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¿Qué Saben Fidel Y Clinton Del Amor?

🇩🇴Castalina
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Synopsis
Angela y Thomas, alias Fidel y Clinton, dos posiciones opuestas, una sola pasión. Un día aparece Thomas Green en su clase de Moral y Cívica aparentando saber más sobre política que Angela, la política del instituto Reed, sus padres divorciados, pequeño crush de su casi mejor amigo, pero ella no lo sabe. El siendo nacionalista, ella siendo globalista, el siendo socialista, ella siendo capitalista, el siendo de izquierdas, ella siendo de derechas, el siendo conservador, ella siendo liberal. Un debate, una oportunidad, un ganador.
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Chapter 1 - Tan conflictivo como la economía de Argentina.

—¿Ya terminaste?—Escuché a la pareja de mi madre discutir con ella por la puerta de mi habitación.

Traté de no prestar atención leyendo un libro, pero era imposible, sus gritos no dejaban que terminara.

—¡Dije que dejaras de molestarlos!—Esta vez fue mi madre, se notaba que estaba molesta, yo quería intervenir, quería ayudar con lo que podía pero ella no me dejaba, es una psiquiatra reconocida que sacó adelante dos hijos, ¿No entiende que no necesita a un hombre que la maltrate?

Saqué los cuadernos del Instituto Reed que tenían tareas, entonces me llegó la inspiración, hice un espacio en mi cama, probablemente algunas cosas golpearon el suelo, pero eso no me importó.

Saqué una hoja y me puse a escribir.

La educación al menos en mi país, no está bien, a mi parecer, al parecer de una estudiante de secundaria común.

¿Por qué pienso que la educación está tan mal? Una palabra: Anticuada.

Recordé las veces que mi abuela me decía que tenía que cruzar un río para ir a la escuela, o cuando no tenía Internet y que para conseguir información era obligatorio ir a una biblioteca o algo parecido.

La educación tal como la conozco fue creada en una época en la que no teníamos la fácil obtención de información que tenemos ahora, cuando nuestros parientes tenían que pasar días, semanas, para conseguir aunque sea una definición.

Saqué la computadora de su cajón y me puse a investigar cualquier cosa relevante al tema, con los gritos de aquella pareja de fondo.

—¿Es que tu no entiendes? ¡Cállate!—Gritó la pareja de mi madre una vez más, decidí coger los audífonos y poner alguna cosa muy ruidosa.

¿Por qué utilizar el sistema educativo de hace 319 años? ¿Por qué en vez de exigirnos que memoricemos que es una definición, no nos enseñan cómo podemos conseguir esa información?

Seguí escribiendo, de verdad estaba inspirada.

Nuestro sistema educativo actual se creó en Prusia, hoy Alemania del este, con el principal objetivo de educar niños, niñas y adolescentes con el fin discreto de formarlos para la guerra.

Los educaron para seguir estrategias, no para crearlas.

Y definitivamente eso es lo que nos pretenden meter en la cabeza, cosa que no sucede principalmente por la gran cantidad de información que tenemos a nuestra disposición...

—¿Avanzaste un poco?—Preguntó mi madre entrando a mi habitación, guardé el ensayo rápidamente debajo de un cuaderno cualquiera.

—Si, ya estaba terminando—Mentí, ni siquiera había abierto los cuadernos, cerré la computadora de un golpe.

—Te espero en cinco—Asentí y empecé a guardar todo, dí un último vistazo a mi habitación para procurar que esté ordenada, atravieso la puerta y camino hasta el comedor.

Allí está Alphonso, la pareja de mi madre, no se muy bien que es, pero el punto es que no me agrada, paso de largo y en silencio para que no note que estoy aquí.

Ya en la sala ubico el bolso de mi madre, cojo la llave de su auto y salgo de la casa de inmediato, me saco la mochila de la espalda y entro en el auto de mi madre.

—Perdón por la tardanza—Dice mi madre agitada mientras entra y enciende el coche, le resto importancia encogiéndome de hombros.

Escucho que enciende la radio y deja sonar Joaquín Sabina—No deberías obligarlo a venir—Le digo mirando por la ventana—A él no le gusta venir—

—Tiene que pasar tiempo con su familia Ángela, contigo, conmigo, con Alphonso—Me limito a rodar los ojos, por más que ella intente convencernos, Alphonso nunca será de la familia, no así.

