miedo a dañar su perfecta imagen.