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Chapter 17 - Presagio de un nuevo pecado capital

Sentí en mis pies, la sensación fresca del agua de mar. Una playa solo para nosotros, en donde la inmensidad del océano se junta con el cielo, allá en el horizonte. Los días pasaron con relativa calma, Balam me llevo a la playa y todos los días practicábamos mi nado.

Al principio tenía miedo, al saber que mis pies dejaban de tocar la tierra y flotaba sobre el agua, mi mente dejaba de funcionar. No solo eso, la idea de tener que usar un traje de baño, aunque no estaba muy expuesta mi piel, me hacía sentía incomoda.

"...no es tiempo..."

No tanto por que me vieran, sino porque quería que Balam me viera como mujer. No me sentía segura sobre si le gustaría el modelo que elegí, tipo baby doll.

También estaba la situación de que cada que entrabamos al agua, él debía cargarme, pasaba más tiempo entre sus brazos que realmente nadando.

Cualquiera que lo viera, hubiera pensado que se aprovechaba de mí. Sin embargo, era todo lo contrario.

Al principio él estaba renuente a tocarme más de lo necesario, incluso dijo que si no lo hacía por mi cuenta simplemente me arrojaría al mar, para que naciera mi instinto de supervivencia.

Bastó con ponerle ojitos de cachorro triste para que cediera.

No podía perder esa oportunidad. Al entrar al agua me aferraba a su gigantesco cuerpo, por un momento la sensación fue extraña. No sentí placer o miedo. Ni felicidad o nerviosismo.

"...vamos niña resiste..."

Había soñado como seria sentir el contacto de nuestra piel al estar solos, pero nada de eso llego a mi mente, ninguna de esas posibilidades.

Tantas fantasías que tuve y en el momento adecuado, no pudieron llegar.

No puedo describirlo, ni siquiera lo entiendo. Es como si ahora que tengo la oportunidad para demostrarle que soy una mujer y no una niña, el universo me lo negara.

Algo ajeno a mí me convertía en una muñequita sin voluntad. Hacía los ejercicios que él me indicaba con una sonrisa, cedía sin problemas y aprendía a nadar de forma cada vez más rápida. Lo único bueno era que pasábamos el día completamente solos.

Ya no tengo pensamientos negativos por Willy y Flor, sin embargo, los prefiero lejos de mi Balam, ellos son buenas personas y me agradan, de hecho, saben cocinar y he estado aprendiendo un poco. Solo no me gusta que aprovechen mi tiempo con él.

"…no lo hagas…"

Hoy, por ejemplo, estoy sola en la playa. Según Balam mañana regresamos a la ciudad y me pidió que me quedará un rato en la costa, por lo visto tenía negocios con Willy así que se fueron a primera hora.

Me siento extraña. Cada día desde que me desmaye, hay algo en mi cabeza que no entiendo. Es raro y me da miedo, no creo que sea ansiedad.

Es una sensación muy rara. Mi mente está muy acelerada y al mismo tiempo siento que soy lenta.

Soy patética. Ni siquiera entiendo lo que pasa por mi cabeza.

Me aferre a vivir con Balam, a que él es lo único que necesito en mi vida, que siempre estaremos juntos.

"…resiste…aún hay tiempo…"

Sigo sin saber por qué. Además, me siento vacía si no lo veo. Me siento sola, incluso cuando está en otra habitación bajo el mismo techo. ¿Por qué mi felicidad gira entorno a él?

Algo en lo profundo de mi cabeza dice que eso está mal, muy mal, que debo huir rápido.

¿Será cierto?

Si volteo atrás, no me recuerdo. Si intento recordar lo que fui, me da asco pensar en todo. Es un recuerdo que no quiero tener. He pensado que, si pudiera olvidar toda mi vida antes de Balam y empezar de nuevo completamente en blanco, desde aquel día que lo conocí en la banca de ese parque, aceptaría ese destino sin dudarlo.

Si los pensamientos suicidas, las veces que llore hasta dormir, las sensaciones de las manos tocando mi cuerpo, ser profanada cada noche, ser humillada una y otra vez, que me golpearan sin razón al despertar, cada burla en la escuela, cada mirada de reproche. Si pudiera dar todo a cambio de un futuro nuevo, lo tomaría sin miedo.

"…escapa…"

Aunque, pensando bien las cosas, esa vida ya está ante mí.

Lo tengo en la palma de mis manos. No.

Ya la vivo.

¿Quién soy?

Me dicen Evelin. No me disgusta mi nombre, es lo único que tengo de mi pasado.

Así que esto mismo pasó Balam. Dejar todo y negarse a volver, es imposible, en algún momento de la vida, tendré que afrontar quien soy. Al levantar la mirada puedo ver que el sol está en su punto, en lo más alto, allá donde aspiro llegar.

Las olas del mar se mueven con calma, ese sonido se hace relajante hasta el punto donde mi pulso hace ritmo con la brisa del mar, y entre los dos entonan una cálida melodía.

"…no lo puedo suprimir tanto tiempo…"

Me siento en la orilla de la playa y dejo que las olas mojen mi cuerpo. Hoy decidí usar un vestido ligero hasta las rodillas y el sombrero que me regalo Balam. En unos minutos, termino empapada. Se siente tan bien poder estar en calma.

Mi cuerpo se purifica, es como si cada ola se llevará una de mis preocupaciones a la vez.

"…resiste un poco más…"

¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Dos años? Cierto, voy cumplir diecisiete en unos meses. El tiempo pasa distinto cuando estas con alguien que te quiere. Cuando tienes amigos, cuando eres libre de decidir con quién estar, que cosas aprender.

Cuando tienes sueños y aspiraciones, la vida es distinta. ¿A quién le importa recordar su pasado trágico?

