El hielo gano vida, ¿O sería mejor decir que la arrebato?
En cualquier caso. Los que se supone estaban muertos volvieron a caminar.
- ¡Están en todas partes!
- ¡Reagrúpense! ¡Evacuen a los heridos, los cubriremos!
HHHHHIIIIHHHHHH*
Cuerpos derretidos, cercenados, quemados o congelados. No importa la manera en que dejaron de respirar, todo aquello que se perdió fue reemplazado con el hielo y un rostro congelado que solo sabía expresar dolor.
- ¡Ha!
Creack*
Las armas comunes no podían atravesar su endurecida piel.
- HHHHHHHH…
- ¡M-Maldición!
Sus brazos no podían rivalizar con la fuerza de aquellos sin una vida que perder.
- ¡AH! ¡AYUDENME!
Y sus corazones…
- HHHHH...
Les parecían muy apetecibles…
- ¡¡RHAAAAAAA!!
- ¡AAAAAHHHH!
- ¡No los mates!
- ¡!
El zombi se detuvo con mi orden.
- Flecha de fuego.
¡Bom! *
A centímetros de que sus garras pudiesen abrir el pecho del ninja, una flecha llameante encontró su camino dentro del cráneo.
- ¡¿Estas bien?!
- Hah* Hah* Lo siento, gracias.
Una mano amiga ayudo a que se levantara. Cuando volvieron a mirar a sus alrededores, recordaron que aquel ser complementado por el hielo solo era uno de muchos más.
- HHHHHSSSS…
El cadáver regresó al hielo en un charco de agua negra parecida al alquitrán.
Parece que puedo controlarlos a voluntad.
Estaba maravillado y asustado. El poder de Cocytos parecía ser una herramienta muy útil a la hora de enfrentar grupos extensos de enemigos.
Las paredes, los techos, incluso el suelo. Cualquier lugar alcanzado por la habilidad estaba dando a luz a cadáveres congelados cuyos ojos resplandecía con un asfixiante verde celeste.
De no ser porque les había ordenado no matar, probablemente yo tendría la ventaja en esta batalla.
- Primer colmillo; Zarpa del tigre.
¡Fzzzuum! *
Desde el centro de la habitación. Tres hojas horizontales de aire volaron en línea recta y cortaron todo aquello que se les interpuso.
Supongo que fue gracias a la espada, pero el aire tenía un inusual tono rosado.
Estilo antes que todo eh…
Con la adrenalina fluyendo desde mi cerebro, obligué a mi cuerpo a dar un salto de tigre que me salvara de una muerte rápida.
¡Crash! *
Aquel ataque era tan amplio que fácilmente hizo pedazos a treinta o cuarenta zombis, y su rango, a pesar de ser una simple línea recta, me forzó a esquivarlo y verlo chocar contra las paredes del extremo contrario.
HHHHHHHSSSSSS*
Aquellos muertos cuyas cabezas seguían intactas reconstruyeron su cuerpo con el hielo y volvieron a arremeter.
- ¡La cabeza! ¡Destruyan la cabeza!
Molly no dejo pasar ese detalle.
- Habilidad de espadas dobles; Corte cruzado
Creack*
En un solo movimiento a gran velocidad, los cráneos de varios zombis fueron partidos, y con ellos, sus cuerpos perdieron forma sólida y besaron el suelo en forma de alquitrán.
- ¡Es cierto, podemos hacerlo con armas espirituales!
ROOAAAAAR*
Con una nueva esperanza en el aire, los rugidos sacudieron el suelo.
Eso significa, corre.
Por más didáctico que pudiese ser observar todas las capacidades de Molly y sus ninjas, la fatiga y dolor de cabeza estaba haciendo estragos con mi cuerpo. Había tomado una poción de maná para evitar estos efectos, pero no parecía funcionar del todo bien.
Y ahora la moral de mi enemigo estaba por los aires, a menos que ordenase hacer una masacre, no tenía una forma de vencerlos.
Dejé que la batalla siguiera con su curso actual, yo mientras tanto me escabullí hasta la salida que había sellado, cuando llegué puse mi anillo frente al hielo.
- Álvaro, derrítelo.
El anillo expulso una bola de fuego negro. Solo le tomó unos segundos hacer liquido lo sólido.
- ¡Llegaron los refuerzos!
¡Creack! *
Un hombre extremadamente fornido vistiendo una armadura roja en llamas entró haciendo pedazos a los zombis.
- ¡Protejan a los heridos! ¡Hagan espacio a los sacerdotes y los magos de fuego!
Ordenes simples, pero claras.
Aquellos caballeros en blancas armaduras pesadas auxiliaron, los sacerdotes y las personas vestidas en trajes extravagantes o mantos rojos alzaron ramas con orbes de cristal vistosos.
