Adelantando unas semanas por que realmente no son importantes, llevo entrenando todo este tiempo, desarrolle más sigilo; ahora soy casi indetectable, pero como todo... también e desarrollado más los sueños que suelo tener. Uno peor que el otro y aveces mejor que el anterior. Lucian estaba más tiempo con los del frente casando aún más para nuestra reserva. Se escuchaban todos los que eran parte de esa división bajar, corrí al baño y me observé leve, me había hecho una coleta media aunque tenía el cabello algo rebelde. Escuche la puerta abrirse y me asome leve.
— Gael...
Definitivamente no lo esperaba a el, sonreí algo leve y salí sentándome frente al fuego.
— Athena, necesito hablar contigo.
Tongo mi mano a mi lado indicándole que se siente, su expresión lleva algo de preocupación en ella.
— Viene algo fuerte Athena. Y cuando las cosas se pongan feas me gustaría que estuvieses bajo mi cargo, a mi lado. No me perdonaría que te sucediera algo.
— ¿De que hablas? Se supone que los del frente están limpiando nuestra zona
— Si pero ellos no dicen lo que realmente puede estar pasando por no alentar a los demás. Tampoco estoy diciendo que no puedan solo quiero saber que estás clara.
Asiento leve algo confundida y preocupada lo observo cerrar la puerta tras el, me mantuve despierta hasta escuchar a los del frente llegar, estaban en la parte trasera de la casa. Baje y con la mirada busque a lucian.
— Athena, ¿qué haces despierta?
— ¿Crees que ocultarás lo que sucede solo por que los otros duermen?
Me observo y pude sentir como clavaba su mirada aún más en mi, dió tres pasos adelante quedando frente a mi. Su dedo recorrió leve mi clavícula y mi cuello.
— ¿ Y tu collar?
Trague leve casi sin mirarlo
— E... Ebony lo rompió en uno de los entrenamientos señor
Retiro su mano y me observo leve
— Debiste decírmelo. Una mujer como tú debe ser adornada. En la mañana tendrás uno nuevo.
— Gracias señor, pero eso...
— No es hora de que estes descansando ¿Athena?
Escucho su voz atrás mío y aprieto leve mis puños, mi mirada cambio por completo a una fría y seria.
— Si. Iré a mi recámara.
Le pase por el lado y solo subí, desde que lucian la desposo es todo un caos.