Mi futuro está ante mis ojos, al alcance de mis manos. O al menos eso parece. No lo había notado como se debe, pero desde que vivo con Balam mi mente se esfuerza más en todos los sentidos. Su influencia es poderosa, al igual que la de Julie y de la abuela Shivis.

Él es una figura paterna, pero no quiero que sea así, mis sentimientos son radicales, a veces obsesivos y por desgracia no correspondidos. Me encanta la relación de padre e hija, aunque siento que le falta algo.

La abuela es una figura materna y no quiero que eso cambie. Ella siempre me escucha y aunque me hace burla, sus palabras nunca duelen, al contrario, me calman.

La pervertida, bueno no niego que a veces me dejo llevar por las noches, su influencia es mala, pero es como una amiga que siempre estará ahí sin importar lo que diga o haga.

El sol de mediodía es fuerte, pero no quiero moverme, entre la brisa y el agua fresca, por fin me siento libre. Así quiero estar todo el tiempo, haciendo algo que llene mi corazón, algo que siempre me mantenga en paz y una relativa tranquilidad.

"…escapa por favor…"

Me acuesto en la arena y dejo que las olas me mojen por completo, se siente tan bien, que nunca más quisiera salir de aquí, no creo que sea bueno regresar. La ciudad es bulliciosa, es molesta.

Aquí, en el mar, entre la brisa y la arena me haré la mujer que tanto deseo ser. Aquí empezara de nuevo mi vida. No tengo intenciones de regresar. No hay nada ni nadie por lo que necesite volver.

"…no heredes ese pecado…"

Me quito el vestido y el sombrero, quedando solo en ropa interior. No importa, no es tan distinto a usar traje de baño. Aunque mi piel descubierta es una sensación extraña.

Nadie me ve, nadie debe saberlo. Ya sé nadar así que no le veo problema. ¿Por qué debería haber problema?

Es más, si nado completamente desnuda no habrá diferencia, la playa es mía. Pobres de aquellos que no pueden ser libres.

"…escapa de ahí…"

Si soy libre de todo, si mi vida empieza de nuevo, debo purificarme. Un bautizo para celebrar que ahora puedo ser una mujer nueva. Nunca más seré una niña.

Esa es la razón por la que él no me toma como suya. No soy pura porque cargo con mi pasado. Cargo con mis ideas negativas, con mí inmadurez. No debe ser así.

Él solo es mío, nadie más debe entrometerse, nadie más llegará. Él me salvo de todo, entonces yo le pertenezco. Soy su esclava y su dueña.

"…escapa antes de que sea tarde…"

Me trata como su hija cuando estamos en público. Yo quiero más, no quiero algo así. Es bueno sentir el calor de una familia. Yo quiero sentir el calor del hombre que amo.

Esa sensación en mi pecho arde con placer, es como si me renovara. Tenía razón, no quiero ser más esa Evelin delicada, frágil y sin ambición. No la quiero ver de nuevo, yo quiero todo, lo deseo con todas mis fuerzas. Nadie me quitará lo mío.

Esa sensación en mi pecho, es hermosa. Así son las cosas, como siempre debió ser, tantos años viendo a los demás ser felices, mientras yo solo anhelaba poder tener una familia que me quisiera.

"…maldición… solo resiste…"

Ahora la tengo, ahora es mía y no la soltaré. Quiero más, quiero disfrutar y no sentirme menos de nuevo, ya no volveré a ser la niña que lloraba mordiendo una almohada para ahogar sus gritos.

Soy una mujer que tomará lo que le haga feliz, si otros pueden vivir disfrutando, yo también puedo.

"…aun no era tiempo…"

Mi cuerpo desnudo se mezcla perfectamente entre las olas, la sal del mar exfolia todo mi cuerpo, mis curvas ya no son pequeñas, cada rincón de mi cuerpo es el vivo ejemplo de una mujer hecha y derecha.

El movimiento del agua me arrastra fuera de la playa, se nadar, puedo hacerlo. Puedo bucear, si otros pueden yo también, no creo que sea tan difícil.

—¡Evelin!

Escucho la voz de Balam, llegó rápido, eso mi amor, ven por mí estoy acá donde el mar nos purificará a los dos.

El mar me traga en su azul profundo, el agua entra a mi boca y siento como me asfixia, no duele como esperaba, así que esto es vivir al máximo.

Cierro los ojos en medio de la oscuridad del océano y lo siguiente que veo es la luz del sol en mi rostro, una sombra borrosa frente oscurece de nuevo todo. La sensación de ardor en mi pecho es horrible.

Cuando enfoco lo que hay frente a mí, no puedo evitar estremecerme. Balam me besa con intensidad, se separa y aprieta mi pecho desnudo con fuerza.

—…aguanta… escucha mi voz…vuelve…

Siento un ardor en la garganta y escupo el agua en mis pulmones, la tos es horrible y siento como si me arrancara la vida a cada instante; puedo sentir sus grandes brazos alrededor de mi cuerpo desnudo y mojado. No recuerdo lo que pasó.

¿Dónde estoy?

¿Cómo llegue a este lugar?

Su mirada está muy preocupada. ¿Qué fue lo que sucedió? No lo sé, quiero preguntar, pero no me atrevo y tampoco puedo hablar; solo sé que me estaba besando, eso es lo único que tengo en la cabeza, sus labios y los míos por fin estuvieron juntos. Nuestros cuerpos mojados se aprietan bajo el sol, en medio de la nada, solo nosotros dos. Por fin esa sensación que había estado buscado. Esa alegría que no pude sentir al principio está aquí.

Él es mío y de nadie más.

"…llegue tarde de nuevo…"