Isaac
Habían pasado algunos días, Athena bajaba las escaleras, la observé y sonreí. Sus rizos caían sobre sus hombros, tenía un traje negro, con una tela algo transparente con diseño de rosas; que la hacía verse preciosa. Lucian llevaba días entrenándonos para Dios sabe que, íbamos al medio del grupo con disimulo acaricié su mano y la miré leve.
— No te aguantes si te ponen contra mi
— No perdería semejante oportunidad -susurró y sonrió-
Gael se acercó sin tan siquiera mirarme.
— Lucian te quiere en el grupo de alfrente
— ¿Ahora?
— Lucian no anunció cambios en los grupos -lo observo-
— Que raro no pensé estar hablando contigo, y tú solo obedece la orden
Athena me miro leve y solo se adelantó quedando con el grupo de lucían, cada grupo tenía su posición en la montaña, comenzaríamos de arriba abajo. Los de abajo debían lograr acabar con los enemigos de manera que pudieran llegar a tiempo arriba para socorrer a sus compañeros en caso de ser necesario.
— Escucha, no se si Athena te atrae pero jamás quise ponerme en medio...
— Escucha maldito forastero, tú no estás entre medio de nadie ni nada. Podría hacer que ella te deje de hablar en menos de lo que esperas. Solo aléjate o vas a arrepentirte. Solo la pones en peligro.
Fui a responder pero había sonado ya el silbido, luchábamos contra nosotros mismos, y cuando ganábamos el otro se hacía el muerto y así consecutivamente. Necesito pasar 4 niveles para llegar a la cima.
Athena
Es la primera vez que Lucían me pone en el grupo de la Cira, usualmente estoy 4 o 5 grupos más abajo, suspiro y solo me pongo en guardia y comienzo a defenderme. Me cuesta bastante mantenerme al paso de ellos.
Ebony sonríe mientras me ve recostada de un árbol retomando el aire. Ella manipula la mente así que no debo mirarla mucho a los ojos en esta ocasión. No tardo en sentir el suelo. Tome algo de tierra en mi puño y se lo tire al rostro Para cegarla unos segundos, y justo ahí la golpeé dejándola en el suelo.
— No sabes cuánto e esperado esto -susurró y debo admitir que me descuide-
Sentí que mis piernas no respondían y caí al suelo.
Isaac
Me faltaban dos grupos más para llegar arriba, pero justo estoy en el grupo de Gael y o como quiero darle su merecido. Ni lo pienso yo ni lo piensa el, solo nos movemos el uno en contra del otro. Un golpe, otro; y otro más, aveces de mi parte y aveces de la suya. Está esperando recibir un golpe cuando escuchamos un grito entre todos los demás. Athena.