Llegué a los pies del río cuando ya era medio día. Cerca había un estanque y más arriba una cascada. Mejor me quedo en el estanque.
Me acerqué a este. Deje mi mochila empapada bajo el árbol más cercano y me deje caer en él.
"- Tengo frío -"
Me dije levantándome. Necesito secar mi ropa. Me quite el suéter rasgado que tenía y lo extendí en el pasto, después deje mi camisa roja. Y aunque quiera no me quitaré el pantalón. Mejor me pongo en el sol.
De mi mochila, saque mi libreta, el lápiz que traía la libreta y mi libro favorito de fantasía. Totalmente arruinado.
Ahora están igual en el sol que mi ropa. Me senté y vi el estanque, algunos peces paseaban. Después de esa maratón estoy cansado. Suspiro acostándome. Aún me están vigilando.
"- De seguro estoy alucinando por el putazo que me metí. -"
Me quejo cerrando los ojos un poco, estoy fatigado. Cinco minutos después de cerrar los ojos me dormí esperando a que al despertar esté con Alejandro y Cáterin aún en el carro.
Escuche risas. Me levanté asustado, otra vez. Cuando abrí los ojos un trío de sirenas. ¿Sirenas?
Cuando me vieron despierto soltaron una exclamación de sorpresa.
Me senté, mi pantalón estaba semi seco. Mire mi camisa que estaba cerca. Casi seca. Regrese mi vista un poco alarmada hacia las sirenas.
"- ¿Realmente desperté o es un sueño? -"
Pregunte suave, cambiando mi expresión alterada a una más confusa. Una de ellas acercó su mano a mi brazo y me pellizco.
"- Despierto -"
Dijeron las tres al mismo tiempo y después rieron. Me alejé un poco de ellas. ¿Las sirenas son también de lagos? Estas así parecen.
Me termine por levantar, para lentamente tomar mi camisa. Ellas me seguían con la mirada.
"- ¿Eres un mago? -"
Pregunto una de las tres Sirenas, una Pelirroja. ¿Un mago? Reí ante su pregunta.
"- No -"
Respondí, si esto es un sueño es bastante idiota por parte de mi cerebro. Ellas se miraron entre sí confundidas. En lo que murmuraban sabe que cosa, yo me puse mi camisa.
"- Entonces ¿Por qué eso en tus muñecas? "-
Pregunto ahora la rubia. Mire mis muñecas, algunos raspones ya hacían de adorno. Tenía mi pulsera de colores pasteles, todo un arcoíris en una cosa tan pequeña.
Pero creo que se refieren a esas marcas de nacimiento tan extrañas. Son "Hilos" negros que se enredan en mi muñeca y suben por la parte de atrás hasta hacer un "Anillo" en mi dedo cordial. O bueno, el de en medio.
Es así en ambas manos, siendo bastante raro. Recuerdo a Anya explicándome una y otra vez que es algo normal. Sentí nostalgia tan rápido. Las volví a ver. Parece que las asuste. Cambie mi gesto y sonreí un poco.
"- Esta es una pulsera -"
Inicié tranquilo apuntando a mi pulsera en la mano derecha. Después pase mi dedo suavemente a los raspones.
"- Estos son raspones, y estos son marcas de nacimiento -"
Me vieron extrañadas. Así que me senté aun tomando un poco de distancia y continúe mi explicación.
"- El doctor dijo que son completamente normales. Son hereditarias, así que no es de preocuparse -"
Ellas soltaron una risa, la castaña me miró y se acercó un poco, a rastras evidentemente.
"- Esas son marcas de magos, no son hereditarias, salen al cumplir los quince años -"
Ahora quien río fui yo. Sus miradas confundidas no salían de mí. Realmente son curiosas.
"- ¿A los quince años? Yo las tengo desde que nací -"
Reí, otra vez. Pero ellas se miraron asombrada. ¿Qué carajo dije? Me quedé con mi sonrisa. ¿Ahora que dirán?
"- Entonces… ¡Eres el nieto de Glenda y Thoth! -"
Gritaron sorprendidas. Me alejé ahora si borrando mi sonrisa. Que rayos me fume para estar soñando esto.
"-¿Qué clase de lógica de mierda es esa?-"
Me observaron con una gran sonrisa en la cara. Ahora si estoy perdido. Muy literalmente.