El sonido crujiente de las hojas bajo mis pies, los pequeños rayos de sol que atraviesan las copas de los árboles. Una hermosa imagen de este bosque tan tranquilo.
Vine con mi padre y su nueva novia a Las Estacas, cerca de la Ciudad De México para acampar unos cuantos días. No sé cuando, pero me separe de ellos ahora estando en un camino diferente, espero no perderme.
Y dicho y hecho, empezaba a caer el sol y Yo peor que pez en tierra.
"- Está bien, lo único que debo hacer es regresar por donde vine -"
Me calme y di media vuelta, solo camine en línea recta. Así que solo tengo que regresar por donde vine. Empecé a tener prisa, por eso mis pasos se fueron convirtiendo en trotes.
"- ¿Por qué tiene que ser todo tan igual? -"
Pregunte un poco frustrado, todo parece que cambió. Solté un suspiro resignado, a pesar de que sigo el mismo camino por donde llegue, no encuentro ese tonto cruce que me hizo perderme.
Me acerqué a un pozo que tenía cerca y de mi mochila saque mi celular, desconectando lo de la batería portátil que llevo.
"- Si estoy idiota, no hay señal en un bosque -"
Me recargué furioso en el poste que sostenía el tejado del pozo poniendo mi mochila al frente para guardar mi celular y… Caí.
Fue bastante rápido… El viento pasando por mi cuerpo, las pocas lágrimas que alcance a acumular subían… O más bien, bajaban más lento que yo.
Lo último que vi fue el cielo rojizo oscuro por el anochecer y un par de estrellas brillando fuertemente. Después todo negro.