—A Matt no le agrada Alphonso, no sé cómo lo convenciste de venir—Me crucé de brazos observando cada auto que pasaba o que dejábamos atrás como si fuera más interesante que hablar con mi madre.

—Dijo que sólo lo hacía por nosotras dos—Mi madre suspiró con aires de deserción, yo la miré incrédula por el espejo retrovisor.

—¿Querías que viniera por Alphonso también? Lo odia mamá, lo odia y tiene todo el derecho de hacerlo—Esquivó mi mirada por el espejo retrovisor.

—Sólo tenía que pasar un poco más de tiempo con él—

—¡Mamá! Alphonso es todo lo que me dijiste que no buscara en una pareja, recuerdas el panfleto que me diste—Me crucé de brazos nuevamente—No se como sigues con él—Lo último lo dije en un susurro recostándome del asiento, aún tenía los brazos cruzados, vi como mi madre cerró los ojos lentamente.

Sabía que estaba estresada y dolida, sabía que estaba haciendo todo lo posible para que su matrimonio salga a flote, pero yo no me podía quedarme en silencio mientras veía como la destrozaban.

En unas dos horas llegamos al aeropuerto para buscar a mi hermano, él vivía fuera con mi padre, con mi verdadero padre, estaba feliz por volver a verlo, se fue hace un año desde que cumplió dieciocho y no lo culpo.

Salimos del auto a toda prisa, o por lo menos por mi parte, mi madre caminaba detrás de mí con la cabeza abajo, el vuelo de Matt acababa de llegar, así que me acerqué a la entrada, empujando personas para llegar al frente.

Ví la gorra de muppets que siempre me ayudaba a identificarlo, sonreí de inmediato y me acerqué a él corriendo.

—¡Angela!—Borré la sonrisa separándome de él como si picara—No me digas Angela, Matthew—Matt rodó los ojos y me abrazó, correspondí el abrazo con efusividad.

—Te extrañé mucho ¿Sabes?—Murmuró abrazándome aún más fuerte, reí por lo bajo, me separé y le señalé a mamá con la cabeza, ella estaba sentada en un banco de metal con la cabeza apoyada en las manos, Matt asintió-Por cierto, papá te habla-Pe dejó su teléfono en las manos y se fue caminando hacia ella.

Miré el teléfono y me lo pegué a la oreja—¿Linda?—Sonreí—Se que estas ahí Angie—Vi como mamá se levantó y abrazó a Matt cuando lo vió, Matt me guiñó un ojo y la abrazó de vuelta.

—Hola papá, te extraño—Escuché su risa—Yo también te extraño linda—Sonreí nuevamente.

—¿Las cosas van bien por allá?—Pregunté por el teléfono, mi padre suspiró, las cosas no van para nada bien—¿Pasó algo?—Volví a preguntar.

—Tú no tienes que preocuparte de nada linda, todo está bien y no es como que no haya pasado por esto antes—El optimismo de mi padre se me contagió.

—¿Podría hacer algo para ayudarte? Puedo ser niñera y mandarte algo de dine...—

—No amor, tu concéntrate en tus estudios, haz tus tareas, pasa con buena nota, sin distracciones—

—Tranquilo, no dejaré de ser excelente puedo hacer...—

—Linda, ya hablamos de esto cuando estaba allá, no quiero que comentas los mismos errores que tu madre y yo—Se que no lo dijo con mala intención, pero igual dolió, como siempre—No digo que Matt y tú hayan sido errores, son lo mejor que me ha pasado solo—

—Sé que no lo dijiste para eso, lo entiendo—Vi como Matt abrazó a nuestra madre, ella le correspondió.

—Solo quiero que llegues a ser grande, sin interrupciones, tu madre me habló sobre un taller de economía ¿Quieres ir? Ana me dijo que te interesan mucho esos temas—

—Yo, le pedí a Alphonso que dejara la casa por unos días—Dijo mamá bajando la radio, busqué sus ojos por el retrovisor pero los esquivó-Él no estará los días que te quedes en la casa Matt-Sonreí al igual que mi hermano

—No tenías que hacer eso ma...-Ella lo interrumpió—Sé que no te agrada, así que no estará con nosotros por ahora, quiero que la pases bien-Matt sonrió a mi lado después de mirarme, yo asentí—Gracias mamá—