Francamente me sorprende que se haya acordado que un día como hoy fui ingresada al clan. Y permíteme decir... que entrar a un clan no es lo más lindo qué hay. Sonrió algo nerviosa tocando levemente mi cuello sintiendo la marca que todos en ese cuarto teníamos. Levantan las copas a mi nombre y beben de ellas mientras que Lucían solo me observa bajando su copa y tomando su asiento. Su expresión no demuestra nada, ni felicidad ni tristeza. Como si esto fuera un ritual que hace todos los días al punto que lo aborrece.
Me retiré tan pronto todos lo hacían apenas había cenado esa noche. Estaba sentada en mi alcoba observando la luna llena,las estrellas. Sentía la brisa helada contra mi cuerpo. Mis ojos vacilaban pero realmente no quería dormir era una noche exquisita. Me tensé al sentirlo en mi recámara. Me levante aún despaldas a el.
—S..señor -susurró al aire lo siento aún más cerca-
—Es luna llena Athena. Sabes más que eso ya deberías estar en la cama.
— Lo sé y no estaba en mis planes desobedecer pero la noche está hermosa -murmure-
—Pero, solo me estás desobedeciendo es lo que entiendo, quiero que entres y te acuestes -escucho como se hace a un lado para darme paso a mi propia recámara-
Pasó frente a el y solo me meto en mi cama sentada veo su sombra acercarse a la puerta e irse. Cómo emana tanta confianza a tal nivel que hace sentir pequeña a cualquiera. Además mi alcoba está bastante alta como para que un simple lobo llegue a ella por más poderosos que se vuelvan en luna llena. Me levanto y vuelvo a la alcoba pero sin abrirla solo muevo la cortina para ver afuera... no pasa tanto tiempo para cuando siento que me observan desde los árboles pero no veo a nadie así que con indiferencia vuelvo a mi cama. No entiendo el afán de acostarnos cuando va amanecer o cuando hay Luna llena si de igual manera no podemos dormir, solo nos metemos en un trance que para mi es doloroso. Aveces vienen acompañados de malditas pesadillas que me dejan sin aliento. Realmente no recuerdo mucho pero supongo que "las personas" que veo en ellas son... o Eran mi familia.
No duro mucho en el trance cuando escucho las paredes retumbar y unas voces gritando, me levanto de inmediato bajando las escaleras y observo las puertas principales abiertas de par en par, Gadiel a un lado de Lucían junto a 4 chicos más.
—¡Pensé que ya sabias las reglas Lucían! -Habla en tono alto el chico de cabello castaño, empujó a un chico que no podía mantenerse en pie, estaba muy golpeado-
Darick... maldición Darick. Por que ignorarías a Lucian, por que romperías la reglas. Veo la molestia en el rostro de Lucian.
—No se volverá a repetir Riskel pero debo recordarte que este territorio, MI CASA para mi es sagrada. Si vuelves a poner un pie en ella sin mi consentimiento te arrancaré el corazón -La piel de me erizo ante su tono amenazante, Riskel solo lo observo... debe ser un líder de una de las manadas de lobos que igual habitan el bosque-
—Controla a los tuyos y no tendrías que verme la cara Lucian -gruño y sus ojos chocaron con los míos por unos segundos antes de salir;apretaba leve mi pecho. Se lo que le viene a Darick...
Lucian los manda a todos a sus recámaras pero no puedo moverme, solo observar como arrodillan a Darick frente a el. Lucian recela lo que hará y sus ojos se posan directamente sobre mi.
—Athena, vuelve a tu recámara. No volveré a repetirlo.
Trago y es amargo solo me devuelvo y me fuerzo a entrar en el trance, nadie seria tan estúpido como para desobedecer a su Señor. El nos creo... no. Yo no nací siendo un vampiro. Lucian me salvo de la muerte. Y por eso, le debo mi lealtad... así como Darick se la debía y aún así la rompió.