Capítulo 14
No me acuerdo cual fue el momento en donde me quede dormida, pero seguía ahí entre los brazos de Alex, este aun dormía con una expresión pacifica en su rostro. Me moví lentamente de entre sus brazos para salir de la cama, la verdad era que está muriéndome de hambre, pero no quería despertar a Alex, el también lucia cansado. Mis planes de salir a buscar comida sigilosamente fracasaron, sentí como Alex afianzaba mi agarre en mi cintura y susurraba a mi oído:
¿A dónde crees que vas gatita? –
A buscar algo de comida, lo siento, no quería despertarte – explique a modo de disculpa.
No te preocupes, pensaba que podríamos comer en la habitación y también jugar un poco – dijo restándole importancia.
¿Jugar un poco? Te refieres a BDSM –
Si – dijo haciendo aparecer entre sus dedos una tela negra. El debió de ver mi cara de confusión y me explico – La confianza, como lo he mencionado anteriormente, es algo muy importante pero no es algo que solamente se tenga que decir sino es algo en que también se tiene que trabajar, por eso estarás a ciegas y tendrás que depender de mi para hacer las cosas – finalizo poniéndome la venda y dejándome a ciegas.
Estaba nerviosa, no lo podía negar, era un hecho, y estaba segura que Alex sabía muy bien eso.
¿Por qué no otro sentido? – pregunte, había leído un poco de la restricción sensorial, no en el libro que me había dado, que para ser sincera ni siquiera lo había comenzado, sino de internet cuando había hecho mi pequeña investigación.
Es del sentido del que más dependemos a pesar que tengas otros sentidos más desarrollados como cambiaformas como lo son tu olfato o audición, por otro lado, quiero que aprendas a escucharme y obedecerme sin poner peros, eso no significa que no puedas preguntar o que no te puedas negar –
Mmmm… está bien – dije resignada
Está bien ¿Qué? – pregunto. Debo de admitir que la pregunta me descoloco un poco, en plan como que ¿Qué?, Alex como ya se estaba haciendo costumbre noto mi confusión y dijo – Señor o Amo, gatita –
Está bien Señor – dije en un tono tímido.
Se me era un poco desesperante no poder nada y solo guiarme de mis otros sentidos, pero estaba segura que quejarse no era una salida. Sentí a Alex levantarse de la cama, yo también traté de seguirle, pero su voz me detuvo.
Espera ahí gatita –
Una orden clara y simple pero que me dejo en la incertidumbre cuando deje de escucharlo en la habitación ¿acaso se había ido? ¿debería de sacarme la venda para comprobarlo?, no Cath, estoy segura que no sería de su agrado que lo desobedeciera con una orden tan simple. Me volví a recostar en la cama a esperarlo y traté de dejar mi cabeza en blanco para evitar la ansiedad, para mi suerte no tarde en volver a escuchar su voz.
Ven gatita –
Su orden me descoloco un poco, ¿A dónde? si no veía nada, de igual manera salí de la cama y me concentré en su respiración para así poder ubicarlo.
Señor ¿no sería más fácil que lo ubicara con mi vista o que usted viniera a mí? – dije dando pasos lentos para evitar caerme
Sí, pero el propósito de esto no es que sea fácil, aparte es lindo verte desnuda –
¿desnu….- no pude terminar de formular mi pregunta porque sentí como mi ropa abandonaba mi cuerpo - ¡Hey! – me queje.
Aunque no lo viera, estaba segura que Alex estaba con esa arrogante sonrisa en su rostro, bufe y continúe con mi tarea de buscar a Alex por la habitación. Aunque por lo general el olfato me servía para encontrar cosas esta vez fue diferente, y es que toda la habitación olía a una mescla de él y de mí, hecho que tenía mucho sentido ya que había estado viviendo un buen tiempo aquí, pero también identifique otro olor que no pertenecía a ninguno de los dos, comida, para ser más específico era avena de chocolate con leche. Los nervios habían hecho que me olvidara del hambre que tenía, pero ahora que podía oler la comida mi estómago no pudo evitar sonar y estoy segura que yo no puede evitar sonrojarme.
Entre más rápido me encuentres, más rápido podrás comer gatita –
Es más fácil decirlo que hacerlo –
Pude escuchar la suave risa de Alex y seguí guiándome por su voz, respiración y por el olor de la comida, mis brazos servían como una barrera para evitar estrellarme con algo, y no pude evitar pensar que probablemente me veía como una de esas momias o zombies de las películas.
Caliente gatita, estas muy cerca – lo escuche decir a mi derecha.
No tarde en encontrarlo, mis manos se toparon con su pecho y el no tardo en rodearme con sus brazos. Sus manos amansaron suavemente mis pechos y no pude evitar sonrojarme.
Señor ¿ya podemos comer? – dije en un intento de que me soltara y quitara la venda, pero al parecer él tenía otros planes.
No te desesperes mi pequeña gatita – dijo mientras me sentaba en su regazo.