- Sol creciente.
- Meteorito.
- Rugido del draco.
- Purgar.
- Lanza sagrada.
¡Bom! * ¡Bam! *
El fuego y la luz se unieron al campo de batalla, los zombis no dejaban de desaparecer y nacer a velocidades vertiginosas entre el apocalipsis santo que caía sobre ellos.
- Luz de aurora.
- Sanar.
- Aumento de fuerza.
Los sacerdotes curaron heridas y fortalecieron los cuerpos aliados.
Aquella habilidad ventajosa ahora estaba siendo aplastada como si de un insecto se tratase.
- Bueno, fue entretenido, pero es hora de irme.
Sin perder más tiempo, abrí la escotilla y comencé a bajar.
- ¡Espera!
Con solo mi mascara expuesta dentro de la escotilla, Molly trato de alcanzarme con su velocidad absurda acelerada por el viento.
- ¡Deténganla!
Ordené a los zombis restantes detener su avanzada, todos obedecieron y en un accionar inesperado, fusionaron sus cuerpos.
Krgh* Rghk*
Eso es nuevo.
El hielo y la carne se rompieron para después unirse, los rostros se hicieron uno y pasaron de expulsar dolor a odio.
- ¡¿Un golem?!
Como no tenía otra forma de llamarlo, me quedé con lo que dijo Molly.
- ¡No dejes que me sigan!
- ¡¡HHHHHHRRAAAAAAAA!!
Tres metros de altura, cuatro brazos pegados a un grueso torso y pesadas piernas, huesos humanos cubrían cada extremidad con afiladas espinas y en el centro había un rostro lleno de ira que apenas y se movía entre los crujidos del hielo.
- ¡Ataquen al golem!
Hechizos flamígeros y luces más blancas que la nieve arrasaron sin piedad a la criatura.
Una nube de polvo azulada quedo después del bombardeo.
- ¿Lo acabamos?
- No…
La sirvienta gato borro la pequeña sonrisa de una victoria sin alcanzar.
Krrk* Creack*
- ¡! ¡Fuera del camino!
Segundos después de la advertencia, un rayo congelante asalto a todo aquel considerado un enemigo.
- ¡Alcen las barreras!
Fardan de inmediato ordeno por medidas defensivas.
- Santuario de luz.
- Abrazo terrestre.
- Tierra santificada.
Supuse que fue gracias a mis órdenes anteriores de "no matar" y "deténganlos" pero el rayo priorizo hacer pilares y paredes de hielo que restringían el movimiento, solo aquellos que no alcanzaron a meterse en una barrera quedaron con sus extremidades ligeramente congeladas.
Es más inteligente de lo que pensé, ¿Sera por la cantidad de cerebros?
Quería experimentar todas las capacidades de los zombis y la habilidad Cocytos, pero tendrá que ser para otro momento.
¡Creack! * ¡Crash! *
Tantos crujidos ya me eran molestos, antes de irme deje salir un último mensaje.
- ¡Mis únicos enemigos son los cultistas! ¡Cuando estén más dispuestos a trabajar juntos háganmelo saber enviando a su líder solo al bosque del este! ¡Les advierto que las emboscadas no serán bienvenidas! ¡Tienen tres días!
Aunque no los culparía si prepararan una, yo haría lo mismo.
Descendí al túnel de la escotilla, usando magia creé cinco paredes heladas y de inmediato corrí.
¡¡RRRRRROOOOAAAAAAAAAAA!! *
Ese poderoso rugido quedara grabado en mi mente como recordatorio de mi debilidad.
Necesito ser más fuerte…
Una nueva prioridad nació mientras recordaba el nombre de uno de mis objetivos.
Michael… Ni siendo un príncipe escaparas de mí…
Entonces recordé el rostro de Victoria.
- Cierto… Tengo que darle el mensaje.
***
Después de correr un rato, al fin vi la salida.
- ¡Alto! ¡Identifíquese!
Un par de guardias dirigiendo sus lanzas hacía mí me esperaban afuera.
Incremente mi velocidad, y con los nudillos de mis guantes hice a un lado las puntas metálicas para después noquear a ambos con un golpe rápido.
Thump*
Arrastre sus cuerpos dentro del túnel.
- Unidad seis, reporten, ¿Todo bien por ahí?
Del hombro de uno de los guardias, un cristal transmitía la voz de alguien.
Mire a los cielos al mismo tiempo que destrozaba el cristal con mis manos.
No había ningún jinete de grifo cercano, por lo que corrí de inmediato al bosque donde me esperaba Fei Xue.
