"- ¡Eres su nieto! ¡Llego el nieto! -"
Repitió la castaña emocionada. Volteó a los lados buscando un tipo de escapatoria. Ellas no me hicieron algo solo que esto es muy confuso.
Tomé mi cabeza. Duele, aún duele y su escándalo no haría que el dolor se detenga. La pelirroja me miró preocupada. Genial, mi cerebro se está rompiendo por crear esto y aun así no se detiene.
"- No soy el nieto de esas personas. Ni siquiera las conozco. -"
Aclare mirando confundido aún tomando mi cabeza. Suspire para después dejarme caer hacia atrás. Suerte no me pegué con nada.
"- Esto es un jodido sueño. -"
Me repetí mirando el cielo, el sol me estaba dando en la cara. Me voy a quemar. Me senté mientras ellas estaban balbuceando cosas y mire mis brazos casi albinos.
"- Carajo -"
Me queje parándome y tomando mi suéter todo rasgado. Ya no sirve está claro, pero si a estas les llamo la atención esa marca mejor la escondo. No me interesa involucrarme en esas cosas.
"- Miren, señoritas. Estoy bastante perdido, tengo hambre y no encuentro al idiota de Alejandro. -"
Empecé a contar mientras me ponía el suéter, aún me cubría gran parte de los brazos. Las tres prestaron atención inmediatamente.
"- Y dudo encontrar el camino a mi campamento hoy. Así que si me disculpan tengo que juntar madera y algo de comer. -"
Termine juntando mi mochila semi seca.
Volteó hacia ellas. Parece que no entendieron. Suspiro resignado, tendré que explicar lo que pasó.
"- Okay. Estoy bastante adolorido por el maratón que el pendejo del Trole me hizo correr, sin mencionar la supuesta puta caída que tuve a un pinche pozo. -"
Dije algo agresivo, aunque ellas solo se asustaron al oír "Trole". Siguieron prestando atención.
"- No he comido en un día, tengo frío y para colmo me están perro-confundiendo con el nieto de No sé quién. Así que si desean quedarse donde están, no hay problema. Solo por favor no me hagan más líos. -"
Pedí casi suplicando. Solo quiero despertar en ese estúpido auto. Ellas asistieron alegres. Sonreí dándome la vuelta.
"- Buscaré algunas ramas secas. Haré fuego. -"
Comentó alejándome de ellas tres, solo, escuche un "Si" al unísono. Vaya que son unidas. Camine en línea recta, sin embargo no me aleje tanto como para perderme.
Encontré unos manzanos, pude cortar varias manzanas. Recuerdo que mientras caminaba, tomé un poco partido. Seguro lo dejé en el lago.
Mi dolor físico ya era algo más soportable. Eso supongo es bueno.
También junté algunos hongos que sé que son comestibles. Y al final algunas otras especies como menta y Romero que encontré cerca.
Al volver, deje mi mochila con la comida recolectada aún lado de la bolsa de electrónicos que tengo. Ellas me miraron alegres. Tampoco es que haya tardado. Deje las ramas cerca pero no tanto de las Sirenas.
"- (Tal vez deje el pedazo de coco a los pies del río)-"
Miro hacia esa dirección ¿Es mala idea regresar? No conozco a estas chicas, no sé si son reales o es una alucinación. Pero se siente tan real.
"- Ya vuelvo-"
Anuncie, de nuevo. Camine hasta donde recuerdo que deje el coco. Ahí está. Los tomé y regresé. Me vieron extrañada. Reí un poco.
"- Haré algo de cenar. ¿Ustedes quieren? -"
Pregunte ingenuo, desconozco realmente si ellas comen de eso o que rayos. Se vieron entre ellas y después con una sonrisa que yo conozco como honesta dijeron que sí.
"- Vale -"
Armé una especie de estufa pequeña. El coco servía de Cazuela y una rama algo larga de cuchara. Hice un estofado de manzana y champiñones. Me gustó un poco, solo le falta sal.
Empezó a caer la noche. Limpie un poco de agua del estanque. Tardó bastante, pero tengo mi cantimplora llena. Al caer la noche ellas volvieron al agua. Yo me quedé en la orilla.
Ya había guardado mis cosas, en mi mochila había aún algunas manzanas y un poco de menta. Dormite por toda la noche, cualquier sonido me despertaba.
Pero llegó un momento en el que me quedé dormido. Bastante dormido.
Abrí los ojos un poco asustado, cuando mi vista se acostumbra a la poca luz de un amanecer veo a una silueta masculina y las tres Sirenas diciendo:
"- Es el nieto de Glenda y Thoth -"
Me senté, el cuerpo me dolía aún. Mi cabeza ya no tanto. Después puede que no era tan pequeña silueta como creía. Ese era una especie de gigante enano.
"- ¿Qué mierda? -"
Pregunte algo ronco por acabar de despertarme. ¿A quién carajo le estaban mintiendo? Escuche su exclamación de sorpresa. Me paré y terminé de apagar el fuego que había.
Mire bien a ese "Gigante" no parecía amenazador... Bueno no mucho. Este me vio un poco desconfiado. Suspire, realmente si fuera malo ya me habría lastimado.
"- ¿Quién y que eres? -"
Pregunte suave esperando su respuesta. Saque mi cantimplora y tomé agua.
"- Gigante -"
Fue lo único que dijo, su voz era extraña. Alargó la palabra en un inicio. Guarde mi cantimplora y mire tanto a las sirenas como al gigante.
"- Ya que estoy en un mejor estado… En serio ¿Dónde estoy? -"
Pregunte sorprendiéndolos. Si no estoy en México ¿Dónde carajo estoy?