Desperté por las cortinas abriéndose, Anna una criada volteo y me sonrió, raro que no sea Megan.
—Hoy el desayuno se lo traje a la cama, digo ya que a despertado un poco tarde
—Y , ¿Megan?
—No la hemos visto esta mañana señorita, tal vez salió.
Observe la hora y ya era casi medio día, deben estar afuera cazando. Tome mi traje y fui rápido al baño, no suelo pedir ayuda para vestirme lo considero demasiado. Ni que fuera reina. Baje y o había ni un alma en toda la casa, salí y había una lluvia exquisita. Las gotas bajaban por mi rostro y me hacía sentir tan viva, sonreí y solo comencé a correr hacia el campo de las flores debe estar más colorido que nunca. Pero me equivoqué, lo que vi fue completamente espeluznante.
—¡Megan!
Corría lo más rápido que podía, entre 6 hombres estaban golpeándola Dios sabe para que o por que. Voltearon en mi dirección al escucharme.
— Otra con quien divertirnos, a por ella.
Dos bajaban al mismo paso para llegar a mi. Por favor no me falles ahora. Jamás había peleado contra viento lluvia y dos idiotas. Caí al suelo cuando uno de ellos into sacarme de arriba del otro, sentí un dolor punzante en mi mejilla y el sabor a sangre no tardó en llenar mi boca.
—Así ya no eres tan brava ¿¡no!?
Sus ojos cafés se volvían cada vez más oscuros, no es la primera vez que hace esto. Logró patalear hasta golpearlo en su zona dejándolo lloriqueando. Siento un fuerte dolor de cabeza y solo me acerco a su cuello y clavo mis colmillos, aprieto cada vez más al agarre para que no me aleje y cuando lo dejo inmóvil paro.
—Megan... -suspiró mientras llegó hasta ella está sangrando por todas partes, sólo veo a los otros tres corriendo, si los sigo perderé a Megan. Mis ojos se llenan de lagrimas y la agarro como puedo volviendo a la casa.
— ¡Ayuda por favor!... Megan resiste -susurró sin poder evitar las lágrimas es como mi mejor amiga- ¡Necesito ayuda!
Observó a Gael venir corriendo.
—¿¡Que sucedió!?
—No lo sé, llegue y vi a unos hombres golpeándola
Lucian estaba en la puerta con su mirada fría como siempre pero esta vez me miraba con algo de decepción.
—Señorita está bien -rompí el contacto visual con Lucian y observé mi traje lleno de sangre-
— S..si yo estoy bien -susurró- encárguense de Megan....
Vi como Lucían le decía algo al mayordomo y todo entraban como si nada, aún tenía la respiración algo agitada, subí a ducharme.
—Muchas gracias -susurró-
Abrí leve los ojos Anna tenía lágrimas bajando por su rostro.
— Señorita Athena si no fuera por usted, Megan.. - vaciló en decir sus palabras- No estaría con nosotros. Gracias.
— Cualquiera lo hubiera hecho -le sonreí leve y solo seguí mirando por la ventana, ella pasaba la delicada tela por mi brazos hasta que le pedí que saliera-
—Por cierto, La cena se servirá en unos minutos.
Asentí y solo salí de la ducha para vestirme, todos se iban acomodando. No tardaron en comenzar a servir. Hasta que su voz rompe el silencio.
— Athena, lo que has hecho hoy fue una completa negligencia. Y sabes que aquí se castigan.
Levanto la mirada y me topo con la de Gael algo preocupado. Y solo lo miro a el.
— ¿Salvar a Megan fue una negligencia? -mi tono lo decía todo-
— Si, lo fue. Pusiste en peligro tu vida y...
— ¡Pero yo estoy bien! - me levanto de golpe- Megan está luchando por su vida y ¿¡dices que salvarla fue negligencia!?
Siento como todos en la mesa se tensan, Lucian igual se para de golpe furioso y me observa directo a los ojos.
— ¡Te recuerdo que aquí quien manda soy yo, y solo me interesa el bien de nuestra especie y ellos no lo son! ¡Llévenla a su cuarto ahora!
— Lucian no creo que sea necesario yo la vigilaré si eso deseas
Mis ojos se enganchan a los de Isaac, ¿Gael no dijo nada?. No puedo ni reaccionar a lo que esta pasando... eso solo significa una cosa. Me encerrará ahí cuanto le apetezca.
— No será necesario Isaac. Athena tiende a ser así. Pero ya no más. LLÉVENSELA.