En el camino me encontré con algunas bestias mágicas, la mayoría huyeron al verme mientras que las más audaces se adelantaron su muerte.
Krrkgh*
- Esta es la primera vez que absorbo la esencia de una bestia mágica, veamos qué pasó.
Después de romperle el cuello a un gorila de pelaje rosado y largos colmillos verdes, saqué mi tarjeta de estado.
Roberto Díaz Medina.
Clase:
[Recolector de esencia]
Titulo:
[Visitante de otro mundo]
Habilidades:
[Putrefacción] [Detección de vida] [Sed de venganza] [Intimidación] [Nombrar caballero (1/5)] [Cocytos] [Manifestar a los súbditos] [Memorias del más allá] [Inspección (simple)] [Crear maldición] [Aplicar maldición] [Conectar alma]
Habilidades pasivas:
[Números mentira] [Recolectar esencia] [Asimilar esencia] [Autoridad del príncipe] [Reconstrucción corporal (baja)] [Regeneración de maná (baja)] [Control de súbditos (bajo)] [Control de memorias (bajo)] [Control de maná (medio)] [Maestría de armas afiladas (baja)] [Maestría de armas a distancia (alta)] [Maestría de armas contundentes (baja)] [Sensibilidad al peligro (alta)] [Último aliento (1/1)]
Bendiciones:
[Sucesor del rey muerto] [Maestro de la calamidad de hielo]
Demasiadas habilidades que ver.
Mis ojos automáticamente se concentraron en una en específico.
- Espero que funcione como espero.
Guardé mi tarjeta y miré a la bestia muerta que sostenía en mi mano.
- Inspección.
Una gota de información se reprodujo en mi cerebro.
[Saru venenoso] [Rango C] [Incomestible] [Los colmillos y pelaje pueden ser vendidos o procesados]
- Ciertamente simple, pero también es el comienzo de una habilidad muy útil.
Usando la fuerza de mis manos arranqué los cuatro colmillos y los guardé en los bolsillos de mi cinturón, después puse el cadáver en el suelo y saqué uno de mis últimos cuchillos arrojadizos.
- Dinero es dinero.
Entonces procedí a desollar al chimpancé.
Ya tenía experiencia gracias a los entrenamientos de Francisco, pero nunca lo había hecho con un gorila antes, aunque era todo un experto cuando se trata de conejos o ciervos.
Después de un rato solo quedo una masa de músculos sin piel.
- Serás la comida de otro, yo me largo.
Con el trabajo hecho fui a donde Fei Xue estaba.
Al final llegué a una cueva con algunos lobos de pelaje verde y tres colas congelados y hechos añicos.
Crunch* Creack*
El sonido de la carne siendo devorada se mesclaba con los crujidos de la madera siendo quemada.
Caminé a la fuente del sonido solo para encontrar a Fei Xue devorando la carne de las bestias, ella estaba sentada sobre una enorme piedra junto a una fogata que avivaba sus llamas con la grasa de la carne que cocinaba.
- Sí comes mucho podrías engordar.
- No hay problema, todo se va mis pechos~.
Dijo ella estrujando sus propios pedazos de carne.
Como el caballero que soy evite mirarlos… Mucho.
- No puedo decir nada contra esa lógica.
Con una pequeña sonrisa me senté junto a ella mientras me quitaba la máscara y sacaba la agenda.
- ¿Qué paso con los jinetes de grifo?
- Congelados, pero vivos, con algo de magia de fuego podrán descongelarlos antes de una hipotermia. Crunch*
- Bueno, mientras no los mates está bien.
Verla comer tanto me dio hambre.
- Inspección.
[Pierna de lobo maderero] [Comestible]
Con la seguridad de que no moriría de dolor de estómago, tomé y mordí la carne.
Crunch*
Estaba dura, el sabor era fuerte y la sangre no había sido correctamente removida, pero seguía siendo mejor que comer cuero de botas.
Maldito loco, dejándome solo en ese puto bosque sin nada más que un maldito cuchillo… Aunque ahora que lo pienso, cuando vivía con mi padre hubo veces donde los vecinos nos invitaban a comer insectos asados… No sabían tan mal como se veían.
Algunos incomodos recuerdos regresaron con cada mordida, no quería arruinar la paz de este momento, asi que continúe comiendo en silencio.
- … Maestro, ¿No le desagrada el sabor? Sé que los humanos son muy cuidadosos a la hora de comer carne de bestias mágicas.
Respondí la pregunta sin dejar de comer.
- Y tienes razón, pero mientras sea comestible puedo comer cualquier cosa, Crunch*, mmm, Gulp* Los insectos pueden ser buenas raciones de ser necesario.
- Kukuku~, de alguna forma puedo imaginarlo.
- Seguro que sí, señorita de raza superior.
