Salieron del hogar de Ethan tomados de la mano, pero algo no cuadraba en la mente del rubio, quién no iba a dejar que la duda lo consumiera.
— Amy, ¿ésta es la realidad?.— le preguntó mientras analizaba las calles vacías e iluminadas por las lámparas que se encontraban en cada esquina.
La de cabellos castaños solo soltó un suspiro para luego liberar la mano de su compañero para mirarlo con la seriedad que requería tener en esos momentos y responder:.— Ethan, esto aun es "Eternity Dreams"... caíste de la espalda del monstruo y con los fuertes vientos llegaste hasta aquí. Si no hubieses tenido mi amatista bajo tu poder, nunca te hubiese encontrado y vuelto a mi forma actual para salvarte.
— ¿Sabes dónde estamos?.— le preguntó con suma preocupación en su mirada.
— Cruzamos y ahora estamos en el paraíso de la deidad oscura.— respondió y con su mirada analizando su entorno siguió con su reporte sobre el lugar.— y viendo lo que te sucedió y lo que vi en algunas casas, supermercados... bueno en casi todo el lugar, me percaté de que aquí es donde los miedos surgen para dar paso a las pesadillas para atormentar a las personas.
— Aunque lo mío no era una pesadilla, casi se parecía a mi realidad... bueno, sin las bofetadas y los insultos directos.— aclaró cabizbajo.
— Sea como sea que te digan las cosas, eso no deja de ser algo que te lastima. Si no haces nada para detener o alejarte de ese ambiente estresante, puede ocasionar en ti grandes problemas de salud.
— Gracias por tus consejos y preocupación. Al menos se que tu me vas a acompañar en este mundo... bueno... el poco tiempo que nos resta ya que tal vez no nos volvamos a encontrar después.— sonrío con tristeza de tan solo pensar el esa posibilidad, pero para no preocupar a Amanda se dio la vuelta para tratar de cambiar el tema para no volver el ambiente algo lúgubre.— Bien, debemos encontrar a la deidad y arrebatarle la esmeralda de tierra y el zafiro de agua.
— Sí. Pero... debo volver a la otra forma para poder terminar con esto lo más rápido posible.
Su mirada estaba llena de determinación, realmente parecía estar muy segura de su decisión y eso preocupó a Ethan aunque sabía que ella podía volver a la normalidad si él mismo quería que así fuera. Al recordar esto último mencionado, sonrió levemente para después guardar la amatista de Amanda en el bolsillo de la camisa de su pijama que consistía consistía en un conjunto de un pantalón suelto y una camisa de botones, y ambos de color menta.
— No lo harás.— dijo con firmeza y para que ella no le ignorara puso su semblante serio.— tengo tu amatista, así que haremos las cosas como yo quiero.
— ¿Y por qué crees que es la mejor opción?.— le preguntó con los brazos cruzados y una ceja alzada esperando una respuesta que fuese realista para resolver su situación, pero al ver que titubeó ella nuevamente tomó la palabra.— yo seguiré tu idea si me convences, si no... no dudaré en pelear contra ti para recuperar mi cristal del aire.— le amenazó aun manteniendo su posición seria.
Al tener algo en mente le habló con seriedad y voz firme. — Amanda. No haremos lo que dices.— al decir eso vio como los ojos de la chica se abrían de par en par como platos, verla sorprendida le hizo preocupar, pero sabía que debía mantenerse en su posición, así que aún en su postura comenzó a explicar el motivo por el cual se negaba a esa idea.— Si lo vuelves a hacer nos van a descubrir y todo se irá a la basura, ya cumplimos con entrar a sus territorios... ahora solo nos queda ir detrás de esa deidad para devolverle la humanidad a nuestros compañeros y salvar del caos al mundo terrenal y este.
Resignada ella solo asintió para luego desviar su mirada.—Tienes razón, debí de ser razonable y mantener la cordura pero... ya no puedo hacerlo. Estar aquí me comienza a llenar de frustración por saber que un solo error puede llevarnos a destruir el lugar que amamos y el lugar donde vivimos.
— Yo también tengo miedo, pero desaparece al saber que al tenerte a ti a mi lado podré desatar mi fuego para luchar con todas mis fuerzas. Recuerda que ambos complementamos al elemento del otro y eso nos hace una pareja invencible.— Ethan con una sonrisa se acercó a Amanda para tomarla de la mano para después comenzar a caminar y guiarla por aquellas calles vacías.— Amy, juntos vamos a arruinar los planes de la deidad oscura.
— Cla...
Ella estaba por responder de manera positiva a aquel aliento de ánimo que le había dado su compañero pero al dirigir su mirada hacia adelante, sus palabras callaron, ver eso a la lejanía le hizo sentir algo de temor pero al sentir el agarre de Ethan se sintió un poco más segura para solo asentir, aunque debía informarle lo que había visto.
— Vamos por...