Incomodidad, eso era lo que sentía, a pesar de no poder ver, todo parecía tan surreal, yo desnuda y a ciegas, sentada en el regazo de Alex y todo se volvió aún más incómodo cuando escuche decir a Alex:
Abre la boca mi gatita –
Una cucharada de avena entro a mi boca, mastiqué lentamente saboreando el chocolate con la leche y no me pude quejar, estaba delicioso, más aún cuando la segunda cucharada entro con un trocito de fresa que dejo un rastro de frescura en mi paladar.
Relájate gatita, solo te estoy alimentando –
No me había dado cuenta de lo tensa que estaba hasta que Alex hablo, trate de tranquilizarme y disfrutar el momento, como había dicho Alex solo me estaba dando de comer y no debía de avergonzarme, al fin y al cabo, estábamos solos.
Poco a poco me fui llenando y cuando estuve satisfecha se lo deje saber a Alex – ya no quiero más señor, estoy llena –
Está bien gatita – contesto simplemente.
Sentí como se ponía de pie y comenzaba a caminar guiándome, la verdad es que no sabía a donde estábamos yendo, pero definitivamente ya no estábamos en la habitación. Me pregunté por qué no simplemente nos teletransportaba, pero supuse que tenía algo que ver algo con la confianza.
Cuidado con las escaleras gatita – me advirtió Alex
Afiance mi agarre mientras bajábamos las escaleras para evitar caerme, ¿A dónde estábamos yendo?
Señor ¿a dónde vamos? – pregunte
No es importante que lo sepas gatita – contesto
No puede evitar fruncir mi seño, no me gustaba estar a ciegas y tampoco me gustaba no saber dónde rayos estaba parada.
Después de un rato sentí como nos deteníamos, supuse que habíamos llegado a nuestro destino, cualquiera que fuese. Las manos de Alex dejaron mi cintura para pasar a mis hombros y hacer una ligera presión hacia abajo en ellos.
De rodillas gatita – ordeno
No tarde en hacerle caso y termine de rodillas sobre una mullida alfombra, escuche el sonido del cuero, supuse que era de algún sofá en donde Alex se abría sentado.
Primera lección gatita – dijo Alex – postura base, abre más tus piernas, pon tus palmas de las manos mirando arriba sobre tus muslos –
¿Así? – dije siguiendo sus indicaciones
Si, pon la espalda recta y estira el cuello, pero con la mirada hacia abajo – cuando termine de acomodarme el continuo – esta postura se llama Nadu y cada vez que te lo indique la vas a tomar –
Si señor – conteste
Podría jurar que Alex estaba sonriendo por mi respuesta, a pesar de que aún seguía a ciegas. Escuche el chasquido de los dedos de Alex y después de un inste este hablo.
Bueno gatita, sé que aún no has leído el libro que te dije, pero creo que será más rápido si lo repasamos juntos –
Escuche el clásico sonido de las páginas y los dedos de Alex pasar por ellas, la verdad era que ahora me arrepentía de ni siquiera haberle dado una hojeada al libro.
¿Sabes lo que es el Bondage? – pregunto Alex
Sí, es restringir el movimiento de tu pareja con ataduras – conteste recordando lo que había leído en internet en su momento.
Y supongo que por la experiencia del LuxMoon no tienes problemas con que te amarre –
No, creo no habría problema con eso Señor – conteste tímidamente, la situación se sentía muy surrealista, estar a ciegas y de rodillas hablando de que, si estoy de acuerdo con que me aten, nunca me lo hubiera imaginado.
Shibari – dijo Alex, no sabía que era o lo que significada y Alex capto eso casi al instante porque lo explico – es un estilo japonés del Bondage.
Me había dado cuenta que él estaba tanteando mis limites, que me gustaría probar y que no, y el Shibari no sonaba tan malo.
No suena tan malo… - dije casi en un susurro, pero lo suficientemente alto para que Alex me escuchara.
Pasemos a otra práctica… azotes –
La sola mención de la palabra me helo la piel, no pude evitar pensar en la primera vez que estuve en el catillo y en el dolor que experimente.
No – dije cortante
Hubo un silencio antes de que Alex hablara – Se cual fue tu experiencia con los azotes y aunque ya te lo he dicho, no me voy a cansar de repetírtelo, lo siento… déjame cambiar esa idea sobre los azotes, estos también en el BDSM sirven para castigar, pero también sirven para dar placer –
Mentiría si digiera que no estaba asustada, estaba temblando, no quería en mi vida sentirme tan indefensa y herida como ese día, no quería volver a sentir ese miedo, pero Alex dijo que también podían dar placer y cuando me dio el libro me pidió que mantuviera la mente abierta, no podía ignorar eso.
Está bien, estoy dispuesta a probarlo – dije en un tono casi inaudible
¿Estas segura? –
Sí, pero nada de marcas o heridas – dije en un tono más alto.
Los brazos de Alex rodearon mi cuerpo sorpresivamente, me tense involuntariamente, pero inmediatamente sus palabras me relajaron e hicieron que mi corazón lata más rápido.
Te prometo que nunca más te volveré hacer daño gatita –
No podía negarlo, pero creo que estaba enamorándome de Alex poco a poco.
No me había dado cuenta que mis brazos estaban abrazándolo hasta que lo sentí tensarse, sus manos fueron rápidas al quitarme la venda de los ojos y su mirada advertía que se avecinaban problemas.
Han invadido los terrenos del castillo –