- ¡! ¡E-Eso solo fue una broma! ¡Por más perfecta que sea no soy tan engreída!
- Mhm, claro, lo que digas.
- ¡Hablo en serio!
- Haha.
Después de terminar la carne y disfrutar de algunas bromas, inspeccionamos la agenda a profundidad.
- Hay otro escondite debajo de la catedral de Aurora y uno más al oeste de la capital, no conozco los nombres de la mayoría de nobles asi que no deben ser muy importantes, de todas formas, buscar reemplazos competentes será lo mejor para el reino y para mí, ya me encargare de Michael desde el castillo, si él de verdad esta confabulado con estos locos, no será difícil impedir su herencia al trono.
- Aquí dice que el siguiente ritual será en un par de semanas debajo de la catedral, puede que lo hagan antes dado que interrumpimos éste.
Fei Xue apunto a las letras que no era capaz de entender.
Supongo que ahora es un buen momento para preguntar.
- ¿Cómo lo sabes?
- ¿Hm?
- Las letras… Yo no puedo entenderlas, ¿Por qué tú sí?
- Eso es…
Antes de que pudiese alejarse volando o algo asi, la abracé sosteniendo sus muñecas a los lados de su cuerpo.
- Magia, rituales, lenguaje, formas y habilidades. ¿Cómo es que sabes tanto de los demonios? ¿Por qué hiciste un pacto conmigo? ¿Qué es lo que ganas de todo esto?
- …
Fei Xue estaba sorprendida y nerviosa, sus ojos evitaban los míos, pero no se resistía en cuerpo.
- Te encanta recibir respuestas, pero no te gusta darlas, ¿No te parece algo injusto?
- …
No contestó, pero ya teníamos contacto visual.
- Mira, estamos literalmente unidos en alma, incluso si ahora mismo quieres guardarte esos secretos, tarde o temprano voy a descubrirlos, es mejor para ambos si cooperas en esto.
- Hmph, ¿No te mordiste la lengua diciendo eso?
Una respuesta bastante… Intensa.
- ¿Ho? Si tienes algo que decir adelante, ahórrame las indirectas.
Mis palabras tampoco eran muy agradables.
Fei Xue frunció el ceño, cómo no la estaba sosteniendo con fuerza se liberó de mi agarre sin problemas y arrojo su cuerpo sobre el mío.
Normalmente la hubiese detenido, pero no había hostilidad en su mirada y la verdad sea dicha, yo también estaba un poco ansioso por continuar.
- ¿Qué hay de todos tus misterios maestro? Seguro ya eres consciente de lo anormal que eres, ¿Verdad?
Con su cuerpo frotándose contra el mío y sus manos acariciando un lugar que se hacía duro con la estimulación, continuamos la conversión mientras saboreaba la suave sensación de su trasero tragándose mis dedos.
- Hah*, alguien de otro mundo me llamo anormal, Mmh*, se siente tan absurdo. También tengo secretos que mantener, Hm*, no puedes culparme por ocultarlos cuando somos básicamente extraños.
Con el calor aumentando ambos consideramos que las prendas eran un estorbo.
Un cuerpo legendario, claro que sí.
Piel tan blanca como la nieve, un cuerpo suave y esbelto que representaba el pináculo del encanto femenino, apetecibles labios rosados que escondían una agresiva lengua y despampanantes ojos amarillos con hambre de placer.
La larga mirada a mis cicatrices fue un deja vu que preferiría no recordar ahora.
- Las cicatrices Nnn~*… son una desgracia para los caballeros, Mhm~ *… pero esto- ¡Hya! * n-no puede considerarse como tal…
Con mis dedos siendo humedecidos por su interior y mi lengua explorando su piel, trate de responder con incesantes gemidos sobre mi oreja y los pequeños saltos que daba mientras sus manos acariciaban mi hombría.
- No soy de éste mundo… el caballerismo y sus costumbres no me son… Uah*… tan importantes.
Con la inhabilidad de soportar más, Fei Xue me empujo abajo y lentamente me introdujo dentro de ella.
Las nubes de vapor saliendo de su boca y el sudor cubriendo su piel fueron los mejores afrodisiacos.
La sensación de sus paredes apretando y el sonido húmedo de nuestras caderas chocando mandaron mi conciencia a un mundo de placer del que no saldría pronto.
- Hah* Hagamos un trato, me dices lo que quiero saber, Hah* Ah* y yo hago lo mismo.
Fei Xue solo puso sus labios sobre los míos, con suficiente suerte eso sería un "sí".
Mmm… ¿Esto cuenta cómo infidelidad?...
Sí, probablemente, será mejor no hablar de esto en un futuro con Lea o Molly cerca.