Lo interrumpió.— Siento mucho interrumpir pero... mira.— apuntando hacia el lugar que había visto, ella solo apretó la mano de Ethan y con nervios le informó:.— De todas las historias me contó Sey, él dijo que en los escombros de un templo se encontraban ocultos los jinetes del Apocalipsis, quienes se encargan de custodiar el lugar. Dijo que este se derrumbó a causa de que la segunda aparición de los elementos que llegaron ahí para derrotar a su creador, el castillo quedó en ruinas por tierra y fuego.. ya que la elemental abrió el suelo y fuego hizo brotar lava de él para hacer caer a la deidad oscura.
Ethan estaba sorprendido por lo que la chica sabía al respecto, pero una parte de la historia para él no coincidía, bueno, eso fue hasta que ató todos los cabos sueltos y cayó en cuenta de la verdadera realidad de la historia.
— Amy... si están custodiando el lugar que va desde Eternity Dreams y esta parte llena de oscuridad, es porque tal vez... solo tal vez... "nosotros" en el pasado, conseguimos lanzar a la grieta a su creador y ellos... esperan su regreso.— comentó y acto seguido liberó del agarre a Amanda.
— Pero William dijo que la misma deidad los había mandado arrebatar nuestros cristales.— suspiró.— lo que dices no sería algo que pudiese ser verdad.
— Amanda, la deidad oscura no está en este lugar.— mencionó a la vez que la miraba directamente a los ojos.— no sé si sabes pero... cuándo nos adentramos en la iglesia... encontré un escrito en la habitación donde me habían encerrado y decía que la corte de los jinetes del Apocalipsis eran cuatro pero al tenerlos reunidos surgió uno más que se encargaba de hacer posible los caprichos de su creador.
— Déjame ver si entendí.— con la mano en su mentón y el ceño levemente fruncido comenzó a resumir la información que su compañero había obtenido.— ¿dices que hay un quinto jinete que manda a los otros cuatro y que la gran deidad oscura fue detenido por "nosotros" hace mucho tiempo?.
— Sí.— respondió.— Y que ese que está dando órdenes a los jinetes es el quinto.
— Ethan... si eso es cierto... ¿por qué Sey no dijo nada de que cayó la deidad oscura a la grieta?.
— Tal vez no lo sabe.— respondió sin dudarlo.
Suspiró.— Ethan. Ellos estuvieron ahí, dijo Sey que "nos" habían acompañado.
— Entonces queda inconclusa la parte que responde nuestra mayor duda... ¿por qué necesitan nuestros cristales elementales?.— preguntó a la vez que se encogía de hombros.
— ¿Sabes qué?. Dejemos de lado eso y vayamos hacia allá para encontrar la respuesta a las incógnitas que nos rodean desde que comenzamos esta aventura.— al dirigir su mano sobre el hombro derecho de su compañero, ella asintió.
Ethan por unos momentos miró hacia las ruinas y después a Amanda, sabía que ahora el miedo les había abandonado aunque tenían muy claro que no debían confiarse y subestimar a sus enemigos al luchar.
Tras dedicarse una mirada que confirmaba su seguridad para avanzar hacia su destino final, ambos caminaron con dirección hacia los escombros de lo que quedaba del castillo de la deidad oscura. Durante su camino mantuvieron sus manos tomadas y en silencio, hasta que al estar a unos cuantos metros de aquel destrozado lugar, Ethan rompió el silencio.
— Amy, antes de entrar a ese territorio quiero decirte que...— su pausa fue repentina, dejando a Amanda con la emoción del suspenso hasta que nuevamente retomó el hilo de lo que quería decirle a su amiga.— no tomes medidas descabelladas, temo que te suceda algo malo y ya no pueda volver a verte nuevamente... aunque la posibilidad de encontrarte sea mínima, quiero hacerlo y por eso... no te arriesgues mucho.
— Recuerda que estoy cansada de que quieras que sea una princesa que tiene que esperar a que su príncipe la salve.— con una leve sonrisa y con su mano libre revolvió el cabello de Ethan para luego con un tono lleno de tranquilidad decirle:.— no importa que, pero ambos debemos mantenernos a salvo para poder terminar con esto. Los dos por separado tenemos las mismas posibilidades de darle fin a esta situación, pero juntos podemos obtener el cien por ciento de obtener la victoria contra ese tonto y engreído ser de oscuridad.
Un suspiro algo pesado salio de sus labios, pero aún así debía aceptar la realidad de lo que era su compañera; que ella era una fiera cuando se trataba de proteger a los demás a costa de su bienestar. No se encontraba molesto ni nada por el estilo pero su corazón se sentía preso ate el simple sentimiento de preocupación, pero no le quedó más que solo decir:
— Y tu también no me dejes atrás, recuerda que también soy parte de esto y que sin importar que debo de luchar por el bienestar de nuestros mundos. Tu y yo contra la oscuridad y maldad que atente contra nuestros hermanos.— sus palabras resonaron en el corazón de Amanda, quien sólo asintió con una clara expresión de sorpresa.
El rubio al extenderle la mano, está sin dudarlo la tomó para después ambos comenzar a caminar hacia el pie de la montaña donde se encargan los restos de lo que un día fue el templo dedicado a la oscuridad.