Observé a Isaac quedar frente a mi, sonreí topándome con su mirada, me devolvió la misma sonrisa.
— Quien lo diría, que estarías tan linda esta noche
— ¿Me estás diciendo fea Isaac?
— Eso jamás
Río mientras caminábamos a uno de los laberintos del lugar. Lucian los tenia supongo que por diversión. Solo una vez al mes le hacen caso a estas cosas.
— Te propongo algo, el primero en salir del laberinto gana, pero nada de trampas.
— Apenas entre ahí una vez jamás saldré -me cruse de brazos-
— Si te pierdes yo te encontrare te lo aseguro.
— Bien.
Corría escuchando sus pasos no tan lejos. Calle sin salida por 5 vez, soy pésima en esto. Tengo la falda y las botas con lodo, llovía. Mi cabello estaba en mi rostro, sentía todo 2 veces más pesado.
— ¡Isaac!
Lo llamo sin obtener respuestas me quedo quieta a ver si escucho algo, pero nada.
— ¡Isaac no juegues así conmigo se que estás aquí!
Isaac
La escuchaba gritar mi nombre aguante la risa como pude se escuchaba algo asustada de que la hubiera dejado ahí, subí y quede sentado en una de las paredes del laberinto y ahí estaba, empapada; con la costura de la falda llena de lodo igual que yo con mis botas. Su cabello aún goteaba algo, es divina.
— ¿Me buscabas?
Baje el muro quedando frente a ella
— Ah, ahora decides parecer ¡llevo horas llamándote!
Me empujo a lo que tome su brazo antes de caer por tropezarnos con una rama.
— Carajo, encerró tenías que hacer.... eso
Me tope con sus ojos, las gotas de su cabello ahora caían sobre mi, así como ella lo estaba.
— lo siento, joder.... debes creer que soy muy tonta
Note la vergüenza en su voz y solo pude tomar su mejilla y besarla, sus labios fríos chocaron con los míos. Espero su bofetada en cualquier momento pero no la recibo, siento como comienza a responder.
— ¿¡Athena!?
Ella se separa de golpe y solo puedo bufar en mi mente, joder este inútil no puede buscar otra mujer a quien no servirle para nada.